Señor:
Revisé la sopa que nos sirve. Como usted
supuso, se encontraron pelos en ella. Pero, no encontré ninguna carne.
¿Adónde está la carne, presidente?
‘Where’s the beef?’ – con esta pregunta
Walter Mondale remató a su rival Gary Hart en el debate entre precandidatos
presidenciales del Partido Demócrata. Hart explicó su plan de gobierno, y
Mondale solo tuvo que preguntarle ‘Where’s the beef?’ para ganar la primaria…
La frase se había hecho famosa este mismo año con la campaña de Wendy’s,
haciendo burla de los Big Macs de la competencia, que tenían panes gigantescos
y poca carne…
A partir de lo de Wendy’s y Mondale usa
esta frase para decir: Pura paja, nada de sustancia. Incluso en alusión al
tamaño del órgano sexual de los machos…
Regresemos a su sopa. En su Facebook live
de miércoles 24 de abril, usted describió cómo lo maltrata la prensa: haga lo
que usted haga, siempre le encuentran ‘un pelo en la sopa’. Sus troles ya le
habían preparado el hashtag para convertir en campaña las palabras de su líder:
#ElPeloEnLaSopa…
Pues hombre, sírvanos una sopa
sustanciosa – una que tenga carne, no solo sabor de cubitos. Y aunque
encontremos uno que otro pelo en la sopa, cosa que siempre se dará, vamos a
hablar de la carne: de la sustancia, del sabor, del contenido, de las
propuestas, de las soluciones… Pero si no hay carne, ¿qué hacemos?
La gente, sobre todo la que votó por
usted, quiere saber ¿qué tipo de gobierno está armando Bukele, y con quiénes?
Han pasado dos meses de la elección y quieren saber ¿qué va a hacer el nuevo
gobierno? Usted no lo dijo en campaña y no lo dice ahora. Pero sale con un
monólogo de una hora para hablar de dos cosas: De lo mal que le tratan los
medios, y de cómo va a consolidar su partido. ¿Y la carne, pues? Nuevas ideas
no se come…
Entonces, al no encontrar carne, lo que encontramos
son los pelos.
De paso sea dicho: Cada día se parece más a Funes: la comunicación
reducida a monólogos, Funes en su programa de radio, usted en su Facebook live.
Ustedes piensan que es comunicación con el pueblo, pero son puros monólogos. No
hay diálogo. No hay debate. No hay preguntas y respuestas. Y la otra cosa que
usted aprendió de Funes: Desde el poder señalar y atacar a sus críticos – al
aire, con nombre y apellido. Así como Funes me sacó varias veces en su programa
radial sabatino, usted me sacó en su Facebook live. Usted tiene razón en decir
que como presidente también tiene libertad de expresión, igual que cualquier
ciudadano y periodista tiene el derecho de criticar al gobernante. Claro que
sí. Sólo que quien lo hace desde el podio del poder, desde la inmunidad de la Presidencia,
tiene otro tipo de responsabilidad. Puede caer en abuso del poder.
A veces es incomodo que te ataquen desde
la altura del poder. Pero no me intimida. Voy a seguir señalando los pelos que
encuentro en las sopas mal cocidas – y la falta de carne y sustancia.
Lo
que me preocupa no es que me puedan atacar, primero en un programa presidencial
y luego en campañas de troles, sino la expectativa de tener otro presidente,
como antes Funes, que se niega a someterse al escrutinio crítico de la prensa.
Saludos,
(MAS! y EL DIARIO DE HOY)