Estimado Salvador Sánchez Cerén:
Los alemanes tenemos un dicho: “Augen zu und durch!” Lo dice alguien que tiene en frente un terrible desastre, y dice: “¡Cerrar los ojos y adelante!”
Los alemanes tenemos un dicho: “Augen zu und durch!” Lo dice alguien que tiene en frente un terrible desastre, y dice: “¡Cerrar los ojos y adelante!”
Y tenemos otro: “Nach mir die Sintflut”. Este sí tiene traducción, porque es un concepto universal de los irresponsables: “Después de mí, el diluvio.”
Ambos me vienen a le mente en este tercer aniversario de su gobierno.
Desde el informe que dio el 1 de junio del 2015 muchos, incluso amigos suyos, le urgieron deshacerse de ministros y funcionarios incapaces y/o corruptos. No hizo caso, prefirió cerrar los ojos y lanzarse para adelante. Luego cambió unos cuántos, pero solo para poner otros peores. Se fue Benito Lara, porque obviamente el Ministerio de Seguridad le quedaba grande. Usted tomó la peor decisión, poniendo un policía (el comisionado Landaverde) para supervisar a la policía. Usted que firmó los Acuerdos de Paz, ¿no entendió que una Policía Nacional CIVIL necesita que la revisen funcionarios civiles? El resultado está a la vista: una policía fuera de control…
También entendió que era insostenible mantener al cargo de PROESA a un hombre William Granadino, una ficha de Albapetróleos. En junio del 2015 lo sustituyó, y en vez de poner a un profesional capaz de atraer inversiones puso un cuadro del partido: Sigfrido Reyes.
Muchos
pensamos que ahora es la última oportunidad de cambiar a los otros
funcionarios que durante años han sido señalados como incapaces y/o
corruptos: el presidente de CEPA, Nelson Vanegas; el viceministro de
Transporte, Nelson García, el padre de SITRAMSS; la presidente del Banco
(estatal) de Desarrollo Mélida Mancía; el presidente de ANDA, Marco
Fortín; y el arquitecto de a crisis fiscal, Carlos Cáceres. Y esta es
solamente la lista corta…
Si no los cambió, significa que va a mantenerlos hasta el triste final: Ojos cerrados, ¡y adelante! Porque no va a encontrar profesionales idóneos que le acepten asumir estos cargos en la última cola de su mandato, ya sin posibilidades de enmendar los desastres…
La absoluta ausencia de autocrítica o de un análisis crítico de la situación del país ha sido el denominador en los tres informes anuales que usted ha dado a la Asamblea y a la nación. Por tanto, no puede haber rectificación. Usted seguirá dos años más con el mismo equipo, con los mismos conceptos. Por tanto, va a tener los mismos resultados, que la ciudadanía ya calificó de insuficientes en numerables encuestas.
Resumen: Después de nosotros el diluvio. Es el verdadera lema de su gobierno.
Saludos,
(MAS!/El Diario de Hoy)