sábado, 2 de junio de 2018

Carta a Daniel Ortega: Estos disparos le van por la culata

“Comandante”:
Pongo entre comillas el título que usted ostenta tan pomposamente. Hace muchos años, usted fue Comandante y se ganó el respeto de muchos en todo el mundo, incluyendo el mío.

Hoy ya no es comandante, sino el capo de una mafia que extorsiona a todo un país, compra voluntades y corrompe a su partido, militares y empresarios. Y los únicos que queda comandando son bandas de matones.

Cuando usted dio la orden de abrir el fuego a los jóvenes manifestantes, tendría que haber sabido que firmó su sentencia de muerte política. ¿Cómo no saberlo un hombre que fue protagonista de una insurrección que tuvo como punto de partida la orden que dio Somoza de asesinar al periodista opositor Pedro Fernando Chamorro?

¿Cómo no saberlo un hombre que estuvo muy cerca de nuestra historia salvadoreña, que tomó un dramático viraje un día 30 de julio de 1975, cuando los militares en el poder dieron la orden, así como usted lo dio el 19 de abril de 2018 (y lo mantiene hasta el día de hoy), de disparar a matar a estudiantes opositores? En El Salvador fue una de las fechas claves que hicieron al país deslizarse a la guerra civil – y al desaparecimiento de los gobiernos militares. En Nicaragua hoy está pasando exactamente lo mismo.

Le voy a contar de otra fecha fatal, en la cual un acto irracional de represión impulsó a cientos de miles de estudiantes a la rebelión. Algo que pasó hace 51 años en Berlín Occidental. El 2 de junio de 1967, vino a Berlín, en visita del Estado, el Shah de Persia (hoy Irán), Mohammad Reza Pahlavi – como Somoza un tirano de estos que en Washington consideraban “un hijo de p…, pero nuestro hijo de p…”

El gobierno alemán, que tenía ambiciosos planes de cooperación económica con la emergente potencia petrolera Irán, le permitió viajar a Alemania acompañado de cientos de agentes de seguridad e inteligencia, y de un contingente de matones ‘civiles’.

A una primera manifestación contra el Sha, frente a la alcaldía de Berlín Occidental, solo llegamos unos 5 mil estudiantes, incluyendo muchos exiliados iraníes. Las autoridades alemanas permitieron que cientos de matones de la guardia pretoriana del Sha, armados de pistolas y palos de madera, atacaran a los manifestantes, y golpearon brutalmente a los estudiantes iraníes, ante los ojos pasivos de los antimotines. No hubo muertos, pero suficientes indignados y encachimbados, para que de manera improvisada se convocara una segunda manifestación frente a la Ópera que esa noche iba a visitar el Sha junto con el presidente alemán. Los 5 mil manifestantes se multiplicaron por 10.

Esta manifestación no autorizada fue brutalmente reprimida, y terminó con un estudiante, Benno Ohnesorg, ejecutado con un tiro a la cabeza por un oficial de la policía de Berlín, ante de cientos de estudiantes que estábamos a la par de él. Esto nos cambió la vida a cientos de miles. Esa noche comenzó lo que luego se hizo conocer como la rebelión del 68, el movimiento anti-autoritario. A partir de esta noche entre los estudiantes comenzó la peligrosa discusión sobre el uso de violencia: primero contra cosas, luego contra personas…

Y de este 2 de junio tomó su nombre una de las organizaciones armadas que poco después surgieron en Alemania, con consecuencias fatales.

La represión de opositores, sobre todo de estudiantes idealistas, tiene graves consecuencias, normalmente para los cobardes que la ordenan para salvar su poder. Usted está a punto de aprender esta lección, que ha olvidado en su transformación de comandante de una insurrección a jefe de mafia.

(MAS! / El Diario de Hoy)


viernes, 1 de junio de 2018

La Ópera Bufa populista. Columna Transversal


Roma, 1 junio 2018. Hace una semana escribí, en una carta desde Roma, que “todo indica que cuando se publique esta carta, Italia tendrá un gobierno.” Me equivoqué, como todos los comentaristas. Nadie tomó en cuenta la postura del presidente italiano, Sergio Mattarella – y la posibilidad que este señor de 76 años y convencido defensor de la integración europea podría negarse a permitir que una precaria coalición de populistas de derecha e izquierda ponga en riesgo la estabilidad de Italia y su futuro dentro de la Unión Euro.

Pero Mattarella vetó el gabinete que le presentaron. Obviamente tiene la obligación de encargar la formación del gobierno a la persona nombrada por una coalición que ganó mayoría parlamentaria. La Constitución no le permite vetar el programa de gobierno presentado por la coalición entre M5S (‘5 Stelle’, Cinco Estrellas, el movimiento anti establishment, anti político, anti partidos, anti austeridad y anti europeo fundado en 2009 por el cómico Beppo Grillo y que fue apoyado por muchos sectores de una izquierda que se sentía defraudada por sus partidos) y la ‘La Lega’ (el partido nacido del movimiento separatista del Norte de Italia, de carácter nacionalista, xenofóbico y anti europeo). Pero el presidente insistió que sus facultades constitucionales sí le permiten vetar a a un ministro propuesto – e hizo uso de esta facultad: Vetó la pieza clave de esta coalición, al economista Paolo Savona, feroz adversario de la moneda única europea y de los ‘dictados de austeridad’ que según él Alemania y la burocracia europea de Bruselas imponen a Italia.

La coalición de los movimientos populistas había puesto a Savona a escribir la parte de su programa de gobierno sobre economía, política fiscal y política europea. Y consecuentemente insistieron que él asumiera el poderoso ministerio de Finanzas y Economía, decisión que inmediatamente causó alarma en Berlin, Paris y Bruselas – y en Quirinale, el palazzo presidencial.

Nombrar como ministro clave a un hombre que quiere sacar Italia del Euro y de los convenios europeos que limiten el déficit fiscal de sus estados miembros, es el punto de coincidencia entre los dos movimientos populistas que ganaron las elecciones italianas de marzo 2018: ‘M5S’ es anti-europeo por ser anti-establishment y anti-austeridad, y ‘La Lega’ es anti-europeo por nacionalista y xenofóbico.

El presidente italiano, normalmente una figura más ceremoniosa que política, con autoridad moral y simbólico más que político, se vio en un dilema: Por una parte tiene que reconocer la voluntad popular expresada en elecciones, que dio a los movimientos populistas el mandato a gobernar; por otra parte, como presidente tiene que proteger la estabilidad de Italia que razonablemente no puede visualizar en conflicto con la integración europea.

Su decisión de vetar al ministro de Finanzas por su agresivo discurso anti-europeo y sobre todo anti-alemán no nace de la intención de bloquear la colación populista, sino de mandarles un mensaje de moderar su programa anti-europeo y anti-austeridad. Pero ‘M5S’ como ‘La Lega’ convirtieron el nombramiento de Savona, que representa su principal punto de coincidencia ideológica, en punto de honor. Ante el veto del presidente, desistieron a formar gobierno y piden nuevas elecciones, seguros a ganarlas.

Muchos critican al presidente. Unos lo presentan como el representante de la ‘casta política’ que ‘no quiere permitir los cambios políticos que el pueblo pide’; otros comparten su posición pro-europea, pero señalan que su veto victimiza y fortalece a los populistas de derecho e izquierda. Opinan que hubiera sido mejor dejar a esta coalición formar su gobierno, especuando que pronto fracasaría por sus propios contradicciones e incapacidades. En este caso irían a elecciones no como victimas, sino como fracasados.

Y los pupulistas ahora tienen un argumento muy potente: “En Italia han juramentado como ministros a mafiosos y corruptos, y ahora vetan a alguien que se quiere enfrentar a la partidocracia…

Mi reflexión: El presidente tiene toda la razón, pero a veces puede ser un error hacer lo correcto…

El presidente encargó a un tecnócrata independiente, experto de finanzas internacionales, a formar un ‘gobierno técnico’, para administrar la crisis y convocar nuevas elecciones en 2019. Este gobierno no gozaría de ningún respaldo parlamentario y podría hacer muy poco para garantizar la estabilidad de Italia. No podría impulsar ninguna política nueva. También existe todavía la posibilidad de que la coalición populista haga otro intento de formar gobierno, sacrificando al hombre de la discordia. De todos modos, cualquier gobierno que se forme sería transicional, e Italia enfrentará nuevas elecciones, probablemente muy pronto.

Estas elecciones se convertirán en un plebiscito sobre el futuro de Italia en Europa, y también sobre el sistema partidario del país. El gran problema: En Italia, aparte del presidente que está muy solo y no puede ser protagonista electoral, no hay ningún líder capaz de defender el sistema y la idea de la integración, y mucho menos de confrontar al populismo. No hay ningún Macron, como en Francia, ni Albert Rivera, como en España, ni Angela Merkel, como en Alemania. La centroderecha se ha rendido ante los populistas. La extrema derecha mafiosa de Berlusconi está dispuesta de pactar con ellos para protegerse. Y la centroizquierda está atomizada.

No se ve solución fácil para Italia.

Lea la carta de Paolo Luers desde Roma: L’Opera Buffa




(MAS! / El Diario de Hoy)

jueves, 31 de mayo de 2018

Carta al presidente de CEL: ¿Y el Chaparral?

Estimado David López:
Se va a recordar que le entrevisté en enero del 2017, y que uno de los temas fue la construcción de la presa El Chaparral. Hablamos de los costos que se estaban disparando de 140 millones a un aproximado de 400 millones de dólares. Discutimos si con este costo El Chaparral todavía era una inversión rentable, y usted me dijo que aunque costara 1000 millones, una inversión del Estado siempre es rentable, porque no se calcula con la lógica de la ganancia capitalista… Y hablamos de los tiempos. Cito:
Así como está el proyecto de El Chaparral, ¿cuándo va a comenzar a operar?
Tenemos la orden que en el primer trimestre del 2018 se tiene que terminar, para poder empezar a recibir las primeras lluvias de junio 2018 y ya empezar a generar en esa época.

¿En 1 año y 2 meses? ¿Eso es factible?
Sí, le estamos metiendo todo.

Pero queda pendiente comprar tierras, preparar terrenos…
Ya está todo.

Voy a guardar esa frase, le voy a buscar en junio del 2018 y preguntarle que pasó.
Exacto.

Sigo escéptico. Me encantaría que usted tuviera razón…
Te invito que vayamos a El Chaparral.
Bueno, mañana tenemos el 1 de junio 2018. Usted todavía es presidente de CEL. La construcción de El Chaparral todavía no está concluida. Y sobre los costos, que usted me dijo que tenían como límite 400 millones, tenemos ratos de no escuchar ni una palabra.

Es tiempo que acepte su invitación que vayamos juntos al Chaparral para ver qué pasa. Off te record me dijo: Vamos en helicóptero. No importa, yo puedo ir en carro…

Leyendo nuevamente la entrevista, me fijo que usted nunca dijo: “El Chaparral va a estar listo en marzo y operando en junio del 2018.” Usted dijo: “Tenemos la orden…”

Entiendo que el único que puede dar órdenes al presidente de CEL es el presidente de la República. Entonces, lo que le voy a preguntar cuando vayamos al Chaparral será: ¿Dio el presidente Sánchez Cerén una orden equivocada? Si fue así, ¿quién lo asesoró y cuál fue el consejo de CEL? ¿O fue la CEL incapaz de cumplir con una orden racional? Y una última pregunta: ¿Alargándose el proyecto, vamos a descubrir que no solo los plazos no eran realistas, sino tampoco los costos proyectados, o sea el límite de 400 millones?

Al solo regresar al país en junio, me voy a poner en contacto con su oficina de prensa para que cuadremos el viaje y la nueva entrevista.

Con cordiales saludos desde Roma,

La entrevista a David López:
Parte 1: “Las anteriores administraciones no tomaron las decisiones adecuadas”
Parte 2: “Como persona de izquierda, no estoy de acuerdo con la descentralización de CEL”
Parte 3: La negociación de la CEL con Odebrecht

Una nota que acompañó la entrevista:
El legado para los siguientes gobiernos es una gran hipoteca

(MAS! / El Diario de Hoy)

 

martes, 29 de mayo de 2018

Carta a Hugo: ¡Seguí sorprendiéndonos!

Estimado Hugo Martínez:
Me sorprendiste. No pude imaginarme que en las primarias presidenciales del FMLN podía perder el candidato de la cúpula. Pero ganaste. Tomaste la decisión correcta en el momento correcto, luego de la derrota electoral de marzo. Parece que hiciste las alianzas internas correctas. Apostaste a la insatisfacción de los militantes y bases, la cual ya se había manifestado, no solo en el pobre resultado de marzo, sino también en el apoyo que logró atraer el discurso de Bukele contra la dirigencia del FMLN.

Aunque no parecía posible, ganó el candidato que con más credibilidad habló de renovación, democracia interna, y cercanía con las bases.

Te felicito. Es una buena noticia para la izquierda salvadoreña, pero también para el país. Cualquiera que logre producir más apertura y democracia en el FMLN, aunque sea gradual y tímidamente, aportará a la estabilidad del país.

Sigo escéptico que podrás transformar, contra todas las resistencias, al Frente en un partido moderno e inmune al populismo. Cuando un partido de izquierda conducido por la ortodoxia entra en crisis, siempre hay dos opciones: deslizarse hacia el populismo para mantenerse en el poder; o transformar la lógica de la izquierda en un concepto racional y responsable con soluciones viables dentro del marco de la democracia representativa y constitucional.

El reto principal del Frente -y el tuyo como su candidato- no es ganar las elecciones y preservar el poder, sino preservar la izquierda como elemento constructivo dentro del pluralismo democrático. Hacer que el FMLN se quede en el poder es imposible, transformar y preservar la izquierda salvadoreña como opción para el futuro y elemento de estabilidad del proceso democrático que iniciamos con los Acuerdos de Paz es una tarea necesaria, difícil, pero posible.

Espero que no te equivoqués en esta disyuntiva entre el populismo y la renovación democrática del FMLN. Puede existir la tendencia de tratar de emular al discurso antipolítico de Nuevas Ideas -sea para competir exitosamente contra esta tendencia, sea para preparar la opción de aliarse contra ella. Sería un error histórico. Tu verdadero reto es contener al populismo, que nace en la crisis de la izquierda – y que tiende a destruir al FMLN, si no sabe como enfrentarlo adecuadamente.

En las campañas presidenciales que comienzan a partir de ahora (al tener el tablero completo -Carlos Calleja, Nayib Bukele y Hugo Martínez) vamos a ver si vas a emular el discurso antipolítico y antisistema de Nuevas Ideas, o si vas a tener el coraje y la capacidad (y el espacio dentro de tu partido) para defender la democracia institucional construida en los últimos 27 años desde la perspectiva de una izquierda responsable y racional.

Si te equivocás y nutrís al populismo (o incluso lo llevás al poder), ni vos ni el FMLN van a sobrevivir como opción política. Si consolidás al FMLN, transformándolo, puede ser que gane ARENA las presidenciales, pero la izquierda se mantendrá vigente como oposición y fuerza indispensable – e incluso como opción de poder para el futuro.



No es fácil hacer lo correcto, lo sé. Muchas veces va contra la corriente. Pero hay que hacerlo. Te deseo suerte. Seguí sorprendiéndonos.

Saludos,

(MAS! / El Diario de Hoy)