sábado, 9 de marzo de 2013

El 'informe Farah' - ¿ficción, investigación o desinformación?

Nadie en la Policía Nacional Civil, ni en la Fiscalía ha escuchado ni siquiera rumores, mucho menos información digna de investigar, sobre grupos de pandilleros siendo entrenados por los Zetas en el cerro de Guazapa. En los pueblos colindantes con el cerro, nadie ha escuchado denuncias sobre campos de entrenamiento militar o sobre movimientos de armados extraños; ni siquiera los que conocen el cerro como su patio trasero y saben todo lo que ahí pasa, los excombatientes guerrilleros asentados en sus faldas en los municipios de Suchitoto y Guazapa. Pero un periodista residente en Washington, quien durante el año 2012 sólo pasó por El Salvador dos veces por menos de una semana en cada visita, revela al mundo que en el cerro de Guazapa los narcos mexicanos de los Zetas están dando entrenamiento militar a pandilleros salvadoreños de la Mara Salvatrucha..

Esto sería simplemente risible, si la organización para la que el periodista trabaja no fuera ligada al aparato de "National Security" de Estados Unidos, y si las conclusiones más descabelladas de su informe sobre "Las pandillas salvadoreñas y el crimen organizado transnacional" no hubieran sido reproducidas, sin el más mínimo esfuerzo de verificación, por El Diario de Hoy (edición de lunes 4 de marzo, paginas 2-5). Para mi en particular esta novela no es risible, porque su autor Douglas Farah es un respetado reportero, quien ha sido amigo mío desde los días de la guerra salvadoreña, cuando nos encontramos en San Salvador y en Morazán - él trabajando para medios internacionales, yo para el Sistema Radio Venceremos. Un colega capaz y buen investigador...

Al principio de la tregua, en junio 2012, Douglas Farah publicó en Washington un informe (The Transformation of El Salvador's Gangs into Political Actors), que aquí ha servido de arsenal inagotable de municiones para todos los detractores de la tregua. Estaba basado en una visita corta que Farah había hecho a invitación de El Faro. Sostuvo la tesis que con la tregua las pandillas buscaban convertirse en actores políticos, sin abandonar sus actividades criminales, sino más bien consolidarse como crimen organizado a un nivel más alto de organización, sofisticación e influencia política.

Yo critiqué este informe, señalando que sus conclusiones no estaban basadas en hechos o datos verificables, sino más bien en especulaciones. Lo critiqué en una nota publicada en este periódico y también en correspondencia privada con mi amigo Farah. Lo reté a regresar a El Salvador, hablar con los protagonistas del proceso de tregua para poner a prueba sus conclusiones. Le ofrecí todo el apoyo posible para este trabajo. De hecho, Douglas regresó a El Salvador a finales de 2012, y le hice los contactos necesarios para poder hablar con muchas de las personas claves de la tregua. Personalmente lo llevé a Ciudad Barrios al penal donde están recluidos los líderes de la MS. Ellos, por cierto, no querían hablar con él, porque habían leído su informe y el uso propagandístico que le estaban haciendo en El Salvador. Así que antes de llevar a Farah a Ciudad Barrios, tuve que convencer a los voceros de la MS que lo recibieran y hablaran con él. Al fin hablaron por no menos de 5 horas de un debate intenso y muy franco. Y cuando nos montamos en el carro para regresar a San Salvador, Douglas me dijo: "Gracias por facilitarme el acceso a una discusión tan franca e interesante. Tienes razón, viéndola cerca la cosa se ve muy distinta. Estos chavos me sorprendieron, realmente van en serio".

El lunes pasado, cuando llegué a Ciudad Barrios con un grupo de teatro que prepara la presentación de una obra en este penal, los pandilleros me reclamaron: "Mirá lo que escribió este tu amigo. Nos engañó. Vino para producir para dar al gobierno gringo la justificación para declararnos organización terrorista. Quieren obligar al gobierno de El Salvador que regrese a la estrategia contrainsurgente que ellos trajeron de Vietnam, con la cual fracasaron en la guerra aquí, y que ahora insisten que se aplique para resolver un problema de delincuencia que tiene raíces sociales. Mano dura y mano amiga. Represión y prevención. Pero no se trata de prevenir la pobreza, sino prevenir que la comunidad mantenga vínculos con nosotros. Quitarle el agua al pez, ¿te suena familiar, vos que estuviste en la guerra?"

Con esto queda confirmado que Douglas Farah tiene la razón por lo menos con una tesis: que los líderes de las pandillas salvadoreños han alcanzado un nivel sorprendentemente alto de análisis y discurso político. Sólo que para Douglas, viendo nuestro país desde la óptica del "National Security" de Estados Unidos, esto no es una muestra del grado de reflexión que los pandilleros tienen sobre su situación, sobre su conflicto con la sociedad y sobre la necesidad de buscar una salida pacífica. Para él es simplemente una muestra que confirma que los pandilleros están siendo entrenados para incursionar en la política. Es absurdo: El proceso de aprendizaje, reflexión y comprensión que evidentemente viven los pandilleros desde que se metieron al proyecto de desarmar el monstruo de violencia endémica que ellos mismo crearon, se convierte en otro argumento contra ellos...

El informe de inteligencia de Douglas Farah está lleno de distorsiones, especulaciones e incluso inventos, ninguno de ellos respaldado por fuentes identificables y fidedignas. Sólo voy a mencionar las más atrevidas afirmaciones que hace Farah, según basadas en pláticas con pandilleros. Pero resulta que yo conozco la mayoría de las fuentes que Douglas Farah ha entrevistado, y los únicos que le pueden haber vendido estos inventos son pandilleros retirados, quienes a lo mejor están dispuestos a decir cualquier cosa con tal de quedar bien con quienes les prometen ayudarles en su reinserción personal.

El cuento del Náhuatl. Es el cuento que El Diario de Hoy agarró para titular su resumen del 'informe' de Douglas Farah, como si fuera noticia: "Maras aprenden náhuatl". Dice Farah que un pandillero le ha contado que la MS está capacitando a algunos miembros en el idioma Náhuatl para burlar la intervención telefónica. Aunque fuera cierto, ¿y qué? Todo el mundo está viendo cómo protegerse de los múltiples centros de escucha telefónica que operan en el país.

El cuento de las armas. Son dos cuentos separados. Uno que las pandillas compran armas nuevas con el dinero que el gobierno, según Farah, les paga para entregar armas viejas. Sólo que el gobierno no ha pagado ni un centavo para facilitar entrega de armas. El otro cuento trata de involucrar a los pandilleros en el negocio de militares que trafican con armas robadas. Sólo que para esto tampoco existe ningún indicio. Incluso mete a las FARC de Colombia en el cuento. Las FARC como clientes de la MS para comprar cohetes LOW... Es lo más ridículo que uno puede publicar. Las FARC tienen acceso a las bodegas de la Fuerza Armada Bolivariana de Venezuela - ¿y vienen a Usulután a comprar armas en una operación que involucra un conjunto de actores tan homogéneo como este: ex-combatientes del Partido Comunista salvadoreño, oficiales de la Fuerza Armada, y pandilleros. Si esto no es ficción, no sé qué es. Pero estoy seguro que periodismo no es. Tampoco es investigación.
Pero Douglas Farah es un investigador de verdad, lo ha mostrado durante toda su carrera. Guarda memoria de la ética del reportero. Por esto cuando Douglas Farah redactó su 'informe', concebido obviamente para dar sustento y legitimidad a la decisión del gobierno de Estados Unidos de incluir a la Mara Salvatrucha en su lista de 'Organizaciones Criminales Transnacionales' que constituyen amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos, tuvo que incluir algunos elementos que contradicen o relativizan las tesis del aparato de 'National Security' de Washington. Leamos este párrafo: "La evidencia más clara de que aún no existe una relación sólida entre las pandillas y las Organizaciones Criminales Transnacionales es la profunda pobreza en la cual vive la amplia mayoría de los pandilleros. Como yo pasé tiempo en varios de sus comunidades (tanto de la MS-13 como del Barrio 18), para mi es evidente que los pandilleros y sus familias derivan de sus actividades criminales poco más que la subsistencia, y ciertamente no suficiente para una vida opulenta".
Correcto. Y esto es tan evidente que un reportero de la trayectoria de Farah no pudo obviarlo en su 'informe'. Luego concluye que ahora, con la tregua, todo esto va a cambiar y las pandillas se van a asociar con los carteles transnacionales del crimen organizado, van a comprar armas sofisticadas, van a incursionar la política, van a intervenir en las futuras elecciones... Es como leer un horóscopo.
Entonces, ¿qué parte del 'informe' de Farah vamos a creer? ¿La parte que observó con sus propios ojos (que los pandilleros no tienen vinculación con las mafias) - o la parte especulativa (que en el futuro la tendrán)?

Sigamos con la lista de inventos que Douglas Farah incluyó en su 'informe', sin ni siquiera intentar de corroborarlos. Ya habíamos hablado de los campos de entrenamiento de las Zetas en Guazapa y de los negocios de armas entre las FARC, la MS, los comunistas residentes en Usulután y oficiales del ejército salvadoreño. Pero hay más cuentos...

El cuento de las "zonas de paz, donde las pandillas tendrán control político sustancial y no habrá presencia policial ni militar". Sólo que nadie en este país es suficiente loco para discutir o planificar esto. La PNC no se está retirando de ninguno de los municipios donde se firmaron pactos locales para conjuntamente erradicar la violencia, ni ha dejado de operar y efectuar capturas en estos lugares.
El cuento del 'poder político' que adquieren las pandillas mediante la tregua, con el peligro que lo usen para "vender su considerable bloque de votos (de sus miembros, sus familiares y las comunidades que controlan) a políticos que luego promueven la agenda de los pandilleros..." Farah especula que la capacidad de las pandillas de influenciar la política "está aumentándose rápidamente". ¿Cómo lo mide? ¿Y cómo es posible que un reportero tan experimentado como Farah no menciona que en los últimos 10 años no ha habido elecciones donde políticos de ambos partidos grandes no hayan ido a la cárceles para ofrecerles concesiones a los pandilleros en cambio de votos. Lo han hecho funcionarios de los gobiernos tanto de Elías Antonio Saca como del FMLN. Un contingente social tan grande como el que representan las pandillas obviamente tiene cierto poder electoral, con o sin tregua. Así como lo tienen los buseros, los vendedores informales y los sindicatos. Y los gobiernos de Saca y del Frente no han dudado en ofrecerles pactos para atraer sus votos y su apoyo como grupos de choque en las campañas callejeras.

Podría agregar docenas de otros cuentos que usó Farah, sin corroboración ninguna, para llegar a sus conclusiones y sustentar la decisión de Washington de intervenir en el proceso interno salvadoreño declarando la Mara Salvatrucha 'Organización Criminal Transnacional' - justo cuando esta pandilla, por lo menos en El Salvador, se encuentra comprometida con un proceso inédito de reducción de la violencia y plantea su reinserción a la sociedad. Pero no quiero abusar más del espacio en este periódico, aunque al 'informe' de Farah le concedieron 4 páginas enteras.

Conclusión: Este informe es un intento más de desacreditar la tregua. Pero ojo, este intento proviene de esferas conectadas con el submundo de inteligencia-contrainteligencia-desinformación de Estados Unidos.

Tal vez al fin tiene razón el Diablito de Hollywood de la MS cuando dice que está viva y coliando la vieja y fracasada doctrina de contrainsurgencia...
(El Diario de Hoy)



Carta a nuestro ex-embajador en Washington Francisco Altschul

Estimado Paco:
Yo sé que vos tenés un sentido muy desarrollado de lealtad. Por esto nunca te escuché hablar mal del presidente. Habías decidido apoyarlo en su campaña electoral, cosa que nunca voy a entender porqué. Luego aceptaste servirle de embajador en Washington, cosa que tampoco entiendo porqué. Me imagino querías servir a tu país. Fuiste un embajador leal, al país y al presidente. El problema es que este hombre no sabe lo que significa lealtad. Cosa que nunca querías creer a tus amigos.


Hoy lo aprendiste a la brava. Por un berrinche de su señora esposa, el presidente de la República dio órdenes a su canciller darte una patada. La señora, en sus frecuentes viajes a Estados Unidos, exigió siempre la máxima atención a todo el personal de la embajada. Para ella, el embajador es un ejemplar más de la corte presidencial, alguien a la plena disposición de su señoría.

Por más lealtad que sentiste deberle, por más paciencia que comandaste, en algún momento no eran satisfactorias tus atenciones. Ojala que algún día no tan lejano, vos hagás público por qué tipo de pleito trivial que armó su señora, el presidente de la República cambió a su embajador en Washington. Yo se que, por más desleal que te hayan tratado, tu lealtad te impide contarlo en público, Paco. Así que a lo mejor el pueblo salvadoreño nunca se va a enterar porqué de repente mandaron al carajo a nuestro embajador en Washington. Ojala que algún día revelés en público qué tuvo que ver un cantante de rock con el despido del embajador salvadoreño en Washington.

Hablando de la parte internacional de la Secretaría de Intrusión, me temo que tampoco conoceremos las razones verdaderas del cambio de nuestros embajadores ante Naciones Unidos y la OEA. No hay que tomarse tan en serio lo de la transparencia...

Paco, ¿y ya contaste a nuestro amigo Rubén Zamora qué es lo que le espera en su nuevo cargo como embajador en Washington? Yo entiendo que el pobre estaba sufriendo de marginación en su embajada en la India, pero por lo menos ahí nunca va nadie de la corte presidencial a molestarlo. Yo no dudo que alguien como Rubén en Washington puede hacer un buen trabajo para nuestro país. La cuestión es si lo dejan...

Bueno Paco, gusto saludarte. Ya que dejás de ser parte de este gobierno, tal vez podamos retomar nuestra vieja amistad.

Cuidado, Paolo Lüers
(Más!)

jueves, 7 de marzo de 2013

Carta al padre Antonio Rodriguez

Estimado padre:
Primero quiero expresarle que comparto su dolor por la muerte de su colaborador Geovani, quien fue cruelmente abatido de balazos en la entrada de la oficina que durante años ustedes han compartido. De propia experiencia durante la guerra sé cómo uno se siente cuando un amigo es asesinado.

Es por esto que estoy tan convencido que cada una de las muertes violentas que todavía enlutan a nuestro país, es un argumento más para frenar la escalada de violencia y resolver el problema de raíz. No logro entender cómo usted, quien incluso mucho antes que yo abogaba por buscar el diálogo con los pandilleros para desarmar la espiral de la muerte, ahora que este diálogo se está realizando y tiene frutos positivos, se ha convertido en enemigo declarado de este proceso y sus protagonistas.

El dolor que usted siente por la muerte de su amigo no justifica la locura irresponsable e injusta de culpar de este crimen precisamente a los dos hombres que más han luchado y trabajado para parar la matanza: Fabio Colindres y Raul Mijango. Me pregunto: ¿Qué grado de odio (¿o envidia?) tiene que haberse apoderado de un cura para que en público culpe a monseñor Colindres de la muerte de su colaborador? Y de un sólo de cualquier cosa que le puede pasar a usted...

Yo no conocí a Geovani. No sé si fue pandilleros 'rehabilitado' o activo. Ni siquiera entiendo su concepto de 'rehabilitado', padre. ¿Es rehabilitado sólo el que se vuelve panadero o empleado de una parroquia? ¿O es rehabilitado también quien desde la cárcel o desde su posición en la clica de un barrio colabora diariamente para que haya menos muertos? Para usted, ¿es condición para rehabilitarse que alguien renuncie a la pandilla, o podemos concebir también que otros quieren rehabilitarse tratando de transformar su pandilla, desde adentro, para que abandone la delincuencia y la violencia? ¿Y quién es usted, padre, para juzgar a todos que tratan de hacer esto y acusarlos de promover una 'paz mafiosa'? Entiendo que usted es un siervo, un servidor de Dios, pero no es Dios para salvar unos y otros condenarlos.


Yo no sé quiénes mataron a Geovani y por qué. Espero que les caiga la ley con todo su peso. Hay que condenar a los que cometieron este crimen, pero no a la otra víctima de este crimen: el proceso de paz que está en camino y que tiene amigos y enemigos; tiene quienes lo promovemos y quienes lo quieren obstaculizar, por ejemplo con un par de balazos a un ex-pandillero...

No sé cómo se llama esto en su oficio, padre, me imagino que humildad. Yo lo llamo autocrítica, lo que hace falta a usted.

Saludos,
 
(Más!/EDH)

Columna transversal: Gran caudillo con herederos enanos

Están saliendo cientos de artículos, en la prensa latinoamericano y del mundo entero, tratando de conciliar dos cosas: el debido respeto a un ser humano muerto y sus familiares y amigos dolientes, y la necesidad de decir que con Hugo Chávez se murió un caudillo que presidió por 13 años un régimen no sólo autoritario, sino más corrupto incluso que el sistema de la Cuarta República, cuya perversión facilitó la llegada al poder de un militar golpista como Chávez y abrió el subsiguiente desmontaje de la república. Como reacción del pueblo a la corrupción de la república, vino Chávez a desmontar la república, no la corrupción.

No voy a tratar lo imposible de tratar de hacerle justicia a este personaje. Que le hagan justicia los venezolanos y la historia. Me voy a dedicar a reflexionar sobre el futuro de Venezuela, luego de la muerte del teniente coronel Hugo Chávez.

Lo primero que tienen que definir quienes se presentan como los herederos de Chávez es: obedecer a la Constitución que ellos mismos dictaron en 1999, o obedecer a una orden del comandante-presidente, que dio antes de viajar para Cuba para morir. El canciller Jaua dijo el día de la muerte de Chávez que ellos van "cumplir la Constitución de la forma que el comandante les demandó", y por tanto será el vicepresidente Maduro quien asume transitoriamente la presidencia, mientras se convoquen y realicen nuevas elecciones presidenciales en las cuales él mismo será candidato.

Pero esto no es lo que la Constitución venezolana manda en caso que el presidente electo muera antes de poder juramentarse. Y Chávez no se pudo juramentar ni en la fecha que manda la Constitución, el 10 de enero del 2013, ni en ninguna otra fecha posterior. La Constitución manda que en este caso tiene que asumir el poder el presidente de la Asamblea Nacional, que es Diosdado Cabello, el hombre con mucho más poderoso que Maduro: con más influencia en la Fuerza Armada, en el partido, entre los gobernadores chavistas y entre los que controlan el poder económico chavista. El problema: Diosdado no es pro-cubano. Simplemente es pro-poder, pro-enriquecimiento.

Maduro tiene otro dilema que casi lo obliga a usurpar el poder de una sola vez: su falta de carisma, liderazgo y carácter. Este hombre gris necesita hacer su campaña electoral desde el palacio presidencial Miraflores, siendo presidente-heredero, controlando de manera personal las estructuras y las chequeras del Estado. Y controlando, por cualquier cosa, desde la presidencia y la comandancia general las Fuerzas Armadas. Porque si no, la controla el ex-teniente golpista Diosdado Cabello.
Por otra parte, si Maduro inicia su campaña con un pecado original tan grave y burdo como la usurpación de la presidencia temporal, posiblemente le resta más apoyo electoral de lo que gana siendo candidato y presidente al mismo tiempo. Por lo menos le da a la oposición por dónde atacarlo. Una decisión difícil, sobre todo porque nadie sabe quién realmente la tomará. Obviamente hay un vacío de liderazgo que ya dura los tres meses de ausencia total de Chávez. Por una parte influyen desde Cuba los hermanos Castro, por otra parte cualquier decisión tiene que tener el aval de los militares. Porque son ellos que en última instancia tendrán que ensuciarse las manos cuando en caso que hay protestas masivas contra decisiones inconstitucionales que afectan las elecciones presidenciales.

De todos modos, si al publicarse esta columna Maduro no ha entregado la presidencia temporal a Cabello, la usurpación del poder ya está consumada.

La oposición tampoco lo tiene fácil. Su candidato será nuevamente Henrique Capriles Radonski. No hay otro líder opositor que puede disputarle el liderazgo. Hugo Chávez le ganó por unos 10 puntos (55% : 45%), y aunque Maduro no tiene ni de cerca el carisma de Chávez, tendrá a su favor, igual que lo tuvo Chávez, todo el peso del Estado, con su inmensa capacidad de pervertir elecciones literalmente repartiendo dinero a millones de venezolanos. En concepto de becas, de estipendios, de subsidios, de subvenciones adelantadas, de préstamos aprobados, igual como se hizo con éxito en la campaña electoral del 2012. Y nadie sabe cómo la muerte del líder influye en el ánimo de las masas populares. Habrá un factor que favorece a Maduro, por ser el ungido del fallecido líder. Pero también habrá un factor en favor de Capriles, quien posee menos conexión emocional con la gente que Chávez, pero indudablemente más que un opaco hombre de aparato burocrático como Maduro.

Si Capriles esta vez, hoy que la victoria parece más probable, logra movilizar todo el potencial electorado opositor, derrotando el abstencionismo, y si Maduro no logra movilizar la totalidad de los votantes de Chávez, la carrera se vuelve abierta. La oposición ya tiene años de proyectarse como una fuerza predecible, confiable que ofrece estabilidad al país. Contra Hugo Chávez y su enorme popularidad esta estrategia no logró desplegarse del todo. La gente buscó la estabilidad en el poder, no en el llamado a la cordura y unidad. Pero al comparar a Capriles y sus aliados con Maduro, Cabello y asociados, puede haber sectores amplios que ven más estabilidad y seguridad en un gobierno Capriles que en un gobierno del chavismo sin Chávez.

Y ahí se vuelve tan explosiva la situación de Venezuela. Chávez tuvo la ventaja de poseer tanto carisma, tanta capacidad de movilizar los resentimientos históricos de los pobres en favor suyo, que no necesitaba de la represión abierta y masiva para mantenerse en el poder. Sus herederos (tanto Cabello como Maduro y todos los demás jefes militares y partidarios que controlan el Estado) lo tienen mucho más difícil mantenerse en el poder sin hacer uso de la represión. Por otra parte saben que la mayoría de la población --e incluso de los militares-- no acompañaría una aventura que abiertamente rompa la paz y el orden constitucional.
(El Diario de Hoy)

martes, 5 de marzo de 2013

Carta a Ana Guadalupe Martínez

Querida "María":
Así fue tu nombre cuando te conocí, en 1981 - vos una dirigente guerrillera que irradiaba entusiasmo, convicción, humanismo e inteligencia; yo un periodista escéptico, pero muy dispuesto a dejarme convencer. Nunca se te va a borrar este nombre, y nunca se me va a borrar este respeto y cariño que sentí en estos días de guerra que pasamos juntos en Morazán, en reuniones políticas en México, Managua y New York, en viajes que juntos hicimos, por ejemplo a Alemania para conseguir el apoyo de Willy Brandt...


Al final de la guerra (o mejor dicho, al inicio de la paz), nos peleamos y nos separamos políticamente, pero nunca dejamos de ser amigos. Luego la distancia política se esfumó, y volvimos a coincidir, aunque nunca más a militar juntos, simplemente porque yo dejé de militar. Cuando decidiste unirte al PDC, ya no había problema: Me pareció un mal paso, pero ya era claro y comprobado que nuestra amistad y nuestro respeto mutuo no dependían de coincidencias políticas o partidarias.

Así sobrevivimos momentos críticos, como cuando en la batalla por la independencia de la Sala de lo Constitucional nos encontramos en diferentes lados de la barricada. La amistad es algo permanente, las coyunturas políticas y electorales son pasajeras...

Y esto tampoco va a cambiar ahora que estás con Elías Antonio Saca. En una reciente columna escribí que, estando en el acto de lanzamiento de Saca, no encontré a nada y nadie que me lograra sorprender, que sólo vi a 'los sospechosos usuales'. Es cierto. El problema es que vos, a esta altura de la historia, ya sos una de las sospechosas de siempre; o sea, ya no me sorprende verte en mala compañía. Verte ahí, flanqueada por Saca, Gallegos, los viejos del PCN, Mauricio Gutiérrez Castro, no me sorprendió, ya que nunca escondiste esta tu decisión política. Pero ¿porqué voy a mentir?: verte ahí me golpeó, me dolió. Tan así que, en vez de acercarme para saludarte, mejor me alejé para no encontrarte a la par de tus nuevos socios...

Claro que tenés todo el derecho de apoyar a quien querés, me guste o no, lo entienda o no. Conociéndote tenés hasta buenos argumentos. Igual tengo el derecho y buenos argumentos para oponerme a esta opción política, que estoy seguro que es la peor de las tres que se nos presentan.
Así que no fue por accidente que en el pleito por la Sala nos encontramos uno de un lado de la barricada y la otra del otro. Resulta que estamos en caminos diferentes. Deseo que salgás de estas campañas venideras sin lastimarte. Estoy seguro de que no nos vamos a convertir en enemigos, jamás. Vamos a seguir siendo amigos siempre. Pase lo que pase. Y que nuestros caminos políticos en algún momento se van a volver a unir. Siempre hemos querido lo mismo, sólo que a veces diferimos sobre cómo y con quiénes llegar. Para mí, con Saca no llegarás más cerca de ese país que buscás: sin polarización y donde podamos defender la libertad sin sacrificar la justicia, y al revés. Con tus actuales socios, llegarás al momento de ensuciarte o apartarte. Y yo sé que en este momento, te vas a apartar. Y todos los que te amamos, estaremos ahí para echarte una mano.

Un abrazo,
 
(Más!/EDH)