viernes, 12 de septiembre de 2008

La mejor campaña: es el buen gobierno

La zona verde de la colonia donde vivo esta padeciendo un problema, una pequeña área se esta convirtiendo en un botadero de basura, ripio y todo tipo de desperdicios, este basurero es provocado en parte por los pepenadores urbanos, es decir, aquellos que andan en la búsqueda de electrodomésticos, latas y todo aquel producto reciclable que se encuentra en la basura de lo cual puedan extraer dinero. Pese a los esfuerzos del personal de limpieza de la Alcaldía Municipal –barrenderos y recolectores de basura-, el basurero se mantiene activo. Es entendible que no podemos tener agentes metropolitanos cuidando el área verde a toda hora evitando que las personas tiren la basura en ese lugar, además, debemos asumir nuestro rol ciudadano, esto es, cuidar nuestros espacios públicos.

Como he dicho, el basurero se debe en parte a los pepenadores urbanos, la otra parte para mi sorpresa se dio el día martes, cuando iba saliendo de mi casa veo pasar una señora rumbo al parque con una bolsa negra. Lo primero que pienso es que va a botar basura, ante el temor de caer en el error del prejuicio, espero, para darme cuenta que sin mas tira la bolsa en el mencionado botadero, inmediatamente voy donde la señora y le digo que el lugar no es basurero, que el camión de la basura pasa los lunes, miércoles y viernes por la mañana sin falta, la señora se justifica diciendo que es primera vez y además son los dueños de la casa la que la han mandado por el olor de la basura. Más sorprendente aún es lo que me dice y hace luego, la recoge y me dice que se la va a llevar nuevamente y dirá a sus patronos que estaban los “policías” y no le dejaron tirar la basura.

Este episodio nos puede hacer reflexionar en varias direcciones, pero me interesa resaltar lo obvio, ya que muchas veces por ser tan evidente no lo notamos, no nos damos cuenta que tenemos un buen sistema de recolección de basura, que hay un personal trabajando por mantener aseado cunetas y zonas verdes, que hay un alumbrado público que funciona, que hay un parque grande, limpio y seguro para practicar deportes que además cuenta con nuevas instalaciones acuáticas, que lugares que antes eran mercados de champas ahora son plazas públicas limpias y seguras, calles principales de concreto, otras recarpeteadas, que hay un sistema de bacheo. Sí, todo esto hay en Santa Tecla, todo esto se ha dado durante la administración de Oscar Ortiz.

Me interesa resaltar lo que se ha ido gestando en Santa Tecla a raíz del bombardeo publicitario partidocratico de estos tiempos (valga el paréntesis, en El Salvador pareciera que siempre vivimos en tiempos electorales), qué quiero decir con esto. Me explico. Hay unos que están gastando en publicidad televisiva diciendo que van a Rescatar San Salvador, también utilizan medidas populistas; como llegar a las comunidades regalando comida y llevando a la gente a parques recreativos acuáticos, hay otros que despilfarran los fondos públicos en tapizar el municipio de rojo, con consignas, con retratos, con banderas en los postes, utilizando el arca municipal para pagar cuadrillas de militantes. En cambio, el gobierno municipal de Santa Tecla se ha dedicado a hacer su trabajo, a ser gobierno.

Cuidado no se vaya a caer en el error de creer que todos los problemas en Santa Tecla están solucionados y que los servicios que prestan no necesiten ciertas mejoras, pero se tiene la percepción que no solo los servicios públicos que presta la Alcaldía seguirán funcionando con normalidad sino que buscarán la manera de irlos optimizando que el Gobierno Municipal seguirá trabajando en función de la comunidad y sus habitantes. Por tanto, sin grandes spot televisivos, sin andar firmando compromisos, sino por sus acciones y no por sus palabras, es Oscar Ortiz quien tiene mi voto para las próximas elecciones de Alcaldes.

¿Cuál ha sido la gran campaña? El buen gobierno, ciertamente, la respuesta parece eslogan electorero, es más es muy similar a la frase con la que firman las alcaldías del FMLN, lastimosamente son contadas las que en la práctica cumplen. Con campañas de este tipo, la maniobra electoral, además de darse en los momentos prudentes, sería de otra envergadura, de propuestas serias sobre experiencias de trabajo. No las promesas publicitarias que compran votos.

Por último, debo dejar claro que mi voto es para Oscar Ortíz, y subrayo esto, mi voto es para la persona y su equipo de gestión, NO es para el FMLN. Mi voto y el de mis conciudadanos sirven para llevar un equipo de personas capaces a gobernar, es decir, a solucionar problemas, ha hacer que el municipio sea viable. Los votos no son para llevar un partido político al poder, del cual se sirven. Hay que ser críticos a la hora de elegir.

Voces desde Bolivia

Bolivia vive otra vez una hora triste... Así opinan desde ahí, así cuenta la historia:

LLEGÓ LA GUERRA CIVIL
Estimados amigos, con amargura y dolor les quiero declarar que hoy llegó la guerra civil cabalgando sobre un caballo de un tirano venezolano, tirano este que eligió un terreno para su guerra a costa de los campesinos Bolivianos y los llamados pitiyanquis los demócratas que exigen el respeto a las leyes, hoy murieron nueve ciudadanos del bando boliviano, se mataron entre ellos, entre civiles alentados por un canalla llamado Evo Morales quien no sabe el significado de la vida, de la sangre, que no comprende que nueve familias loran en sus hogares, que decenas de huérfanos sabrán que su padre no llegará más al hogar, qué sabe Evo Morales de hogar, si no sabe lo que es familia, que niega a sus hijos, si lo único que hizo fue sembrar coca y sembrar muerte, ya lleva simplemente 52 muertos y no parara hasta ver 10.000 todo para prepararle un terreno de sangre al tirano venezolano. Ya vivimos una guerra civil, la guerra de rumores, de llamadas, de amenazas lanzadas por sus emisarios como lo que hace Álvaro Puente quien llamó al historiador Alcides Pareja que este estaba en la lista de los primeros que capturaría el MAS y él lo sabe ya que hoy Dirige el Canal de televisión del Ex ministro del MAS Salvador Ric (Full) y es hermano del impostor que se apoderó de la Prefectura Cochambambina; si, esos son los emisarios del mal (pensar que lo defendimos cuando lo expulsaron del colegio La Sierra). Hoy se inauguró la guerra civil cuando tropas militares vienen desde Cochabamba acompañados por cocaleros, se repite la llegada de chapareños (ayer fueron los Ucureños) y no vienen en son de paz sino en son de poner a los cruceños de rodillas, grave error pues este pueblo nació rebelde como el sol, agresivo como la lluvia, humilde como la noche y terrible como los relámpagos cuando se lo arremete. Mañana no les garantizo que este diario esté en la calle pero la conciencia nuestra no la calarán y nuestra voz escrita se elevará por siempre, la amenaza no nos atemoriza, si a la muerte le hice el lance creerán que hoy le temeré a la amenaza de un tirano extraño que sin pudor alguno amenaza la soberanía nacional y un mando militar guarda silencio simplemente por el bono maldito, eso significa que no nos equivocamos en no esconder nuestra preferencia por la autonomía, por sus estatutos y no como respuesta a Evo sino como un sentimiento nacido en el memorando de septiembre de 1904; si, esa fue una opción por la paz, por la justicia, por la igualdad y por amor a una tierra noble. Hoy la muerte solo significa números estadísticos para los seres fríos e insensibles que cohabitan en Palacio de gobierno, ellos son los nuevos vampiros que solo buscan sangre boliviana para consolidar su poder porque ellos creen que la muerte es simplemente cimiento para perpetuarse en el poder. Cuidado, cierto que la ley de este pueblo es la hospitalidad con todos, que le abrimos la puerta y el corazón a los que buscan una oportunidad a base de esfuerzo y trabajo incluso a los otros, pero cuidado que ya nuestro himno dice que dentro de cada cruceño existe un león que ya durmió lo suficiente y un millón de hombres y de madres esperan atentos la primer agresión y lo demás llegará por si solo. La guerra civil ya no toca la puerta, ya se metió por la parte de atrás.
12 de septiembre de 2008, Editorial, El Mundo (Santa Cruz de la Sierra, Bolivia)

La tozudez logró lo inaceptable
La desesperación del actual Gobierno por imponer un nacional socialismo obsoleto, desgastado, está llevando a la población a un enfrentamiento irracional, por el cual se ha empezado a esgrimir la raza, la religión y la región.

Neciamente el Gobierno permitió que un pequeño grupo, que se dice representante de la voluntad del pueblo cruceño, quiera aprovechar las actuales circunstancias para lograr un separatismo y no una autonomía. Han logrado revivir el racismo, el odio y el engendro que han hecho presa de los jóvenes y gente en Santa Cruz, debiendo hacer una reflexión profunda.
Tanto el Occidente como el Oriente, el Norte como el Sur debemos entender que las razas puras han quedado en el pasado. Todo ciudadano goza del derecho a establecerse en cualquier lugar de la República, tiene derecho a buscar su bienestar sin temer a que por el color de su piel, que no varía mayormente, o por sus modismos, que los tiene al igual que otros, se le inhiba o prohiba asentarse o radicar en cualquier punto cardinal de la Nación. Somos tan bolivianos como los otros. Es menester comprender que somos tan mestizos como el resto de la población.
Aquella persona, hombre o mujer, que trabaja a la intemperie sufrirá las inclemencias del clima en la cara y manos, aquel que trabaja en un edificio sufrirá menos; la tez de unos se oscurecerá, las de otros no, pero al final somos lo mismo, heterogéneos, seres humanos que a nuestro modo aportamos a la Patria para una prosperidad inmediata, mediata y futura. Todos de alguna manera deseamos engrandecer nuestra Patria.
Son sorprendentes y graciosas las palabras lastimeras y suaves del Vicepresidente cuando repudia la violencia, las agresiones y el terrorismo. Es sorprendente su figurado olvido de sus acciones en el pasado. Es gracioso por la amnesia que sufre ahora y no recuerda sus días de guerrillero.
El Presidente, una persona que se ha dejado llevar por los senderos de políticas absolutistas, segregacionista e impositivas, no comprende aún que el nacional socialismo impulsado por Adolfo Hitler y seguido por Fidel Castro no lleva a nada positivo a una Nación. El coartar el derecho del ciudadano no es igualdad. El coartar su expresión no es acallar. Estos pseudo Estados terminan en su propia degradación y atraso.
Es incoherente la actitud del Ministro de Relaciones Exteriores, inconexas sus declaraciones por el afán de incitar a un enfrentamiento. El es el encargado de mantener las mejores relaciones con el resto de las naciones, por lo que está mal su incitación al fanatismo. El Gobierno, a través de sus ministros, no debería estar lamentando, no debería estar pidiendo, debe dialogar, es menester que acepte sus errores y desatinos, ya que es el único responsable de esta escalada de violencia que ha surgido en el país, por su inoperancia administrativa. Las autoridades nacionales sólo se han dedicado a buscar fórmulas para imponer su ideología, llamándola “Nueva” Constitución Política del Estado.
¿Y dónde está el mal llamado Ministro de Defensa, que permite que se humille a nuestras Fuerzas Armadas y la Policía Nacional? ¿Cómo es posible que el Presidente acepte semejante humillación?
Es repudiable la actitud de esa población que enardecida por sus intereses no entiende que aquellos soldados están cumpliendo órdenes. Es repudiable el intento de ahorcamiento a un soldado, e inaceptable la golpiza a otro uniformado. Esto sólo se puede definir como vandalismo, permitido y aceptado por los pseudo prefectos que embelesados por su posición dan luz verde a tan vergonzosa y condenable actitud. Aquellos agresores deberán ser juzgados y deben asimismo agradecer que los uniformados no dispararon. Todo soldado tiene la obligación de no perder, menos entregar, sus armas.
Los métodos gubernamentales son arcaicos, entreverados y confusos. Es el sistema del Nacional Socialismo: desinformar, confundir, enfrentar, lograr el caos para imponer por la fuerza. Lamentaremos sufrimiento y dolor si el Gobierno no enmienda sus desatinos, sus errores y rencores, llamando a la reflexión, evitando el racismo y el regionalismo, dando ejemplo de unión, respeto y coherencia a la Patria y sus habitantes.
12 de septiembre de 2008, Editorial, El Diario. (La Paz, Bolivia)

Mediación urgente para frenar la crisis.
Si el Gobierno y la oposición no están dispuestos a frenar a sus grupos de choque, sin facilitadores nacionales con plena confianza de ambas partes, no queda sino recurrir a actores neutrales, que garanticen una tregua real.

Lamentablemente, pese al temor que La Razón expresó ayer en su nota editorial, se ha llegado a un estado de exasperación y encono político de tal magnitud, que en el departamento de Pando se han producido enfrentamientos con un saldo de al menos ocho muertos y más de 30 heridos, sacudiendo el alma nacional y dejando a todos perplejos.
La muerte de bolivianos, a través de la violencia intencional, es funesta para el destino de la nación, y si somos incapaces de negociar civilizadamente y con patriotismo, habrá que pensar, no sin tristeza, en la ayuda de otros países, de organismos regionales e internacionales, de personalidades de reconocimiento mundial, para que Bolivia no se precipite en un generalizado enfrentamiento civil que, lo sabemos, será fatal.
En horas como la actual hay que recurrir a la sensatez y a la cordura; la ciudadanía debe poner todo lo que está a su alcance para detener esta situación que se asemeja a la barbarie.
Con el número de víctimas cada vez mayor en la actual gestión democrática de gobierno, nada bueno se cosechará si las partes enfrentadas sólo se encargan de echarse culpas unas a otras. Está claro que los bolivianos no somos capaces de reconocer las virtudes de otros, y menos las culpas propias. Nos abrimos al diálogo, siempre que éste nos favorezca; eso desvirtúa cualquier arreglo pues desaparece la ecuanimidad, base para toda solución.
Entonces, es evidente que con lo que está ocurriendo, antes de una precipitación masiva a las armas, se requiere de algo más que mediadores que sugieran salidas a la crisis. Antes que meros diálogos, son necesarias verdaderas negociaciones que propongan soluciones en temas complejos, donde ni oficialismo ni oposición han cedido una pulgada en sus posiciones.
En estas circunstancias, no se percibe otro modo de evitar más sangre derramada entre hermanos que acudir a la mediación de países amigos u organismos internacionales. No es lo mejor que podía suceder —el caso haitiano es desgraciado—, pero si nuestra capacidad de diálogo es nula y nuestras ansias de confrontación son tan intensas, alguien tiene que detener lo que se anuncia como trágico. América Central tuvo que aceptar la presencia de soldados con la bandera de la ONU para menguar la guerra; la paz de Dayton, en los Balcanes, con la participación del presidente Bill Clinton, evitó miles de víctimas inocentes... Las cartas de la ONU y la OEA prevén medidas excepcionales cuando los enfrentamientos son inminentes; y Bolivia es suscriptora de ambos instrumentos.
Más cerca está el grupo de países amigos de Bolivia, conformado por Argentina, Colombia y Brasil, el mismo que a principios de año intentó ayudar al país en el frustrado intento de diálogo entre Gobierno y prefectos de la llamada media luna. Ese mismo grupo, como se lee en esta edición de La Razón , está preparando la llegada al país de sus cancilleres. Aparentemente ellos esperan sólo el mejor momento para esa misión.
Si el Gobierno y la oposición no están dispuestos a frenar a sus grupos de choque, sin facilitadores nacionales con plena confianza de ambas partes, no queda sino recurrir a actores neutrales, que garanticen una tregua real y hagan marchar el país hacia una democracia tolerante y de respetos recíprocos.
12 de septiembre de 2008, La Razón (La Paz, Bolivia)

Contando muertos
El peor de nuestros temores está ocurriendo. Los bolivianos estamos empezando a contar muertos como resultado de una artificial, montada y pagada pugna de intereses que tanto oficialismo indigenista como separatismo terrateniente sostienen a costa del país en su conjunto.
El 99 por ciento de los bolivianos no queremos ver nuestro país dividido ni en guerra. Ese porcentaje de bolivianos no quiere ni jamás ha votado, como mal y peligrosamente entiende el presidente, por su autodestrucción para dar paso a 36 naciones inventadas por los "intelectuales" en función de gobierno formados con recursos de ONG financiadas por países e intereses extranjeros. Ese 99 por ciento de genuinos bolivianos (indígenas, mestizos y blancos) no somos terratenientes ni accionistas de intereses mineros o petroleros transnacionales y menos aún estamos dispuestos a que los intereses privados del 1% (o menos) destruya nuestro país y lo divida en mil pedazos.
Por ello, luego del irracional tráfago fratricida del miércoles, en Tarija se impuso la paz y la razón. La tregua, que la Defensora del Pueblo aspira a que sea permanente, es un hecho que diferencia a los tarijeños de ciertos "dirigentes" que, sin exponer su propio pellejo, empujan a nuestros jóvenes hacia la violencia y la muerte.
En ese contexto, debemos apoyar sin condiciones toda iniciativa de los dirigentes y autoridades tarijeños que persisten en sus llamados a la paz y al diálogo. Esperamos que las declaraciones del prefecto departamental en este sentido vertidas ayer expresen un deseo auténtico y, por ello mismo, se diferencien de la retórica masista encarnada en la voz del presidente, el vicepresidente y el ministro de la Presidencia.
Con esa actitud del oficialismo, suenan huecas y cínicas sus acusaciones contra el prefecto pandino sobre las nueve muertes que ayer contamos los bolivianos en medio de la vorágine de la violencia que lleva ya varios días: la responsabilidad de esas muertes es, primero del gobierno central y también primero, de los opositores liderizados por el prefecto pandino. Pero es Evo el que deberá responder primero por ellas. ¿Acaso no fué él quien interpretó que los resultados del referendo revocatorio le autorizaban a imponer su constitución destructora de lo boliviano?
En Tarija no tenemos ni debemos contar muertos y menos aún por causa y responsabilidad de la violencia provocada por sectores radicales. Ninguna demanda justifica la muerte de nuestros compatriotas ni la división del país. Estamos obligados a liderizar la cruzada por la paz y dar pasos concretos en esa dirección, oponiendo a la violencia fratricida la fuerza de la razón de patria que encarna el 99% (o más) de los bolivianos.
12 de septiembre de 2008, Editorial, El País. (Tarija, Bolivia)

jueves, 11 de septiembre de 2008

Reflexiones sobre política exterior

"Comenzamos desde este momento a evaluar las relaciones diplomáticas con el Gobierno de Estados Unidos."

"¡Váyanse al carajo, yanquis de mierda, que aquí hay un pueblo digno. Váyanse al carajo cien veces!"

"Nosotros, yanquis de mierda, sépanlo, estamos dispuestos a ser libres, pase lo que pase y cuéstenos lo que nos cueste. Ya basta de tanta mierda de ustedes, yanquis de mierda."

"Ya llegaron dos avioncitos rusos, pero otros vienen por ahí; estos son un adelanto nada más, y cuando llegue la flota rusa, que viene para acá, se van a volver locos."

“Ojala, como dicen nuestros hermanos los árabes: ojala, Inshalah, salam aleikum, ojala que algún día el pueblo de los Estados Unidos tenga un gobierno con el que se pueda conversar.”

"Cuando haya un nuevo Gobierno en Estados Unidos mandaremos un embajador.”

Columna transversal: Que se pensione Edén Pastora

“Espero que el abrazo de Daniel Ortega y la condecoración, pueda darle al ‘Comandante Cero’, algo más que fama; una pensión justa y decorosa para el héroe de la revolución nicaragüense,” escribe en este blog Nelson Romero, refiriéndose al abrazo público que los dos comandantes se dieron en el 30 aniversario de la toma del Palacio Nacional.

Parece que el buen deseo de Nelson Romero ya se hizo realidad. Según Radio Primerísima, que tiene buena relación con el gobierno de Nicaragua, Edén Pastora funge como ‘Ministro del Poder Ciudadano’, haciendo equipo con Rosario Murillo.

Se lo ganó con un discurso de total e incondicional apoyo al presidente Ortega y su esposa. Y con una crítica aguda a los disidentes sandinistas, entre ellos Hugo Torres y Dora María Tellez, quienes dirigieron, junto con Edén Pastora, el asalto al Palacio Nacional. Según Pastora, ellos se han aliado con los enemigos de la revolución. Palabras audaces de alguien que se ha alzado en armas contra el primer gobierno de Daniel Ortega, contra quienes se alzan contra el segundo con escritos y huelgas de hambre...

Aquí partes del discurso de sumisión que del “comandante” sandinista, luego contra, ahora nuevamente sandinista Edén Pastora:

“Compañero y hermano, Presidente de todos los nicaragüenses, Comandante Daniel Ortega Saavedra; compañera Coordinadora de Comunicación Social y Ciudadanía, Rosario Murillo... Ya tenía muchos años de querer hablar con ustedes, para decirles en estos momentos difíciles, Daniel, más difíciles que el 80 cuando la guerra del imperialismo norteamericano, porque estamos abocados, apoyando a este Gobierno Sandinista, dirigido por nuestro Comandante y su compañera esposa, y miles de hombres y mujeres que todavía amamos a Nicaragua...”

“Una Revolución difícil, en libertad y en democracia... Hace 30 años, nosotros luchábamos por estas cosas, y como dijo la compañera Rosario, ¡por eso somos sandinistas! Hacer la Revolución..., sin un medio de comunicación escrito, sin un medio radial! sólo con una televisión, ¡es difícil Daniel, lo que estás haciendo!”

“Por eso, las mujeres y hombres conscientes, tenemos que apoyar esta Revolución. Hay un poeta que anda diciendo que Daniel es ladrón, porque dice que se robó el Partido. ¿No fue él, con Sergio Ramírez y 30 diputados, que dejaron solo al Comandante?”

“Y se atreven a decir que el Comandante Daniel es excluyente, que los ha corrido a todos y se ha quedado solo, Daniel con el Partido. ¡No es cierto...! ¡Lo dejaron solo, lo abandonaron! Y, si no es la perseverancia y tenacidad del Comandante Daniel, basado en sus principios, porque sin sus principios no puede mantener la perseverancia... por eso es que ese grito ¡Viva Daniel! debe de ser un grito de consigna de nosotros. ¡Daniel, Daniel, Daniel!”

“Una figura nacional y una figura mundial, una figura mundial desde hace mucho tiempo, mucho antes que otras figuras mundiales de América Latina, ya era Daniel Ortega, y les duele... ¡y les arde!”

“Estoy apoyando este Gobierno Revolucionario y Sandinista, porque está haciendo la más bella de las Revoluciones del mundo, con libertad de prensa, con libertades políticas.”

“En estos momentos de guerra, una guerra mediática, de condiciones distintas, tenemos que hacer esta Revolución, aunque nos cueste mucho más que la Toma del Palacio, y por eso, esa bandera será siempre y la llevaremos en el corazón, y nuestro grito será de verdad de ¡Patria Libre o Morir!”

Es cierto, urge que se pensione este señor. Pensionar en el sentido de retirarse de la vida activa.

Columna transversal: Managua, 25 años después

Me tocó trabajar en Managua en los años 80. “No es una ciudad, es un potero con semáforos”, me dijo mi amigo Hernán Vera, cineasta venezolano, después redactor y editorialista de Radio Venceremos, hoy nuevamente cineasta.

Todavía es un potrero, ahora con más semáforos. Managua ha cambiado. Han construido gasolineras y centros comerciales por todas partes. Pero sigue sin tener centro. Desde el terremoto que destruyó Managua, han pasado 36 años, y ningún gobierno --de ningún color-- ha reconstruido el centro. ¡En 36 años!

Aun hay escombros, sólo que sirven de material para viviendas precarias que ya tienen más de 30 años de ser provisionales. En algunos de los cientos de predios baldíos --cuadras enteras donde antes funcionaba el comercio-- han hecho algunos parques, pero la mayoría sigue sirviendo para botar basura o para amarrar burros, caballos y vacas.

Hoy almorcé con un amigo que durante el primer gobierno sandinista fue alto funcionario en uno de los ministerios claves para la obra social. Le pregunté cómo es posible que Managua sigue igual, que la gente vive en igual pobreza, que no se ha reconstruido ni la capital destruido por el terremoto del 1972 ni el tejido social destruido por dictaduras, revoluciones y contrarrevoluciones. Me dijo “Porque ninguno de los últimos gobiernos --y tampoco el actual de Daniel Ortega-- ha trabajado para resolver los problemas sociales de la gente. Todos han trabajado para su gente, para sus respectivos partidarios.”

Otro amigo nicaragüense, Carlos Fernando Chamorro, ex director de Barricada, el entonces órgano oficial del Frente Sandinista, hoy me cuenta que está en una lucha por defender la libertad de prensa y de expresión contra el intento del “sandinista” Daniel Ortega de callar las voces críticas a su gobierno. Ayer me contó lo mismo el redactor jefe de La Prensa. El hecho que me lo dicen dos de los periodistas más destacados de Nicaragua, uno de derecha y uno de izquierda, demuestra lo serio que es el conflicto entre medios de comunicación independientes y gobierno. Y demuestra otra cosa: Este no es un pleito entre izquierda y derecha, como muchos lo quieren pintar: El FSLN de Daniel Ortega como exponente de la izquierda latinoamericana, sus detractores aliados o instrumentos de la oligarquía y del imperialismo norteamericano.

En Nicaragua, la gente decente de izquierda y de derecha está enfrentándose conjuntamente a un grupo que quiere perpetuarse en el poder político para adquirir hegemonía como grupo económico.

Cuando llegué a Nicaragua en los años 80, Ernesto Cardenal fue el símbolo de una revolución que incorporaba lo mejor del catolicismo, la poesía, la capacidad crítica de los intelectuales. Hoy Daniel Ortega tiene un pacto con lo peor y más corrupto del catolicismo nicaragüense y está al punto de meter preso al cura-poeta-intelectual Ernesto Cardenal. Rosario Murillo, esposa de Daniel Ortega y responsable de las políticas de cultura y comunicación del gobierno, tilda de “ignorantes” a los escritores cubanos y los intelectuales de toda la izquierda latinoamericana que se han solidarizado con Ernesto Cardenal en su conflicto con la pareja presidencial.
El verdadero pecado de Ernesto Cardenal es que no se calla. Usa su enorme prestigio y su autoridad moral para decir que este gobierno no es revolucionario sino corrupto.

Rosario Murillo armó berrinche no sólo con los hermanos Mejía Godoy, Ernesto Cardenal, Carlos Fernando Chamorro y otros símbolos de los valores sandinistas, sino también con Celia Hart, hija de dos de los símbolos de la revolución cubana y amigos personales de Fidel Castro y Ernesto Guevera, Haydée Santamaría y Armando Hart. Por criticar a Daniel Ortega, le negaron la visa de entrada a Nicaragua.

¿Qué cosa terrible ha escrito Celia Hart para que Daniel Ortega le niega la entrad al país a una amiga de Fidel? Escribió esto sobre la política de unidad nacional (léase el pacto Daniel Ortega-Arnoldo Alemán) del FSLN: “Como nos dijo Ernesto Cardenal: ¿Unidad entre pobres siguiendo como pobres y los ricos como ricos? ¿Es esa la unidad que necesita Nicaragua? ¿Hay ley de punto final a los corruptos de Arnoldo Alemán y los contras?”

Quiere decir, no sólo defendió a Ernesto Cardenal contra los ataques de Ortega y Murillo, sino acusó a los acusadores. De repente, en la visión de Celia Hart, que lastimosamente murió esta semana en un accidente automovilístico en La Habana, los que gritan “ladrón”, son los ladrones. Y los que gritan “traidor”, resultan los traidores.

Me quedaré un rato en Managua porque me encantan los nicas. Y para entender y poder explicar todas estas paradojas que encuentro al regresar después de 25 años.

(Publicado en El Diario de Hoy)

El Che más ambiguo vende aún más

El magnetismo del héroe revolucionario crece entre unos jóvenes que renuncian al maniqueísmo - La película de Steven Soderbergh contribuye a mitificar al máximo el viejo icono.

Fueron los jóvenes los que en la década de los sesenta convirtieron al Che Guevara en un icono que resumía su rechazo radical a la sociedad capitalista. Y son los jóvenes los que hoy lo llevan incorporado como un tatuaje o los que lo lucen en sus chapas o sus cinturones. El mensaje del guerrillero prendió en aquellos años y todavía a finales de los ochenta, cuenta Jon Lee Anderson, uno de sus biógrafos, "había a lo largo del mundo unas cuarenta guerrillas vivas que utilizaban la violencia para cambiar el mundo".

Fueron los jóvenes los que en la década de los sesenta convirtieron al Che Guevara en un icono que resumía su rechazo radical a la sociedad capitalista. Y son los jóvenes los que hoy lo llevan incorporado como un tatuaje o los que lo lucen en sus chapas o sus cinturones. El mensaje del guerrillero prendió en aquellos años y todavía a finales de los ochenta, cuenta Jon Lee Anderson, uno de sus biógrafos, "había a lo largo del mundo unas cuarenta guerrillas vivas que utilizaban la violencia para cambiar el mundo". Hoy, en cambio, no parece que el mensaje revolucionario sea el que prende en la mayoría de los jóvenes. "Ya no interesan los héroes de una pieza, son los personajes ambiguos los que atraen a las nuevas generaciones", afirma el sociólogo Enrique Gil Calvo.

El pasado viernes se estrenó la primera parte de la nueva película que sobre el Che Guevara ha dirigido Steven Soderbergh y protagoniza Benicio del Toro. El célebre personaje, que es también desde hace tiempo un icono de la cultura de masas, conserva una excelente salud. La película se proyecta en España en 340 salas y, según los datos provisionales de taquilla, ha sido la más vista durante el último fin de semana. ¿Se mantiene intacta la fascinación por el mítico revolucionario? ¿Han incorporado las nuevas generaciones al guerrillero como un referente de sus expectativas vitales? ¿O lo que ocurre responde simplemente a estrategias de mercado, al buen olfato de unos buscadores de oro que han vuelto a explotar un riquísimo filón?

"Vivimos en un mundo pos-ideológico, globalizado, en el que reina el consumismo y el sentido pragmático y donde el tipo real, el que tiene los pies en la tierra, está preocupado por pagar la hipoteca de la casa, las letras del coche o decidir si el próximo viaje va a ser a las islas Mauricio o a Zambia. ¿Qué lugar hay en ese contexto para la revolución?". El que habla es el periodista estadounidense Jon Lee Anderson, autor de la biografía más celebrada del guerrillero -Che Guevara. Una vida revolucionaria (Anagrama)- y asesor histórico de Soderbergh en la película. "Me refiero a los países ricos de Occidente, pero no hay que olvidarse del otro mundo. Y ahí todavía están vigentes esas ideologías aparentemente vencidas, y es donde el personaje histórico del Che tiene mucho que decir. Incluso entre los nuevos rusos, pongamos Abramóvich, hay unos aires de superpotencia, y aunque no crean en una revolución intercontinental no les viene mal la identificación con un símbolo popular que habla de justicia y de ayuda a los desfavorecidos".

"El mito del Che ha crecido alimentado por la sociedad en la que vivimos, frívola y materialista, que está justo en las antípodas de los valores que él representa", explica el escritor argentino Pacho O'Donnell, autor de otra biografía del personaje -Che. La vida por un mundo mejor (Plaza & Janés)-. "La caída del régimen comunista lo ha desposeído además de su condición ideológica, con lo que ha quedado de él su idealismo y su fuerza de personaje épico. Mientras más crezca la carencia de valores, más va a crecer ese mito".

Steven Soderbergh contó en Cannes, cuando presentó por primera vez las dos partes de su película, que la decisión última de rodarla lo asaltó cuando vio la imagen del revolucionario en la nalga de una mujer en Nueva York. "Estoy seguro de que aquella chica no tenía ni idea de quién era ese tipo que llevaba tatuado. Y ésa fue mi idea: darle una historia a la foto de la camiseta".

El Che está en todas partes. Mejor, la imagen del Che que procede de la fotografía que Alberto Korda le hizo en 1960 durante un mitin en La Habana está en todas partes. Hay chicas que la llevan pintada en cada una de sus uñas, se ha estampado en vasos y llaveros, está en latas, en peluches, tatuado en cualquier parte del cuerpo. ¿De cuál Che se habla entonces, si es que son distintos? ¿Del que estuvo en Sierra Maestra combatiendo a Batista (entre otras muchas cosas) o del que está estampado en los posavasos de una discoteca de moda? ¿Tienen algo en común?

"A partir de 1956, los jóvenes radicales de Europa occidental se alejaron de la desalentadora experiencia comunista de la Europa del Este para buscar inspiración en lugares más lejanos", cuenta Tony Judt en su libro Postguerra (Taurus). Y, a partir de 1967, explica, el movimiento contracultural adoptó una línea más dura "por asociación con los idealizados relatos de los insurgentes de la guerrilla tercermundista". En 1968 apareció el póster de Guevara, y una inmensa cantidad de jóvenes lo convirtió en un referente. Y fascinó, sobre todo, comenta el ensayista cubano Iván de la Nuez, a los intelectuales europeos. "Buscaban causas remotas con las que comulgar, y hubo muchos que se rindieron ante la figura del Che, de Sartre a Wim Wenders. O a Regis Debray, que se apuntó a la guerrilla en Bolivia".

¿Y los jóvenes de hoy? "La imagen del Che forma parte del santoral interclasista posmoderno de muchos jóvenes, junto a otras celebridades que funcionan como iconos románticos", comenta el sociólogo Enrique Gil Calvo. "Pero no creo que sea capaz de movilizarlos hacia la izquierda. Las cosas han cambiado mucho y los héroes actuales de la juventud ya no son de una pieza, les interesa más la ambigüedad moral. Ahí está Darth Vader, el lado oscuro de la fuerza".

De la Nuez dirige la programación del Palau de la Virreina, en Barcelona. Allí se presentó hace un año una exposición, Che! Revolución y mercado, que mostraba la suerte que ha corrido el icono. "Es curiosa la distancia que existe entre la unilateralidad del Che y la multilateralidad del icono", cuenta De la Nuez. "El invento del póster es del editor italiano y militante de la izquierda radical Giangiacomo Feltrinelli, que lo publicó como apoyo publicitario para acompañar la promoción del Diario en Bolivia del Che. El título que le puso tiene un punto psicodélico y es un guiño a una canción de los Beatles: Che in the sky with jacket. Un hombre fotogénico que muere joven y deja un hermoso cadáver. ¿Qué más se puede pedir en una época que rendía culto a la juventud?".

Joven, guapo, viril. "El Che no es un invento de Andy Warhol", observa Jon Lee Anderson. "Detrás del icono está la historia de un revolucionario y, aunque se haya convertido en un producto de consumo, hay quienes piensan que a través del fetiche pueden llegar sus ideas". Gil Calvo no comparte esta idea, por lo menos si se refiere a los jóvenes de las sociedades occidentales. "No creo que pueda interesarles nada de cuanto tenga que ver con la guerrilla y con ideas de la vieja izquierda tradicional. Están más próximos a los movimientos antiglobalización o a las ideas ecologistas".

El caso es que cada cual interpreta la imagen a su manera. Iván de la Nuez: "El personaje histórico tenía muy claro lo que quería, y lo ha dejado contado en los libros que fue escribiendo. Era un revolucionario, creía en la violencia como camino para poner el mundo al revés y, frente a la importancia de la revolución, sentía un profundo desprecio por su vida y por la de los demás". En el póster de Korda, en cambio, observa que "cada cual puede encontrar lo que quiere: afán de justicia, una vida épica y romántica, la entrega a los demás, la autenticidad de unos principios. Vale todo".

Pacho O'Donnell no ha visto aún la película de Soderbergh. "¿Se ocupa de su infancia?", pregunta. No, no lo hace, arranca en México en 1955 cuando conoce a Fidel Castro. "Es muy difícil conocer al Che si no se conoce su infancia", dice. "Fue un niño contemporizador, conciliador, sin ninguna tendencia a la violencia. No hay historias suyas de peleas con sus compañeros ni con sus hermanos, tan propias de los chavales. Su opción por la violencia fue tardía y totalmente racional, ideológica. Pensaba que a la violencia desatada de sus enemigos sólo se podía responder con una violencia de la misma intensidad".

La primera parte de la película se detiene en el camino hacia La Habana. No se cuenta nada de su trabajo inmediatamente posterior en la Fortaleza de la Cabaña, donde fue el encargado de liquidar, con juicios sumarísimos, a los asesinos y torturadores de Batista. "Muchos sostienen que se le fue la mano y que se cargó de paso a cuantos disentían de la revolución", comenta O'Donnell. "En todas las revoluciones hay excesos, basta consultar la historia, y el trabajo sucio de la que se hizo en Cuba Fidel se lo encargó al Che", añade.

Recuerda O'Donnell que Bernard-Henry Lévi le comentó en París, cuando presentó allí su biografía, que el ideal de la pureza en política es trágico porque conduce al fanatismo. Anderson observa que Soderbergh ya salió en Cannes al paso de posibles críticas cuando defendió que su trabajo hablaba del Che que él había descubierto, y que no pretendía detenerse en cada uno de los episodios que vivió. "Quizá no haya rodado veinte minutos de fusilamientos, pero el Che doctrinario y estricto está en su película".

"Todo el mundo se queda con la idea de que el Che era alguien que estaba dispuesto a morir por un ideal, y se olvidan de que también estaba dispuesto a matar por él", señala O'Donnell. En la película ordena que fusilen a dos guerrilleros que han hecho de las suyas: uno, robando a los campesinos; otro, violando a una mujer joven. En su diario cuenta de manera rotunda la ejecución de un traidor. El ejército de Batista había atrapado a un guerrillero y le perdonó la vida a cambio de información. Pero los revolucionarios lo descubrieron, y Castro le anunció que sería ejecutado. O'Donnell cita en su libro la referencia que hizo del episodio el Che: "La situación era incómoda para la gente y para él, de modo que acabé el problema dándole en la sien derecha un tiro de pistola 32, con orificio de salida en el temporal derecho. Boqueó un rato y quedó muerto".

Así que el Che vuelve a fascinar, aunque Gil Calvo señale que lo hace "más como icono posmoderno que como revolucionario". Jon Lee Anderson subraya que ese Che es el Che de Soderbergh, que podrían hacerse otras miles de películas centrándose en episodios diferentes. "Fue un revolucionario al que nunca le interesó la democracia", dice De la Nuez. O'Donnell subraya su vocación de sacrificio: "Cuando terminó medicina iba a dedicarse a la cura de leprosos en Venezuela, pero terminó en Guatemala. Allí asistió al derrocamiento de Jacobo Arbenz por haber tocado los intereses de los latifundistas, y entendió de manera radical que la violencia era indispensable para imponer cambios profundos".

"Guevara fue el puente que conectó el 68 con lo que ocurriría después", reflexiona Iván de la Nuez. "A partir de la utilización de su figura, la revolución se convierte en una cuestión estética y se frivoliza". ¿No contribuye Soderbergh a confirmar la leyenda? Anderson tiene claro que, como la de cualquiera, es legítima la lectura que Soderbergh y Del Toro han hecho del guerrillero. "Lo que importa es el debate, la discusión. Escribir su biografía me llevó un montón de años y sólo inviertes ese tiempo en un personaje si te resulta simpático. Sin embargo, ahora mismo, no sé lo que pienso del Che. No sé si me gusta o no me gusta".

martes, 9 de septiembre de 2008

El Comandante no tiene quien lo pensione

“Apártate, jodido, quítense no estorben, qué viene el hombre para acá”, dijo Edén Pastora, a los Guardias Nacionales que custodiaban la entrada principal del Palacio Nacional de Nicaragua, después de bajarse de un Jeep color verde olivo, de manera precipitada. Su traje militar nuevo de “fatiga”, de oficial de La Escuela de Entrenamientos Básicos de Infantería, botas con lustre impecable y dando órdenes al pelotón que lo seguía, confundió a los Guardias que como era costumbre cuando el General Somoza visitaba una institución de Gobierno, entregaban sus armas a la seguridad del Dictador.

Ese 22 de Agosto de 1978 a plena luz del día, unos 25 guerrilleros del Comando Sandinista “Rigoberto López Pérez”, en un golpe audaz y temerario, asaltan el Palacio Nacional de Nicaragua, dónde además del Congreso, estaban las dependencias de el Ministerio de Hacienda, Gobernación, Tribunal de Cuentas de La República y otras instituciones, tomando como rehenes a más de 2000 personas entre Ministros, Funcionarios, empleados, periodistas, visitantes y diputados (liberales y Conservadores), qué llevaban a cabo la ultima sesión, antes de entrar en receso por vacaciones.

Edén Pastora, en una reunión en los primeros meses de 1978, en San José, Costa Rica, con Daniel y Humberto Ortega, Víctor Tiznado, Herty Lewites y Carlos Coronel Kautz, miembros de las tendencias guerrilleras, qué constituirían al Frente Sandinista de Liberación Nacional (F.S.L.N), tuvo la idea de “La toma” del Palacio Nacional de Nicaragua, cuándo se llevase acabo una sesión del congreso, esa acción fuerte y espectacular, golpearía hasta los cimientos a la dictadura, tendría un efecto propagandista a nivel mundial y potenciaría la insurrección, dijo Pastora; esta idea fue calificada de suicida e imposible de realizar por Daniel Ortega y Lewites, si la apoyo Humberto Ortega y pidió se sometiera a consideración la operación, que denominaron “Muerte al Somocismo, Carlos Fonseca Amador”.

La “Operación Chanchera”, como se le conoció entre el pueblo nicaragüense, en alusión a los diputados nicas, a quienes les decían “Chanchos”, no por aprecio ó respeto; fue conducida por Edén Pastora, quien se hizo mundialmente famoso como: “El Comandante Cero”, en ese entonces de 42 años, junto a otros guerrilleros como Hugo Torres, (Comandante Uno) y Dora María Téllez, (Comandante Dos), fue el principio del fin de la Dinastía Somocista. Con la negociación y mediación de Monseñor Miguel Ovando y Bravo, el asalto al Palacio Nacional culmina el 24 de Agosto, después de 45 horas de ocupación, al ceder el Gral. Anastasio Somoza Debayle a las demandas de los guerrilleros de tendencia tercerista, liberando a 59 prisioneros, publicaciones de demandas en los periódicos propiedad de Somoza y un botín de $500,000.00 U.S.D.

Después de un mensaje al país, ante los periodistas, diputados y funcionarios cautivos, en el asalto al Palacio Nacional, en el que fustigaba a la dictadura, “el Comandante Cero”, parte en unos buses hacia el Aeropuerto Internacional “Las Mercedes”, con sus comandos, prisioneros liberados (entre ellos Tomas Borge, Daniel Ortega y Joaquín Cuadra), diputados y funcionarios, siendo ovacionados por muchos nicaragüenses, a su paso por las calles de Managua. Monseñor Ovando y Bravo, rehenes y otros mediadores, los acompañaron como garantes, de donde partirían hacia Panamá, Venezuela y México.

El Comando sandinista “Rigoberto López Pérez”, sin ninguna baja, y con su famoso “Comandante Cero”, ya héroe de la revolución, marca la historia reciente de Nicaragua. Edén Pastora después del triunfo sandinista, fue Viceministro de el Ministerio de el Interior, Jefe Nacional de Las Milicias del F.S.L.N., pero no fue integrado a la “Junta Militar de los Nueve Comandantes”, en 1981, renuncio a sus cargos y rompe con el F.S.L.N. por la forma de conducir la revolución, se exilia a Panamá y luego a Costa Rica en donde funda A.R.D.E., (Alianza Revolucionaria Democrática) y empieza su lucha a tiros contra el régimen sandinista.

“Si es cierto que el Diablo existe, díganle que también le vendo el alma”, dijo Edén Pastora, el 7 de Enero de 2001 a “El Nuevo Diario” de Managua, a donde llego a poner un clasificado “con el agua hasta el cuello”, en el que le cobra a unas personas que le deben dinero y pone en venta unas alhajas con mas valor sentimental que monetario y un cachorro de León Africano al cual no puede mantenerle su dieta carnívora y lo ha vuelto vegetariano; tal vez no muy felizmente para los que amamos a los animales y a la naturaleza, el cachorro fue comprado por un Circo, en donde quizás le den un poco de “carne” y otros cuidados.

Entre las alhajas en venta esta un “Rolex”, dicen que este reloj, perteneció al Gral. Somoza y Edén lo confisco, en la toma de el Palacio Nacional, a uno de los diputados y lo entrego al F.S.L.N, para recaudar fondos para la revolución. La dirección del F.S.L.N., se lo dio como trofeo; un anillo de diamantes que le dio el Gral. Omar Torrijos, ex mandatario de Panamá, otros anillos obsequiados por Alan García de Perú, en su primer mandato. Amigo en aquellos tiempos de Fidel Castro, Carlos Andrés Pérez, Felipe González y Gabriel García Márquez, quién según dicen, se inspiro en el asalto al Palacio Nacional, para su famosa novela “Noticia de un secuestro” y refiriéndose a Pastora, escribió: “Que un hombre así, no podía acostumbrarse al tiempo parsimonioso del poder”, en alusión al espíritu aventurero de “Cero”.

Edén, ya viejo con el pelo encanecido por el paso inexorable de los años, con varias libras de más, quizás con achaques de salud , con lentes de aumento y urgido de dinero, ante la abundancia de escasez de casi todo, dice reflexivo: “Cuando eres famoso los amigos te buscan, pero cuando estas viejo, pobre y jodido, los jueputas amigos se te esconden”, hoy se encuentra a sus 72 años con temor a una vejez empobrecida junto a su familia y ve un futuro sin ninguna esperanza….El comandante no tiene quien lo pensione.

Edén Pastora dijo a El Nuevo Diario: “Pude haber metido las patas, pero nunca las manos”, como queriendo decir que él nunca participo “en la piñata sandinista”, por la cual se repartió el “botín de Somoza” y de otros que se hicieron de fortuna en ese régimen, por “los revolucionarios libertadores” del pueblo de Nicaragua de la dictadura Somocista.

El 23 de Agosto de 2008, Daniel Ortega, Presidente de Nicaragua, en un Acto de Masas, frente al Palacio Nacional, condecoro a Edén Pastora con “La Orden Carlos Fonseca”, en ocasión del 30 aniversario del asalto al Palacio Nacional, junto a 12 comandos guerrilleros sobrevivientes, (Diez ya están fallecidos). Hugo Torres y Dora María Téllez, no fueron condecorados por ser disidentes sandinistas. Espero que el abrazo de Daniel Ortega y la condecoración, pueda darle al “Comandante Cero”, algo más que fama; una pensión justa y decorosa para el héroe de la revolución nicaragüense.

Jubilo, se deriva del latín “jubilaeus o jubilare”, es sinónimo de alegría y dio origen a “Jubileo”, qué es la celebración de cumplir cincuenta años en algún acontecimiento de la vida cotidiana de las personas y en el marco laboral, la palabra “Jubilación” es la alegría que debe sentir una persona por dejar de trabajar, después de un largo periodo de su desempeño laboral.

En la empresa privada o en instituciones de gobierno, en nuestro país, ese periodo, por hoy, es de 55 años para las mujeres y de 60 años de edad para los hombres y una cotización mínima de 25 años. Hay recomendaciones de parte de “expertos”, de aumentar los años de trabajo, pues consideran que todavía se puede hacer “un esfuerzo más” y que es perjudicial para “la economía del país”, la jubilación de “una fuerza laboral muy joven”. Estos “Expertos”, han de ser jóvenes y tal vez, por eso, no saben que “el vigor vital” con la edad se va terminando, que se deteriora la salud y cual es el promedio de vida en nuestro querido El Salvador. Las ofertas de empleo de muchas empresas Privadas, discriminan a las personas mayores de 35 años y en las instituciones de gobierno en la mayoría de veces, solo se accede a ellas con sendas recomendaciones del “Partido” o de un Compadre bien conectado. Pensionarse por lo general es todo lo contrario, para muchos salvadoreños; llegar a jubilarse es motivo de preocupación, por lo exiguo de las pensiones y el alto costo de la vida, causado por la galopante inflación, que reduce el poder de compra de los salarios y pensiones, de la canasta básica y de los bienes y servicios.

Con el paso de los años los hombres y las mujeres vamos perdiendo nuestra fuerza, la salud es más vulnerable ante las enfermedades y lo más triste también perdemos la consideración, cortesía y solidarismo de los más jóvenes, lamentablemente esto se ve en instituciones que deberían cuidarnos y protegernos como el “Seguro Social”, gracias a Dios hay honrosas excepciones, entre Médicos, personal de Laboratorio Clínico, enfermeras, atención al derechohabiente y otros.

Hay “Jubilados” que tienen pensiones paupérrimas que no están acordes con el alto costo de la vida, y se ven obligados a buscar otras alternativas de trabajo, como recolectar latas y plásticos en las calles ó un trabajo de cualquier cosa, para poder sobrevivir y paliar sus espantosas angustias por el pan nuestro de cada día; como quisiéramos muchos ser “honorables diputados” en edad de jubilarse para poder “mamar a dos tetas”, como algunos, con “pingues” salarios y pensiones a la vez, pero ese privilegio en nuestro amado El Salvador solo es para los “honorables Padres de la patria”, quienes “sacrifican” su vida para servir a los salvadoreños y les gusta tanto ese “sacrificio” que se rebuscan por otro periodo más y luego otro más, pues su aporte al país es necesario e imprescindible. Que seria de nuestra patria, si ellos nos faltaran algún día, seria un “país ingobernable”; qué malos hijos somos los salvadoreños al no comprenderlos y habernos opuesto junto a los “Medios de comunicación” al aumento salarial que “se recetaron”, a finales del año pasado y que tanto merecían... para según nos dijeron algunos, era para ayudar a muchos compatriotas con “pelotas” de Futbol y de paso, para engrosar también su “pensioncita”, para un justo y merecido “retiro dorado”, por sus esforzados servicios a la Patria. Como en toda regla, hay siempre excepciones: también tenemos diputados ilustres, dedicados a su trabajo, probos y de conducta intachable en el primer órgano del estado.

La campaña electoral adelantada que ya tenemos los salvadoreños, para la contienda del 2009 (error de percepción de muchos Salvadoreños), ya el “Tribunal Supremo Electoral”, dijo hasta la saciedad que no lo es mientras no nos pidan el voto; nos traerá nuevas propuestas, promesas y hasta compromisos de los candidatos a Presidente, diputados y Alcaldes de los dos principales partidos políticos y también de los “Peques” y “Chipilines “como dijo una vez, un “pintoresco “diputado.

Para ganar nuestros votos y ellos ganar “La Guayaba” y el poder, (Todos quieren mayoría en la asamblea, para poder cumplir sus promesas), a varios Candidatos los veremos “chineando niños de barriada”, tomando “Sopa de Puya” en los mercados, abrazando a unas cuantas “viejecitas” en La Línea ex férrea, ( donde ya se “clavaron” muchos rieles y los vendieron como chatarra) y además, se oye decir que proponen al noble pueblo salvadoreño, muchas promesas de bienestar para todos los sectores y estratos, (hacer de El Salvador un Shangri-La, como el de la fecunda imaginación de James Hilton).

Para los pensionados y de la tercera edad, se habla de introducir reformas en su beneficio a La Ley SAP, rescatar lo mejor de el INPEP e ISSS, para ayudar a los ya jubilados, “la pensión universal” para todos los adultos mayores de El Salvador sin pensionar, revalorizar pensiones, recreación y esparcimiento, buscar mecanismos de compensación, quizás estén pensando en una empresa estatal, como “el fenecido” Instituto Regulador de Abastecimientos ( perdón, ya escribí esa mala palabra) robustecer el “Seguro Social “y La Red Hospitalaria Nacional, pues alimentos y salud es lo que mas necesitamos, aparte de servicios básicos mas baratos, como electricidad, telefonía, agua y transporte. Tendrán quizás la feliz idea de construir “un Gran Asilo” para los que sus buenos hijos han abandonado a su suerte, los Candidatos sabrán de donde sacaran “La Plata”, nosotros solo preocupémonos en darles nuestros votos y aplaudirles tan felices ideas.

Los por hoy jóvenes trabajadores, deben de apoyar a los “Pensionados” y Adultos mayores, al emitir su voto, el que debe ser para el candidato que dentro de su “Plataforma de Gobierno”, contemple planes y compromisos serios, sin demagogia y un “lunático populismo”; que serian promesas sin cumplir al llegar a “La Guayaba” y que solo podríamos pasarles la factura, en la siguiente elección.

Este apoyo de los jóvenes, a los que en “algún día pasado” contribuimos en diferentes puestos de trabajo a forjar nuestro país; también será, algún día no lejano su futuro; les recuerdo el viejo adagio: “Como los miro me vi y como me ven, Dios mediante, se verán”.

Tristemente en mi país, muchos hermanos Salvadoreños igual a “El Comandante Cero”, no tienen quien los pensione…

Carta a Ernesto Cardenal

La Habana, 27 de Agosto 2008
Hermano Ernesto Cardenal:

Me acabo de enterar que ha sido condenado Usted a una multa por supuestos delitos de injurias. Vuelve mi corazón a revolcarse de ira y confusión. ¿Cómo puede un gobierno sandinista acusar a un sacerdote que fue la voz de los pobres en Nicaragua, y emblema cultural de América Latina?
Como bien sabe yo no defiendo “la democracia” como tal, pues para mí dada las circunstancias del mundo, es una palabra mal traída y tirada en nombre de la cual se cometen las peores atrocidades y se conjugan muy mal los verbos.

Yo puedo apoyar que cierren partidos electorales, como ocurrió recientemente con el MRS, pues la democracia electoral me es incomprensible; pero su nombre, Ernesto Cardenal, no es un partido electoral: su nombre y su accionar están ligado a los mejores tiempos de la Nicaragua revolucionaria y su envestidura merece mucha más consideración y reverencia.

Usted ostenta la medalla José Martí y múltiples condecoraciones culturales de la revolución cubana, es por tanto un pedacito de ella.

Por lo cual siento vergüenza ajena de que algún dirigente del emblemático Frente Sandinista de Liberación Nacional quiera acusarlo de cualquier cosa...

Qué sea el Presidente de un país me da igual: los presidentes no me interesan demasiado… ¡Si lo sabrá Dios! Me acostumbré desde niña que quien único merece el poder es la revolución… Fidel no fue nunca mi “Presidente” fue el líder revolucionario por excelencia vestido de guerrillero y en oposición al mundo. Fíjese…todavía enfermo sigue estando en la oposición del mundo, baste leer sus últimas reflexiones condenando al capitalismo. Y sí que es muy penoso que el FSLN, siguiendo el rumbo que sea, tenga el valor de acusarlo.

Cuando me negaron la visa para ir a Nicaragua me extrañó, pero no me molestó demasiado porque yo no significo nada que no sea un par de apellidos y un montón de palabras escritas, dispersas y a veces inconexas…mas ahora vuelven a tocar algo tan entrañable y delicado, que no contemplo espacios diplomáticos.

Nuevamente en Nicaragua se me vuela la pasión.

Felicito su actitud de “ir preso”… si hubiese estado en Nicaragua, lo hubiese acompañado con mucho honor y lo hubiese hecho a nombre de ésta la revolución cubana que lo quiere tanto.
Un abrazo en nombre de Haydée Santamaría que sabe lo que estoy haciendo y por supuesto el mío.

Hasta la victoria siempre,

Celia Hart
(Celia Hart es hija de Haydée Santamaría y Armando Hart, ambos figuras emplemáticas de la revolución cubana. Celia Hart y su hermano fallecerieron hace pocos días en un accidente automovilístico en Cuba.)

El fracaso de la campaña negra

La campaña oficial de intimidación contra cualquier opinión crítica a la presidencia de Daniel Ortega, está generando un verdadero c1ima de estupor en el país. La pregunta en las calles y hogares, es quién será la próxima víctima de esta estridente campaña de odio y difamación, que de forma grotesca se pretende justificar en nombre del amor con un lenguaje seudo religioso.

La buena noticia es que en medio de la indiferencia internacional que provoca la segunda presidencia de Ortega, esta tendencia a la regresión autoritaria ahora se proyecta con nitidez fuera de nuestras fronteras y está concitando una ola de solidaridad con Nicaragua.

La inusitada resonancia internacional de un gobierno que se encamina al fracaso, es el resultado de su propia cosecha. En sólo veinte meses de gobierno, Ortega ha cometido toda clase de atropellos y violaciones a la institucionalidad democrática. Pero ha sido la arbitraria condena judicial contra el sacerdote y poeta Ernesto Cardenal, por un juicio del que fue absuelto hace tres años, lo que puso de nuevo a Nicaragua en el mapa mundial.

Otra vez ha quedado expuesta a la vista pública la degradación de un poder judicial que se instrumentaliza para lanzar un ataque político, con el sello inconfundible de la venganza de la pareja presidencial. Una represalia nacida de la ira ante la posición ética que ha sostenido el poeta Cardenal sobre lo que representa el liderazgo de Ortega, y sobre todo después de la acogida que le brindaron al poeta en Paraguay, coincidiendo con la frustrada visita de Ortega a ese país.

Como cualquier ciudadano, el Padre Cardenal no está por encima de la ley, pero se está rebelando ante la manipulación de un adefesio judicial que está por debajo de su propia dignidad como persona. Al preferir la cárcel antes que pagar una multa aceptando una sentencia espuria, Cardenal le está dando una lección a la clase política. Igual que la huelga de hambre de Dora María Téllez representó un despertar de la conciencia nacional, el desafío de Cardenal plantea la validez de la desobediencia civil como recurso de lucha, ante un régimen que todos los días pierde su legitimidad.

¿Cuántos tendrán el coraje de seguir su ejemplo?, es difícil saberlo. Por de pronto, la condena contra el poeta se ha revertido ya como un boomerang contra el régimen Ortega-Murillo. Porque Ernesto no sólo es el más grande de los poetas nacionales vivos y uno de los mejores del mundo, sino además un referente internacional de coherencia e integridad moral, como lo demuestra la solidaridad que le están brindando centenares de intelectuales y personalidades de todo el mundo, encabezadas por Eduardo Galeano, José Saramago, y el Obispo Casaldáliga.

Los ataques contra Cardenal han causado asombro en el extranjero. En Nicaragua lo vivimos como parte de una escalada en la embestida que desde hace varios meses dirige el orteguismo para someter al periodismo independiente y a la sociedad civil democrática.

Bajo esa ola represiva, el canal 2 de televisión cerró recientemente el programa “El 2 en la Nación”, que dirigía el comentarista político Jaime Arellano. Hay distintas versiones sobre los motivos detrás de la cancelación de este espacio, pero todo mundo sabe que fue el presidente Ortega, en persona, quien encabezó los ataques contra Arellano, que luego dieron lugar a una campaña negra en su contra en los medios oficiales. Así se decidió la defenestración de Arellano.

De manera que cualquier exceso que haya cometido Arellano en su labor crítica, se queda corto a la par de la virulencia del lenguaje de Ortega y los abusos y la difamación que todos los días promueven los medios oficiales. Al margen de las reservas que pudieran existir sobre el tono que utilizaba “El 2 en la Nación”, resulta lamentable el cierre de este foro democrático, más aún en un momento de intimidación contra los medios y destacadas figuras de la prensa independiente y la sociedad civil. Cuando más imperiosa resultaba la solidaridad, Canal 2 envió a la sociedad el mensaje equivocado.

Pero el acoso contra Jaime Arellano, tampoco representa un hecho aislado. Desde los medios oficiales, también se pretende difamar a Edgard Tijerino, el mejor cronista deportivo de la región, a quien el mismo presidente Ortega le otorgó el primero de marzo la Orden de la Independencia Cultural Rubén Darío. Si Tijerino es lo que dice la propaganda oficial, ¿entonces por qué lo condecoró Ortega? ¿O es que acaso el Presidente calculó que podía comprar la conciencia de Edgard Tijerino con una medalla, y ahora ordena atacarlo para silenciar sus críticas al régimen?

Y de forma más infame aún se ataca a la periodista, investigadora social, y dirigente feminista Sofía Montenegro, decretando como los fascistas: ¡muerte a la inteligencia! Pero a mayor bajeza y cobardía de la campaña oficial, se engrandecen los méritos ciudadanos de Sofía, y más contundente resulta la evidencia del fracaso de una pareja presidencial que carece de la ética más elemental y de argumentos para rebatir a sus críticos.

En la lista negra del régimen tampoco se ha salvado el humorista Luis Enrique Calderón, pues por encima de todas las cosas el poder le tiene terror a la ironía y a verse retratado en el espejo del ridículo, pero como bien lo ha dicho ya el propio Calderón, “el humor es más fuerte que el odio”.

Y el blanco más reciente ha sido el Centro de Investigaciones de la Comunicación (CINCO) y la ONG británica OXFAM, señalados en una temeraria acusación, al margen de toda legalidad, por “lavado de dinero”. Otra calumnia oficial que se convierte ipsofacto en una orden que se apresta a “investigar” el Ministerio de Gobernación. El objetivo final trasciende a CINCO: Ortega está dando el banderillazo de salida a una cacería contra todas las ONGs y los movimientos sociales, que mantienen su autonomía y espacios de participación ciudadana, frente a los impulsos autoritarios del régimen.
Y uno se pregunta, ¿cuáles son los límites de la intolerancia oficial? ¿o será que al haber perdido la pareja presidencial todo contacto con la realidad, no existe ningún límite?

No hay duda que la campaña negra seguirá enlodando a muchos más nicaragüenses honestos, y no exclusivamente opositores, sino también a funcionarios del gobierno, militantes y simpatizantes del FSLN, empresarios, productores, sacerdotes y religiosos, en tanto mantengan una actitud crítica e independiente frente al gobierno Ortega-Murillo.

Pareciera que el único propósito de esta campaña es “marcar” el territorio del orteguismo. Erigir un muro de contención, ante la creciente influencia que ejercen en la sociedad, intelectuales, artistas, periodistas, profesionales, y organizaciones de la sociedad civil, que gozan de alta credibilidad dentro y fuera del sandinismo. Pero al intentar descalificarlos, a fuerza del insulto y el terror, el gobierno Ortega-Murillo está cavando el foso de su propio descrédito. La podredumbre moral del régimen, es el mejor síntoma de su propio fracaso.

En medio de las amenazas y la incertidumbre con que transcurren estos días, tengo la certeza de que esta desesperada campaña de intimidación oficial, es un síntoma del dolor que acompaña a las contracciones previas al parto de lo nuevo. Nos anuncia el desgaste prematuro de un régimen autoritario, ante una sociedad civil democrática que desde hace rato empezó a perder el miedo.

No nos intimidaron antes, y no nos harán retroceder ahora en nuestro compromiso con la verdad, y con los principios democráticos y de justicia social, por los que miles de nicaragüenses entregaron su vida.
(El autor es periodista independiente nicaraguense. Fue director de Barricada, órgano oficial del FSLN.)