Publicado en EL DIARIO DE HOY, domingo 26 judo 2020
Todavía no conocemos los resultados de las elecciones primarias de todos los partidos, pero ya podemos ver que habráuna gran cantidad y pluralidad de candidatos que prometen hacer interesantes las elecciones de febrero 2021. Contrario a lo que muchos creen (porque lo desean), estas elecciones se están volviendo impredecibles. Lo que es buena noticia: Cuando los resultados de las elecciones son impredecibles, la democracia está viva y coleando...
Será la hora de los pequeños, que juntos pueden ser grandes, si lo hacen bien. Será la hora de los nuevos, que nunca participaron en política partidaria, pero que ante las amenazas al sistema democrático decidieron involucrarse. Unos se lanzaron adentro de los partidos grandes Frente y Arena, desafiando (en algunos casos desplazando a los liderazgos desgastados, en otros haciéndoles contrapeso); otros en el PDC, atraídos por el liderazgo que Rodolfo Parker asumió en las batallas de la Asamblea por su independencia; otros se unieron a los partidos emergentes (Vamos y Nuestro Tiempo).
Un aparte: Es una movida audaz de Nuestro Tiempo lanzar a Héctor Silva Hernández, nieto del ex alcalde capitalino, a competir contra Neto Muyshondt y Mario Durán, con el argumento que ellos son lo mismo y se necesita una alternativa. Sin duda elevará el debate político. Igual que en la Asamblea, en la política municipal se trata de introducir racionalidad y decencia, como antídotos al populismo.
Muchos dicen que todo esto es marginal, que las caras nuevas y los partiditos emergentes no van a poder contra los aparatos partidarios de los grandes. Esto está por verse. Por el momento podemos constatar que las personalidades más interesantes en el nuevo tablero electoral son las caras nuevas, algunos en Arena, pero sobre todo en el PDC, Vamos y Nuestro Tiempo. Por esto digo: Fíjense en los chiquitos...
Mujeres con gran trayectoria intelectual y de compromiso ciudadano como como Claudia Ortiz (de Vamos); Aída Betancourt, Bertha María Deleon y Leonor Selva) de Nuestro Tiempo); Sulen Ayala (en el PDC) me provocan agregar: ¡Fíjense en la mujeres! Si estas 5 mujeres entraran a la Asamblea, los debates legislativos cambiarían de fondo.
Pero para mi no es una cuestión de género. Igual hay una lista de hombres que como futuros diputados jugarían un papel clave en convertir la Asamblea en el centro de la defensa del pluralismo político y del orden republicano: El ex diplomático Alex Kravetz y el Dr. Ricardo Lara (en Arena); el ecologista Juan Marco Álvarez y Héctor Menjivar (en el PDC); Johnny Wright (en Nuestro Tiempo); y Roberto Ocampo (en Vamos). No tengo claro quiénes serán los relevos interesantes en el Frente, pero estoy seguro que pronto se van a proyectar.
Y fíjense: Para que entren todos estos relevos no se necesita ni milagros ni lo que en Estados Unidos llaman “landslides”, o sea grandes cambios en las preferencias electorales. Sólo se necesita que una parte del electorado haga uso inteligente del voto por caras y del voto cruzado.
Si aparte de esto, los electores sabrán elegir bien entre los diputados actuales, que buscan la reelección, puede surgir una Asamblea cuyos debates serán dominados por mujeres y hombres de alta calidad académica y humana, sumando las mejores caras nuevas y viejas. El comportamiento de los actuales diputados está a la vista. No cuesta identificar quienes son los corruptos, los vivianes, los oportunistas, los tibios – y quienes son los consecuentes y combativos. Estos últimos hay que privilegiar con el voto por cara. De esta manera se pueden eliminar algunos de los dinosaurios que todavía quieren seguir dominando en el Frente y Arena. Hay que reemplazarlos con las caras nuevas que quieren dar la pelea por defender la democracia – y que tengan la capacidad de hacerlo.
No se necesitan milagros para componer en la próxima Asamblea un bloque fuerte, plural y comprometido con ejercer de manera inteligente y consistente el papel de oposición en el período 2021-2024, que coincide con los años que le quedan a Nayib Bukele y Cia. en el poder. Se necesita en la próxima campaña una actuación inteligente y responsable de los partidos y candidatos de oposición. Y además, requiere un rol activo e incisivo de los ciudadanos que se sienten responsable del rumbo del país.