sábado, 31 de marzo de 2012

Carta a mis lectores

Estimados amigos:

me dan lástima: me aguantaron 499 cartas, y ni siquiera con el número 500 va a terminar la jodedera: dejaré de mandar misiles cuando se me terminen los temas y los personajes... o cuando se me acabe el humor o las ganas de joder. Entonces, nunca.

Escribir estas cartas tres veces a la semana es un dolor de cabeza, porque a veces me falta el tiempo. Lo que nunca me falta son temas. Hoy por ejemplo hubiera podido mandar como 6 cartas:

- a Romeo Lemos del canal 12, preguntándole por qué se puso tan nervioso y manso cuando entrevistó a los pandilleros. No había que pedirles tanto permiso y perdón, no tuviste que culebrear tanto frente a ellos... ¿No entendiste que ellos querían hablar?

- al diputado Guillermo Gallegos: todos nos estamos revolcando de risa con el chiste de que quiere ser fiscal general de la República. Claro, y luego ponemos al Viejo Lin de jefe de policía y a alguien del Sindicato del Seguro Social como ministro de trabajo. Ay, disculpen, este chiste no funciona, porque la realidad (o más bien Funes) ya puso ahí a Centeno. Y cuando la realidad supera a los chistes, la risa se nos queda histérica...

- a Sigfrido Reyes, quien para seguir jugando a presidente en la Asamblea está dispuesto de vender la fiscalía a Gallegos y la presidencia de la Corte Suprema a Ulises del Dios Guzmán. O sea, dispuesto de cagarse en el sistema judicial, con tal que GANA le de los votos en la Asamblea...

-  a ministro Carlos Cáceres, que no tiene empacho en confesar que nos está robando 120 millones en intereses a nuestros fondos de ahorros de pensiones, porque si paga la tasa comercial “quiebra el gobierno”... ¡Que galán que nos obligás a subvencionar al gobierno!

- a Mauricio Funes, el único salvadoreño bronceado antes de entrar en vacaciones, y que todavía regaña a los periodistas diciendo: “¿Y quién les ha dicho que estuve en una casa de playa?” Tiene razón, sean más serios, colegas: Tal vez el hombre estuvo en una casa de montaña...

- a mi amiga Ana Guadalupe Martínez pidiéndole que renuncie al pescado si Parker realmente da apoyo al tamal que está armando FMLNGANA en la Asamblea para remover a los magistrados de la Sala de lo Constitucional. Por pura venganza política, y para destruir la independencia judicial...

Ya ven, temas siempre hay. Y personajes que necesitan recibir mis cartas, también. Yo les prometo: una vez al mes voy a mandar una carta positiva a alguien que está haciendo bien las cosas.

Saludos, Paolo Lüers
(Más!/EDH)

jueves, 29 de marzo de 2012

Carta a los diputados salientes

Estimados diputados:

¿Se olvidaron del decreto 743, o sea de su último atentado contra la independencia de la Corte Suprema? ¿Tienen tan corta memoria que se olvidaron del terremoto político que al final los hizo retractarse y dejar en paz a la Corte y su Sala de lo Constitucional?

Pues, parece que sí. Porque ahora algunos de ustedes están armando otro tamal peor: Elegir en la Asamblea saliente al nuevo fiscal general, al nuevo presidente de la Corte Suprema, y a cinco magistrados de Corte - y de un sólo repartirse la directiva y la presidencia de la nueva Asamblea.

Lo que ustedes tal vez todavía no se han dado cuenta: Es un tamal tan apestoso que cualquiera que se lo traga, se suicida. A esta altura, cuando ya los ciudadanos les han quitado en las urnas la mayoría calificada mal habida durante los últimos tres años, repartirse estos cargos entre ustedes, es un pecado que los ciudadanos (y sus propias bases) nunca les van a perdonar. Sólo pensar que su partido pudiera prestarse a una maniobra para que la Fiscalía General o la presidencia de la Corte Suprema quede en manos de GANA, sólo para que Sigfrido Reyes pueda seguir jugando a presidente en la Asamblea Legislativa – esto le daría vómito hasta a los militantes del Frente.

Los diputados de CD, PES y CN tienen que hacerse una reflexión seria: o se hacen cómplice de este chanchullo, esperando que les dejan algún huesito en la Asamblea, y terminan de perder lo poquito que les quedaba de credibilidad; o se oponen, se quedan sin huesito, pero recuperan credibilidad ante la opinión pública.

Cualquier diputado con un resto de decencia tiene la obligación de asegurar que sea la nueva Asamblea, la única que tiene legitimidad ganada en elecciones, que decida sobre la Corte Suprema, la Fiscalía y el endeudamiento del país. Y si piensan que ahora es cuando, porque ya pasaron las elecciones, y que hasta las próximas elecciones la gente se habrá olvidado de sus traiciones – no hagan cuentas alegres: Van a pagar sus pecados en el 2014. Nosotros nos encargaremos que nadie se olvide...

Piénsenlo bien.

Paolo Lüers
(Más!/EDH) 




miércoles, 28 de marzo de 2012

La terrible tentación de agarrarse del personaje más popular

Lo más estúpido que podrían hacer los dos partidos grandes es apresurarse a nombrar sus candidatos presidenciales basados en una lectura simplista de las recién pasadas elecciones de alcaldes y diputados. Las votaciones del 11 de marzo no fueron primarias para medir la fuerza de las diferentes figuras ‘presidenciables’.

Partido que no entiende que las presidenciales se definen con otros criterios que elecciones de alcaldes y diputados, está perdido. Es absurdo mencionar a Norman Quijano y Oscar Ortiz como favoritos para conseguir la candidatura presidencial de sus respectivos partidos, sólo por que han logrado grandes victorias en sus municipios. Igual absurdo sería decir que Ana Vilma de Escobar y Sigfrido Reyes, sólo por ser los más votados de sus partidos, se posicionaron como candidatos presidenciales.

Es absurdo por varias razones. Primero de todo, porque antes de pensar en nombres para candidatos, hay que pensar en perfiles. ¿Qué tipo de presidente necesita el país, en función de qué visión del futuro? ¿En qué tipo de partido me quiero transformar  en los próximos años? ¿Y entonces, qué tipo de candidato necesita mi partido para unificar a mi partido (y posiblemente al país) en función de una determinada visión de país?

El caso ideal sería que el candidato que más corresponda a este perfil sea al mismo tiempo el más popular y conocido. Pero esto no es lo más probable ni es indispensable. Los partidos tienen que tener la apertura de tomar en cuenta candidatos que tal vez prometen ser buenos presidentes, aunque no sean los más populares. Los partidos tienen que tener la sabiduría de construir un equilibrio entre buscar, pensando en las elecciones, un candidato ganador; y buscar, pensando en el país, un presidente con visión y capacidad de gobernar.

Por esto, cuidado con la terrible tentación de agarrarse del personaje más popular. Ya llevamos dos presidentes sumamente populares, que han sido buenos candidatos pero pésimos presidentes...

El país no aguantaría a un tercer presidente de esta característica. El próximo presidente tiene que ser alguien con una clara y realista visión del futuro del país; con un compromiso confiable con la institucionalidad democrática; y quien sepa armar y conducir un gabinete de gobierno con capacidad ejecutiva.

Como el próximo presidente va a provenir de uno de los dos partidos grandes, FMLN y ARENA tienen la obligación de entrar, antes de discutir posibles candidaturas para el 2014, en un proceso profundo, transparente y participativo de definición de su proyecto político. Para precisarlo mejor: ARENA tiene que explicar en qué su próximo gobierno y sus políticas públicas se van a diferenciar de sus gobiernos anteriores, sobre todo del último de Tony Saca; pero diferenciar de fondo, no de maquillaje. Y el éxito del FMLN dependerá de su capacidad de presentar al país un proyecto político sustancialmente diferente al que actualmente está implementando junto con Mauricio Funes.
 
Así como el Frente no puede simplemente decir “El cambio sigue”, como lo hizo para las elecciones recién pasadas y perdió, lo peor que podría hacer ARENA es dejar pensar al ciudadano que con un futuro gobierno de derecha regresaríamos a la situación antes del ‘cambio’. 


Este proceso necesario de redefinición de los proyectos políticos de los dos partidos grandes no puede ser contaminado por consideraciones populistas, ni siquiera de popularidad de los candidatos. Partido que comete este error, con seguridad va a perder, aunque agarre al más popular entre sus precandidatos. E incluso si lograra ganar las elecciones, perderá todo porque su gobierno sería una desastre...

Aparte de esto, ambos partidos tienen que definir con transparencia el proceso que van a implementar para construir su proyecto político, para definir el perfil de su candidato, para el proceso de pre-candidaturas y el debate interno, y por ende para el mecanismo de selección de su candidato. ARENA no se puede dar el lujo de cometer el mismo error del 2008/9, de manipular su proceso interno a favor de una candidatura impuesta. Y no estoy seguro si el FMLN se puede dar el lujo de seguir definiendo desde la cúpula a su candidato. Sobre todo cuando tenga una competencia interna entre varios pretendientes internos...

Antes de haber definido bien las reglas, los plazos, y los mecanismos de decisión, para cualquiera de los dos partidos sería un suicidio abrir el debate sobre nombres y permitir las campañas internas entre precandidatos. Mientras no estén definidos los proyectos políticos, ni siquiera se puede considerar que todos los nombres están sobre la mesa. Porque cada proyecto específico requiere del candidato idóneo.

Repito: Las recién pasadas elecciones no fueron primarias ni semifinales. ¿Cómo va a haber primarias o semifinales antes de que haya reglas y cuando todavía esté abierta la inscripción a la carrera?
(El Diario de Hoy)

martes, 27 de marzo de 2012

Carta a Mauricio Funes

Estimado señor presidente:

Por donde sea que esté, tal vez lea esta carta vía internet. Me imagino que usted como jefe de Estado, aunque hay decido ausentarse por ya dos semanas y no atender en persona los negocios del gobierno, se mantiene informado y conectado vía blackberry e internet.

A mi no me preocupa que usted esté ausente. Hay quienes le reclaman que no ha intervenido en el debate sobre las pandillas, el traslado entre cárceles, la tasa de homicidios que hoy ocupa el 90% de las horas de entrevistas televisivas. En este tema más bien le agradezco su silencio. Es demasiado delicado para que los gobernantes lo enreden más. Ya lo enredó el ministro Munguía Payés hablando más de la cuenta.

Aunque tampoco, sólo para que no le pregunten sobre este tema, usted tuvo que esconderse del todo. Hay gente a quienes les resulta inquietante no saber adónde está su presidente. Y todas estas acciones de despiste tampoco ayudan a que la gente está tranquila: mandar la caravana presidencial a correr por toda la ciudad... La gente no se cree esto, porque saben perfectamente que usted no es el único que usa esta exhibición de poder, sino que también sus hijos, su esposa, y a saber quiénes más...


O el otro truco que hizo el otro día: hacer que Casa Presidencial emita un comunicado diciendo que no hay cumbre presidencial en Guatemala, que más bien usted está esperando que la reprogramen, cuando el día siguiente vemos a sus colegas presidentes reunidos en Antigua extrañándolo a usted. Da un mal ejemplo: ya me va a decir mi hijo que mañana no va asistir a sus exámenes y mejor esperar que los reprogramen...

Al fin no sabemos si usted salió del país o está escondido aquí mismo. No nos tiene que decir ni adónde está ni qué está haciendo. Sólo avise que no va a estar. Y asume el vice. Bueno, el hecho que fue el vicepresidente Sánchez Cerén quien el viernes recibiera en Casa Presidencial a tres embajadores para recibir sus cartas credenciales, indicaba que él estaba ejerciendo la presidencia. No podemos tener dos presidentes, ¡Dios guarde!

Así que yo le recomiendo lo siguiente: Ya que se tomó estas semanitas, de una sola vez haga puente con Semana Santa. De todos modos, de aquí a Semana Santa no pasa nada, sólo que su ministro de Haciendo quiere caer a los fondos de pensiones; sólo que algunos diputados de su partido quieren romper su palabra y usar la mayoría que todavía tienen en la Asamblea saliente (y que perdieron en las urnas) para nombrar magistrados de la Corte Suprema.

Felices vacaciones sin preocupaciones le desea Paolo Lüers

(Más!/EDH)