jueves, 30 de octubre de 2025

Carta a Genaro Ramírez: pleitista y concertador. De Paolo Luers

 

"Tu colega Roberto Jaco no sobrevivió en la cárcel. Vos tendrás que enfrentar otro juicio – y en este pleito no podré acompañarte. Cuidate mucho y acordate: Nunca dejarse joder y jamás dejar de joder.."


SIGUIENTE PÁGINA, jueves 30 octubre 2025


Estimado Genaro:

Casi me fui en la chicagüita cuando salió un tuit anunciando que te habías muerto. Mierda, me dije, otro que ya no estará peleando en este país de miedo y silencio...  

Decidí dedicarte un homenaje. Homenaje a un luchador. Empecé en mi cabeza a redactarlo – hasta que me enteré de que estabas vivo y coleando. Me alegré, pero me quedé con la carta a medias. Decidí escribirla de todos modos, solo que a un hombre vivo...


Te vi peleando con todos los gobiernos y, sin excepción, todos trataron de cagarse en el transporte público. Pero vos no solo sos pleitista, sino también un negociador nato, un concertador. Con cada gobierno con el cual armaste pleito, luego te sentaste para concertar cómo mantener funcionando el transporte público, que, por falta de visión de los gobiernos, es un caos, pero tiene que seguir funcionando. Luego, cuando el gobierno no cumplió los acuerdos, vos le armaste un pleito mayor, con todo. No sin luego buscar el diálogo para que el transporte siguiera funcionando. Para mí, esta característica tuya de ser a la vez pleitista y concertador es un principio esencial de la democracia. La democracia no significa que siempre haya paz y concordia, sino que es la dialéctica de conflicto y concertación, de lucha y acuerdo… 


En uno de estos momentos de confrontación, entraste al ring con Nelson García, el viceministro de transporte de turno, y ante las cámaras de la tele le llamaste “el capo de los capos”. El hombre se encachimbó y te demandó por difamación. Gran error. Comenzó el deschongue. Dijiste que Nelson hubiera tenido que demandarme a mí, que vos solo habías citado una carta mía. Era cierto: yo le había dedicado una carta a Nelson titulada: “Carta al capo di capi del VMT” – y jamás me demandó. 

Entonces, para echar leña al fuego, publiqué otra carta a Nelson: “Carta al capo di capi, sostengo lo dicho”. Y en esta carta le expliqué, haciendo gala de mis estudios de lingüística y literatura, que decirle a alguien “capo de capos” no es difamación. Primero, en cualquier diccionario se lee que capo significa “jefe”; segundo, incluso si le dijéramos “mafioso” en un contexto satírico, no constituiría difamación. La famosa libertad del arte...


El día siguiente me preguntaste si estaba dispuesto a testificar en tu juicio, como experto. Experto en puteadas... Claro que estuve de acuerdo. Así que el día de la audiencia estuvimos sentados los dos fuera del juzgado, cagados del chiste sobre lo que iba a pasar adentro. Pero el juez se salvó. Apareció tu abogado y dijo: “Ya estuvo; Nelson te perdonó y retiró la demanda.” Me robaron el show. 

 

Así que concertaste con todos los gobiernos, menos con el actual, porque Bukele nunca busca acuerdos, sino que impone – y cuando alguien no se deja, lo destruye. Pregunten a Catalino. Por eso te mandó a capturar a vos y a una docena de empresarios de transporte en mayo pasado. Tu colega Roberto Jaco no sobrevivió en la cárcel. Vos tendrás que enfrentar otro juicio – y en este pleito no podré acompañarte.

Cuidate mucho y acordate: Nunca dejarse joder y jamás dejar de joder. Tu amigo 





* * *


 


Buscando a Lulú, mi primera novela. Trata de política corrupta y crimen organizado en Centroamérica - y del poder de la amistad.

 
Disponible en Amazon en todo el mundo.  


domingo, 26 de octubre de 2025

Carta a Friedrich Merz, con copia a Donald Trump y Nayib Bukele. De Paolo Luers


"Hay que detener este avance del racismo y su guerra contra los pobres, en Alemania, en Estados Unidos y en El Salvador."


 

SIGUIENTE PAGINA, sábado 25 octubre 2025

Herr Bundeskanzler:

Usted dijo: “Hemos avanzado mucho en el manejo del problema de la migración”. Pero aún tenemos este problema con el paisaje urbano. Por eso, el ministro del Interior está preparando deportaciones en mayor escala...” Palabras del jefe del gobierno alemán...


Todo el mundo entendió perfectamente su mensaje. La ultraderecha dijo: “Al fin el gobierno entiende que urge limpiar nuestras ciudades de tantos extranjeros vagos que vinieron para vivir de nuestro sistema del bienestar y para molestar a nuestras mujeres.”

 

Los 20 millones de alemanes con origen migratorio también entendieron su mensaje. Dijeron: “Ahora el jefe del gobierno asume las posiciones racistas de la ultraderecha. Ahora las personas que no somos blancos somos para el gobierno una mancha fea en la imagen urbana que hay que limpiar...”  

La oposición y los socialdemócratas, que forman parte de la coalición gubernamental, le exigieron que pida disculpa por sus declaraciones con tinte racista. Usted hizo lo contrario, echando gasolina al fuego, diciendo: “Pregunten a sus hijas y van a entender de qué estoy hablando...” Quiere decir: “Los extranjeros que andan vagando en los  centros urbanos son una amenaza para nuestras hijas...” Estilo Trump, quien dijo: “Estamos invadidos por violadores que entran por la frontera sur...”


Lo que usted no entiende, Herr Bundeskanzler, es que las manchas en el paisaje urbano que le molestan a usted son resultados de problemas sociales que su gobierno, igual que los anteriores, se ha negado a enfrentar y resolver. Vienen de mucho antes que la migración masiva. Siempre hubo jóvenes desempleados, homeless y alcohólicos concentrados alrededor de las estaciones de trenes, los únicos lugares abiertos las 24 horas. Nunca hubo políticas de inserción social de estas ‘manchas’ en el paisaje urbano. Mucho menos para los millones de inmigrantes y sus hijos, que llegaron huyendo de Afganistán, Irak, Siria, Ucrania. 

 

Las derechas, en vez de construir políticas de inserción social, cultural y económica, apuestan a medidas represivas; cuando se trata de migrantes, recetan deportaciones y limpiezas raciales; cuando se trata de pobres nacionales, proceden con desplazamientos forzosos. Lo estamos viendo en Estados Unidos: operativos militares contra la pobreza urbana, que Trump ya no quiere ver en el paisaje urbano de Washington, y redadas y deportaciones masivas contra inmigrantes. Limpieza social y racial.

 

Lo mismo vemos en El Salvador: desplazan a las pobres del centro histórico con desalojos violentos y masivos. Los desalojan de las zonas turísticas en las costas.  

 

Es una guerra contra los pobres, en las ciudades de Estados Unidos y de El Salvador. Limpieza social. Y donde hay minorías étnicas, limpieza racial. La ultraderecha en Alemania, Francia, Inglaterra está preparada a llevar a Europa esta guerra contra los pobres, empezando con expulsar a los migrantes. Guerra contra los pobres en vez de guerra contra la pobreza. Y políticos como usted, conservadores asustados del peligro de ser desplazados por los neofascistas, adoptan sus discursos racistas, supuestamente para detener el crecimiento de los movimientos populistas. No les cuesta, se adaptan con gran facilidad, porque en el fondo comparten el racismo latente. Usted es el ejemplo, Herr Merz.

 

Hay que detener este avance del racismo y su guerra contra los pobres, en Alemania, en Estados Unidos y en El Salvador.

 

Saludos, 




* * *


 


Ya salió publicada Buscando a Lulú, mi primera novela. Trata de política corrupta y crimen organizado en Centroamérica - y del poder de la amistad.

 
Disponible en Amazon en todo el mundo. Pronto también en las librerías de la UCA.