Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, jueves 11 noviembre 2021
Estimados amigos:Era cuestión de tiempo que Bukele lanzara una ofensiva contra los únicos actores que en el momento lo están desafiando: el periodismo independiente y la Sociedad Civil, en el momento que se organiza, genera liderazgos y asume la defensa de la democracia.
Los ataques a la prensa ya tienen larga trayectoria, y hoy viene la ofensiva contra las fundaciones, las ONG, las organizaciones de Derechos Humanos, los colectivos feministas - contra todos los que organizaron las marchas del 15 de septiembre y del 17 de octubre. Por eso, ahora presentan la “Ley de Agentes Extranjeros”, que servirá para controlar las organizaciones civiles, destruir su independencia y bloquear su trabajo.
El nombre de la ley, que el martes introdujeron a la Asamblea, es ridículo: ¿Cuáles agentes extranjeros? ¿Hay espionaje contra El Salvador? ¿Hay amenaza de terrorismo? Obviamente, no. Pero ellos, en su justificación, hablan de “actividades políticas y terroristas”, cuyo financiamiento internacional hay que cortar.
El financiamiento extranjero al que le tienen pánico es el fondo de $300 millones que la USAID anunció para apoyar a organizaciones en Honduras, Guatemala y El Salvador, que defienden la democracia y luchan por transparencia. ¡Qué susto! De repente ya no es sólo el fantasma de George Soros, quien mediante su fundación Open Society (Sociedad Abierta) subvencionaba en El Salvador organizaciones de derechos humanos y medios como El Faro. De repente el fantasma que quiere apoyar a la masa crítica del país es el mero gobierno de Estados Unidos - y posiblemente otros, por ejemplos los europeos, le seguirán el ejemplo. Claro que le duele a Bukele, y es la intención de la comunidad internacional que le duela la decisión de entregar su ayuda ya no al gobierno, sino directamente a la sociedad civil para que controle al gobierno.
Por tanto, ahora atacan a la sociedad civil y sus organizaciones, como ya atacaron todo lo que es independiente y crítico y le exige rendición de cuentas: a la Sala, los jueces, los fiscales, los medios - y ahora las fundaciones y ONG...
En Nicaragua, aplicando leyes muy similares a los que ahora propone Bukele, ya tienen encarcelados dirigentes de fundaciones, bajo la acusación de ser agentes extranjeros en contra de los intereses nacionales. El problema es que para los dictadores los intereses nacionales siempre son idénticos con los suyos de consolidar y preservar el poder...
Es hora que defendamos la independencia de las organizaciones que han asumido el rol de monitorear y controlar el poder que las instituciones estatales ya no ejercen.
Una de las grandes figuras de la resistencia contra la dictadura de Hitler, el pastor luterano Martin Niemöller, nos dejó este poema:
Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio, ya que no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio, ya que no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté, ya que no era sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté, ya que no era judío,
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.
Es fácil adaptarlo a nuestra situación en El Salvador: Cada uno tiene sus razones de no defender ni a ARENA ni al FMLN, tampoco a personas como Neto Muyshonst o Violeta Menjívar o a organizaciones como ANEP o FUSADES. Pero algún día todos vamos a necesitar que exista alguien que levante la voz cuando nos quieran joder a nosotros, de la manera que sea, y cuando no hay instancia estatal que nos defienda...
Así que repito: Es hora que defendamos la independencia de las organizaciones que han asumido el rol de monitorear y controlar el poder que las instituciones estatales ya no ejercen.
Saludos, Paolo Luers