El domingo pasado estuve en su linda ciudad. Todavía encontré en la plaza la gigantesca carpa del circo presidencial llamado “Buen Vivir”. Me contaron que una docena de trabajadores vinieron a montarla el miércoles, se tardaron tres días, cabal para que el sábado tuviera lugar el reality show presidencial “Gobernando con la Gente”. Así como se ve, se tardarán otros tres días para desmontar la carpa.
La carpa, el día después del evento |
Juntos con los hombres de la carpa
llegaron a Suchitoto: el equipo de avanzada de Seguridad, y el sábado el
Batallón Presidencial, en varios buses y camiones, para establecer los
diferentes cordones de seguridad para la visita del señor presidente.
También días antes del evento llegaron a
Suchitoto los encargados de la Secretaría de Participación Ciudadana y de la
Secretaría de Cultura de la Presidencia - y comenzaron a planificar el evento:
identificar a los representantes “del pueblo”, de las organizaciones populares
y comunitarias, que iban a estar en el auditorio bajo la carpa; definir quién
iba a hacer qué tipo de preguntas sobre qué tipo de problemas; escoger los
niños que iban a saludar al presidente y los artistas locales que iban a presentarse.
Los docenas de stands de los ministerios e instituciones del gobierno |
Luego vino un pelotón de los productores
y técnicos, para montar audio y escenografía; otro pelotón de camarógrafos y sonidistas,
para preparar la grabación del reality show y su transmisión en vivo en el
Canal del gobierno.
Los hoteles estaban llenos con tantos
equipos de avanzada.
Y en la madrugada del sábado 9 de mayo,
Suchitoto vio un desfile inusual invadiendo y paralizando la ciudad: los
camiones y pickups con los materiales de todos los ministerios e instituciones
autónomas que componen este circo rodante del “Buen Vivir” y que cada segundo
sábado se moviliza al pueblo o barrio escogido como escenario de “Gobernando
con la Gente”. Y luego entró a Suchi una interminable caravana de carrazos con
ministros, funcionarios, jefes policiales, directores de programas
gubernamentales, secretarios y subsecretarios de la Presidencia – y con el
presidente de la República su señora.
Debajo de la carpa, el show |
Cuando todo estaba listo, cuando ya el
pueblo organizado y los funcionarios estaban sentados debajo de la carpa, y el
pueblo no organizado había tomado puesto en los amplios corredores de la plaza,
alguien dijo “corran cámaras” y el show comenzó, todo según el guión escrito en
Casa Presidencial: discurso del presidente, presentación de “los líderes y las
lideresas” así como de los ministros y funcionarios; preguntas y solicitudes de
los voceros anteriormente escogidos; respuestas de los funcionarios.
Y según me
contó uno de mis vecinos del barrio Concepción, quien observó todo desde la
sombra del portal Norte, “tampoco podía faltar el payaso” – y me reseñó el
discurso de Napoleón Duarte, el ministro de Turismo…
Napoleon Duarte |
Este domingo en la tarde, tomando cerveza
en la “Casa de la Abuela” a la par de la Iglesia de Santa Lucía, con unos
amigos hicimos la cuenta de cuánto habrá costado este espectáculo. “Unos 150
mil dólares, mínimo 120 mil, tomando en cuenta el despliegue de Seguridad, la carpa
del circo, los vehículos, la producción televisiva, la publicidad, las horas
extra para cientos de trabajadores y funcionarios, y toda la logística”, fue el
veredicto de un amigo que es experto en la organización de este tipo de eventos
publicitarios.
Todo esto para traer el famoso pero nunca
bien definido “buen vivir” a Suchitoto.
Pero, ¿qué impacto sostenible tiene este show para la gente de Suchitoto? Los
circos levantan carpa, hacen sus numeritos, divierten a la gente – y se van a
otro pueblo. En Suchitoto existen varios proyectos maravillosos, que tienen gran
impacto sobre el desarrollo de los jóvenes y las comunidades, pero hacen su
trabajo con las uñas, siempre al borde de la quiebra. Con lo que gastaron en
este espectáculo de tres horas, se hubiera podido complementar el presupuesto
anual de dos de estos proyectos: el “Centro de Arte por la Paz”, que tiene un
impacto directo sobre más de 200 jóvenes, con sus programas de formación
artística, cultura de paz y prevención de violencia; “Esartes”, con su innovadora escuela de teatro,
que trabaja con 80 jóvenes de comunidades rurales. O se hubiera podido volver a
abrir la “Escuela Taller”, cerrada por falta de fondos, que durante un par de
años formó cientos de jóvenes de Suchitoto en profesiones como electricista,
carpintero, albañiles y técnicos de restauración de edificios históricos.
El presidente, su Secretario de Participación Ciudadana, y "los líderes y las lideresas" de Suchitoto |
La
próxima vez que llegue el presidente a Suchi, deberían decirle lo que realmente
necesitan. Saludos, Paolo Lüers
(Mas!/El Diario de Hoy)