martes, 17 de noviembre de 2009

Carta a James McGovern, congresista norteamericano

Dear Jim:

me alegra mucho que la oficina de turismo de aventura de nuestro gobierno haya logrado incluirte en el programa de visitas a Verapaz.

Para los habitantes de este sufrido pueblo seguramente ya resultaba aburrido ver todos los días a un ministro patinar por sus calles y dar discursos. Un día había pasado el señor presidente, otro día el señor vicepresidente, otro día mi general el ministro de Defensa, otro día el señor ministro de Agricultura, otro día el señor ministro de Gobernación...

Como ahora tampoco tienen televisión que funcione, ver patinar sobre lodo a un auténtico diputado de Massachussets, les da por lo menos algo de diversión a los damnificados...

Si además de esto surge que Washington mande más ayuda, ¡perfecto, mister congressman!

Pero yo te quiero decir otra cosa: ¡Felicidades por tu valiente intervención en nuestro sistema de justicia! Sin temer represalias ninguna, té te atreviiste a desafiar a las fuerzas oscuras que en nuestro país impiden justicia...

Es realmente muy atrevido, sobre todo sin disponer de toda la información necesaria. Te voy a decir, dear James: Con un intérprete tan deficiente como el que anduvo hoy en la mañana traduciendo tu entrevista en el Canal 21, yo no me atrevería meterme en cosas delicadas y serias en un país extraño. Si los expertos, que te proveen de información sobre El Salvador, son tan incompetentes como tu traductor, entonces realmente es peligroso e irresponsable lo que estás haciendo en este país.

En serio: Gracias por asistir a los homenajes de los padres jesuitas asesinados – pero todo el resto del programa que te hicieron para El Salvador es manipulación y campaña.

Sorry, pero alguien tiene que decir la verdad,

Paolo Lüers

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