"El 80% votó contra la ultraderecha. Los tres partidos de izquierda juntos casi doblaron los votos de la ultraderecha. ¿Cómo esto puede ser una derrota?"
En la voz del autor: Alemania.mp3
Publicado en MAS! y DIARIO DE HOY, martes 25 febrero 2025
Estimados lectores:
Algunos habrán notado que la semana pasada no salieron mis acostumbradas Cartas de Paolo. A veces uno se enferma y toma una pausa, ni modo. Me hubiera gustado tomarme unos días más de recuperación, si no fuera por el hecho que este domingo se celebraron las elecciones por un nuevo gobierno alemán; si estas no fueran tan cruciales en la crisis geopolítica creada por la traición de la administración Trump a Ucrania y a Europa - y si la prensa (internacional y nacional) no estuviera pintando una imagen tan superficial y distorsionada de esta elección alemana. A veces convierten una buena noticia en una mala...
Voy a usar la famosa metáfora del vaso que unos ven a la mitad vacío y otros a la mitad lleno, dependiendo si son pesimistas o optimistas. Una imagen jodida, porque ambos tienen razón. Pero viendo el proceso electoral alemán y sus resultados, lo que tenemos es un vaso a 80% lleno. Es absurdo decir que es vacío.
En una elección con la más alta participación de la historia del país (82.5%) y donde todo la campaña se concentró en la alternativa entre democracia liberal y una creciente ultraderecha, que quiere un sistema antiliberal, nacionalista, racista y anti integración europea, el 80% votó contra esta peligro del resurgimiento del autoritarismo alemán. Ojo: El 80% no sólo votó por otras opciones (conservadora, socialdemócrata, liberal o verde/ecológica), sino estos partidos democráticos convirtieron esta elección en una disyuntiva entre dos opciones: democracia versus autoritarismo. Pusieron la defensa común de la democracia encima de sus diferencias ideológicas. Hasta el partido que representa la extrema izquierda su unió a este consenso. El 80% votó contra la ultraderecha. Los tres partidos de izquierda juntos casi doblaron los votos de la ultraderecha. ¿Cómo esto puede ser una derrota?
De esta manera, la elección ya no era simplemente para definir si el siguiente gobierno iba a ser de derecha, del centro o de izquierda, no se trataba de una elección normal, sino lo que en Alemania llaman una “elección de destino”: democracia o populismo autoritario; integración europea o nacionalismo; solidaridad con Ucrania o rendición frente a un pacto Trump-Putin. Una disyuntiva crítica si uno ve el crecimiento de movimientos de ultraderecha en casi toda Europa, además extremadamente agudizada por el eminente peligro que viene de una administración Trump que intenta a toda costa desestabilizar las democracias europeas y el surgimiento de una Europa unida, la cual ve como un obstáculo para su nueva tendencia imperial.
En esta situación extraordinaria, en la cual los alemanes sabían que tenían que tomar una decisión clara, el 80% votóconscientemente para contener el populismo. Sin embargo, la percepción mediática se concentra en el hecho que la Alianza por Alemania, como se llama el partido neo fascista alemán, ha logrado duplicar su porcentaje de votos, de un 10% en las elecciones del 2021 a un 20% en febrero del 2024. Es importante registrar, analizar y entender este crecimiento y sus razones – pero es una falacia presentar esto como lo más relevante de las elecciones. El hecho realmente relevante es uno positivo: los cinco partidos que abarcan el espectro desde la extrema izquierda hasta los conservadores, pasando por el histórico partido socialdemócrata, por el partido liberal y el partido Los Verdes, han entendido que Alemania necesita un viraje político que lo vuelva inmune contra el resurgimiento de una derecha antidemocrática – y que para lograr esto, tienen que trabajar juntos para dar soluciones a los problemas económicos, sociales, y -muy importante- de la integración de los migrantes en la sociedad alemana, porque de la no solución de estos problemas surge la frustración, que es caldo de cultivo para los movimientos que promueven la antipolítica, el fanatismo y la desinformación sistemática. Nosotros en El Salvador conocemos bien esta historia...
Los partidos democráticos -y sus votantes- entendieron este peligro y optaron por poner la defensa de la democracia encima de sus respectivos intereses y preferencias ideológicas. No fue fácil, había atropellos – y será un proceso difícil de formar una coalición de gobierno sólida, conciliando, pero no abandonando, sus respectivas convicciones políticas. Pero la presión que todos los demócratas en Europa sienten por las políticas imperiales de Trump, harán que en Alemania la coincidencia entre los 80% que quieren defender la democracia se hará visible en un gobierno sólido. En los puntos centrales -por ejemplo el apoyo a Ucrania y la apuesta a la integración europea- incluso habrá unidad con los partidos democráticos que no formarán parte de la coalición gobernante. Nació un frente común contra el peligro autoritario, el externo y el interno.
Entonces, el vaso está lleno en Alemania, no está vacío. Es absurdo presentarlo de otra manera, enfocando en los problemas y en errores cometidos al calor de la campaña electoral. Los demócratas en Austria, los Países Bajos, Francia, Italia, Hungría, Rumania, Eslovaquia que todos enfrentan fuertes y peligrosos movimientos totalitarios, deben sentir alivio por la contención de este peligro en Alemania – y aprender de este logro. Ni hablar de los demócratas en total defensiva en países como Argentina, El Salvador, Nicaragua, Venezuela, Cuba – y, como parece, en Estados Unidos.
Sólo esto quería compartir. Es importante que las buenas noticias no sean presentadas como malas.
Saludos,