Casa Presidencial nos miente: Dicen que no saben quién de sus funcionarios manejó la camioneta oficial que en el puerto mató a un motociclista y se dio a la fuga, asistido por un equipo de la seguridad presidencial. Igual dicen que no tienen documentación de los viajes de Funes…
El Fiscal General nos miente: Dijo que la familia de la víctima ya no busca justicia porque reconcilió. Pero el mismo día el padre de la víctima y su abogado lo desmienten.
Norman Quijano nos miente: Dice que no sabía nada de las reuniones que gente de su partido hicieron con pandilleros para desmontar el boicot al voto por ARENA que el FMLN había negociado con ellos.
El ministro de Gobernación, Arístides Valencia, nos miente: Alega que no sabía que eran pandilleros con los cuales se estaba reuniendo cuando cocinaron este pacto. Tal vez eran NiNi.
Oscar Ortiz finge amnesia: Ya no menciona que como alcalde de Santa Tecla fue partícipe de la tregua y del proyecto Municipios sin Violencia, igual que los alcaldes de Apopa, Ilopango y Zacatecoluca que ahora están en la mira de la Fiscalía por haber hecho tratos con pandilleros para pacificar sus municipios.
El ministro de Hacienda miente: Quiere que le creamos que no sabía nada del nuevo impuesto sobre consumo de luz.
El ministro de Seguridad y el director de la PNC se hacen los majes: Dicen que ellos jamás han autorizado presuntas acciones de exterminio a manos de policías.
Mario Acosta también se hace el suizo: Quiere regresar a ARENA sin explicar qué le dio Funes por ponerle el dedo a Paco Flores.
Nuestro presidente tampoco dice la verdad: Solo lean el discurso de rendición de cuentas que dio el 1 de junio ante la Asamblea. Describió un país en pleno desarrollo social y crecimiento económica, cuando todos vivimos, en carne y bolsillo propios, todo lo contrario.
Podríamos llenar este periódico con esta lista. Cada uno de ustedes la puede completar.
Hay algunos – demasiados – de ustedes que no les importa que el gobierno y otros funcionarios les mientan. Puede ser que ya se resignaron y piensan que esto siempre fue y siempre será así, o incluso que prefieren que les mientan porque no quieren conocer la verdad para no deprimirse. A todos ustedes no va esta carta. Sigan durmiendo.
Pero también hay muchos – y por suerte, cada día más – quienes sí quieren saber la verdad y que sí se indignan cuando les vean la cara. A estos va esta carta. Es por la presión de ustedes, que de repente ya son la mayoría, que se logró hacer la Ley de Transparencia que obliga al Estado y sus funcionarios bajarse los pantalones. Es por la exigencia de ustedes que la Corte Suprema ha abierto investigaciones y juicios de enriquecimiento ilícito contra Tony Saca y Mauricio Funes. Y dependerá de ustedes que la Fiscalía se ponga las pilas en estos casos y no los presente con intenciones de perderlos.
La ventaja de la Ley de Transparencia, del actuar de la Sala de lo Constitucional y de la sección de Probidad: Ya los ciudadanos tenemos forma de saber quiénes nos mienten. Les podemos hacer la cruz, apuntarlos en una lista, y en las próxima elecciones cobrarles.
Que sigan viéndonos la cara. Que sigan pensando que la gente no tiene memoria. Ustedes sigan apuntando y lleven la cuenta. Tarde o temprano habrá día de pago.
Saludos,