Cuando el recién pasado día de la madre
vi, en estas paginas editoriales, la nota de Evangelina Pilar de Sol, con el
absurdo título “17 bebés ultimados
aquí, hablan desde el cielo a sus mamás”, mi primera reacción fue mandarle una
de mis cartas a la autora, para expresarle mi rechazo a un escrito tan lleno de
fanatismo, odio e incomprensión, disfrazado de sentimiento cristiano.
Luego
recapacité: No tiene sentido discutir con una mente tan cerrada – cerrada no
solamente a argumentos, sino sobre todo a compasión. En vez de contestar a
ella, voy a intentar de generar reflexión y debate entre los lectores. Cuando
decidí aceptar la invitación de El Diario de Hoy de incorporarme a su equipo de
editorialistas (y luego a su Consejo Editorial), lo hice para generar debate
plural, dentro del periódico y en la opinión pública.
Defiendo
la libertad de expresión, incluyendo las expresiones que me chocan tanto como
las de doña Evangelina. No comparto el criterio de las activistas feministas
que atacan a El Diario de Hoy porque da espacio a estas opiniones. Prefiero
usar el mismo espacio para enfrentarlas.
¿De qué
se trata? Doña Evangelina habla de los casos de 17 mujeres que nuestro sistema
judicial ha condenado a prisión por la muerte de sus hijos. Todos los casos son
diferentes, pero tienen una cosa en común: los niños han fallecido en partos no
atendidos adecuadamente. Forenses renombrados que revisaron los expedientes han
puesto en duda los exámenes forenses, en base de los cuales las mujeres han
sido acusados y condenados de homicidio. No voy a entrar en los detalles
jurídicos ni médicos-forenses, porque no me corresponde. Solo cito a uno de los
forenses consultados: “El patólogo que realizó la autopsia del bebé de María
Teresa Rivera ofrece la opinión de que la causa de la muerte fue ‘asfixia
perinatal’. Tal diagnóstico puede ser exacto; sin embargo, hay que tener en
cuenta que: este tipo de asfixia puede ocurrir de forma natural, espontánea
durante el proceso de parto, por causas que no tienen nada que ver con la
voluntad de la madre. Las muertes por asfixia neonatal pueden ocurrir incluso
en partos atendidos en un hospital.”
Resumo
los informes de los expertos independientes de esta forma: No hay evidencias claras
de homicidio. Detrás de cada caso particular hay un drama humano compuesto por
ignorancia, pobreza y desesperación.
No soy
quien puede determinar hasta qué punto estas mujeres son culpables o víctimas
de sus circunstancias, de su propia ignorancia o simplemente de mala suerte. De
algo pueden ser culpables algunas de ellas, tal vez de negligencia e
ignorancia, pero todo lo que he leído sobre los casos me indica que no hay
pruebas que sean culpables de homicidio.
Varias
organizaciones de mujeres y de Derechos Humanos han llegado a la misma
conclusión, y han iniciado una campaña para convencer a la Asamblea Legislativa
a conceder a las mujeres un indulto. El hecho que estas organizaciones usan
estos casos para promover la legalización del aborto lamentablemente ha
distorsionado el debate sobre la revisión de los casos – y ha provocado que
todos los adversarios de una liberalización de la legislación del aborto cerraron
filas contra la solicitud de indulto para las 17 mujeres.
Así una
discusión sobre la validez jurídica y ética de condenas por homicidio en casos
de partos no adecuadamente asistidos nuevamente se deslizó al conflictivo
terreno del aborto. Y esto, de hecho, ha logrado bloquear los indultos, porque
la mayoría de los diputados no quiere tocar el tema del aborto. Así que solo a
una de las 17 mujeres se ha concedido el indulto, mientras las otras 16 siguen
cumpliendo sus condenas de prisión.
Todo
esto no importa a doña Evangelina. Tampoco le importa que estas mujeres, que
guardan prisión, también son madres. Toma el día de la madre como pretexto para
condenar nuevamente, sin misericordia ninguna, a las 17 mujeres, sin mencionar que
por lo menos 11 de ellas (en los otros casos no he encontrado datos sobre su
situación familiar) tienen hijos, que a raíz de los juicios contra sus madres
están condenados a vivir sin madres. La autora de esta escalofriante mezcla de
kitsch e intransigencia es demasiado cegada por su fanatismo anti aborto para
ver que detrás de cada uno de los 17 casos hay un drama familiar que nos
demanda reflexión y compasión.
Por mi
parte, aprovecho el día de la madre para desear a estas mujeres que puedan
regresar al seno de sus familias y educar a los 15 hijos que tuvieron antes de
estos partos trágicos.
(El Diario de Hoy)
A continuación reproducimos el artículo de Evangelina del Pilar Sol mencionado arriba:
17 bebés ultimados aquí, hablan desde el cielo a sus mamás
de Evangelina del Pilar Sol, 10 mayo 2015, El Diario de Hoy
"Hola queridas mamis, somos los 17 bebés que nos fuimos al cielo
cuando se nos impidió el derecho a vivir en nuestro país El Salvador.
"Desde
que los 17 nos conocimos aquí arriba, hemos charlado mucho tratando de
entender por qué debíamos morir si éramos inocentes bebés llenos de
ternura para ustedes mamás, deseando colmarlas de todo el amor del
mundo, llevándoles esa gran felicidad que acarrean todos los bebés a sus
mamis.
"¿Qué hicimos de malo? ¿Cómo podríamos dañarlas si toda
nuestra ilusión era rodearles el cuello con nuestras manitas y
abrazarlas y besarlas y decirles cuánto las amaríamos después de nacer?
"Pero
nuestra amorosa devoción por ustedes adoradas mamitas, siempre vivirá
muy adentro de nuestros pequeños corazones y deben saber que en este día
de la madre, cada corazón nuestro palpita más por ustedes, igual que
cuando en aquel trágico día, nacimos y ustedes nos tomaron en sus manos.
"Jesús,
al llegar aquí al cielo nos bautizó a todos, nombrando a uno Pedrito,
pues le recuerda a su amigo San Pedro, en su autenticidad. Pedrito, en
este día, quiere enviarle un mensaje especial a su mamá, diciéndole que
su rostro lo encontró en una bella rosa color carmín, del jardín del
Edén aquí. Cada mañana la riega y la cubre de besos y la cuida como
habría hecho con su mamá, trabajando fuerte para que jamás pasara hambre
o ninguna necesidad. Pedrito recuerda en su rosa a aquella imagen de su
mamá que vio cuando nació. Pero nunca olvidará que de repente, asustado
notó que algo no estaba bien. Ella cambió su semblante y vio también
cuando enojada tomó una enorme piedra dirigiéndola hacia su cabecita y
no recuerda más…. hasta encontrarse en este lugar de felicidad, donde
Jesús lo tomó en sus brazos, lo arrulló, lo besó y le secó sus
lagrimitas. Todos nosotros bebés, rememoramos algo similar. Unos
recordamos cuchillos, otros bolsas negras, asfixias, trapos, papel
higiénico en la boquita, después de habernos formado e ido creciendo tan
seguros en sus pancitas al oír sus dulces voces.
"Pero aquí en el
cielo todo es alegría con Jesús y nuestra ahora mamá, María, a quien
celebramos también, con el cielo entero, este día. Ella nos cuenta lo
que dice que habríamos sido al crecer: Doctores, abogados, maestros,
artistas, hasta uno, sería presidente, porque éramos niños buenos.
"¿Saben
mamitas? aquí está lleno de ángeles que juegan con nosotros. Y muchas
caras de esos ángeles las comparamos con las de ustedes. Cada uno ha
escogido su ángel o su flor para sentirlas más cerca.
"Pero con
tristeza también, desde aquí arriba, podemos ver que, muy, muy, abajo,
existe un lugar bien feo lleno de fuego donde observamos que miles de
almas caen allí todos los días y gritan horrible al hacerlo.
"Esas
gentes malas que terminan allí, las engañan ahora a ustedes y las
empujan a mentir diciendo que morimos por aborto espontáneo. Pero
mamitas, no dejen que las usen así, porque harán que más mamás maten a
sus bebés.
"Sabemos que ustedes hicieron algo muy malo al
matarnos, pero nosotros queremos tenerlas con nosotros aquí algún día
para abrazarlas y amarlas. Y si arrepentidas se portan bien en la cárcel
y rezan mucho a Jesús y su Divina Misericordia, por buena conducta
podrían recuperar su libertad y llegar un día al cielo. Eso dijo Dios.
¡Felicidades mamitas. Las queremos!".
Respuesta
a don Paolo Lüers
de Evangelina del Pilar Sol, 17 de mayo 2015/El Diario de Hoy
Respondiendo muy respetuosamente a don Paolo Lüers su mención hacia
mi persona en artículo titulado "Intransigencia versus compasión",
describiéndome como "fanática", "intransigente", "absurda" "hostil" (al
llamarme "llena de odio"), "hipócrita" (al decir que mi artículo está
"disfrazado de sentimiento cristiano") y finalmente "de mente cerrada"
no apta para debatir con argumentos, ¿con alguien tan inteligente como
él? ¿O por mi posición de principios cristianos y morales y pruebas
contra las madres indiciadas?
Más adelante invita al debate (aunque no conmigo, como expuso).
Pero
aceptando la invitación al debate plural, le rebatiré algunas de las
palabras citadas por él. "Debate". En un debate se recomienda -Ser
tolerante respecto a las diferencias; -No subestimar al otro; -Acompañar
críticas con pruebas. Entonces no se debe personalizar, ni menos
agraviar con alfilerazos, descalificando al opuesto por estar contra la
propia opinión.
Un debate entre gente culta siempre llama a
argumentar, no a afrentar con descalificaciones, como hace el populacho
cuando no posee juicios comprobables. Pero tal vez su idioma alemán le
impida conocer bien lo que significan algunos de estos términos y no
hubiese intención de denigrar.
No obstante, algunos vocablos sí
parece conocerlos muy bien. Ante esta reflexión me referiré a la palabra
"absurdo" que es la primer chuscada disparada, porque está muy claro
que al llamar "absurdo" a mi artículo y su título, parece conocer bien
su significado: "ilógico, irracional, incoherente", etc., que usó
posiblemente para ¿abochornar?
Por tanto quiero rebatirle
fuertemente esto, demostrándole "con argumento" el escaso conocimiento
de NUESTRA LENGUA ESPAÑOLA que posee este don Paolo, en cuanto a que
cualquiera que se atreve a escribir en nuestro idioma y es medianamente
ilustrado, debe conocer que el español contiene formas permisibles para
ser utilizadas en un escrito. Mi nota usa una figura llamada "
metáfora", o sea escribir en "sentido figurado". Esto es un concepto que
crea un sentido nuevo. En mi caso, la metáfora utilizada se denomina
una "hipérbole" (exageración), o sea crear una relación entre dos
objetos para dotar a uno de un sentido exagerado, como sería llamar
"burro" a alguien duro de entendederas, o así como el título usado por
mí al escribir que "bebés hablan desde el cielo".
Respecto a los
epítetos de "fanática", "intransigente", "llena de odio", "hipócrita",
etc., que me endosa, me voy a referir brevemente solamente a unos, pues
proviniendo de alguien que como excelente guerrillero, la vida del
contrario no significaba gran cosa, no puede esperarse cambios
espectaculares hacia tener compasión por ésta, explicarle sería gastar
la pólvora en zanates pues se entrevén algunos persistentes residuos.
Fanática
significa "defender algo con apasionamiento" y sí, acepto, pero
fanatismo solo en la instancia que nos ocupa: defender la vida de TODO
ser humano ESPECIALMENTE las vulnerables, como la de un bebé, o como las
de jovencitos y miles de inocentes asesinados por las maras, siendo
antagónica --como lo es la enormísima mayoría de salvadoreños--, a
pactar con asesinos y prodigarles dádivas, cuando también están en pie
de guerra contra mi patria.
Respecto a que odio a las madres que
han sido condenadas por ultimar a sus bebés recién nacidos, ¡por favor!
El "debatiente" don Paolo, debió haberse notificado que la CSJ
recientemente confirmó la condena a quince de ellas. Esta prueba, o sea
mi "argumento" en este debate, se encuentra en
WWW:csj.gob.sv/CORTEPLENA/2015/ENE/ACTA200115.pdf.
¡El señor Lüers no puede saber más que la Corte Plena! ¿O sí, para él?