sábado, 26 de diciembre de 2015

Carta a la ciudadanía: La caja de Pandora, una vez abierta, ya no se cierra

No todo es negro. También han pasado cosas buenas en El Salvador en este año que estamos por despedir. Poco se ha escrito sobre estas noticias buenas. Tal vez en estas vacaciones de navidad y fin de año, siempre un poco reflexivas, es el momento para hacerlo.

Hemos avanzado sustancialmente en términos de transparencia – y por tanto en la lucha contra la corrupción. Este año, la Ley de Acceso a la Información Pública ha comenzado a funcionar como instrumento de la ciudadanía. Es un verdadero empoderamiento: de repente todos sabemos que podemos conocer lo que antes estaba oculto (y ocultado) sobre cómo los funcionarios han manejado los fondos – y estamos haciendo uso de este derecho. Hoy todos sabemos más sobre la corrupción que al principio del año.

Resultado: Hay un movimiento ciudadano que exige la creación de una Comisión Internacional contra la Impunidad, parecida a la CICIG que en Guatemala ha llevado al destape de la corrupción gubernamental. En consecuencia, unos de los partidos grandes se ha visto obligado a respaldar esta exigencia ciudadana, y la comunidad internacional ha reaccionado ofreciendo sus buenos oficios y sus buenos dólares para instalar una CICIES.

Sin embargo, una Comisión de este tipo no se puede instalar contra la voluntad del gobierno – y el gobierno del FMLN la ha vetado. Pero la necesidad de combatir la corrupción y la impunidad es tan imponente, que en la sociedad se abrieron otros canales para que esta lucha pueda avanzar. Uno de estos canales se abre en el sistema judicial, que en forma de la Sección Probidad abrió una especie de CICIG casera, investigando y transparentado los casos de enriquecimiento ilícito de los funcionarios y ex-funcionarios de alto nivel.

El otro canal de la lucha contra la corrupción que se abrió con sorprendente fuerza es la presión popular sobre la elección del Fiscal General de La República, que ya logró frustrar la conspiración de los corruptos de todos los partidos a reelegir al ex-fiscal Luis Martínez. Resultado de esta presión ciudadana por la elección de un fiscal independiente y comprometido con la lucha contra la corrupción, en ambos partidos grandes se han abiertos debates públicos que rompen el control de las cúpulas. Esto es otra noticia buena que se ha dado este año.

Tal vez el FMLN logre vetar, por unos años más, la instalación de una CICIES, pero ya no tiene capacidad de parar el combate a la corrupción. La Corte Suprema de Justicia, la Sección Probidad, la nueva Sala de lo Contencioso, y obviamente la Sala de lo Constitucional no permitirán que el gobierno vuelva a cerrar la caja de Pandora abierta por esta nueva sed de transparencia que se ha despertado en la ciudadanía. En su momento lo señalamos algunos: Promoviendo el juicio político contra Paco Flores, Funes está abriendo una caja de Pandora de la cual van a salir todos los pecados propios y de sus amigos….

Y cabal: Hoy el FMLN y GANA quieren volver a controlar y callar la Sección de Probidad de la Corte Suprema – y ya no podrán.

Hoy el FMLN y GANA quieren evitar que llegue un fiscal independiente – y ya no podrán.
Hoy el FMLN y GANA quieren bloquear una CICIES que investigue la corrupción – y lo podrán lograr, solo por ahora. La Fiscalía y la Corte Suprema van a asumir las funciones de la CICIES. La caja de Pandora, una vez abierta, ya no se cierra.

Por esto, a pesar de todo, no soy pesimista para el 2016. Saludos,e2b99-firma-paolo









(Mas!/El Diario de Hoy)

 

jueves, 24 de diciembre de 2015

Carta a la gente de Las Palmas. De Paolo Luers

 Publicado en MAS! y EL DAIRIO DE HOY, jueves 24 diciembre 2015

Estimados amigos:

Ayer tuve el placer de pasar un rato con ustedes, en la fiesta de los niños de Las Palmas - faltando un día para navidad, y arrancando su fiesta patronal. Gracias por invitarme.

 

En medio de la fiesta, dos señoras me reclamaron la doble página que este mismo día había salido en El Diario de Hoy sobre Las Palmas y su pandilla. “Sólo nos ven así: Las Palmas igual a violencia. El gobierno nos ve así, la policía entra aquí y trata a todos como sospechosos y a los jóvenes como criminales. Y los periódicos siempre nos ponen el mismo sello: Las Palmas igual a violencia…”

 

Escribo esta carta para repetir a los habitantes de Las Palmas lo que contesté a las dos señoras: Yo sé, porque lo he visto con mis propios ojos, que Las Palmas no es así; que es una comunidad de gente que quiere trabajar y vivir en paz. Las veces que yo he escrito en el Diario de Hoy sobre Las Palmas, he hablado precisamente del estigma falso que les ponen a ustedes. He escrito de la captura de Alvin Alexander Carreño Méndez y los otros tres jóvenes, en julio del 2014, bajo la acusación absurda de haber realizado entrenamientos militares en plena cancha de Las Palmas. Toda la comunidad sabe que es mentira, que no son pandilleros. Todavía están detenidos, esperando su juicio, por el simple hecho de ser de Las Palmas. Este es su único pecado. A partir de este hecho he acompañado la comunidad Las Palmas, para conocerla mejor, para detectar que es una colonia llena de deporte, cultura, convivencia pacífica, ganas de trabajar – y con menos violencia que muchas otras. 

 

Me he dedicado a llevar a muchos amigos a Las Palmas, a caminar la colonia, a visitar la cancha, a hablar con ustedes – y siempre la gente, que nunca se habían atrevido a entrar en Las Palmas por esta imagen de violenta que la PNC y los medios le han hecho, al final dijeron: ¿Cómo podemos ayudar a esta comunidad para que progrese y para que los bichos tengan oportunidades?

 

No sé porqué muchos periodistas, que obviamente no conocen bien Las Palmas y su gente, insisten en seguir pintando la imagen falsa de una comunidad sumergida en el miedo y la violencia. Es tan obvio que no es así. Es cierto que en Las Palmas hay pandilleros del Barrio 18 que se auto-determinan ‘Revolucionarios’. Nadie lo niega. Pero que tengan a sus vecinos en un régimen de terror, no es cierto. Han aprendido a convivir con sus vecinos, y han aprendido a resolver los conflictos sin recurrir a la violencia. Quien no me cree que esto sea un avance, que vaya a otros barrios, donde los pandilleros nunca han aprendido a convivir con sus vecinos, y donde todo tipo de conflicto se resuelve matando…

 

Claro que Las Palmas tiene problemas de delincuencia, incluyendo la pandilla. Pero el problema de las pandillas no va a desaparecer estigmatizando a las comunidades enteras que conviven con ellas. Por esto, yo como ciudadano y como comunicador voy a seguir visitando a mis amigos en Las Palmas y hacer lo poco que esté a mi alcance para quitarle a esta comunidad (y muchas otras) el estigma que en extraña complicidad les están poniendo la policía y los medios.

 

A ustedes, mis amigos en Las Palmas, sobre todo los jóvenes, les deseo para el 2016 que el gobierno deje de asediar su colonia con estas redadas absurdas y esta permanente hostilidad contra los jóvenes - y que en vez de esto gobierno, alcaldía, fundaciones y empresa privada movilicen recursos para transformar Las Palmas en el barrio pintoresco que podría ser. Les deseo que los medios dejen de hablar medias verdades sobre ustedes, y que tal vez un día entren para realmente conocer esta comunidad, sus problemas, sus aspiraciones y sus logros.

 

Feliz navidad en Las Palmas, les desea 



miércoles, 23 de diciembre de 2015

Carta a la gente de Las Palmas

Estimados amigos:
Ayer tuve el placer de pasar un rato con ustedes, en la fiesta de los niños de Las Palmas – faltando un día para navidad, y arrancando su fiesta patronal. Gracias por invitarme.

En medio de la fiesta, dos señoras me reclamaron la doble página que este mismo día había salido en El Diario de Hoy sobre Las Palmas y su pandilla. “Sólo nos ven así: Las Palmas igual a violencia. El gobierno nos ve así, la policía entra aquí y trata a todos como sospechosos y a los jóvenes como criminales. Y los periódicos siempre nos ponen el mismo sello: Las Palmas igual a violencia…”

Escribo esta carta para repetir a los habitantes de Las Palmas lo que contesté a las dos señoras: Yo sé, porque lo he visto con mis propios ojos, que Las Palmas no es así; que es una comunidad de gente que quiere trabajar y vivir en paz. Las veces que yo he escrito en el Diario de Hoy sobre Las Palmas, he hablado precisamente del estigma falso que les ponen a ustedes. He escrito de la captura de Alvin Alexander Carreño Méndez y los otros tres jóvenes, en julio del 2014, bajo la acusación absurda de haber realizado entrenamientos militares en plena cancha de Las Palmas. Toda la comunidad sabe que es mentira, que no son pandilleros. Todavía están detenidos, esperando su juicio, por el simple hecho de ser de Las Palmas. Este es su único pecado. A partir de este hecho he acompañado la comunidad Las Palmas, para conocerla mejor, para detectar que es una colonia llena de deporte, cultura, convivencia pacífica, ganas de trabajar – y con menos violencia que muchas otras.

Me he dedicado a llevar a muchos amigos a Las Palmas, a caminar la colonia, a visitar la cancha, a hablar con ustedes – y siempre la gente, que nunca se habían atrevido a entrar en Las Palmas por esta imagen de violenta que la PNC y los medios le han hecho, al final dijeron: ¿Cómo podemos ayudar a esta comunidad para que progrese y para que los bichos tengan oportunidades?

No sé porqué muchos periodistas, que obviamente no conocen bien Las Palmas y su gente, insisten en seguir pintando la imagen falsa de una comunidad sumergida en el miedo y la violencia. Es tan obvio que no es así. Es cierto que en Las Palmas hay pandilleros del Barrio 18 que se auto-determinan ‘Revolucionarios’. Nadie lo niega. Pero que tengan a sus vecinos en un régimen de terror, no es cierto. Han aprendido a convivir con sus vecinos, y han aprendido a resolver los conflictos sin recurrir a la violencia. Quien no me cree que esto sea un avance, que vaya a otros barrios, donde los pandilleros nunca han aprendido a convivir con sus vecinos, y donde todo tipo de conflicto se resuelve matando…

Claro que Las Palmas tiene problemas de delincuencia, incluyendo la pandilla. Pero el problema de las pandillas no va a desaparecer estigmatizando a las comunidades enteras que conviven con ellas. Por esto, yo como ciudadano y como comunicador voy a seguir visitando a mis amigos en Las Palmas y hacer lo poco que esté a mi alcance para quitarle a esta comunidad (y muchas otras) el estigma que en extraña complicidad les están poniendo la policía y los medios.

A ustedes, mis amigos en Las Palmas, sobre todo los jóvenes, les deseo para el 2016 que el gobierno deje de asediar su colonia con estas redadas absurdas y esta permanente hostilidad contra los jóvenes – y que en vez de esto gobierno, alcaldía, fundaciones y empresa privada movilicen recursos para transformar Las Palmas en el barrio pintoresco que podría ser. Les deseo que los medios dejen de hablar medias verdades sobre ustedes, y que tal vez un día entren para realmente conocer esta comunidad, sus problemas, sus aspiraciones y sus logros.


Feliz navidad en Las Palmas, les desea


e2b99-firma-paolo

Lea el reportaje de El Diario de Hoy

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martes, 22 de diciembre de 2015

Carta a la chava de TIGO: You made my day, Fátima

Estimada Fátima:
Todos nos quejamos del mal servicio – de los bancos, de las telefónicas, de ANDA, de las alcaldías, de los hospitales. Y normalmente con sobrada razón. Es uno de nuestros deportes nacionales, a la par de hablar mal de los políticos, de la Fesfut y de la Asamblea Legislativa.

Como en cualquier deporte, lo peligroso es el exceso. Y como siempre, lo peor es el fanatismo. Hay que seguir quejándose cuando los servicios (públicos o privados) no funcionan, pero con una condición: Hay que ser justos, y cuando alguien nos atiende bien, reconocerlo.

Hoy fui a TIGO en Galerías, y la buena suerte me hizo toparme contigo, Fátima. Fui para pedir ayuda – ¡y la encontré! Antes había peleado con TIGO durante días, porque había renovado mi contrato y me prometieron darme la última versión de mi celular. Pero después dijeron que no lo tenían en existencia, y me ofrecieron otra marca. Pero yo no quiero volver a aprenderme otro sistema. “Pero le podemos dar un iPhone.” -“No quiero ningún iPhone, soy mara Samsung…”

Al fin, luego de quejarme bastante, me mandaron mi nuevo celular hasta la casa. Muy finos. Pero de repente estuve sentado en mi casa con mis dos celulares, y no encontré la forma de pasar del teléfono viejo al nuevo los contactos, las aplicaciones, y toda babosada que uno en dos años acumula en su celular. ¿Y cómo iba a pasar las miles de fotos del celular a mi computadora?

Fui a TIGO, dispuesto a volver a pelearme, y a ejercer el deporte nacional de quejarme por el mal servicio. Pero faltando tres días para Navidad, me topé con el servicio más amable, completo, paciente y eficiente. O sea, me topé contigo, Fátima, y me desarmaste por completo. Me desarmaste la predisposición de salir de la tienda de mal humor. No sólo me pasaste toda la información de un teléfono al otro, me enseñaste cómo hacerlo.

Con mi ignorancia, que a otros les saca de quicios, te enfrentaste con paciencia y amabilidad. Me configuraste el nuevo celular, me instalaste bien las aplicaciones que necesito, y del teléfono viejo me quitaste todas las aplicaciones inútiles y hasta dañinas que yo había acumulado. En pocas palabras: Hiciste mucho más de lo que yo te había pedido – ¡y con ganas!

Salí de la tienda de TIGO con una gran sonrisa, con dos celulares bien configurados, con todas las redes sociales, programas de mensajería y email funcionado mejor que nunca – pero sobre todo con esta profunda y tan extraña satisfacción que le da a uno cuando recibe un servicio bien hecho, eficiente y, sobre todo, amable.

Cuando así de alegre entré al Starbucks de enfrente para tomarme un café, la barista reaccionó a mi buen humor con una gran sonrisa y me entregó un café latte perfecto… Y así en cadena, todo me fue bien este día. A esto me refiero cuando te digo: Fátima, you made my day…

Espero que los altos ejecutivos de TIGO lean esta carta, para que sepan que en su tienda en Galerías tienen a una ejecutiva de servicio al cliente que cumple, que trabaja con ganas, que produce clientes felices. Quiere que le den un bono, que la promuevan, que la hagan jefa, que la pongan a dar seminarios a los demás sobre servicio al cliente. O que por lo menos que la feliciten, así como yo lo hice, saliendo del Starbucks, cuando regresé  a TIGO para regalarte una gran galleta y un gracias.

Otra vez te doy las gracias, y a toda la gente que a pesar del stress y las angustias cotidianas siguen prestando servicio eficiente y amable a sus clientes.

Saludos y feliz Navidad,
(MAS!/El Diario de Hoy)