sábado, 17 de julio de 2021

La traición. Columna Transversal de Paolo Luers

Jean-Paul Sartre y Albert Camus



Publicado en EL DIARIO DE HOY, domingo 18 julio 2021

Cuando me eduqué en la universidad y en el movimiento anti autoritario de los años 60, Jean-Paul Sartre y Albert Camus fueron referentes importantes para mi generación. Sartre todavía estaba vivo (murió en 1980) y se puso a la par de los rebeldes en el mayo parisino del ‘68. Camus ya había muerto en 1960, pero aún estaba presente en nuestro imaginario como figura heroica de La Résistance francesa contra la ocupación nazi –como defensor de las resistencias contra los gobiernos estalinistas de Europa Oriental… Muchos vieron en esta historia de Camus una contradicción: ¿Cómo podía alguien ser parte de la resistencia de la izquierda contra el fascismo y luego solidarizarse con quienes se rebelaron contra gobiernos de izquierda? Otros lo vimos al revés: ¿Cómo alguien que combatió a la dictadura nazi y su ocupación de Francia podría no combatir la dictadura soviética y su dominio sobre los países de Europa Oriental?

Había un debate político, ideológico y filosófico, en el cual unos citaban a Sartre y otros a Camus. Una de estas tertulias la cortó en seco un amigo francés: “Dejen de enredarse en teorías. Lo de Sartre versus Camus no es un asunto filosófico, ni siquiera de teoría política, es un asunto ético”. Y me dio un librito que documentaba la fuerte controversia que acabó por siempre con la amistad entre los dos escritores.

Es cierto, el debate entre ellos era sobre ética, todo lo demás, sobre todo por parte de Sartre, era paja, pretexto, retórica. Sartre era un maestro de la retórica. Pero Camus era un maestro de la moral. ¿Qué pasó entre estos dos que dominaron la escena intelectual francesa en los años de la posguerra?

Los dos fueron voceros de la izquierda. Y amigos. Amigos literarios sobre todo. Pero cuando Albert Camus publicó, en el año 1951, su libro “El Hombre Rebelde”, esta amistad se quebró por siempre. Camus denunció a la Unión Soviética, comparó los campamentos de prisioneros políticos de Stalin con los campos de concentración de Hitler, y denunció que en Rusia reinaba una dictadura.

La respuesta de Sartre fue un ataque personal a Camus. Sartre, defensor acrítico de la Unión Soviética, a pesar de los crímenes de Stalin, dijo que Camus era “un burgués”. Y si había nacido pobre, al criticar a la Unión Soviética había traicionado su clase.
Camus nunca lo dijo en público, pero sí en privado, a sus amigos: ¿Cómo se atreve Sartre a decirle traidor? Sartre, quien durante la ocupación alemana de Francia nunca se unió a La Résistance? Mientras Albert Camus, desde la clandestinidad, escribía y organizaba la distribución del periódico “Combat”, el órgano de la Resistencia, Jean-Paul Sartre escribió en publicaciones de los colaboradores de los alemanes.

Entonces, un cobarde estaba diciendo traidor al valiente, para callar la crítica a la “madre patria del socialismo”. Lo que separaba a Sartre y Camus, y a toda la izquierda francesa, resultó un asunto simple de honestidad y ética. Cuando se dio la controversia, en los años 50, fue Camus quien parecía ser el perdedor del debate y quedó aislado dentro de la izquierda. Demasiado fuerte fue el manto ideológico que no permitía disentir de la Unión Soviética. Pero a la larga, ya en el tiempo de los movimientos de rebeldía antiautoritaria, que estallaron en París y Berlín en mayo 1968, la percepción cambió. Por más que Sartre quería abrazar la rebelión de mayo para reivindicarse, nosotros vimos a Albert Camus como el referente ético de la izquierda.

Demasiado había pasado. La revuelta masiva de los obreros contra el régimen comunista en Alemania Oriental, en 1953. El intento de Hungría de desarrollar un socialismo propio con rostro humano, que fue aplastado por tanquetas soviéticas en 1956. Sartre siempre defendiendo lo indefendible, Camus del lado de los rebeldes.

Teodoro Petkoff
Hagamos un salto a otro continente. En Venezuela le pasó lo mismo a Teodoro Petkoff. Mientras los intelectuales comunistas de Venezuela hicieron análisis y debates, Petkoff se unió a la guerrilla de Douglas Bravo. Cayó preso varias veces. En 1969, un año después de que tropas soviéticas pusieron fin al experimento de un socialismo democrático en Checoslovaquia, Petkoff escribió en la cárcel su libro “Checoslovaquia: el socialismo como problema”, condenando la invasión soviética y criticando al Partido Comunista de Venezuela por defender lo indefendible.

Igual que Camus casi 20 años antes, Petkoff fue atacado como traidor a la revolución –por un montón de personas que nunca habían movido un dedo por la revolución…

Conociendo las historias de Albert Camus y Teodoro Petkoff, nunca me agarraron de sorpresa el montón de oportunistas quienes tildaron de traidores a quienes, luego de participar durante la guerra civil en el movimiento rebelde, expresamos críticas al FMLN por defender incondicionalmente al régimen cubano y a los dictadores Chávez, Maduro y Ortega. Y muchos de estos ataques vinieron de personas que a saber dónde estaban cuando aquí asustaron…

Y como en aquel tiempo de los complejos debates en Francia entre Sartre y Camus, también ahora y aquí no es un asunto filosófico, sino un simple asunto de decencia. La decencia dicta condenar dictaduras de cualquier tipo.

Entonces, ¿quiénes son los traidores?



viernes, 16 de julio de 2021

Carta a los amantes a las series: La cereza que corona el pastel. De Paolo Luers


Publicado en MAS! y EL DAIRIO DE HOY, sábado 17 julio 2021

Queridos amigos que comparten mi adicción:

El mundo entero conoció de la existencia de Lillehammer, un pueblo remoto de Noruega, cuando se convirtió en lugar anfitrión de los Juegos Olímpicos de Invierno, en 1994. En la tele nos dimos cuenta que era un paraíso con nieve. También Frank “The Fixer” Togliano, un subjefe de la mafia de New York. Testificó contra su don, y para que no lo mataran el FBI tuvo que darle una nueva identidad y esconderlo en alguna parte lejos de New York. Cuando le preguntan donde quería hacer su vida nueva, dijo en su acento ítalo-neoyorquino: “Lilyhammer”. Pensaba que ahí jamás iban a encontrar al noruego de origen italiano Giovanni “Johnny” Hendriksen.


Así comienza la historia, y es la “comedia negra” más cómica que he visto sobre gánsteres de la mafia – gracias al talento de Steven Van Zandt, rockenrollero, actor y ahora también guionista. Algunos lo conocen como el consiglieri Silvio Dante en Sopranos, y los conocedores del rock lo conocemos como guitarrista de la E-Street-Band de Bruce Spingsteen. Escribió la música para la serie, participó en el guion – y actua. ¡Y cómo actua! El New York Times piensa lo contrario. En su reseña de la primera temporada de “Lilyhammer” dijo que “Steven Van Zandt es simpático, pero como actor algo limitado”. Pero esto es el órgano central de la élite cultural de Manhattan. Para ser reconocido por el Times, uno tiene que ser parte de este circo, y el guitarrista de rock de Middletown/New Jersey obviamente no lo es. Tampoco lo es su bandleader Bruce Sprinsteen. Toca un rock demasiado proletario...

De paso sea dicho: “The Boss” Bruce Springsteen también aparece en “Lilyhammer” (temporada 3), como hermano de “Johnny”, ex mobster convertido en director de una funeraria...





Es un deleite ver a Frank/Johnny, formado en las calles de New Jersey y de New York, insertarse en la cultura de un pueblo noruego, hacerse parte activa de una comunidad como la de Lillehammer, que no podía ser más ordenada y civilizada – por lo menos a primera vista. Para insertarse en esta comunidad, su nuevo habitante pone en uso sus cualidades de “tough guy” (matón, tipo duro) para ayudar a sus nuevos amigos en el pueblo – una situación irresistiblemente cómica.

 

No voy a revelar las sorpresas que nos mantienen en tensión durante esta serie. Son muchas. Luego de cada carcajada un buen susto... Obviamente Frank entra en conflictos, con la ley, y con los mafiosos que lo persiguen.

 

Con esta serie, Noruega se puso en el mapa de la cinematografía global. La primera temporada es tan bien producida por un canal de la televisión noruega que captó la atención de Netflix, que vio la oportunidad de convertir “Lilyhammer” en su primera serie “original”. Nació el modelo para muchas coproducciones de Netflix con productores y artistas de diferentes países del mundo. Un modelo muy exitoso. 

 

Disfruten esta historia de un mobster en un paraiso invernal. 

Saludos,





miércoles, 14 de julio de 2021

Carta a los diputados opositores: ¿Adónde van? De Paolo Luers

Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, jueves 15 julio 2021

Estimados amigos: `

Cuando vi la pantalla de votación de la Asamblea, no lo podía creer: 77 votos a favor de la moción del presidente de la República de instalar una comisión para investigar los sobresueldos, 4 abstenciones y cero votos en contra. ¡Cero!

Vaya, ¿ahora la aplanadora cyan ya llega a 77 votos? ¿Ya no hay oposición?

No. No es que no haya oposición en la Asamblea. Lo que pasa es que les han ganado la moral. Están ahuevados. Están en permanente defensiva. No se atreven a pelear. Esto pasa cuando hay división, entre partidos y dentro de los partidos, y cuando hay una desconexión con lo que en la sociedad se discute y propone.

El argumento para votar en favor de la comisión: “Siempre hemos dicho que hay que investigar y combatir la corrupción, venga de donde venga. ¿Cómo vamos a votar en contra de una iniciativa contra la corrupción? ¿Cómo explicarlo a la mayoría que está harta de tanta corrupción?”

Lo primero es correcto. Hay que investigar y combatir la corrupción, venga de donde venga. El problema está en lo segundo, en la pregunta que justifica su votación. Por supuesto se puede (y debe) votar NO, cuando a todas luces es claro que esta comisión no es para investigar, sino para poner en escena un juicio-espectáculo de carácter político y propagandístico. Y por supuesto se puede explicar, sin complejos, yendo a la ofensiva…

¿Cómo pensar que la fracción NI-GANA, luego de aprobar un decreto que blinda a los funcionarios del gobierno Bukele contra investigaciones del manejo de los fondos de emergencia, va a investigar seriamente la corrupción? Lo que pretenden hacer es seguir tejiendo la narrativa de que la corrupción terminó el 1 de junio del 2019, cuando Bukele asumió el gobierno.

El diputado René Portillo Cuadra hizo lo correcto cuando solicitó que esta comisión incluya los pagos irregulares a los actuales ministros, secretarios presidenciales y otros funcionarios del gobierno de Bukele. Pero hizo mal cuando al final, cuando esta propuesta no fue tomada en cuenta, no anunció que su bancada iba a votar en contra de este circo propagandístico disfrazado de combate a la corrupción. Y dudo que la inclusión de la diputada Rosy Romero de ARENA haga una diferencia en el proceder de esta comisión. La dirigirá el diputado Jorge Castro. Sólo hay que acordarse de la manera como este abogado interrogó a los candidatos a magistrados, tratando de averiguar si están dispuestos a defender y encubrir las inconstitucionalidades del Ejecutivo y del Legislativo, para imaginárselo presidiendo sobre un juicio-show…

El diputado Johnny Wright tuvo razón de decir: “Para hacer justicia en el tema de los sobresueldos se requiere independencia e imparcialidad; sin esos principios la comisión legislativa no tendría legitimidad.” Pero no tuvo razón cuando, a pesar de su manifiesta falta de legitimidad, decidió a votar en favor de instalar esta comisión.

Los diputados del FMLN tampoco votaron en contra, se abstuvieron. Incluso las dos parlamentarias más beligerantes, Anabel Belloso y Dina Argueta. Y en su Twitter, donde normalmente hablan de manera muy explícita, ni siquiera se menciona la problemática de esta comisión.

Claudia Ortiz, de VAMOS, no votó. No sabemos si estaba o si simplemente no votó. Pero estuvo en Twitter hablando mucho de transparencia, aunque no dijo ni una sola palabra sobre la comisión “investigadora”.

¿Qué les pasa a todos esos opositores comprobados y experimentados que en otras ocasiones han mostrado coraje? No sé, sólo puedo repetir cuál es la percepción que uno tiene: Les están ganando la moral. Y este es un mensaje muy negativo para la ciudadanía.

Saludos, 





lunes, 12 de julio de 2021

Carta a los cubanos: Tienen el derecho de ser libres. De Paolo Luers



 Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, martes 13 julio 2021

Queridos amigos en Cuba:
Ya era tiempo de perder el miedo. Ya era tiempo que ustedes salieran a la calle para pedir libertad. El sueño de la revolución, por la cual uno está dispuesto a sacrificar su libertad y aguantar hambre, ya no existe. Los mismos revolucionarios lo han destruido. Y durante 60 años no solo les han quitado la libertad sino hasta la rebeldía. Me da una gran alegría ver en los videos que nos llegan de Cuba y que demuestran que hay una generación que ha recuperado la rebeldía...

Siempre he amado a los cubanos, su alegría, su generosidad, su música. Muchas veces me tocó ir a Cuba durante nuestra conflicto interno; llevamos nuestros películas documentales de guerra a los festivales de cine de La Habana; mandamos a nuestros heridos en combate a que se curen en Cuba; mandamos a nuestros niños huérfanos a que los cuiden y eduquen en Cuba – y siempre ustedes nos recibieron con amor. No sólo los cuadros del Departamento de América del partido, sino toda la gente, no importando su tendencia política. 

 

Las hijas que luego de la guerra adopté (o más bien que me adoptaron de padre) pasaron su niñez felices en Cuba. Cuando llegaron de regreso en 1992, eran cubanas. Hablaron cubano, bailaron cubano, amaron cubano. Siempre estaré agradecido con los cubanos de haberlas recibido.





Siempre me entristeció ver la falta de libertad y la pobreza de los cubanos. Una sociedad donde los pocos que tienen acceso a dólares viven bien y el resto vive mal, no va hacía el socialismo sino hacia la corrupción y la tiranía. Conocí a muchos revolucionarios cubanos de gran calidad humana – y a otros que se habían convertido en burócratas oportunistas y cínicos. Trabajé con compañeros cineastas del ejército cubano en la producción de una película sobre la guerra en Angola - amistades que me hubiera encantado sostener. Estoy seguro que esta generación de militares cubanos no se hubiera prestado a reprimir a su propio pueblo cuando este se levanta en rebeldía contra la falta de libertad, comida y salud. Quiero pensar que la actual generación de militares tampoco.

 

Quiero pensar también que los miembros de los comités de barrio, en vez de enfrentarse a sus vecinos, se pongan al lado de la nueva rebeldía. Si se quedan solos los rufianos de la policía secreta, no darán abasto para detener esta ola de protestas. 





Los regímenes comunistas en Alemania Oriental, Polonia, Hungría, Checoslovaquia, muy parecidos al actual cubano, colapsaran ante las movilizaciones pacíficas, masivas y cívicas. La famosa STASI de Alemania Oriental, famosa por el control total sobre la población y por sus cárceles de tortura, no soltó ni un solo tiro a las manifestaciones que cada semana crecieron. 

 

Algo parecido puede pasar en Cuba, si ustedes aprovechan el momento. 

 

Para ayudar al pueblo cubano, el gobierno de Joe Biden debería inmediatamente sustituir el bloqueo económico contra Cuba con una política de asistencia humanitaria. Junto con los países europeos y Canadá, Washington debería ofrecer a los cubanos lo que más les hace falta: comida, medicina, insumos médicos. Y para ofrecerles libertad, que es lo que más necesitan los cubanos, Washington debe proponer a Rusia iniciativas conjuntas de negociación con el gobierno cubano, para facilitar una transición pacífica de la dictadura a la reconstrucción democrática.

 

Lo más importante es evitar que en Cuba haya un baño de sangre. Ante la ola de protestas, revivir la Guerra Fría sería el peor error.

Ánimo, amigos, aguanten y no aflojen. 

Con mucho amor,