jueves, 15 de diciembre de 2011

Columna transversal: Desnudos se van a las elecciones del 2012 y 2014


Desnudos se van a las elecciones del 2012 y 2014

Se perdió, una vez más, la oportunidad de llegar a una solución integral de la crisis fiscal del país. Nuevamente se puso un parche, además, mal puesto.

Se perdió la oportunidad de curar la enfermedad. Sólo se recetó una medicina amarga y venenosa (aumento de impuestos) con envoltorio dulce, pero igualmente dañino (exención del impuesto de la renta a los sectores de clase media baja), cuando la cura hubiera requerido de una estricta dieta: reducir la gordura y el sobrepeso del Estado. Y quitarle varios de sus vicios.

¿Realmente existía la oportunidad de llegar a una solución integral que hubiera atacado el problema simultáneamente del lado de los gastos, de los impuestos, de la ampliación de la base tributaria, del endeudamiento, de una redefinición de las prioridades y de una política audaz para facilitar la inversión?

Habría existido si la Asamblea le hubiera negado al gobierno la solución chambona, el atajo, la vida loca de los gastos incontrolados y la vida fácil de pasar la cuenta a otros. El médico que nunca le dice al paciente: "Alto con esta locura de tomar antibióticos cada vez que algo te duele", nunca va a convencer al enfermo que debe someterse a un riguroso examen o a la dieta necesaria.

Por parte del gobierno (y sobre todo de un Presidente que obviamente no entiende de economía) es comprensible, aunque no aceptable, que trate de evitarse los exámenes y el régimen de dieta. El gobierno siempre tiene la tendencia de gastar más y cobrar más a sus contribuyentes. Por esto en la democracia republicana las decisiones sobre gastos e impuestos nunca las dejan al Ejecutivo. Son los parlamentos los que tienen la responsabilidad y la facultad de hacer los exámenes pertinentes y recetar todas las medidas para que haya una cura integral de la enfermedad.

Si ayer la Asamblea hubiera negado al gobierno el camino fácil de simplemente aumentar los impuestos para poder continuar gastando, no habría sido un acto de irresponsabilidad, como les señalaba el Presidente, sino de alta responsabilidad. Entonces, sí hubieran obligado al gobierno a abrirse a una negociación seria con la oposición y con el sector privado, con el objetivo de llegar a un pacto fiscal que todos pudieran apoyar y dinamizara la economía.

En vez de esto, hicieron la pantomima de una "negociación" con la seudo-oposición de GANA y Concertación Nacional para cambiar algunos numeritos y porcentajes, pero sin salir del esquema impuesto por el gobierno. El esquema es mover una sola palanca de la maquinaria fiscal: los impuestos, y dejar a todas las demás sin correcciones de rumbo.

Los culpables del hecho que ahora cierra la oportunidad de buscar una solución integral a la crisis fiscal y una verdadera cura a la enfermedad del Estado son los 66 diputados que ayer votaron por el paquetazo de impuestos. Sobre todo los diputados de la seudo-oposición de GANA y CN. A partir de hoy incluso los más ingenuos se dan cuenta que estos partidos son apéndices del gobierno. Son parte de la enfermedad. Y como todo apéndice, van sobrando, son dispensables.

Ellos y el FMLN van a tener que pagar en marzo de 2012 por su mala praxis. El gobierno, que ayer recibió de una Asamblea disfuncional el aval de seguir metiendo en crisis al país y su economía, ya no tendrá ninguna solvencia para seguir hablando de unidad, de pactos fiscal, de concertación.

La oportunidad para buscar consenso sobre el rumbo del país pasó. La echaron a perder el gobierno (que nunca la buscó) y los 66 diputados oficialistas. Para la empresa privada, a partir de este día fatal, ya no tiene ningún sentido seguir hablando del pactos fiscales. Sería perder tiempo y, aún más grave, facilitar al gobierno salvar la cara. El gobierno y la mayoría legislativa tomaron su decisión y tienen que enfrentar las consecuencias. Quedan desnudos de sus disfraces de concertación. Y así, desnudos, irán a las elecciones del 2012 y 2014.

(El Diario de Hoy)