sábado, 27 de abril de 2013

Carta a Mauricio Funes

Señor presidente:
No nos lleva a nada bueno armar pleito con todos que expresan dudas, críticas, preguntas y reservas a su decisión (necesaria, digo yo) de focalizar el gasto social de su gobierno para dar sostenibilidad al proceso iniciado con la tregua entre pandillas. La tregua no solo ha producido una sensible reducción de la violencia, sino ha abierto la oportunidad de atacar las raíces del problema. En esto se trata de invertir dinero. No en la tregua o "para apoyar a las pandillas", como algunos lo quieren mal interpretar.
Hace meses, discutiendo con los dirigentes de la MS-13 presos en Ciudad Barrios sobre la necesidad imperativa de convertir la tregua en un proceso de paz con la ciudadanía, les pregunté: "¿Qué esperan ustedes del gobierno? ¿Qué quieren que haga el gobierno?"
La respuesta: "Que haga su trabajo. Que haga lo suyo. Nada más."
"¿Qué significa esto en concreto?"
"¿Y acaso no es responsabilidad del Estado mantener en condiciones mínimas de dignidad humana las cárceles, con programas educativos, atención de salud, facilidades de trabajo? ¿Y acaso no es el deber del gobierno intervenir los barrios abriendo a nuestras familias y comunidades el acceso a salud, educación, deporte, agua, desagüe? Los gobiernos no han hecho su trabajo. Que lo hagan."
"¿Sobre esto quieren negociar con el gobierno?"


"Esto no requiere de negociación. Es su tarea. Que la cumplan. ¿Para qué van a negociar con pandillas lo que por ley y por decencia deberían hacer?"

Usted, presidente, y su gobierno, no tienen porqué apoyar una tregua. La tregua no es con ustedes. Es entre pandilleros que quieren parar la escalada de violencia. Usted como gobierno ni siquiera tiene que tratar de convertirse en protagonista del proceso de paz que se puede derivar de esto. Porque tampoco es con usted: Es un asunto de la sociedad civil con un sector de ella misma, que busca volver a ser parte; que quiere dejar de estar en conflicto con la sociedad.
Si el gobierno entiende la oportunidad que ahí se abre, la puede aprovechar focalizando su inversión social en las comunidades donde se originó y se sigue alimentando esta fatal espiral de miseria, exclusión, descomposición familiar y social, violencia, represión, más violencia, más persecución y más miseria. Digo 'inversión', porque al hacer esto, se resuelve un problema estructural, se construye algo para el futuro.
Esto el gobierno lo hubiera tenido que hacer hace un año, sin ni siquiera hablar de treguas y pandillas. Esto es algo que su gobierno (y el siguiente) tiene que hacer de todas formas, exista tregua o no, digan lo que digan los pandilleros o los mediadores. Hacerlo es la esencia del gobierno.
Me encanta esta definición: Que el gobierno haga lo suyo. Del resto que se encarguen los que realmente les toque: La persecución del delito –la fiscalía y la PNC. La tregua– los pandilleros. La reconciliación –las iglesias, las alcaldías, las escuelas, los ciudadanos. La creación de empleo– los empresarios. Pero urge que el gobierno al fin haga su trabajo: reformar las cárceles, que ahora son una ofensa a la dignidad humana; invertir en los barrios. Y dejar de vender como éxitos gubernamentales lo que han construido los mediadores con los pandilleros, los alcaldes, las iglesias, y algunos ciudadanos.
Cada uno lo suyo, presidente. Resulta que al final tuvo razón su ministro Munguía Payés cuando describió su rol como mero facilitador. Necesitamos un Estado facilitador, ¡pero que cumpla!
De todos modos, le felicito por la decisión de cambiar las prioridades del gasto gubernamental en función de aprovechar la gran oportunidad que se ha abierta al país para superar nuestro problema principal: la violencia. Sólo falta explicarlo bien.
Paolo Lüers
(Más!/EDH)

jueves, 25 de abril de 2013

Carta al fiscal general de la República

Estimado Luis Martínez:
Siempre hemos querido tener como fiscal general a un hombre con los huevos puestos e independiente del ejecutivo - y una y otra vez nos hemos quedado frustrados. Siempre dijimos que necesitamos a un fiscal dispuesto y capaz de investigar y perseguir el delito más allá de lo que el gobierno de turno esté interesado y dispuesto que se investigue – y siempre nos defraudaron los hombres que los partidos llevaron a la fiscalía...

Usted es el primer fiscal que da la impresión que toma en serio esto de la independencia, y que muestra voluntad de asumir el papel de fiscalización del poder que durante décadas nos hizo falta para completar la institucionalidad democrática. Lo felicito, y le aseguro que muchos que trabajamos en la generación de opinión pública, no lo vamos a dejar solo.

Tengo la impresión (sólo basada en lo que usted ha expresado en público recientemente) que tal vez en el afán de marcar territorio y dejar claro que este nuevo fiscal no obedece a lineamientos del gobierno, usted puede equivocarse y correr peligro de llevarse de encuentro lo poco bueno que este gobierno está haciendo. Me refiero a sus comentarios sobre la tregua que clasificó de “hipócrita” mientras los pandilleros dejen de cometer crímenes contra la población.

Cuando usted dijo esto en televisión, inmediatamente todos los detractores de la tregua (y de la decisión del gobierno de crear condiciones favorables para que se sostenga y se convierta en un proceso de paz) te aplaudieron frenéticamente, pensando que ahí se les presentó un aliado poderoso. Creo que se comieron sus ansias y festejaron antes de tiempo. Apuestan a que usted, para reafirmar su independencia del gobierno, hará lo necesario para hacer fracasar la tregua.

Son embargo, estoy convencido que usted no va caer en esta trampa. Para alguien responsable la independencia no significa que por principio tiene que oponerse al gobierno y obstaculizar sus planes, aun cuando son acertados. El que realmente es independiente, tiene la solvencia de concertar con los poderes, porque no corre peligro que al estrecharles la mano le agarren el codo – y el ama..

Nosotros los periodistas y columnistas enfrentamos el mismo dilema: Por oficio tenemos que ser independientes y críticos al gobierno - ¿y qué hago si de repente hay un punto de coincidencia y mi conciencia me obliga a apoyar al gobierno en un asunto de interés nacional? ¿Me mantengo al margen y seguro que nadie me va a acusar de haber abandonado la independencia? ¿O hago lo que hay que hacer, digo lo que hay que decir, con el peligro que digan: “Al fin se vendió al gobierno - ¿cuál independencia?”

La tregua y la oportunidad que se abrió con ella para iniciar al fin un proceso que nos lleve a construir la paz social es uno de esto puntos donde tenemos que probar que nuestra independencia es suficiente sólida, basada en principios y no en cálculos de posicionamiento. Suficiente sólida para aguantar tomar decisiones audaces y construir alianzas audaces.

Como ya le comenté en twitter: Usted tiene la tarea de perseguir el crimen. Nosotros que estamos metidos en hacer sostenible la tregua y llevarla a proteger a toda la ciudadanía, asumimos la tarea de reducir y prevenir el crimen. Las dos tareas pueden ser conflictivas, pero nunca excluyentes. Juntos, señor fiscal, buscaremos cómo resolver este dilema.

Le saluda con mucho respeto Paolo Lüers
(Más!/EDH)

martes, 23 de abril de 2013

Carta a los areneros

Estimados amigos:
¿A quién se le ocurrió esta idea de penalizar el transfugismo? O más bien: ¿Cómo es posible que si alguien tiene una propuesta tan descabellada (cosa que pasa en las mejores familias), esta pase por todos los filtros de un partido político y se convierta en propuesta oficial? No me explico porqué no hubo nadie en la fracción o en el COENA que paró esta locura antes de que todo un partido se hizo el ridículo. Pero así pasó...
Es ridículo pensar que el problema que sufre ARENA –la deserción de sus diputados– tenga solución jurídica o penal. La lealtad y la unidad pasan por construir confianza, visión compartida, espacio de debate interno, y una cultura que permita criticar y disentir sin perder la cohesión. No pasa por amarrar a sus diputados haciéndoles firmar pagarés o amenazarlos con echarlos presos.
Si un partido postula candidatos a diputados para evitar que, al no postularlos, se resientan y se vayan con otro partido, siempre será sujeto a extorsión, traición y deserciones. Parece que esta lección ya la aprendieron, tarde pero tal vez a tiempo. Por lo menos a nadie se le ocurrió a ofrecerle a Pancho Laínez un lugar en la formula presidencial, ni a otros que de manera sutil amenazaron con irse con Saca si no los tomaban en cuenta... Sin embargo, la última planilla de diputados la hicieron con este criterio: mejor integrarlos para que no se vayan...

En vez de andar proponiendo leyes absurdas para penalizar la deserción, dedíquense desde ya a componer una planilla de diputados y un plan legislativo coherente para el 2015, poniendo candidatos no para comprar su lealtad, sino por su capacidad profesional, su criterio de independencia e integridad, y por su capacidad de interlocución con la masa crítica de la ciudadanía.
No se atrevan a ofrecer nuevamente una pandilla de legislativa con las mismas caras. Si no logran entusiasmar a por lo menos una docena de profesionales jóvenes a apostar a su partido y a la Asamblea para cambiar la manera de hacer política, prepárense para una victoria del abstencionismo en 2015, por lo menos entre la juventud. Y esto no es una tarea que pueden dejar para el último minuto: Para convencer a los jóvenes, tienen que empezar desde ya, cambiando radicalmente la manera de conducir la fracción legislativa. Tienen diputados que pueden enfrentar este reto, pero no les están dando el espacio que necesitan para convertirse en la cara nueva y convincente de ARENA.
Y en vez de presentar leyes absurdas, trabajen desde ya en preparar el terreno para la reforma indispensable: la elección de diputados por distritos. Es la único cura segura al problema que sufre nuestra democracia representativa: que los diputados no representan a una población específica que les exige rendición de cuentas.

Saludos, Paolo Lüers
(Más!/EDH)

lunes, 22 de abril de 2013

La Calle de los Churritos: 12 Avenida Sur “Pablo Tesák” Soyapango.


Muchas veces nos referimos a “un Churrito”, como una expresión idiomática que denota falta de consistencia o de temple, o algo que carece de la naturaleza esperada y es contrastada por una de menor calidad en la realidad, en resumen: algo mediocre o mal hecho.

Este parece ser el caso de la 12 avenida sur en Soyapango, Calle que fue bautizada como “Avenida Pablo Tesák” en 2005, esta decisión para mi sorpresa fue tomada en un ambiente de mucha democracia y participación, la iniciativa fue propuesta por FONDESOY (Fondo de contrapartidas para el desarrollo local de Soyapango) ante el concejo municipal presidido en ese entonces por el reconocido ex alcalde del FMLN, Don Carlos Ruiz, moción que fue aprobada el 18 de mayo del 2005.

Don Pablo Tesák, fundador de DIANA S.A de C.V, empresario de origen Checo, muy reconocido por su éxito empresarial y visión de progreso por diferentes sectores sociales y políticos del país; en una biografía en Internet podemos ver el recorrido de cómo esta empresa llegó a instalarse a Soyapango: “Alquilaron (Don Pablo y su socio) diferentes locales donde funcionó su fábrica. Primero en la Colonia Mugdan , luego en la 21 Calle Oriente, después en el Barrio San Esteban y por último –cuando ya habían consolidado el éxito con sus productos- compraron un terreno de dos manzanas de extensión en Soyapango, donde actualmente se encuentran las principales instalaciones de la fábrica DIANA”.

Desde hace 5 años, previo al cambio de gobierno y obviamente antes de las elecciones de marzo de 2012, la Avenida Pablo Tesák representaba para mi el talón de Aquiles de la gestión de el “Diablito Ruiz”, tomaba como criterio de su mala gestión el  PESIMO (no quiero escatimar palabras en esto, el estado de la calle desde hace 2 años ha deplorable, aunado al hecho de que es uno de los acceso mas importantes para ingresar desde el boulevard del ejercito al centro de Soyapango) ESTADO DE ESTA AVENIDA. Mi sesgada hipótesis era: bueno el Alcalde se niega a repararla porque una de las principales empresas que le da uso comercial a esta avenida es Diana y quizás con don Hugo Barrera no se han de llevar tan bien…además el FOVIAL no quiere cooperar ya que es de ARENA, y el FOVIAL asume que es responsabilidad de la Alcaldía repararla, y la empresa no quiere asumir un rol de total responsabilidad (a lo sumo rellenar hoyos con ripio) ya que ellos pagan los impuestos que exige la ley…

Cambia el gobierno en 2009 y las cosas seguían igual, no me explicaba como siendo el gobierno y la Alcaldía del FMLN no podía haber cooperación o coordinación para reparar tan vital avenida…mientras tanto la empresa tampoco se veía que diera un paso adicional para repararla de manera definitiva…En marzo de 2012 se da cambio de partido político en la Alcaldía y me dije: “por fin!,  hoy si van a reparar esta calle”… a la fecha de esta columna la avenida sigue peor que nunca, es imposible transitarla de manera fluida, el uso comercial por parte de los transportes de la empresa DIANA se mantiene igual, la nueva gestión municipal del alcalde Jaime Lindo del partido ARENA transcurridos ya varios meses desde que inicio su gestión tampoco ha logrado repararla, lamentablemente no pudo visualizar que “aunque sea” en términos electoreros esa arteria era fundamental repararla de manera urgente… del FOVIAL como institución de Gobierno relacionada no se que opinar ahora…

Siendo prácticos, lo primero  que habría que hacer es definir en términos legales quién es responsable final de la reparación de la avenida. De manera conciente no quise investigar este punto antes de hacer esta columna, ya que lo que quiero resaltar es que independiente del partido en el Gobierno central y/o municipal y su relación con la empresa privada hay ciertos problemas sociales, económicos, culturales, medioambientales, etc., que resaltan y ponen de manifiesto la gran cultura de mediocridad que tienen muchos de nuestros funcionarios públicos, mediocridad que lastimosamente acá si se cumple la teoría del rebalse, llega a permear a toda la ciudadanía. Miles de churritos salen a diario sobre la 12 Avenida Sur de Soyapango a todos los rincones del país… vaya ironía.