viernes, 12 de noviembre de 2021

Carta a los caballeros de FUSADES y la mujer que hoy la dirige: Los odian por sus cualidades. De Paolo Luers

 Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, sábado 13 noviembre 2021

Estimados amigos:

Ya tenía casi lista mi carta, dedicada como todos los sábados al cine y las series de televisión. La guardé, porque hoy en la mañana el señor Alejando Zelaya, que en el gabinete de Bukele hace las veces de ministro de Hacienda, se apersonó en la Fiscalía para exigir que investiguen y acusen a FUSADES por evasión de impuestos y lavado de dinero. Es la misma acusación por la cual Daniel Ortega tiene presa a Cristiana Chamorro y otros opositores que podían ser peligrosos como candidatos presidenciales.


Me siento obligado a reaccionar a esta nueva movida de acoso contra la masa crítica de este país. Porque yo debo mucho a FUSADES, más bien a las excelentes personas que la han conducido. Recién salido de la guerra, todavía atrapados en la confrontación e intolerancia, encontré en FUSADES el núcleo de personas que predicaron -y vivieron- la tolerancia, el diálogo y la moderación, pero con firmeza de principios, como elementos claves para llenar de vida la paz y la democracia logrados luego de años de violencia, odio y destrucción.



No voy a hablar aquí de las ridículas acusaciones que Bukele mandó a Zelaya hacer contra FUSADES. De estas se puede defender esta fundación de brillantes mentes. Yo estoy hablando de las cualidades de este centro que representa buena parte de la masa crítica de la cual dispone nuestra sociedad, y que está intacta a pesar de todos los ataques.

FUSADES es una institución fuerte, porque ha sido dirigida por personajes fuertes. Cuando yo tomé contacto con la fundación, la dirigió Tony Cabrales, quien para mí es uno de los últimos caballeros de nuestros tiempos. Tony tuvo una extraordinaria capacidad de incluir a todos los que tienen algo que aportar a la tarea de generar conocimiento y teoría, pero también propuestas y políticas públicas. Su honestidad incuestionable y su generosa tolerancia lo convirtieron en el anfitrión y moderador de los diálogos necesarios para el país. Le siguió como presidente Chaco de Sola, otro gentleman y gran catalizador de diálogos. Y luego, ya de otra generación, Miguel Ángel Simán, otro tipo comprometido con la misión de esta fundación: generar los conocimientos y los acuerdos necesarios para que este país avance en su desarrollo económico, democrático y social. Y hoy despacha como presidenta de FUSADES Claudia Umaña, mujer que tengo años de admirar y respetar por su mente abierta, crítica e independiente.

¿Cómo alguien como Nayib Bukele no va a odiar una institución con estas cualidades, estos principios y estos líderes? Representan todo lo que él detesta, desde la hondura de sus complejos de inferioridad, sus envidias, su falta de inteligencia intelectual y, más grave aún, emocional.

Los ataques contra FUSADES nada tienen que ver con su fideicomiso ‘offshore’, que le permite mantener su independencia. La independencia siempre es, en última instancia, económica y financiera, no sólo intelectual y ética. Los ataques incesantes contra FUSADES nada tienen que ver con impuestos o lavado de dinero, sino exclusivamente con lo que representa y Bukele no: honorabilidad, principios, moderación y tolerancia. Y con lo que FUSADES produce y Bukele no puede producir: políticas públicas racionales, acuerdos y planes de nación.

Quiero decir a Tony, Chaco, Migue y Claudia, quienes representan a todos los amigos y talentos reunidos en FUSADES, que no están solos.

Saludos, Paolo Luers








miércoles, 10 de noviembre de 2021

Carta a la Sociedad Civil: “Cuando vinieron a buscarte, ya no había quien pudiera protestar”. De Paolo Luers

 Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, jueves 11 noviembre 2021


Estimados amigos:

Era cuestión de tiempo que Bukele lanzara una ofensiva contra los únicos actores que en el momento lo están desafiando: el periodismo independiente y la Sociedad Civil, en el momento que se organiza, genera liderazgos y asume la defensa de la democracia.

 

Los ataques a la prensa ya tienen larga trayectoria, y hoy viene la ofensiva contra las fundaciones, las ONG, las organizaciones de Derechos Humanos, los colectivos feministas - contra todos los que organizaron las marchas del 15 de septiembre y del 17 de octubre. Por eso, ahora presentan la “Ley de Agentes Extranjeros”, que servirá para controlar las organizaciones civiles, destruir su independencia y bloquear su trabajo. 

 

El nombre de la ley, que el martes introdujeron a la Asamblea, es ridículo: ¿Cuáles agentes extranjeros? ¿Hay espionaje contra El Salvador? ¿Hay amenaza de terrorismo? Obviamente, no. Pero ellos, en su justificación, hablan de “actividades políticas y terroristas”, cuyo financiamiento internacional hay que cortar.

 

El financiamiento extranjero al que le tienen pánico es el fondo de $300 millones que la USAID anunció para apoyar a organizaciones en Honduras, Guatemala y El Salvador, que defienden la democracia y luchan por transparencia. ¡Qué susto! De repente ya no es sólo el fantasma de George Soros, quien mediante su fundación Open Society (Sociedad Abierta) subvencionaba en El Salvador organizaciones de derechos humanos y medios como El Faro. De repente el fantasma que quiere apoyar a la masa crítica del país es el mero gobierno de Estados Unidos - y posiblemente otros, por ejemplos los europeos, le seguirán el ejemplo. Claro que le duele a Bukele, y es la intención de la comunidad internacional que le duela la decisióde entregar su ayuda ya no al gobierno, sino directamente a la sociedad civil para que controle al gobierno. 

 

Por tanto, ahora atacan a la sociedad civil y sus organizaciones, como ya atacaron todo lo que es independiente y crítico y le exige rendición de cuentas: a la Sala, los jueces, los fiscales, los medios - y ahora las fundaciones y ONG...

 

En Nicaragua, aplicando leyes muy similares a los que ahora propone Bukele, ya tienen encarcelados dirigentes de fundaciones, bajo la acusación de ser agentes extranjeros en contra de los intereses nacionales. El problema es que para los dictadores los intereses nacionales siempre son idénticos con los suyos de consolidar y preservar el poder...

 

Es hora que defendamos la independencia de las organizaciones que han asumido el rol de monitorear y controlar el poder que las instituciones estatales ya no ejercen.

 

Una de las grandes figuras de la resistencia contra la dictadura de Hitler, el pastor luterano Martin Niemöller, nos dejó este poema:

 

Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,

guardé silencio, ya que no era comunista,

 

Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,

guardé silencio, ya que no era socialdemócrata,

 

Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,

no protesté, ya que no era sindicalista,

 

Cuando vinieron a llevarse a los judíos,

no protesté, ya que no era judío,

 

Cuando vinieron a buscarme,

no había nadie más que pudiera protestar.

 

Es fácil adaptarlo a nuestra situación en El Salvador: Cada uno tiene sus razones de no defender ni a ARENA ni al FMLN, tampoco a personas como Neto Muyshonst o Violeta Menjívar o a organizaciones como ANEP o FUSADES. Pero algún día todos vamos a necesitar que exista alguien que levante la voz cuando nos quieran joder a nosotros, de la manera que sea, y cuando no hay instancia estatal que nos defienda...

 

Así que repito: Es hora que defendamos la independencia de las organizaciones que han asumido el rol de monitorear y controlar el poder que las instituciones estatales ya no ejercen.

 

Saludos, Paolo Luers






lunes, 8 de noviembre de 2021

Carta al FMLN: ¿Están o no en la lucha contra la dictadura? De Paolo Luers

 Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, martes 9 noviembre 2021



 

Estimados compañeros:

Ustedes tienen que mostrar, con seriedad, si realmente son enemigos de la dictadura (cualquier dictadura), o si siguen apoyando las dictaduras supuestamente de izquierda.  


Desde que Nayib Bukele asumió la presidencia y comenzó a concentrar todo el poder en sus manos, siempre he señalado que la izquierda tiene que ser parte de la lucha para defender la República y la democracia. Quien fue parte del problema, tiene que ser parte de la solución. Igual que muchos otros he señalado, a quienes querían escucharlo y sobre todo a quienes no, que es indispensable que los partidos democráticos se consoliden, que corrijan sus errores, que recuperan la confianza de sus bases - y que se unan en un propósito común: no permitir que en El Salvador nazca una nueva dictadura.


En este sentido, todos -incluyendo muchos quienes hemos estado opuestos a los dos gobiernos del FMLN- celebramos la participación del muchos compañeros del FMLN en este nuevo movimiento amplio, que se está formando alrededor del propósito común de defender la democracia.


En este movimiento plural hay quienes ya no creen en los partidos y mucho menos en ARENA y el FMLN, que han tenido sus turnos en el gobierno. Como muchos otros, siempre he tratado de argumentar que esta crítica necesaria y esta desilusión entendible no deben desembocar en una actitud anti-partido o incluso anti-política. Ya sabemos adónde nos lleva el fenómeno masivo de la anti-política...


Aunque muchos no lo quieren escuchar: No vamos a recuperar la democracia sin partidos políticos. Los movimientos sociales son indispensables, pero también lo son los partidos. Sigo insistiendo: necesitamos al aporte de todos los partidos democráticos, sean de izquierda o derecha. Este régimen se va a perpetuar o se va a caer en las urnas. Y para ganar las elecciones se necesita los partidos, de todos los colores, que puedan combinarse y entre todos reconstruir el pluralismo democrático, que estamos perdiendo ahora. 


Pero por lógica y por decencia, cuando hablamos de “todos los partidos democráticos”, todos tienen que ser realmente democráticos. No puede un partido o sus militantes un día  marchar contra la reelección de Bukele y el otro día felicitar a Daniel Ortega por su tercera reelección. No pueden condenar a Bukele por destruir la independencia judicial, y al mismo tiempo seguir apoyando a regímenes como en Cuba, Venezuela y Nicaragua, donde ya no se recuerdan qué significa la palabra independencia.


De todo modos, a esta altura defender a Daniel Ortega y Nicolás Maduro parece un fenómeno patológico, y diría “pobrecitos que no han aprendido nada de la historia”. Pero si se trata de la posición institucional de un partido que quiere ser parte de la lucha contra una nueva dictadura en El Salvador, se vuelve inaceptable. Ya no diría “pobrecitos”, sino “apártense, no estorben”. 


Yo sé que en el FMLN hay muchos que no comparten estas posiciones dogmáticas y anti-históricas. Pero no los escuchéprotestar, cuando salió un comunicado oficial de su partido felicitando a Ortega por su victoria electoral. No los oigo hablar de los candidatos opositores encarcelados. Y tampoco los veo mandando al carajo una dirección que no sabe abandonar las posiciones obsoletas y anti-democráticas. Por  favor, hablen. Si es necesario, griten y den patadas. Pero que se oiga. Que sus bases lo escuchen y comienzan a ver que el Frente está cambiando. Los dirigentes que no pueden vivir sin agarrarse de dinosaurios al punto de extinguirse, no pueden dirigir un partido que defiende la democracia. No digo que hay que humillarlos, ver sí pensionarlos.


Y si no es posible convertir al Frente en un partido democrático de izquierda, tendrán que salir y construir uno. Porque el Salvador necesita una izquierda democrática creíble y fuerte.


Saludos, Paolo Luers