Si hubiera podido grabar solo una parte
de esta vista pública, hubiera escogido las “últimas palabras” de los
acusados. Más que los discursos de los fiscales, más que los 23
testimonios, más que los alegatos de los defensores, estas palabras
mostraron lo que está al centro de este juicio: un drama humano de gente
trabajadora, con compromiso social y con la justicia, que encuentran
sus vidas destruidas, no por sus acciones, sino por el afán de la
Fiscalía de ganar un juicio político y mediático contra “la tregua”.
Nunca
han hablado los acusados, todos hablaron sobre ellos: los fiscales, sus
abogados, los testigos, incluso un pandillero convertido en testigo
criteriado. Ellos, como no existían, ni tampoco sus vidas, familias y
carreras truncadas. Al fin hablaron.
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El policía: Soy de la
segunda promoción de oficiales de la PNC, con un record limpio. Me metí
en este proceso por órdenes, con una misión clara: contribuir a que la
reducción de homicidios
causada por la tregua se sostuviera y garantizar que en todo este
proceso no se viole ninguna ley. Expuse mi vida, porque durante 18 meses
tuve contacto diario con pandillas, dentro y fuera de los penales, que
nunca supieron que era oficial de inteligencia. Hoy la Fiscalía me acusa
de asociación ilícita, por el hecho de relacionarme con pandilleros.
(La FGR pidió 14 años de cárcel para él.)
La sicóloga: La fiscalía me acusa de falsedad ideológica
de las evaluaciones que nos tocó hacer de los reos de Zacatecoluca. Las
hicimos con apego a la ley. Tuvimos años de conocer los antecedentes de
todos los reos. Me agarraron presa, cuando mi esposo estaba en cuidados
intensivos, y mis hijas quedaron solas. Tuve que internarme en el
psiquiátrico, porque encontré mi vida y mi familia destruidas. Solo
hicimos lo que la ley, nuestro compromiso social y nuestros
conocimientos profesionales nos dictan. Los fiscales y los peritos que
nos acusan ni siquiera conocen cómo funciona un Penal de Máxima
Seguridad, nunca han entrado, nunca han hablado con sus internos, pero
nos acusan. (La FGR pidió 6 años de cárcel para ella.)
El director de penal: Es
increíble cómo trabaja la fiscalía. Me hicieron un interrogatorio peor
que como en el Ejército tratamos a guerrilleros capturados. Me
destruyeron 32 años de servicio, soy de los fundadores del penal de
Izalco, he capacitado a cientos de custodios. Y ahora estos fiscales me
mandan a un “Nalo” (el pandillero criteriado) para acusarme. Lo conozco,
estuvo preso en el penal que dirigí, sé que clase de hombre es. He
visto cómo actúa, cómo miente, cómo conspira. Y la Fiscalía le da
permiso de acusarme. Lo que no les voy a perdonar, señores fiscales, es
que tocaron a mi familia. Me dan lástima. Yo solo le pido justicia,
señor juez. (La FGR pidió 14 años de cárcel para él.)
Raúl Mijango no pudo hablar, porque por
orden del juez fue internado de emergencia al Hospital de Especialidades
del Seguro Social. Conociéndolo, hubiera dicho algo así: Toda mi vida
he luchado contra la injusticia, así que esto aquí no me sorprende.
La vista pública terminó. La justicia está en manos del juez.
Posdata: Es una experiencia nueva para cualquier periodista
convertirse en noticia y que de repente todas las cámaras te apunten a
vos. Esto me pasó el jueves, cuando estaba sentado escuchando al testigo
criteriado y de repente comienza a hablar de mí, acusándome de haber
entregado 100 mil dólares a las pandillas. Lo que es falso. Y le doy la
razón a los acusados arriba citados: esta Fiscalía es capaz de cualquier
abuso.
DECLARACIÓN PÚBLICA DE PAOLO LUERS
En la vista pública del “caso tregua”,
hoy la FGR presentó como testigo a Carlos Eduardo Burgos Nuila alias
“Nalo”, ex líder de la pandilla Barrio 18-Revolucionarios. Este testigo
recibió de la fiscalía “criterio de oportunidad” y aceptó “colaborar”
con la fiscalía, a cambio de que le fueron sobreseídos las acusaciones
por asesinato y que tampoco fuera imputado por delitos que él mismo
confesó. En su mismo testimonio ante el juez confirmó que antes de su
captura en el 2016 fue el encargado de su pandilla para coordinar todas
sus actividades de extorsión, venta de drogas y compra de armas de
guerra. Confesó que coordinó la extorsión a una reconocida empresa de
alimentos, y nunca fue imputado por este delito.
Entre otras cosas que testificó, “Nalo”
me acusó de haber entregado en enero del 2014 la suma de 100 mil dólares
a los representantes de las tres pandillas, con el fin de que en la
segunda ronda de las elecciones presidenciales apoyaran a ARENA.
Esto es falso. Es una fabricación que la
Fiscalía ha hecho extorsionando a un delincuente para que haga
testimonio falso a cambio de impunidad.
La verdad es que me reuní con los
representantes de las tres pandillas, a pocos días de la primera ronda
de las elecciones presidenciales, con el fin de convencerlos que no
negocien pactos electorales con ningún partido, y que cesen su
intervención en el proceso electoral. Esto es de conocimiento público,
porque yo mismo hice público.
Los mismos pandilleros, entre ellos
“Nalo”, me habían informado que antes de la primera ronda electoral
habían tenido reuniones con Benito Lara y con Arístides Valencia, y que a
través de ellos el FMLN les solicitaba apoya electoral a cambio de que
el próximo gobierno iba a revivir el proceso de pacificación. También me
informaron que luego de la primera ronda habían tenido una reunión con
Salvador Ruano y Ernesto Muyshondt, quienes les pedían que cesaran su
intervención en las elecciones a favor del FMLN. Si en estas reuniones
con el FMLN y con ARENA se habló de entrega de dinero, no me consta.
Nunca me hablaron de esto.
A raíz de esta información decidí hablar
con la dirigencia de ARENA y pedirles que se abstuvieran de buscar
cualquier tipo de pacto electoral con las pandillas, y que no siguieran
reuniéndose con ellas. Me lo prometieron, y les informé que iba a
reunirme con los voceros de las tres pandillas para hacerles el mismo
planteamiento: que no hagan pactos electorales con nadie; que dejaran
que la gente en sus comunidades ejercieran libremente su voto; y que no
comprometieran la credibilidad del proceso de pacificación con pactos
oscuros con partidos. Tampoco en esta reunión con ARENA se habló de
dinero.
Este fue precisamente mi planteamiento en
la reunión que se celebró pocos días después con seis pandilleros, dos
de cada pandilla. No se habló de dinero, mucho menos hubo entrega de
dinero.
Es sumamente preocupante que la fiscalía
ponga a uno de estos seis pandilleros, detenido en 2016 y luego
convertido en testigo acusador, a que a cambio de impunidad haga falsos
testimonios para sostener el caso político y mediático de la FGR contra
la tregua y contra la labor que como mediadores hemos hecho para reducir
la violencia.
A pesar de disponer de estas
declaraciones falsas de “Nalo” desde febrero del presente año, la FGR
nunca me llamó a declarar sobre estas acusaciones. Saben que las
declaraciones del criteriado no tienen validez comprobatoria. Por esto,
en vez de judicializarlas, hoy las introdujeron de contrabando en el
actual juicio, donde por cierto no tienen relevancia alguna para
comprobar los delitos imputados – con el único fin de atacar la
credibilidad de un periodista que ha externado serias críticas a la
gestión de la fiscalía.
San Salvador, 10 de agosto 2017
Paolo Luers, periodista
(MAS! / El Diario de Hoy)