sábado, 23 de agosto de 2014

Carta a ARENA

Voy a abusar de este espacio de opinión. El 19 de agosto dirigí una carta a los militantes de ARENA que el domingo 24 van a decidir sobre las candidaturas a diputados de su partido. Bueno, los que no están reservadas para los actuales diputados. Pero este acto de apertura, relevo y democracia interna de uno de los partidos mayoritarios es tan importante que le voy a dedicar otra carta. No importa que los ortodoxos de derecha digan que es una intervención indebida de alguien ajeno al partido en sus asuntos internos. No importa tampoco que los ortodoxos de izquierda digan que con esto me destapo como arenero.
Ambos están equivocados. Lo que está pasando con esta elección interna de ARENA es un paso de apertura hacia la sociedad civil. Un cambio en la relación partido-sociedad. Por tanto, desde la sociedad civil todos tenemos derecho de intervenir. Si en el FMLN se diera una proceso parecido, con gusto intervendría - así como lo hice cuando los renovadores aun formaban parte del Frente y hubo un debate abierto sobre estrategia, democracia interna y el futuro de la izquierda…

Me hubiera gustado que el proceso de apertura y democratización de ARENA fuera más coherente e integral. Me hubiera gustado que TODAS las candidaturas, incluyendo las de los actuales diputados, fueran sujeto a debate, evaluación y decisión de las bases. Me hubiera gustado que el partido hubiera salido activamente al encuentro de la sociedad civil y sus organizaciones para identificar a nuevos candidatos que pueden representar a la ciudadanía y dar nuevos impulso a la oposición. Me hubiera gustado que esto se hubiera convertido en una verdadera elección primaria.

Me hubiera gustado -y creo que hubiera sido sumamente positivo para el país- que en esta primaria se hubieran relavado la mayoría de los diputados.

Pero esto no va a pasar. El proceso es más lento, más tímido, menos audaz – pero constituye un paso bueno. Y  depende de ustedes sacarles el mejor provecho y llevarlo a los mejores resultados.

También me hubiera encantado que más líderes surgidos en la sociedad civil se hubieran apuntado para pasar de la puerta que Arena les abrió. Pero algunos sí se apuntaron y hay que apoyarlos.

Hoy apenas se inicia el proceso de relevo de ideas y liderazgos. Pero ustedes tienen la oportunidad de volverlo irreversible y darle la fuerza necesaria para que en las elecciones del 1 de marzo del 2015 cambiemos el mapa político. Para esto, ustedes tienen que apostar a la renovación y la apertura. O sea, a los candidatos que representan esta tendencia.

¿Cómo? Priorizando el voto para las caras frescas que representan la nueva alianza con la ciudadanía, con los independientes, con la juventud, con la masa citica de la sociedad. Para que la gente entienda y apoye la apertura de ARENA, las caras nuevas tienen que recibir un mandato fuerte en la votación del 24.

En este sentido, yo me tomo el derecho a recomendarles votar por Juan Pablo Fontán y Johnny Wright Sol en San Salvador, y por Juan Valiente en La Libertad. Los conozco lo suficiente para apoyarlos públicamente. Hay otros que no conozco personalmente, pero a lo mejor ustedes sí los conocen como buenas alternativas para dar sentido al voto por cara en las elecciones de marzo: Jorge Santacruz y José Roberto Zablah en San Salvador; Felissa Cristales y Ricardo Andrés Velásquez Parker, en La Libertad; Lucrecia de Domínguez y Maytee Iraheta, en Sonsonate; Claudia Gazzolo de Munguía en Ahuachapán; Javier Palomo en Santa Ana; e Irma Patricia Zavala, en San Vicente. Si hay otros que se me escaparon, cada uno de ustedes complete la lista. Pero aprovechen la oportunidad y apuesten al futuro.

Saludos, Paolo Lüers
(Mas!/El Diario de Hoy)

jueves, 21 de agosto de 2014

Carta al arzobispo

Estimado monseñor José Luis Escobar Alas:
Espero que lea mi columna transversal que hoy mismo sale en las páginas editoriales de El Diario de Hoy, sobre su tema favorito de los últimos días: el “estado fallido”.

No tenemos “estado fallido”. Tenemos un gobierno que falla. Digo esto para que nadie confunda mi posición con la del gobierno del FMLN, que también rechaza la tesis del “gobierno fallido”. Claro, tiene que defenderse, nadie quiere ser gobierno de un estado fallido. Pero peor aun sería para el gobierno reconocer que el fallido es él, no el estado…


El presidente, en un acto en honor a los policías muertos en el cumplimiento de su deber, lo mandó a callar. Es más, el presidente le reclamó, básicamente diciéndole: Y usted, ¿por qué habla de “estado fallido”, si su iglesia es parte de nuestra estrategia de seguridad? Bueno, usted en algún momento se dará cuenta que hasta la fecha, lo único de lo cual ustedes y el PNUD son parte es una estrategia de relaciones públicas para hacernos creer que hay estrategia de seguridad…

Usted, monseñor, como vocero de la Iglesia Católica tiene que tener cuidado con sus palabras. No para ahorrarse reclamos del gobernante, estos no importan, sino para preservar su autoridad moral ante la nación. Aunque su antecesor y usted mismo han hecho un uso inflacionario de su intervención política de todos los domingos, todavía está viva la tradición de monseñor Oscar Arnulfo Romero – y ella da mucho peso a la palabra política del arzobispo. Usted no debería hablar de “estado fallido”, sino más bien de lo que hay que exigir al gobierno para que nunca lleguemos a esta calamidad…

 
Y si su Conferencia Episcopal ya está comprometida con la iniciativa publicitada del gobierno de crear una política de seguridad del estado, ustedes deben hacer transparente esta su participación, sus términos, y sus condiciones. Para la Iglesia tiene mucho sentido participar en la búsqueda de la paz, así como lo ha hecho su obispo hermano Fabio Colindres. Es su deber. Pero tiene que hacerlo de manera transparente, para poderse convertir en el instrumento de la sociedad civil frente al gobierno y sus autoridades. Lo que no se vale es, por una parte, hacerse instrumento de las estrategias del gobierno, y por otra parte (y para lavarse la cara), hablar de “estado fallido”.

Tendremos un “estado fallido” cuando además del gobierno también falle toda la sociedad civil – y esto incluye la Iglesia… y los partidos, el sector privada, la academia, la opinión pública. No estamos en este punto.

Con todo respeto, le pido revisar sus discurso. Paolo Lüers
(Mas!/El Diario de Hoy)

Columna transversal: País quebrado y estado fallido, dos distracciones

Dos diagnósticos fatalistas se han puesto de moda en El Salvador: que ‘el país está quebrado’ y que ‘somos un estado fallido’. Ambos son falsos. Falacias irresponsables. Son peligrosos, porque socavan la confianza en un país, cuya economía y seguridad ya están en crisis – y las puede terminar de hundir. Self-fulfilling prophecy - profecía autocumplida.
El país no está en quiebra, las finanzas públicas están en quiebra.

Tenemos gobiernos que fallan ante su responsabilidad, pero no un Estado fallido.

Mal gobierno, mal manejo de finanzas públicas, y políticas públicas erróneas ponen un país en crisis, pero solamente terminan llevándolo a la quiebra económica y a un estado fallido si la sociedad pierde la confianza en su capacidad de superar esta crisis.

Un país es mucho más que un gobierno y sus políticas, y la economía de un país es mucho más que sus finanzas públicas.

La economía salvadoreña ha aguantado políticas públicas erróneas y populistas de las administraciones Saca y Funes. Ha perdido su capacidad de generar crecimiento, pero no ha quebrado. La economía ha sobrevivido tres reformas fiscales, que nos han traído nuevos impuestos y menos transparencia. Todas las reformas fiscales son malas si no hacen más simple y transparente el sistema tributario. Nuestra economía ha sobrevivido el declive en todos los diferentes índices que miden el clima adecuado para inversiones;  ha sobrevivido la sistemática confrontación del gobierno Funes con el sector privado - y no ha quebrado. Todavía crecen la exportación y la industria. Todavía tenemos una economía que puede recuperar su crecimiento mañana, con tal que las políticas públicas dejen de restringirla y focalicen la inversión pública consecuentemente en educación y una seguridad basada en la inclusión social y la transformación de los guetos.

El problema de las finanzas públicas, que el gobierno del FMLN, lejos de resolverlo, está profundizando, se puede volver manejable con la conjugación de varios factores: crecimiento económico, austeridad en el gasto público, y políticas públicas que logren comprometer al sector privado en estrategias de largo plazo.

Expertos en la materia afirman que incluso las finanzas del Estado, aunque son mal manejadas por los gobiernos del FMLN, podrían sanarse a corto plazo con medidas adecuadas que perfectamente están al alcance de un ejecutivo y una legislativa responsables. O sea, no es un problema estructural, es reflejo de políticas erradas. Pero estas se esconden detrás de la falsa imagen de un país quebrado. Se habla de nuevos modelos económicos, en vez de revisar de fondo las políticas públicas adoptadas por los dos gobiernos del FMLN.

Algo parecido pasa con la afirmación irresponsable que El Salvador es un “estado fallido’. Fatalmente, se juntan corrientes de izquierda que quieren empujar al FMLN hacia cambios más fundamentales (o incluso fundamentalistas). En esta categoría caen las posiciones de Héctor Silva hijo, quien difunde la tesis que la PNC, por a infiltración de ex-militares y sus conexiones mafiosas, tiene un pacto con el crimen organizado. No habla de individuos que, igual que en cualquier policía del mundo, dentro de la PNC pueden tener conexiones con el crimen organizado – habla explícitamente de un problema institucional y estructural: la PNC como institución está comprometida y por tanto no puede cumplir su rol de combate al crimen. Ergo: estado fallido.

Lo más absurdo es que estas posiciones son retomadas no sólo por voceros de  la UCA, de El Faro y de FESPAD, sino igualmente por representantes oportunistas de la derecha.  En su afán de criticar al FMLN y su gobierno les conviene la teoría de la quiebra y del estado fallido. Echan al niño con el agua de la bañera. En vez de someter las políticas de seguridad del gobierno a un análisis crítico y proponer alternativas, hacen juicios sumarios con el veredicto de un estado fallido. El argumento: si el estado, en partes de su territorio, no puede mantener el control, ni garantizar los servicios básicos ni imponer el monopolio estatal de ejercer violencia, se trata de un estado fallido. Felicidades: aplicando criterios tan generales, toda América Latina se compone de estados fallidos, tal vez con excepción de Chile, Costa Rica y Uruguay. Ni hablar de África, el mundo árabe  y buena parte de Asia. Entonces, “estado fallido” se vuelve sinónimo de subdesarrollo, tercer mundo, país en desarrollo… Felicidades, ¡excelente análisis!

Igual que en el tema económico, aquí aplica lo mismo: el gobierno y sus políticas están fallando, hay que cambiarlos, urgentemente. Cuando una habla de “estado fallido”, esto parece imposible. Reparar un “estado fallido” requiere mucho más que una corrección de políticas públicas o un cambio de gobierno. Implica una refundación del estado, cambios en la correlación de fuerzas entre gobierno, poderes, sociedad, sector privado. Sólo la izquierda troglodita puede tener interés en una refundación del estado. Por esto promueve la tesis del ‘estado fallido’, echando la culpa a los 20 años de ARENA…
(El Diario de Hoy)



martes, 19 de agosto de 2014

La Veda hace agua

Hay peligro real que todo el esfuerzo que el país ha hecho se venga al traste. No quiero ser fatalista pero el proceso de conservación de tortugas marinas está en una fase crítica. La veda total y permanente del consumo de huevos de tortuga ya tiene cinco años y durante estos cinco primeros años contó con decidido apoyo de USAID; ahora los salvadoreños estamos solos y llegó la hora de demostrar que el cambio es irreversible.
Un estudio hace cinco años hablaba que más del 90 % de los salvadoreños pensaba que estaba bien comer huevos de tortuga, cinco años después encontramos sólo 4 % que dice que come huevos de tortuga y un 26 % que dice que comería si tuviera la oportunidad. Hemos cambiado de un 90 % a un 30 % de consumidores potenciales en sólo cinco años, es un cambio histórico en el país. Es un ejemplo que los salvadoreños cuando queremos podemos.
La estrategia fue, por un lado, concienciar a todos los salvadoreños que "Yo no como huevos de tortuga", era el camino a seguir. Y lo logramos, sólo un 30 % de potenciales depredadores quedan. Por el otro lado había que trabajar con los medios de vida de las comunidades costeras. Para esto se estructuraron viveros en donde se da una compensación de dos dólares por docena recibida. De esta manera los tortugueros podían seguir obteniendo algún ingreso, mientras el peso de la ley caía fuerte sobre los que no cumplen la normativa.
Ahora los corrales siguen funcionando, con el aporte de la empresa privada salvadoreña y de algunas alcaldías visionarias; el Fondo Iniciativa para las Américas también apoya. La campaña para ser "Uno más que no como huevos de tortuga" sigue viva. Pero hay grave peligro que se pierda lo ganado.
La veda hace agua, se cuelan los saqueadores de tortugas, playas como San Diego, la Zunganera o La Puntilla se han convertido en lugar donde abundan los saqueadores; los tortugueros concientizados los combaten en las playas pero sin más apoyo no lo van a lograr. Los restaurantes parece que ya han perdido el miedo a las sanciones: en el Mercado Central, en el mercadito de Merliot, enfrente a la gasolinera del puerto de La Libertad, en los restaurantes flotantes de la Puntilla y muchos otros lugares han regresado al menú los huevos de tortuga.
Estamos en un punto débil, necesitamos acciones urgentes y recursos para poder seguir con el proceso. Pero sobre todo una fuerte aplicación de la ley. Necesitamos la denuncia social, es importante tomar fotos de restaurantes o personas que trafican, necesitamos que estas lleguen a la Fiscalía y que se procese a todos estos pequeños delincuentes.
El Salvador cambió, es un nuevo país, no podemos dar un paso atrás. También por eso de una vez por todas firmemos la Convención Interamericana para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas, sólo nosotros y un par de países no somos firmantes y tenemos un ejemplar programa de conservación, urge ser parte y urge garantizar que el programa continúe.
*Director Ejecutivo FUNZEL. Publicado originalmente en El Diario de Hoy 19 de Agosto de 2014. http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_opinion.asp?idCat=50839&idArt=9028658

Carta a los militantes de ARENA

Amigos:
Ustedes (por lo menos una buena parte de ustedes) decidirán este fin de semana sobre los candidatos que su partido postulará para las elecciones para diputados. Ojala que ustedes tengan claro que de la sabiduría con la cual ustedes deciden sobre sus candidatos dependerá si en marzo del 2015 surja una oposición o si el bloque FMLN-GANA se queda con todo el poder.

Si ustedes se inclinan por candidatos que no entienden la necesidad de la renovación de la oposición, el resultado en marzo se va a parecer al resultado de la primera ronda presidencial en enero de este año.
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En cambio, si ustedes incluyen en su planilla candidatos que representan el relevo generacional y de ideas, así como la apertura del partido ARENA hacia la sociedad civil, el resultado electoral será parecido o incluso mejor que el resultado de la segunda ronda electoral presidencial en marzo del 2014.

¿Cuál fue la diferencia entre primera y segunda ronda presidencial? En la primera ronda se presentó un partido cerrado, aislado de la sociedad civil y sus expectativas. Y perdió. En la segunda se movilizó el resto de la oposición contra Funes y el FMLN, la oposición civil, la masa crítica de la sociedad. Y de repente Arena obtuvo medio millón de votos más..

En marzo del 2015, en las elecciones de alcaldes y diputados, no habrá segunda vuelta. La oposición tiene que abrirse hacia la sociedad civil desde el principio, ¡desde ya! Esta apertura tiene que reflejarse en las listas de candidatos. En cada departamento debe haber en la planilla opositora caras nuevas que reflejan ideas nuevas, aliados nuevos, políticas frescas, formas renovadas de hacer política. Si ustedes, en la votación interna del 24 de agosto, apuestan a la apertura del partido, la sociedad y sobre todo la juventud los va a apoyar en marzo. En cambio, si ustedes en las votaciones internas del 24, no se atreven a apostar a la renovación, el relevo y la apertura, el país pierde la oportunidad de establecer en marzo un sano equilibrio entre gobierno y oposición.

Cuando el 24 de este mes deciden sobre sus candidatos, se van a encontrar con nombres y caras que tal vez no representan la tradición del partido, pero sí su futuro a la par de una sociedad civil cada vez más exigente, más crítica, más independiente. La tradición del partido está garantizada por su dirigencia, por ustedes mismos, y por los 28 diputados que buscan reelección. Completen las planillas con gente nueva capaz de construir una oposición amplia que en el futuro puede reconstruir lo que estos dos gobiernos del FMLN están dañando o incluso destruyendo.

Está en sus manos mandar a las caras nuevas y los futuros liderazgos a la batalla electoral con fuerza, con respaldo de las bases, pero también con un mandato claro de construir una nueva oposición basada en transparencia, principios, competencia profesional, honestidad intelectual. Está en sus manos el 24 expresar que el partido quiere renovación, y que la apertura hacia la sociedad civil y sus expectativas democráticas no es una movida táctica sino una necesidad sentida por las bases.

En este contienda se han apuntado gente muy valiosa, que antes jamás participaron en política partidaria. Son jóvenes, mujeres y profesionales que han aprendido que para cambiar las cosas hay que meterse y asumir responsabilidades y compromisos. Si ustedes, las estructuras del partido, no los dejan entrar, la sociedad civil va a dejar solo al partido ARENA – y todo lo que se ganó entre enero y marzo del 2014 se volverá a perder, a lo mejor para siempre. Si en la planilla que ustedes van a componer para San Salvador, entre 24 candidatos no caben jóvenes como Juan Pablo Fontán y Juan Wright Sol, todo el mundo vamos a entender que ARENA no quiere apertura ni renovación. O si en La Libertad, a la par de Rodrigo Ávila y el Grillo Barrientos no cabe un intelectual como Juan Valiente, ¿qué puedo esperar de ARENA?

Está en sus manos componer planillas plurales, donde a la par de los diputados actuales estén caras nuevas de personas con nuevas ideas. La amplitud de la oferta de ARENA será la receta para ganar. Atrévanse a votar por el futuro.

Confiando en su sabiduría, les saluda Paolo Lüers
(Mas!/EDH)