viernes, 6 de enero de 2023

Carta a los liderazgos comunales: El fin de la autonomía municipal. De Paolo Luers

 "Se puede hacer el reordenamiento territorial con dos finalidades opuestas: para centralizar aun más el poder en manos del gobierno central, destruyendo la autonomía local – o para descentralizar el Estado y fortalecer la autonomía de los municipios, haciéndolos sostenibles." 

El audio en la voz del autor: municipios.mp3 

Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, sábado 7 enero 2022 

Estimados amigos:
Reorganizar los municipios y reducir su número es una buena idea. Pero ojo: no confundan esto con una Nueva Idea, así como se la sacó de la manga el presidente Bukele, anunciando en Twitter que va a reducir las 262 alcaldías del país a 50. 

Es una idea vieja, aunque nunca ejecutada. Sobre una reorganización territorial que haga sostenibles los municipios y sus gobiernos y que facilite el desarrollo social de todas las regiones del país ha habido estudios, debates y propuestas, algunas elaboradas con sistemática participación de los liderazgos sociales, económicos y políticos locales. El día de ayer Sandra de Barraza publicó una columna, en la cual nos recordó del trabajo que sobre el tema hizo la Comisión Nacional de Desarrollo, que ella presidía. Sus advertencias: 

·       “Es fundamentada la necesidad de un reordenamiento territorial para fortalecer la democracia y asegurar eficacia administrativa.”

·      “Requiere investigación, objetividad y realismo.”

·      “Reordenar exige participación pluralista para viabilizar cualquier propuesta y asegurar que los intereses político partidarios se someten.”

·      Conclusión: ”No puede salir de la manga.”

Bien dicho, Sandra. 

 

La ‘nueva idea’ de los 50 municipios obviamente salió de la manga, otro ejemplo de la improvisación, con la cual este presidente se pasa encima de estudios, consultas y debates públicos. 


Se puede hacer el reordenamiento territorial con dos finalidades opuestas: para centralizar aun más el poder en manos del gobierno central, destruyendo la autonomía local – o para descentralizar el Estado y fortalecer la autonomía de los municipios, haciéndolos sostenibles. Bukele, en vez de consolidar la sostenibilidad de los gobiernos locales, la cual les permita hacerse cargo de impulsar el desarrollo social económico y cultural, está haciendo todo lo posible para debilitarlos, desfinanciarlos y quitarles competencias. 

No hay que permitir que se haga el reordenamiento territorial de manera improvisada, arbitraria, con intereses partidarios-electorales, en vez de retomar todos los estudios hechos, actualizarlos y consensuar con los liderazgos locales una distribución del territorio en regiones, departamentos, municipios. Esta reforma tiene que fortalecer la descentralización, la autonomía municipal, el pluralismo, la diversidad cultural. Por lógica terminaría en una reducción de los gobiernos locales, pero no deben desaparecerse los pueblos y sus identidades culturales, históricas y sociales. Igual que el Estado tiene que descentralizarse para ser plural y democrático, así los nuevos municipios consolidados.



Una reforma de este tipo es demasiado importante y compleja para sujetarla a las ocurrencias de un presidente y sus intereses de consolidar su poder. Esto, o se hace como se debe, de manera consultiva y basado en estudios, o terminará siendo otro paso en el camino de desmontar la democracia. 


Pónganse las pilas, cada un en su municipio, pero también articulando un movimiento nacional en pro de una reforma territorial que fortalezca la autonomía municipal. Sólo con municipios autónomos, fuertes, eficientes y sostenibles habrá desarrollo local. Por eso necesitamos un reordenamiento territorial – y por esta misma razón necesitamos que se dé un paso a la descentralización del Estado.

Saludos, 





miércoles, 4 de enero de 2023

Carta a los trabajadores municipales: La ira del presidente. De Paolo Luers

 "No pueden permitir que los trabajadores municipales se enfrenten a la corrupción de una casta de alcaldes aliados con el gobierno."

En audio: Trabajadores municipales.mp3

Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, jueves 5 enero 2023

Amigos:

"Irse a huelga, sin motivo, es un delito ambiental y contra la salud pública”, les dijo el presidente a los trabajadores municipales de San Marcos, que protestan contra la alcaldesa -otra alcaldesa cyan- que los deja colgados con salarios, prestaciones y aguinaldos.

Claro que el presidente está encachimbado con los trabajadores municipales. Hace poco los de Soyapango le obligaron a sacrificar (y mandar a arrestar) a su alcaldesa estrella, la tristemente célebre ‘Novia de Soyapango’. Es una seria derrota política, que anuncia que se está avecinando una profunda crisis del municipalismo, provocada por el desfinanciamiento de las alcaldías y su reducción a pasapapeles del gobierno central. Son las primeras señales de tensiones sociales, que surgen de la inflación y de la crisis financiera del gobierno, los primeros sismos de un inevitable terremoto…

Entonces, hay que entender al presidente: ¿Cómo no va a estar encachimbado? Inmediatamente arremete contra los trabajadores municipales de San Marcos, que se enfrentan con su gobierno municipal. Y no son casos aislados, se habla de por lo menos 10 alcaldías, todas de color cyan, que tienen conflictos con sus trabajadores por mora de pagos.

El tuit rabioso de Nayib Bukele revela su carácter antisindical y antitrabajadores, y el miedo que tiene de que comience así el año prelectoral, el cual debería ser una marcha triunfal hacia su reelección.

Como siempre, todos sus lacayos, socios y funcionarios inmediatamente replican dócilmente la diatriba y el berrinche de su capo (no es un insulto; capo es italiano para jefe). El coro incluye hasta al ministro de Trabajo, quien como sindicalista sabe por su propia experiencia qué importancia tiene el derecho a la huelga para los trabajadores municipales.

También responde la PNC. Al sólo leer el tuit del presidente, la policía procede a detener a uno de los voceros de los trabajadores de la alcaldía de San Marcos. Al hacer pública esta intervención policial en un conflicto laboral, la PNC lo hace exactamente en los mismos términos que usó el presidente: “Bloquear la recolección de desechos, para exigir una tarjeta de regalo, es un delito ambiental y contra la salud pública”. Igual hubieran tuiteado: “¡A sus ordenes, comandante!

Parece una de estas caricaturas que siempre se han hecho de las repúblicas bananeras de Centroamérica, pero es la triste realidad: El presidente define el delito, identifica al responsable, publica su foto y unas horas después su policía detiene al señalado, así como la nueva realidad, sin orden judicial y con la fiscalía poniendo su sello. Y luego se quejan de que la gente diga que a la PNC la están usando como policía política…

¿Es un caso aislado? No, es la nueva normalidad política y judicial, que han creado sistemáticamente. Todavía esta práctica es selectiva. Pero ya no se aplica solamente contra personas señaladas de ser miembros o colaboradores de las pandillas, sino por donde se hagan sentir tensiones sociales y protestas, por más incipientes que sean.

Lo que el presidente hace, lo replican sus seguidores: en las comunidades, que tienen un año de vivir bajo el régimen de excepción, los activistas de Nuevas Ideas han identificado a los líderes comunitarios que no se han plegado a ellos, los señalan, los acusan de pandilleros y la PNC o los soldados se encargan de detenerlos. Usan la policía para establecer control social y político en las colonias, barrios y comunidades.

Por supuesto, Bukele y su gente saben que su política de desfinanciar y así ahogar las alcaldías (incluyendo las propias) genera tensiones en la población. No pueden permitir que los alcaldes independientes, que todavía existen, y los trabajadores municipales comiencen a movilizarse para defender la autonomía municipal contra el excesivo centralismo. Tampoco pueden permitir que los trabajadores municipales se enfrenten a la corrupción de una casta de alcaldes aliados con el gobierno.

La alcaldesa de San Marcos...                                           ...y su empleado


Así que, estimados amigos, organícense y busquen las formas de defender sus derechos.

Saludos, 





lunes, 2 de enero de 2023

Carta al gremio periodístico: Mataron Teleprensa. De Paolo Luers

  "Los regímenes autoritarios crean un ambiente, donde para los medios es más cómodo, menos arriesgado, y más rentable cerrar sus espacios informativos y de opinión y convertirse en un canal de puros enlatados.”

El Audio: TELEPRENSA.mp3

Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, martes 3 enero 2022

Amigos:

Es una linda costumbre desearse un año feliz a uno mismo, a los demás y al mundo.  Pero, por supuesto no podemos esperar que el día siguiente amanezcamos en un país mejor y que los problemas, que nos han acechado durante el año viejo, en el nuevo se vean menos serios y amenazantes.

Así que nos despertamos luego de una temporada de vacaciones, de fiestas, de reflexiones, de compartir con la familia y los amigos cercanos - y al leer las noticias nos damos cuenta que el mundo no ha cambiado por arte de magia -o de nuestras buenas intenciones.  La guerra en Ucrania sigue matando civiles y afectando la economía mundial; igual sigue la persecución de las manifestantes en Irán; el COVID, el cual ya casi habíamos olvidado, está renaciendo en China; la inflación golpea igual - y en nuestro país, Nayib Bukele sigue siendo presidente; sigue el régimen de excepción, y siguen presos no solo miles de pecadores, sino también miles de justos.


Pero a veces no son los desastres grandes que marcan un rumbo negativo, sino los ‘pequeños’.  El año 2023 arranca con una noticia que a primera vista tal vez no parece tan impactante, pero es un indicador de lo mal que está el país: El Canal 33 suspende todos sus producciones propias, incluyendo el noticiero Teleprensa y la entrevista 8 en Punto. “Va a quedar un canal de puros programas enlatados”, me dice una de las caras del 33 que ahora tiene que buscar donde seguir ejerciendo el periodismo.  “En términos de contenidos periodísticos, es un cierre...”

Cerraron Teleprensa, el noticiero más antiguo de El Salvador. Cortaron en seco una tradición pionera del periodismo de televisión - y en varias etapas de su vida del periodismo independiente y crítico. Últimamente no ha estado del todo a la altura de las exigencias que la transición antidemocrática plantea al periodismo. Pero se ha mantenido como una voz independiente.  En un país en esta situación, callar un medio de comunicación es un atentado al periodismo, la libertad de prensa y la cultura política.

No sé -y me imagino que nunca sabré- porque los dueños del 33 tomaron esta decisión fatal. Pero sean cuales sean las razones financieras y económicas, en el fondo Teleprensa es víctima del deterioro del ambiente para el periodismo, sus medios y sus profesionales.

Como traté de explicar en mi última carta del 2022, un régimen dictatorial no puede convivir con una prensa independiente, libre y crítica. Por eso las dictaduras toman tres medidas paralelas:

1. Restringir y perseguir el ejercicio crítico de los periodistas.

2. Forzar a los medios comerciales a ‘neutralizarse’ y abstenerse de difundir contenidos.

3. Crear sus propios medios (periódico, canal de TV, radios y un universo de plataformas digitales), coordinados por el Centro de Propaganda situado en Palacio.

Cuando escribí sobre esto, no tenía ni la más remota idea de lo que estaban cocinando en el Canal 33. Pero el cierre de Teleprensa y de todos los espacios de contenidos periodísticos y políticos en el 33 es la perfecta confirmación del punto 2 arriba mencionado.  Tal vez no hubo ninguna coerción, amenaza, presión y negociación entre los dueños del 33 y el gobierno - o tal vez sí, nunca lo vamos a saber. Pero los gobiernos autocráticos, si pueden evitarlo, no cierren los medios de comunicación por decreto o intervención directa. Crean un ambiente, donde para los medios es más cómodo, menos arriesgado, y más rentable cerrar sus espacios informativos y de opinión y convertirse, como dijo mi amigo, “en un canal de puros enlatados.”

Esto lo hizo Hugo Chávez con los canales de televisión venezolanos, y los que no le hicieron caso, los cerró o los obligó a vender su medio a cheros del gobierno. En El Salvador, este proceso de callarse ‘voluntariamente’ lo podemos observar en los canales de Megavisión, y en TCS podemos ver cómo un consorcio mediático hace lo posible para no rendirse - pero para tampoco provocar la ira del huésped de Casa Presidencial.

Para todos los demás medios, sobre todo para TCS, la muerte de Teleprensa y del Canal 33 como medio periodístico no significa que tengan un competidor menos, sino que podrían ser el siguiente que tenga que decidir que el periodismo es mal negocio bajo una dictadura.

Saludo a los colegas que resistieron hasta el final en el 33. Saludo a todos los colegas, en los demás medios independientes. Esta situación no la vamos a resolver con buenos deseos para el 2023, sino con una lucha cerrada para defender nuestra profesión.

De todos modos, les deseo un feliz año,