Usted no solo es mal perdedor, también es mal ganador. Cuando perdió el caso tregua, porque el juez Godofredo Salazar absolvió a todos los acusados, usted de inmediato salió a atacarlo públicamente. No es el comportamiento que un fiscal general debe tener ante los juzgadores. Es más: Inmediatamente mandó a presentar otra acusación a Raúl Mijango, uno de los acusados principales en el caso tregua. Y luego, otra…
Lo que le tocó hacer es apelar la sentencia y esperar a que la cámara resuelva, pero no atacar al juez y poner en duda su honorabilidad. Ahora la cámara declaró nula la sentencia y ordenó una nueva vista pública. O sea, en esta instancia, usted ganó. Pero ojo, no ganó el caso. La cámara no condenó a nadie, no le toca hacerlo, solo encontró fallos en la sentencia y remitió el caso a otro juez.
Pero usted mostró que también es mal ganador. En vez de preparar mejor su caso y someterlo al nuevo juez y la nueva vista pública, de inmediato fue al ataque mediático contra el juez Salazar, amenazando con investigar y acusarlo penalmente. ¿Por qué? Para presionar al señor juez que va a presidir la nueva vista pública.
Y en esta ocasión se le escapó en declaraciones ante la prensa algo que debe pararle el pelo a todos los jueces y magistrados del sistema judicial: “Es importante que los tribunales superiores, como las cámaras e incluso la Sala de lo Penal respalden el actuar de la fiscalía.”
No, señor: Las cámaras y las salas no son para respaldar a la fiscalía. Son para juzgar con imparcialidad. Lo único que pueden respaldar es la ley. Así como la fiscalía tiene que ser independiente, los jueces y magistrados también, incluso (y sobre todo) de la fiscalía. Así como los fiscales tienen que respetar la presunción de inocencia, también los jueces y magistrados.
Presionar a los jueces con campañas mediáticas y amenazas de investigación y persecución penal es inadmisible para un fiscal general. Atenta contra su propia independencia y dignidad y las de los juzgadores. No podemos tener a un fiscal general que cada vez que pierda un caso arme berrinches contra el juez; y que cada vez que obtenga la reversión de una sentencia no favorable a la fiscalía se lance al ataque amenazando al juez de echarlo preso.
Necesitamos que el nuevo fiscal general, que la Asamblea tendrá que elegir este año, sea una persona más equilibrada, más profesional, y menos mediática que usted. Y sobre todo que sea un profesional de derecho que entienda que el fiscal general no solo tiene la función de acusar, a nombre del Estado, a las personas imputadas de delitos, sino que también (y sobre todo) tiene que ser el garante del Estado de Derecho. Esto incluye garantizar que se aplique el principio constitucional de la presunción de inocencia, así como defender otro principio constitucional: que los jueces puedan aplicar justicia libres de presiones y amenazas.
Deje que la nueva vista pública en el caso tregua se desarrolle sin presiones indebidas de ninguna parte. Deje que se haga justicia, basada en pruebas, y no en campañas mediáticas.
Saludos,
(MAS! / El Diario de Hoy)