El candidato de Gana, Nayib Bukele, hizo una propuesta a sus competidores: “Propongo que los 4 candidatos presidenciales nos reunamos y consensuemos una propuesta de Sala de lo Constitucional para los diputados de la Asamblea. Si bien es atribución única de los diputados, estoy seguro que una propuesta de consenso de nosotros 4 desentramparía la elección.”
Tal vez suena bonito a algunos, pero no es una propuesta seria. Es una movida demagógica – y peligrosa, porque implica llevar el asunto de la elección de los magistrados, ya jodido por su indebida politización, al plano electorero. Por suerte, nadie le hizo caso.
¿Por qué es demagógica esta propuesta? Primero, porque gestiones de este tipo, si realmente la intención es remover obstáculos, no se hacen como reto en Twitter. Resolver una crisis institucional requiere de construir confianza – y es lo que menos hacen GANA y su candidato. Segundo, cada candidato primero tiene que poner orden en su propia casa, antes de buscar mecanismos extra-institucionales que, mal hechos, pueden profundizar la crisis en vez de resolverla. O sea, cada candidato, si quiere aportar a una solución, tiene que hacer valer su influencia en su propio partido y sus diputados. Y al ser necesario, golpear la mesa, pero la mesa en su casa, no en Twitter.
El único que ha hecho esto fue Carlos Calleja, con el resultado que las bancadas de su alianza electoral han consensuado una propuesta sólida, basada en la idoneidad de los candidatos a magistrados. Esta propuesta es perfectamente aceptable para todos que están dispuestos de despojarse del afán de regresar al esquema de cuotas partidarias – y de toda intención de bloquear la elección de la Sala.
¿Cuál sería la conveniencia de no tener Sala? Algunos en el FMLN creen que les conviene que no exista Sala de lo Constitucional que pueda ejercer control de la constitucionalidad de leyes y de las actuaciones del Ejecutivo. Para otros, en GANA y Nuevas Ideas, porque les conviene que el país viva una crisis institucional, porque les ayuda mostrar que el sistema partidario no sirve – y que se necesita a un líder que moviliza “al pueblo” a transformarlo.
El candidato del FMLN debería asumir liderazgo y convencer a su partido que no puede ser su interés seguir bloqueando la elección de los magistrados y alargar la crisis institucional – y que hay otras formas, más civilizadas, de asegurar al gobierno del FMLN la gobernabilidad que necesita para terminar su mandato sin fiasco.
Bukele y GANA deben pensar en serio si quieren seguir jugando con el fuego de una crisis artificialmente alargada. Se pueden quemar las manos. La granada que quieren tirar a lo que llaman “el sistema de los mismos de siempre” puede explotarles en la mano – electoralmente hablando.
Calleja debe asegurar que la unidad alcanzada dentro de su alianza no se rompa por bayuncadas como la última de Rodolfo Parker, cuando propuso mecanismos inconstitucionales (traslado de magistrados, elección parcial de la Sala). Y además, para desbloquear la situación, debe animar a sus partidos que se abran a una concertación con el Frente que genere gobernabilidad – tanto para el gobierno saliente como para el entrante. Mientras el FMLN ve en la alianza legislativa con GANA la única manera de terminar su gobierno sin perder la cara, va a apoyar a GANA en su afán de bloquear la constitución de la próxima Sala.
Si los candidatos presidenciales quieren aportar a resolver esta crisis, que cada uno haga su tarea – en su casa.
Saludos,
(MAS! y EL DIARIO DE HOY)