Varios lectores me mandaron mensajes pidiéndome 'una carta a los que abstuvieron' en la controversial elección de magistrados para la Corte de Cuentas. Tienen razón.
Normalmente no hago cartas a pedido. Nunca. Cuando algunos (incluyendo colegas mías que tienen sus propias columnas en algún periódico...) me dicen: "Escribile una carta a fulano de tal, para joderlo...", yo respondo: "Hacéla vos, ¡no seas tan cobarde!"
Pero este caso es diferente. Me están retando que mi crítica sea pareja con todos en este pleito. Ya critiqué, sin misericordia, a los que quieren mantener la vieja maña del manoseo de las instituciones (Corte Suprema, Fiscalía, Tribunal Electoral, Corte de Cuentas...). Pero, ¿qué ondas con los que dicen luchar por cambiar esta vieja maña, pero a la hora de la verdad... se abstienen?
Nadie (en números: 0.00 diputado) votó en contra de la elección de Silvia Aguilar, Javier Bernal y Gregorio Sánchez Trejo. Ustedes declaran a los cuatro vientos que esta elección es inconstitucional, pero no votan en contra de ella. Incluso dan su voto unánime para elegir a Sánchez Trejo como presidente de la Corte de Cuentas. ¿Cómo votan por un hombre que acepta compartir la Corte de Cuentas con personajes cuya elección ustedes dicen que es inconstitucional?
No nos engañemos: Ustedes no solo se abstuvieron de votar por los magistrados impresentables, sino también se abstuvieron de votar en contra de ellos. No sólo se abstuvieron a votar en favor del desacato de la sentencia de la Sala, sino igualmente se abstuvieron a votar en defensa de la Constitución.
Me asusta la idea que los únicos diputados que se niegan participar en los chanchullos, sean unos sinsabores 'ni chicha ni limonada' que tampoco tienen los huevos de votar en contra. Tomando en cuenta de donde ustedes vienen, esto es preocupante. No hay que olvidar que el sistema de manoseo partidario de todas las instituciones no lo inventaron los que ahora tratan de aplicarlo desde Casa Presidencial y el partido FMLN. Lo inventó el viejo pacto ARENA-PCN.
El hecho que ARENA, luego de separarse de quienes llevaron al colmo estos chanchullos, recapacitó y al fin se puso del lado de los que luchan para defender la Constitución y su mandato de instituciones independientes, es muy positivo. Si no, ya estuviéramos igual que los nicas, venezolanos o ecuatorianos: sin separación de poderes y sin garantías constitucionales. Pero este giro de ARENA, para que sea creíble, tiene que ser consecuente. Absteniéndose cuando hay que decir: ¡no!, pone en dudas su voluntad de cambiar las cosas. Es difícil ir a un pleito (y llamar a la ciudadanía a movilizarse) con el grito: "¡Ni de acuerdo ni en contra!". Porque esto es lo que significa una abstención...
Las mismas dudas me asaltaron cuando al fin de un largo empate ustedes dieron sus votos para que un activista del FMLN asumiera la presidencia de la Corte Suprema de Justicia. Y cuando dieron sus votos por los $800 millones de deuda más...
Si nadie va adelante, con rumbo claro, ¿quién va a defender la Constitución?
Saludos,
((Más!/EDH)