sábado, 23 de julio de 2011

Encarcelados y liberados por ordenes del presidente

El sábado 16 de julio, la Asamblea Nacional venezolana discutió y luego aprobó el permiso para el presidente Hugo Chávez a salir del país para someterse a tratamiento médico en Cuba.
 El jefe de la bancada opositora, el diputado Alfonso Marquina, tomó la palabra para anunciar que su fracción iba a votar en favor del permiso, pero concluyó su intervención diciendo que tal como el mandatario Hugo Chávez tiene derecho a buscar la mejora en su salud, este derecho también lo tienen los presos políticos que padecen enfermedades serias, algunos de ellos cáncer que no ha sido tratado adecuadamente en el sistema penitenciario.

El mismo día, en la tarde, el presidente Chávez celebró una reunión extraordinaria de su gabinete ejecutivo en el Palacio de Miraflores, para dar las últimas instrucciones antes de su salida a Cuba. Por sorpresa de todos, Chávez introdujo en su discurso televisado en cadena nacional un punto inusual: Dio instrucciones al vicepresidente Elías Jaua a "hacer las gestiones necesarias con el poder judicial y la fiscalía" para asegurar que los 'políticos presos' (porque su gobierno no reconoce la existencia de 'presos políticos') que padecen enfermedades reciben libertad condicional para poder "recibir tratamientos médicos en el seno de su familia".

Como suele pasar en la Venezuela de Hugo Chávez, la orden presidencial se cumplió de manera inmediata. El día martes 19 la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, anunció que se estaba evaluando la situación de 54 'políticos presos', y el día siguiente fue puesto en libertad condicional el primero: Alejandro Peña Esclusa, preso desde hace un año, acusado de terrorismo.

Peña Esclusa sufre de cáncer de próstata, fue sometido a una operación a finales del año pasado, y su esposa ha denunciado durante meses que no estaba recibiendo el tratamiento post-operativo en las instalaciones del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional SEBIN adonde guarda prisión desde su captura. El día jueves 21 recibió la orden de libertad otro prominente preso político, el comisario policial Lázaro Forero.

Forero sirve una condena de 30 años de prisión por los sucesos del 11 de abril de 2002, en el contexto del golpe de estado contra Hugo Chávez, y también padece cáncer de próstata. Su esposa, quien igual que otras esposas de presos políticas se ha convertido en vocera de un movimiento en pro de los derechos humanos de toda la población reclusa, no sólo de los presos políticos, también había acusado al Estado a haberle negado a su esposo durante 6 meses los exámenes y tratamientos necesarios.

Y en la tarde del mismo día jueves 21, a menos de una semana de los discursos del dirigente opositor Marquina y del mandatario Chávez sobre la situación de los opositores no sólo privados de libertad sino del derecho a su salud, la fiscal general informó que de los 54 casos estudiados ya 44 han recibido la orden judicial de libertad condicional. Otos casos están bajo estudio. Bony Pertínez no sabe si entre los 44 presos que van a reunirse con sus familias y recibir atención médica con doctores y clínicas de su confianza se encontrará su esposo Ivan Simonovis, otro de los comisarios de la Policía Metropolitana presos desde hace siete años.

Bony Pertínez, abogada madre de dos hijos, lleva siete años de trabajar por comprobar la inocencia de su esposo y sus compañeros y de promover ante la justicia nacional e internacional la reapertura de sus casos. En este camino se ha convertido en una respetada dirigente de la oposición política que ahora está analizando la posibilidad de lanzarse como candidata a alcaldesa en uno de los municipios metropolitanos.

En una entrevista con El Diario de Hoy, la esposa de Iván Simonovis explicó que su esposo, a raíz de un accidente que sufrió como paracaidista, sufre de severas lesiones de la espalda que no han sido ni examinadas ni tratadas durante los siete años de su encarcelamiento. "No sé si la repentina generosidad del régimen incluirá a mi esposo. Por el momento no me hago ilusiones", dice con cara de resignación. Pero inmediatamente cuando relata sus conversaciones con las esposas de Alejandro Peña Esclusa y Lázaro Forero su cara se enciende en felicidad: "Ellos han sido los más graves, y al fin recibirán atención médica y el amor de sus familias."

Y agrega, en tono reflexivo: "Ya ves cómo funciona aquí la justicia, sin ni siquiera fingir independencia. Así como por orden del presidente hoy salen en libertad condicional algunos pocos presos políticos -¡gracias a Dios!-, puede ser al revés: que el presidente ordena en público o en televisión que encarcelan a determinado dirigente o disidente, e inmediatamente la fiscalía y los tribunales obedecen..." Bony Pertínez dijo al corresponsal de El Diario de Hoy: "Exijo que mi esposo reciba el mismo beneficio, que no es más que por ley le correspondería. No estamos pidiendo favores, sólo exigimos justicia."

Una de las condiciones que la fiscalía impone a los presos puestos en libertad condicional es que ni ellos ni sus familiares den declaraciones a la prensa. Bony Pertínez, con cierta picardía en su risa, dice: "Por lo menos yo todavía puedo hablar de todo esto. Y sabes qué: Yo a Hugo Chávez le deseo que se cure. Pero también lo deseo, con toda mi alma, a mi esposo y a todos los miles de presos con enfermedades.

Las cárceles nuestras están llenas de enfermos de cáncer y de SIDA, y el Estado no cumple su obligación de custodia con ellos." El diputado Alfonso Marquina, entrevistado el jueves 21 de julio por El Diario de Hoy, declara: "Todavía no sé si esta iniciativa humanitaria del presidente Chávez era la respuesta a mi discurso en la Asamblea Nacional, o si su enfermedad lo ha hecho reflexionar. De todos modos, hizo lo correcto. Por primera vez la total falta de independencia de nuestra justicia y fiscalía beneficia a la justicia."
(Desde Caracas/Venezuela para El Diario de Hoy)

Carta a Bony, la esposa de un preso político

Querida Bony:

Hoy te informaron que varios de los presos políticos, entre ellos uno comparte condena y prisión con tu esposo, están saliendo libres... Bueno, con libertad condicional, mientras logren comprobar la gravedad de sus enfermedades.

Hugo Chávez, impactado por su propia experiencia con el cáncer, dio la orden de revisar los casos de los presos políticos enfermos – ¡y fiscalía y jueces inmediatamente cumplieron! Tanto sobre la independencia de las instituciones judiciales...

Pero como vos dijiste: Así como Chávez está acostumbrado a ordenar que te encarcelan, con una palabra en cadena nacional te libera...

Pero no te informaron si tu esposo será uno de los beneficiados de la nueva sensibilidad que Hugo Chávez muestra para con los enfermos, aunque sean contrarrevolucionarios, como él tilda a los disidentes y opositores presos. Tu esposo no tiene cáncer, como los primeros dos presos puestos en libertad. ‘Solo’ tiene jodida la espalda a raíz de un accidente de paracaidista, y ‘solo’ ha pasado siete años sin que el Servicio Bolivariano de Inteligencia le haya permitido someterse a exámenes y tratamientos. 

Yo vi la alegría en tu cara cuando me contaste de la libertad de unos de los compañeros de tu esposo, que tiene cáncer de próstata. Y vi la tristeza cuando me dijiste que a lo mejor Iván, tu esposo, no era suficientemente enfermo para recibir la generosidad presidencial que decide en Venezuela sobre libertad o encarcelamiento de muchos opositores.

Bony, escribo estas líneas porque te admiro. Admiro cómo de víctima te has transformado en dirigente de la oposición, en un dolor de huevo para el régimen.

Saludos, Paolo Lüers

(Desde Caracas/Venezuela, para el periódico Más!)

viernes, 22 de julio de 2011

La división de poderes, a la venezolana

La magistrada Luisa Estella Morales es presidenta del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela. También es presidenta del Juzgado de Sustantación de la Sala Plena.
 
En esta calidad, emitió, el jueves 14 de julio, una orden a la Fiscal General de la República, Luisa Ortega, de abrir una investigación a Henrique Capriles Radonski, gobernador de Miranda.

De repente Capriles, el más probable candidato a la presidencia, se vió amenazado de correr la misma suerte que muchos otros dirigentes opositores: ser inhabilitado en su derecho de ser candidato de elección popular, mientras esté pendiente una investigación de la fiscalía. 

La orden que la magistrada presidente del órgano judicial emitió a la fiscal general se basó en la acusación formal que hace dos años hiciera un ciudadano de nombre Gerson Pérez contra Capriles, por presunta corrupción cuando era alcalde del municipio de Baruta entre 2000 y 2008, antes de ser electo gobernador del estado de Miranda. El señor Pérez acusaba a Capriles de mal manejo de licitaciones de obras municipales, entregando contratos a familiares.

Ahora que la mayoría de las encuestas ponen a Capriles con 10 puntos encima del presidente Hugo Chávez, alguien en la corte abrió la gaveta y sacó la denuncia del ciudadano Pérez. 

Y comienza el drama: La presidenta de la máxima corte venezolana emite la orden; la fiscal general confirma la apertura oficial de la investigación; el gobernador Capriles declara que no tiene nada que temer; los medios y dirigentes de la Mesa de Unidad Democrática denuncian que nuevamente el gobierno está poniendo al aparato de justicia en función de la persecución de candidatos y dirigentes de la oposición.

Suenan las alarmas, en el contexto que otro dirigente presidenciable de la oposición ya se encuentra inhabilitado para cualquier candidatura: Leopoldo López, el popular y carismático ex-alcalde de Chacao y líder del movimiento social Voluntad Popular; y que el dirigente socialdemócrata y ex-candidato presidencial del 2006, tuvo que salir al exilio debido a acusaciones parecidas como las que ahora le hacen al gobernador Capriles.

Parece que este tiro les salió por la culata a los chavistas. La opinión pública, en vez de poner en duda la ética de Capriles, pone en duda la ética de un régimen que aprovecha su control estricto sobre el órgano judicial y la fiscalía para perseguir y descalificar a dirigentes opositores. El Partido Socialista de Chávez, dándose cuenta que la persecución contra Capriles aumenta su popularidad, decide retractarse. 

Y ahí el drama se vuelve comedia. El dirigente del partido oficial y vicepresidente de la Asamblea Nacional, Aristóbulo Istúriz, declaró que la demanda contra Capriles no procede. Lo insólito es la razón que da el dirigente del PSUV: "Este compatriota (Gerson Pérez) no ha sido autorizado por el partido para realizar una acción de este tipo, por el contrario, está expulsado del partido."

Istúriz dio esta declaración el día lunes 18 de julio. El día siguiente, la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, la magistrada Luisa Estella Morales, la misma que había girado la orden de abrir la investigación contra el gobernador Henrique Capriles, giró una nueva orden oficial a la fiscalía de cerrar el expediente y la investigación. 

Y por pura coincidencia, la razón que alega la magistrada para la anulación de la orden anterior es que "el demandante Gerson Pérez se identificó como comisionado del Partido Socialista Unido de Venezuela PSUV" y que "por notoriedad comunicacional se tuvo conocimiento de la falta de cualidad" del demandante.

Más claro sólo el agua: Si un encargado del partido oficial presenta una demanda contra un dirigente opositor, la demanda procede. Si un dirigente partidario de mayor rango desautoriza la demanda, ya no procede. 

Esto es la tragicomedia de la justicia en Venezuela. 

La pregunta es: ¿Por qué el PSUV se retracta de prácticas que hasta ahora ha aplicado a la oposición? ¿Tiene esto que ver con la enfermedad de Hugo Chávez y su ausencia el país, o con una mayor fuerza de la oposición? Para buscar respuestas a estas y otras preguntas, este columnista se encuentra en Venezuela...

(El Diario de Hoy)

jueves, 21 de julio de 2011

Carta a Mauricio Funes:

Estimado presidente:
 
Le felicito. Hizo lo correcto vetando la Ley Anti Tabaco. Tiene razón reclamando que esta ley es “excesiva más allá de lo razonable". Coincido plenamente con usted cuando critica la ley por la “utilización innecesaria de la figura de la prohibición”. Me gusta que el presidente de la República piense en la libertad del individuo y en la libertad económica y exija que la ley sólo restringa estas libertades al grado que sea necesario para proteger tas libertades de los no fumadores, no para castigar a los fumadores.

Su veto es una decisión valiente. Sobrarán críticos que dirán que usted sólo quiere seguir fumando habanos en Casa Presidencial; y que yo le apoyo sólo porque quiero que mis clientes sigan fumando libremente en La Ventana. Los dos sabemos que esto no es cierto. Como usted señala correctamente en el veto, está en juego un principio y estoy contento que lo compartimos: no debe haber invasión excesiva del Estado en la conducta de los ciudadanos.

Yo, por mi parte, no tengo ningún inconveniente que haya una ley que prohíba fumar dentro de mis restaurante y mi bar. Pero igual que usted no estoy de acuerdo que para vender cigarros tenga que gestionar una permiso. Y tampoco que se quiera prohibir fumar en las mesas al aire libre de mi restaurante. Ahí está lo “excesivo” que usted señala.

Tengo dos años de esperar alguna acción suya que yo pueda aplaudir. Cuando vetó la reforma electoral hecha por el FMLN para defender el voto por bandera, casi lo hice, pero decidí esperar un tiempo prudente. Y cabal, usted dejó pasar la segunda versión, aunque tiene la misma inconstitucionalidad.
Ahora, con este nuevo veto, me dejo ir aplaudiéndole, senor presidente, porque siento que es una decisión que requiere el valor de ir contracorriente y contra la moda de lo ‘políticamente correcto. Ojala no me defraude.

Saludos, Paolo Lüers

(Más!)

martes, 19 de julio de 2011

Carta a los panameños

Queridos amigos:
 
Pasé sólo 4 días en su país. Suficiente para enamorarme. De un país que sí cambia. 

El cambio en Panamá no es discurso político, no es consigna electoral. En Panamá el cambio es visible. Desde la última vez que estuve, hace como 3 años, ustedes han construido unos 20 edificios nuevos, mínimo de 30 pisos; han puesto a funcionar la primera línea del metrobus y comenzado la construcción del primer tramo del metro, donde circularán trenes, en parte elevados, en parte subterráneos; e iniciaron la ampliación del canal...

En los mismos tres años ustedes terminaron la fase II de la Cinta Costera, dotando la Ciudad de Panamá con extensas áreas verdes, una modera arteria urbana y un atractivo malecón. Y sobre todo: rehabilitaron el Caso Antiguo de la ciudad, transformándolo en un espacio público, gastronómico y cultural para nacionales y turistas...

Mientras ustedes, sin tanta paja política, están efectuando el cambio, haciendo su país competitivo, convirtiéndolo en el centro logístico, turístico, financiero y comercial de las Américas, nosotros en El Salvador, en los mismos tres años, pasamos hablando de ‘el cambio’; no hemos puesto a trabajar al puerto de La Unión; hemos visto al alcalde y al gobierno central peleando de quién es la idea del metrobus (pero no es más que una idea); y hemos construido dos o tres edificios modernos... Y la carretera Longitudinal del Norte - porque no está bajo el mando del gobierno sino un Fondo controlado por estados Unidos. Mientras tanto, la construcción de la autopista Diego de Holgien tiene tres años de estar paralizada... 

¿Entienden por qué me enamoré de Panamá? Si además nadie me asaltó, nadie me robó, a pesar de que estuvo cada noche caminando en el centro y comiendo en medio de parques...

Me despido de ustedes con mucha admiración,

Paolo Lüers

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