sábado, 3 de junio de 2017

Carta al presidente: Después de nosotros, el diluvio

Estimado Salvador Sánchez Cerén:
Los alemanes tenemos un dicho: “Augen zu und durch!” Lo dice alguien que tiene en frente un terrible desastre, y dice: “¡Cerrar los ojos y adelante!”

Y tenemos otro: “Nach mir die Sintflut”. Este sí tiene traducción, porque es un concepto universal de los irresponsables: “Después de mí, el diluvio.”

Ambos me vienen a le mente en este tercer aniversario de su gobierno.

Desde el informe que dio el 1 de junio del 2015 muchos, incluso amigos suyos, le urgieron deshacerse de ministros y funcionarios incapaces y/o corruptos. No hizo caso, prefirió cerrar los ojos y lanzarse para adelante. Luego cambió unos cuántos, pero solo para poner otros peores. Se fue Benito Lara, porque obviamente el Ministerio de Seguridad le quedaba grande. Usted tomó la peor decisión, poniendo un policía (el comisionado Landaverde) para supervisar a la policía. Usted que firmó los Acuerdos de Paz, ¿no entendió que una Policía Nacional CIVIL necesita que la revisen funcionarios civiles? El resultado está a la vista: una policía fuera de control…

También entendió que era insostenible mantener al cargo de PROESA a un hombre William Granadino, una ficha de Albapetróleos. En junio del 2015 lo sustituyó, y en vez de poner a un profesional capaz de atraer inversiones puso un cuadro del partido: Sigfrido Reyes.

Muchos pensamos que ahora es la última oportunidad de cambiar a los otros funcionarios que durante años han sido señalados como incapaces y/o corruptos: el presidente de CEPA, Nelson Vanegas; el viceministro de Transporte, Nelson García, el padre de SITRAMSS; la presidente del Banco (estatal) de Desarrollo Mélida Mancía; el presidente de ANDA, Marco Fortín; y el arquitecto de a crisis fiscal, Carlos Cáceres. Y esta es solamente la lista corta…

Si no los cambió, significa que va a mantenerlos hasta el triste final: Ojos cerrados, ¡y adelante! Porque no va a encontrar profesionales idóneos que le acepten asumir estos cargos en la última cola de su mandato, ya sin posibilidades de enmendar los desastres…

La absoluta ausencia de autocrítica o de un análisis crítico de la situación del país ha sido el denominador en los tres informes anuales que usted ha dado a la Asamblea y a la nación. Por tanto, no puede haber rectificación. Usted seguirá dos años más con el mismo equipo, con los mismos conceptos. Por tanto, va a tener los mismos resultados, que la ciudadanía ya calificó de insuficientes en numerables encuestas.

Resumen: Después de nosotros el diluvio. Es el verdadera lema de su gobierno.
Saludos,


(MAS!/El Diario de Hoy)

viernes, 2 de junio de 2017

Columna Transversal: El Gran Quiz del lenguaje político. O ¿Where is the beef?

Reproduzco una serie de tuits publicados durante los últimos 2 meses: 12 de Mauricio Interiano y 12 de Carlos Calleja. ¿Puede usted identificar cuál es de quién? Pero cuidado: mezclados entre las opiniones de Interiano y Calleja también hay 12 tuits de Salvador Sánchez Cerén. ¿Los puede distinguir?
  1. Pongámonos la Patria al hombro, y asumamos con humildad la misión que se nos ha encomendado.
  2. Necesitamos un proyecto íntegro de gente honesta.
  3. Tenemos que redoblar esfuerzos y seguir trabajando con esmero por la gente, el país se lo merece.
  4. Hay que aprender del pasado para manejar las cosas mejor hacia adelante.
  5. Cuando se tiene decisión y fe es posible resolver los grandes problemas del país.
  6. Es momento de apartar nuestros intereses personales y que comencemos a pensar el bien común.
  7. Tenemos que buscar la forma permanente de entendernos, de encontrarnos, de poder vivir en paz en El Salvador.
  8. La riqueza más grande que tiene nuestro país es su gente.
  9. Los problemas de país no los van a resolver solo los políticos, se van a resolver solo si nos sumamos todos los salvadoreños.
  10. Es fundamental retomar el diálogo y lograr entendimientos en torno a las políticas para estimular el crecimiento económico.
  11. Para gobernar, además de voluntad política, se requiere participación, diálogo y coherencia.
  12. Para enfrentar los nuevos retos se necesita cambiar de mentalidad, resolver las diferencias sin violencia, ir al encuentro y entendimientos.
  13. Los salvadoreños esperan mucho de nosotros y es momento que comencemos a demostrar que queremos el mismo cambio que quiere la población.
  14. Llegó el tiempo donde no podemos seguir viendo hacia atrás en búsqueda de excusas. Hoy nos toca responsabilizarnos por nuestro futuro; solo así podremos construir una nueva sociedad en El Salvador.
  15. Uno de los grandes retos que estamos enfrentando como país es la reforma al sistema de pensiones.
  16. Si queremos transformar el país debe de haber primero una transformación política, este es momento de hacer una diferencia.
  17. Necesitamos de una nueva generación de liderazgo, una nueva mentalidad, que nos permita cerrar las heridas del pasado, unirnos y trabajar.
  18. La política puede ser la oportunidad para cambiar un país y todos tenemos la responsabilidad y obligación de trabajar por un mejor ES.
  19. Uniendo voluntades podemos alcanzar grandes e históricas decisiones para sumarnos positivamente al crecimiento de nuestra nación.
  20. No podemos seguir en un país dividido. No podemos esperar cambios si seguimos polarizados. El gobierno tiene capacidad de dividir.
  21. El Salvador necesita de integridad y trabajo para salir adelante. Una nación con oportunidades pero también con responsabilidades.
  22. Unidos bajo una nueva visión podremos construir una nueva sociedad en El Salvador.
  23. Este es el momento para construir un mejor El Salvador y depende de todos.
  24. En la crisis existe la oportunidad, debemos estar abiertos a seguir aprendiendo, a construir una nueva visión de país, los salvadoreños.
  25. El SALVADOR puede volver a brillar y esta en nuestras manos que asumamos el llamado que nuestra patria nos está haciendo.
  26. Orientemos nuestros esfuerzos a la construcción de un plan de nación incluyente, para el bienestar de los salvadoreños.
  27. Para transformar El Salvador y construir una nueva sociedad, necesitamos un proyecto de país renovado, inclusivo y moderno.
  28. Los salvadoreños queremos menos ataques y más soluciones, queremos un compromiso por el bien de la nación.
  29. Cambiemos la realidad y demos verdaderos pasos por un mejor futuro, por nuestros niños, por vos y por El Salvador.
  30. Creemos profundamente en generar igualdad de oportunidades para construir una nueva sociedad con una clase media pujante.
  31. El gobierno tiene que poner la información en manos de la población, con transparencia.
  32. Reafirmamos nuestro compromiso con el sector empresarial y los inversionistas en El Salvador.
  33. Educación y salud son fundamentales para el desarrollo del país.
  34. Es obligación del gobierno y todos los sectores políticos generar condiciones que aseguren a población disfrute de derechos constitucionales.
  35. Debemos de ser coherentes con nuestro discurso y no vamos a tolerar la corrupción venga de donde venga.
  36. El Salvador necesita una estrategia para crecer sanamente: Innovación, inversión y un gran salto en la calidad de nuestra educación.
En caso que ustedes se queden confundidos y no logren distinguir entre los mensajes del presidente de la República, el presidente de ARENA y el pre-pre-candidato presidencial de ARENA, en los próximos días publicaré en redes sociales la solución de este Quiz.

(El Diario de Hoy) 

Aquí la solución del Gran Quiz

jueves, 1 de junio de 2017

Dos versiones de mi carta de hoy: Cuando los jueces actúan como fiscales




Miércoles, 1pm
: Antes de ir al centro judicial Isidro Menéndez para escuchar la sentencia en el “caso tregua”, programada para ayer a las 2pm, escribí dos versiones de mi crónica.

I. La versión optimista

La fiscalía ganó el “caso tregua” en el juicio mediático paralelo – pero lo perdió en el juicio institucional, donde cuentan las pruebas y los argumentos jurídicos fundamentados. El juicio paralelo lo ganó con el apoyo de medios que no investigan, no analizan, sino escriben lo que piensan que la mayoría quiere escuchar.

Pero hoy la jueza del juzgado especializado B hizo justicia y desechó la acusación de la fiscalía contra 21 servidores públicos y un mediador. Queda claro que en el fondo fue el intento de enjuiciar una política pública. De la misma manera que la FGR intentó enjuiciar, en el “caso CEL-ENEL”, la política pública energética de la administración de Francisco Flores. Y tampoco lo logró. Por que en este caso, los medios no se prestaron a la campaña política del fiscal Luis Martínez y del presidente Funes. No es casualidad que ambos casos fueron montados por los mismos fiscales: Luis Martínez y Julio Arriaza, y tampoco es casualidad ambos se encuentran procesados por fraude procesal.

Por suerte hay algunos jueces que no aceptan estos intentos de judicializar la política y politizar la justicia.

II. La versión pesimista
La fiscalía desde el principio apostó a ganar el “caso tregua” en el juicio mediático, politizado y adelantado, y con esto logró contaminar efectivamente el juicio jurídico. Ante la pre condena mediática, al fin no importaron la falta de pruebas, la ausencia de argumentos jurídicos sólidos, y las erróneas definiciones de los delitos en la acusación fiscal. La jueza hizo lo cómodo: pasar el caso a vista pública y no chocar con la opinión pública.

El daño no es tanto para los acusados, quienes todavía tienen buenas posibilidades de desmontar las acusaciones en la vista pública, cuando realmente habrá despliegue de pruebas y testigos. El daño es para el sistema judicial, su credibilidad, su independencia y su inmunidad contra presiones de la opinión pública… y de la fiscalía.

En la audiencia se comprobó que la fiscalía llevaba el caso por razones políticas, tratando de penalizar la actuación de servidores públicos en el marco de una política pública. Se comprobó una vez más que los jueces de primera instancia (de paz y de instrucción) están bajo inmensa presión por parte de la opinión pública, los medios, la fiscalía y los poderes políticos. Prefieren pasar las papas calientes a instancias mayores. No se atreven a desechar casos.

En la vista pública, cuando realmente se ponga al examen la validez de las pruebas y de los testimonios de los “testigos criteriados” de la fiscalía, la justicia todavía puede imponerse sobre el vicio de politizar la justicia y de judicializar la política.
——

Miércoles 5pm:
Resulta que prevaleció la versión pesimista: La jueza Lucila Fuentes de Paz pasó a 19 de los 22 acusados a vista pública, no sin antes limpiar y ordenarle la plana a los fiscales, agregando argumentos jurídicos que ellos no eran capaces de desarrollar. Sólo dio sobreseimiento definitivo a dos acusados: la sicóloga inexplicablemente involucrada por la FGR, a pesar de que nunca formó parte del Consejo Criminológico que según la FGR cometió falsedad ideológica; y al comisionado de la PNC Oscar Aguilar Hernández, contra el cual definitivamente no existía prueba ninguna. Además dio sobreseimiento provisional al inspector Luis Alonso Aguilar Marín, por la misma razón. Se hizo un pedacito de justicia.

A todos los demás, incluyendo al mediador Raul Mijango, al subinspector Roberto Castillo, al ex director de Centros Penales Nelson Rauda y a los otros funcionarios penitenciarios la jueza los mandó a vista pública, por una sola y triste razón: dio plena credibilidad a los testimonios de los pandilleros criteriados que los implican. Sin ellos, todo el caso se hubiera caído por si solo.

Un día negro para la justicia. Con jueces como Lucila Fuentes de Paz van sobrando los fiscales. La presión de la opinión pública y de la fiscalía se impone a la justicia. Se llama justicia populista.

Saludos,

 
(MAS!/EL Diario de Hoy) 

 

martes, 30 de mayo de 2017

Carta a Salvador Sánchez Cerén: Reprobados en Seguridad

Presentación de la nueva fuerza anti-pandillas: Fuerzas Especial de Reacción El Salvador  (FES)


Estimado ciudadano presidente:
Toca a hacer resumen de 3 años de su gobierno. Me voy a concentrar en el tema de Seguridad Pública. Por dos razones: es el área donde existe el abismo más grande realidad y propaganda. Es en seguridad donde ustedes pretenden ganar puntos, sabiendo que es donde más le duele a la gente; y sabiendo también en los otros temas prioritarios como empleo, crecimiento económico, crisis fiscal, salud y educación, Empleo tienen perdida la batalla.

Así que ustedes quieren vender su política de seguridad como éxito, sólo porque ahora en el 2017 tenemos menos homicidios que hace un año. Pero será difícil vender como éxito que ahora regresemos a los mismos índices de violencia que cuando usted asumió el gobierno en el 2014, luego de haber provocado en el 2015 y 2016 los índices record de homicidios, con un promedio de 20 asesinados diarios.

De lo que usted tiene que rendir cuentas no son de los homicidios de los últimos tres meses, sino de los últimos 3 años: 15,700. Son 5,233 al año; 436 al mes; 14.3 al día. ¿Cuál éxito? ¿Cuál solución?

El problema es que ustedes no tienen un plan de seguridad. Tienen un plan propagandístico que se llama “Plan El Salvador Seguro”. Pero este plan es paja, no tiene nada que ver con lo que ustedes ponen a ejecutar a sus fuerzas policiales y militares en el terreno y en los barrios.

El verdadero plan que están ejecutando nunca lo han hecho público, porque es impresentable: militarización de la PNC, llevando al traste el concepto de una policía civil acordada en los Acuerdos de Paz; permanente búsqueda de enfrentamientos de tipo militar para provocar bajas a las pandillas; fomentar y proteger ejecuciones extralegales por parte de policías y grupos ligados al FMLN – y un Estado de Excepción en el sistema penitenciario, legalizado con las “medidas extraordinarias”.

El error es que han declarado la guerra a los pandilleros, en vez de declararle la guerra a la violencia y la delincuencia. Son dos guerras muy diferentes. La primera causa la cantidad de muertes y la erosión institucional de la policía que hemos observado en los últimos 3 años. La segunda se enfocaría en prevenir muertes y apostaría todo a la institucionalización de las fuerzas de seguridad.

Les declararon la guerra a las pandillas, no para erradicarlas (que incluso ustedes saben que es imposible a pura represión), sino para domarlas y someterlas al diseño de control social y territorial del FMLN. Ustedes libran esta guerra con tanta saña, porque en el fondo ven como traición que los pandilleros pretenden representar a los más marginados, sin supeditarse a los lineamientos del partido que supuestamente es la vanguardia de los pobres.

Por esto a 3 años de su gobierno estamos tan mal como cuando llegaron al poder, pero infortunadamente pasando por los dos años más mortíferos de nuestra historia.

Reprobados.
(MAS!/El Diario de Hoy)