sábado, 17 de diciembre de 2011

Carta al comandante en jefe de la policía

Estimado Mauricio Funes:
 
Nuevamente quedó mal con la verdad. Por más que usted en campos pagados (por nosotros, por cierto) se proclame portador de la ‘pura verdad’, al fin siempre queda al descubierto la mentira.

Ahora en el caso de la formación de la nueva fuerza elite policial Grupo de Intervención Antipandilla GIAP. Los medios informaron que el ministro de Seguridad había nombrado al comisionado Douglas García Funes como jefe de la GIAP – un oficial caído en desgracia durante el mando del anterior ministro.

Inmediatamente usted desmintió esta información: “Lo que hoy publica La Prensa Gráfica, supuestamente basándose en una publicación en las redes sociales, en Twitter, en una página de Twitter que tiene el comisionado García Funes, no es más que una especulación... El comisionado García Funes no ha sido considerado para estar al frente de esta unidad, ni va a ser el jefe de esta unidad.”
Vaya, habló el comandante en jefe.

Sin embargo, dos días después sale publicada en un periódico la copia de la orden emitida por el ministro de Seguridad que dice: “El suscrito ha dispuesto que los mandos de la misma queden establecidos de la siguiente manera: Comisionado Douglas García Funes, Jefe del GIAP...”
Habló el general que usted mismo ha traído para dirigir la política de Seguridad.

Entonces, aparte del eterno problema suyo con ‘la verdad pura’, saltan preguntas tal vez más importantes: ¿Y quién manda? ¿Usted dará al nuevo ministro el respaldo que necesita para hacer más eficiente la PNC? ¿O quiere usted jugar a jefe de policía?

Una cosa queda clara, usted mismo lo confirmó: El nuevo ministro no puede ni siquiera decidir sobre cómo armar nuevas unidades, ni mucho menos sobre quienes las van a comandar. Usted lo manda a luchar contra las pandillas, pero con las manos amarradas. Bueno, si es así, nada va a cambiar en la política de Seguridad, y de nada sirve haber cambiado de ministro.

Es impresionante qué rápido usted se dedica a boicotear los planes de su nuevo ministro. O sea, boicotear lo que todos queremos: que se combata la delincuencia.

En vez de jugar al mismo tiempo a ministro de la verdad, director general de impuestos y ahora también de policía, usted debería dejar que resuelvan los que saben. Como el ministro David Mungía Payez y el comisionado Douglas García Funes.

Saludos, Paolo Lüers
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jueves, 15 de diciembre de 2011

Carta a la diputada del FMLN Lorena Peña


Querida Lorena:

En facebook se lee las cosas más insólitas, pero vos te ganaste un premio con esta nota que publicaste ayer miércoles 14 de diciembre:

“Que San Romero ilumine la plenaria y derrote la avaricia de los millonarios evasores para que aprobemos la reforma fiscal en beneficio de las mayorías. Amen!”

Hay varias cosas insólitas en estas palabras. La primera me parece la más simpática y humana: que vos, antes de ir a la Asamblea para tomar decisiones que afectan la vida de todos nosotros, elevás una plegaria para que Oscar Arnulfo te ilumine en esta gran responsabilidad. Perfecto. Siempre supe que tomás realmente en serio la política. Viendo tantos pícaros cínicos en la Asamblea, que no creen en nada, sólo te puedo felicitar.

Segundo, y esto ya no me gusta tanto: que subís a facebook tus plegarias. Con esto tu devoción ya pierde algo de su nobleza: peligroso que se convierta en una paja propagandística más...

Tercero, y esto ya me choca: Realmente te crees este dibujo de blanco y negro, de la nobleza de la mayoría sufrida y la avaricia de los millonarios. Y no sólo esto: haces una fusión entre la doctrina de amor del obispo y la doctrina del odio de clases de Lenin, con un resultado que Oscar Arnulfo Romero hubiera rechazado como insulto a la inteligencia y a la vez a la Iglesia.

Lorena, la tarea que ustedes los diputados tenían ayer era mucho más terrestre: decidir con análisis frío y examen de números si la tal reforma fiscal realmente es la solución al a la crisis fiscal del país. Mejor hubieras pedido que te ilumine un matemático o economista, y no un fantasma surgido de la fusión de dos religiones, la católica y la comunista...

El mundo y la economía no son tan simples como tú expresás en tu plegaria. Lo que te parece un servicio a los pobres, bien puede terminar de hundirlos en más miseria.

Conociéndote por más de 30 años, Lorena, no puedo creer que no te indignan los gastos obscenos que públicamente exhiben el presidente y sus amigotes. ¿Cómo puedes hablar a Romero de la “avaricia de los millonarios” y luego ir a aprobar impuestos para que siga este derroche de recursos mediante caravanas de carros lijosos, jets privados, semáforos a domicilio, fiestas de Blue Label y helicópteros al servicio de la corte real de Casa Presidencial?

Yo sé que vos estás convencido de que los ricos tienen que pagar más. Ok. ¿Pero como puedes ni siquiera proponer un recorte de gastos de este gobierno?

Te manda muchos saludos Paolo Lüers

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Columna transversal: Desnudos se van a las elecciones del 2012 y 2014


Desnudos se van a las elecciones del 2012 y 2014

Se perdió, una vez más, la oportunidad de llegar a una solución integral de la crisis fiscal del país. Nuevamente se puso un parche, además, mal puesto.

Se perdió la oportunidad de curar la enfermedad. Sólo se recetó una medicina amarga y venenosa (aumento de impuestos) con envoltorio dulce, pero igualmente dañino (exención del impuesto de la renta a los sectores de clase media baja), cuando la cura hubiera requerido de una estricta dieta: reducir la gordura y el sobrepeso del Estado. Y quitarle varios de sus vicios.

¿Realmente existía la oportunidad de llegar a una solución integral que hubiera atacado el problema simultáneamente del lado de los gastos, de los impuestos, de la ampliación de la base tributaria, del endeudamiento, de una redefinición de las prioridades y de una política audaz para facilitar la inversión?

Habría existido si la Asamblea le hubiera negado al gobierno la solución chambona, el atajo, la vida loca de los gastos incontrolados y la vida fácil de pasar la cuenta a otros. El médico que nunca le dice al paciente: "Alto con esta locura de tomar antibióticos cada vez que algo te duele", nunca va a convencer al enfermo que debe someterse a un riguroso examen o a la dieta necesaria.

Por parte del gobierno (y sobre todo de un Presidente que obviamente no entiende de economía) es comprensible, aunque no aceptable, que trate de evitarse los exámenes y el régimen de dieta. El gobierno siempre tiene la tendencia de gastar más y cobrar más a sus contribuyentes. Por esto en la democracia republicana las decisiones sobre gastos e impuestos nunca las dejan al Ejecutivo. Son los parlamentos los que tienen la responsabilidad y la facultad de hacer los exámenes pertinentes y recetar todas las medidas para que haya una cura integral de la enfermedad.

Si ayer la Asamblea hubiera negado al gobierno el camino fácil de simplemente aumentar los impuestos para poder continuar gastando, no habría sido un acto de irresponsabilidad, como les señalaba el Presidente, sino de alta responsabilidad. Entonces, sí hubieran obligado al gobierno a abrirse a una negociación seria con la oposición y con el sector privado, con el objetivo de llegar a un pacto fiscal que todos pudieran apoyar y dinamizara la economía.

En vez de esto, hicieron la pantomima de una "negociación" con la seudo-oposición de GANA y Concertación Nacional para cambiar algunos numeritos y porcentajes, pero sin salir del esquema impuesto por el gobierno. El esquema es mover una sola palanca de la maquinaria fiscal: los impuestos, y dejar a todas las demás sin correcciones de rumbo.

Los culpables del hecho que ahora cierra la oportunidad de buscar una solución integral a la crisis fiscal y una verdadera cura a la enfermedad del Estado son los 66 diputados que ayer votaron por el paquetazo de impuestos. Sobre todo los diputados de la seudo-oposición de GANA y CN. A partir de hoy incluso los más ingenuos se dan cuenta que estos partidos son apéndices del gobierno. Son parte de la enfermedad. Y como todo apéndice, van sobrando, son dispensables.

Ellos y el FMLN van a tener que pagar en marzo de 2012 por su mala praxis. El gobierno, que ayer recibió de una Asamblea disfuncional el aval de seguir metiendo en crisis al país y su economía, ya no tendrá ninguna solvencia para seguir hablando de unidad, de pactos fiscal, de concertación.

La oportunidad para buscar consenso sobre el rumbo del país pasó. La echaron a perder el gobierno (que nunca la buscó) y los 66 diputados oficialistas. Para la empresa privada, a partir de este día fatal, ya no tiene ningún sentido seguir hablando del pactos fiscales. Sería perder tiempo y, aún más grave, facilitar al gobierno salvar la cara. El gobierno y la mayoría legislativa tomaron su decisión y tienen que enfrentar las consecuencias. Quedan desnudos de sus disfraces de concertación. Y así, desnudos, irán a las elecciones del 2012 y 2014.

(El Diario de Hoy)

miércoles, 14 de diciembre de 2011

¿Qué carácter tiene nuestra Asamblea?


¿Qué carácter tiene nuestra Asamblea?

Hoy la plenaria de Asamblea va decidir el rumbo de la economía del país: o apuestan a más impuestos con menos crecimiento y empleo; o apuestan a menos gastos del Estado con crecimiento de la economía y del empleo.

Pero no solamente en esta disyuntiva está enfocada la atención de a ciudadanía. Hoy también se va a definir el carácter de esta Asamblea, y de cada uno de sus fracciones partidarias y de sus 84 diputados. Hoy vamos a saber si tenemos una Asamblea independiente del gobierno, con la capacidad y voluntad de asumir su función principal de entidad fiscalizadora del Ejecutivo y su carácter de representante de toda la sociedad – o una Asamblea dominada por una mayoría oficialista dócil con diputados y fracciones dispuestos a venderse a cambio de continuar usufructuando de las políticas y programas clientelistas del papá gobierno, incluyendo desembolsos mensuales a partidos y diputados.

Puede ser que algunos partidos y sus diputados y dirigentes pierdan privilegios y prebendas, si en la plenaria de hoy deciden responder a la razón y la conciencia, votando en contra del paquetazo de impuestos, en vez de responder a los chantajes de Casa Presidencial. Pero mostrando independencia y responsabilidad ganarían algo que en tiempos electorales vale mucho más: credibilidad y respeto por parte de la sociedad civil. Toda la ciudadanía, sobre todo la clase media y su gemelo, el sector de votantes independientes, hoy está pendiente de cómo se van a definir cada partido y cada diputado ante este disyuntiva.

La clase media salvadoreña ya no se deja confundir tan fácil. En este caso, todos los cañones propagandísticos del FMLN y del gobierno estaban apuntando sobre la clase media. El error de cálculo de los estrategas en Casa Presidencial y su ministerio de propaganda llamado Polistepeque: los integrantes de la clase media que esta navidad reciben como regalo la exención del impuesto sobre la renta a título personal, no se van a olvidar del impacto desastroso del paquetazo sobre sus empresas y sobre la economía en general. Van a dejar de pagar unos pocos dólares de impuesto cada mes, pero saben que pueden quedarse sin su negocio o sin su empleo. Luego de 7 años de experiencia amarga con gobiernos populistas, primero con Saca y luego con Funes y nuevamente Saca en Casa Presidencial, ya no es tan fácil dale atol con el dedo a la clase media con regalitos de navidad.

Todos los argumentos están sobre la mesa. No hace falta repetirlos aquí. La pelota está en manos de la Asamblea. Esto significa, hoy que el voto será por persona, en manos de cada uno de los 84 diputados. Los estamos viendo.
(El Diario de Hoy_

martes, 13 de diciembre de 2011

Carta a los que conmigo producen "Desde La Ventana"


Carta a los que conmigo producen “Desde La Ventana”

Con el permiso de mis lectores y de MÁS! voy a aprovechar este espacio, no para hacer un comercial para mi programa de televisión “Desde La Ventana”, pero sí para hablar de toda la gente maravillosa que hacen posible y exitosa esta aventura.

Estimados amigos:

yo ni idea tenía de la cantidad y calidad de gente que uno necesita para producir un modesto programa de media hora. Por lo menos cuando uno quiere que salga fuera de lo común, agradable, fresco...

Para empezar, no lo podía hacer sin Sebastián El Torogoz de Morazán, mi hermano desde los tiempos de guerra. Con su sabiduría y picardía de campesino, el Torogoz es mi polo a tierra que evita que estemos hablando paja en las nubes.

Tampoco lo podría hacer sin Carlos El Chino, quien me metió en este lío y está poniendo toda la maquinaria y creatividad de su productora en función de que salgamos bien. O sin Pedro Portillo, el veterano productor, quien a la hora de grabar toma el mando y me obliga a cumplir con la rigorosa disciplina que impone el medio televisivo. O sin Santiago, el mago de iluminación y jefe de fotografía quien garantiza que el singular ambiente de La Ventana se traduzca a televisión. Ni hablar de los camarógrafos, iluminadores, gaffers y maquilladores que completan este fantástico equipo creativo.

El programa se graba en la barra de La Ventana, metiendo stress y caos al funcionamiento del restaurante que por el desmadre de luces y cámaras no deja de atender a sus clientes. Sin el ambiente de La Ventana y el aporte de Daniela y todo su equipo este sería otro programa gris y estéril.

Y falta mencionar a los invitados. Este programa no es para reproducir los mismos discursos y discusiones que vemos todos los días, sino para presentar y retratar  personajes. Es mentira que El Salvador no dispone de una gran cantidad de personajes que con su trabajo marcan la diferencia. En la sección “Invasión Juvenil” presentamos miembros de la generación de jóvenes que empieza a irrumpir en la política y la opinión pública para transformarlas. En la sección “Estrellas Emergentes” presentamos artistas jóvenes que se abren espacio. Y en el plato fuerte llamado “El Reto Político” presentamos a personajes políticos con liderazgo y visión, pero obligándolos a quitarse la máscara y hablar al calzón quitado.

Mi admiración y agradecimiento a todos los personajes, jóvenes o adultos, de derecho o de izquierda, que han aceptado participar en las tres secciones.

Gracias a todos, Paolo Lüers
 
(Más! y El Diario de Hoy)

lunes, 12 de diciembre de 2011

Pagamos para que estemos felices pagando más

Observador político:
Pagamos para que estemos felices pagando más

Yo sé que es legal, pero no es legítimo: el masivo uso de la propaganda política del gobierno para promover sus iniciativas de ley. Nos quieren cobrar más impuestos, y además gastan millones de nuestro dinero para convencernos de la necesidad y justeza del paquetazo. Los ciudadanos estamos pagando por la soga que necesitan para ahorcarnos.

La publicidad del gobierno debería estar limitada (por ley y ética) a la información que debe el gobierno a los ciudadanos. Información sobre epidemias o desastres, sobre campañas de vacunación, sobre cambios en los servicios estatales, sobre licitaciones, etc.

Sus opiniones la pueden los gobernantes expresar todos los días en entrevistas, debates, discursos y conferencias de prensa – pero no deberían tener permiso de empaquetar y difundirla en publicidad y propaganda pagado con fondos públicos.

La información que divulgan las instituciones del Estado tiene que ser de utilidad pública, no de utilidad para el titular. Y definir si es de utilidad pública el aumento de impuestos, no compete al presidente, sino exclusivamente a los diputados.

Si el presidente o sus ministros quieren presionar a los legisladores a que aprueban sus iniciativas de ley, se pueden reunir con ellos, debatir con ellos, convencerlos. Incluso pueden movilizar a la opinión pública mediante sus apariciones en televisión y prensa. Pero no mediante campañas de propaganda gubernamental. Mucho menos cuando la propuesta de ley del gobierno, como en el caso del paquetazo de impuestos, es muy controversial y divide la sociedad en dos campos. En esta situación poner toda la maquinaria del Estado en función de mover la balanza de la opinión pública se llama abuso de poder. Y también es despilfarro. El otro día el presidente estaba retando a los críticos de su política fiscal que le digan adónde hay despilfarro en su gobierno. En el permanente uso de fondos públicos para la propaganda política.

Las partes interesadas en el conflicto sobre los impuestos (los partidos, las gremiales empresariales, los sindicatos, etc.) tienen todo el derecho de gastar su dinero en la publicidad o la propaganda que estimen pertinentes para influirnos en pro o en contra del paquetazo. Pero el gobierno no es un sector interesado más que puede entrar en la batalla propagandística. El gobierno representa a todos, los que están en favor de aumentar los impuestos, como los que están en contra. Y la otra diferencia: El dinero que el gobierno gasta no es suyo...

Alguien debería elaborar y presentar una ley que regule la publicidad de las instituciones del Estado, aplicando una regla básica: El Estado tiene que facilitar a los ciudadanos la información que necesitan para formar opiniones y tomar decisiones. Pero no tiene porqué intervenir en el proceso autónomo de la formación de la opinión pública con lavados de coco vía la desinformación y la propaganda.

Si sumásemos los fondos que la presidencia, los ministerios, la Asamblea, las autónomas como CEL y ANDA, las alcaldías y otras instituciones estatales gastan en publicidad que no es informativa sino más bien opinativa y propagandística, llegaríamos a números impresionantes. No podemos ni adivinar esta suma, porque ninguna de estas instituciones hace transparente su presupuesto de publicidad. Ahí es donde tenemos que empezar a hacer funcionar la Ley de Transparencia.

No podemos continuar tolerando un Estado que se niega a proveernos de información pero nos bombardea con propaganda. ¿Habrá en la nueva Asamblea Legislativa diputados dispuestos a cambiar esto? ¿Realmente queremos un Estado que nos dice qué pensar?
 

(El Diario de Hoy)