sábado, 29 de enero de 2011

Carta al presidente Barack Obama

Dear Mr. President:

Encantado con la noticia de su visita a El Salvador.

Tengo entendido que las visitas de los presidentes son a países, no a presidentes o cheros. También que un presidente de Estados Unidos, cuando dice que va a hacer una gira “para forjar nuevas alianzas de progreso en las Américas”, habla de alianzas entre naciones, no entre gobiernos o partidos.

Bueno, aquí lo entendieron un poco diferente: “Yo tomo esta visita como un reconocimiento del Gobierno del presidente Obama a los esfuerzos que está realizando el Gobierno de El Salvador”, declaró el presidente Funes.

Tal vez usted, cuando hable con su colega, le puede explicar que las visitas presidenciales no se otorgan como los premios Nobel, no son reconocimientos a presidentes porque gobiernan bien, se porten bien o tengan coincidencia ideológica.

Un presidente viaja a países donde su país tiene intereses. Cuando el presidente de Estados Unidos visita Brasil, o China o Europa, es para negociar. Cuando va para países como Irak, Pakistán o El Salvador, es para poner la bandera y decir: ‘Aquí estamos para defender nuestros intereses...’ En ningún caso importa mucho si el presidente anfitrión le cae bien o mal, ni siquiera si gobierna bien o mal.

Los Estados Unidos, histórica y geopolíticamente, tienen interés en El Salvador. Por eso han venido a El Salvador los presidentes Nixon, Clinton y Bush hijo, y por esto tanto Reagan como Bush padre mandaron a sus vicepresidentes. No vinieron a dar ‘reconocimientos’ a los presidentes salvadoreños de turno.

Bueno, a usted no le tengo que explicar esto. Más bien es para que usted lo explique a su colega Funes. Si no queda claro que usted no viaje para endosar a gobiernos y partidos, todos los presidentes de los países que no visita, se sentirían desautorizados.

Entonces, una vez establecido que usted no viene por Funes sino por el país, independientemente del presidente que tenga, y que no es para dar notas, su visita ya agarra sentido: Usted viene para dejar claro que Estados Unidos quiere mantener a El Salvador como aliado, y no como miembro de una alianza ‘antiimperialista’. Mensaje entendido y compartido.

See you in March,

Paolo Lüers

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viernes, 28 de enero de 2011

Pedro Nikken es elegido presidente de Comisión Internacional de Juristas

(Una excelente noticia para El Salvador: un gran amigo del país ha sido electo a un cargo importante para el derecho internacional. P.L.)

La Comisión Internacional de Juristas tiene el honor de anunciar la elección del Profesor Pedro Nikken al puesto de presidente de la CIJ. Pedro Nikken que ha sido miembro de la comisión durante los últimos años, fue elegido presidente de la CIJ el 21 de enero del 2011. El sucede así a Mary Robinson que tuvo el puesto desde el 2008 hasta el 2010.

Pedro Nikken ha sido juez (1979-1989) y presidente (1983–1985) de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Fue experto independiente de la ONU en el Salvador de 1992 hasta 1995 y de 1990 a 1992 fue consejero legal del Secretario-General de la ONU en el proceso de paz de El Salvador. En 1995 fue enviado especial del Secretario-General de la ONU en Burundi. Pedro Nikken fue Decano y Profesor (emérito) de la Escuela de Derecho de la Universidad Central de Venezuela. Fue también presidente y consejero permanente del Instituto Interamericano de Derechos Humanos. Es miembro (Sillón N°9) de la Academia Nacional de Venezuela de Ciencias Políticas y Sociales.

El Profesor Nikken cumple su tercer término como comisionado de la CIJ.

La Comisión Internacional de Juristas se dedica a la primacía, a la coherencia y a la aplicación del derecho internacional y de los principios que promueven los derechos humanos. La Comisión fue fundada en Berlín en 1952 y sus miembros son sesenta eminentes juristas que representan a los diferentes sistemas jurídicos del mundo. Con sede en Ginebra, el Secretariado Internacional es responsable de la realización de los fines y objetivos de la Comisión.

jueves, 27 de enero de 2011

Columna transversal: Un cuento de hadas

Cuando al fin --muchos años después del fin de la guerra civil entre izquierda y derecha-- llegó al poder en El Salvador el primer presidente de izquierda, todo el país tenía grandes expectativas de cambio. Algunos esperaban que al fin se realizara la revolución socialista; otros esperaban un poco más de justicia; algunos, aunque no esperaban nada bueno en los cambios económicos sociales, por lo menos esperaban un poco más de decencia, porque también ellos estaban cansados de la manera cómo la clase política había manejado el poder a su antojo y conveniencia.

En la ceremonia de la asunción del poder, el nuevo presidente, que había llevado a cabo una campaña política castigando los abusos del poder de los gobiernos anteriores, sorprendió a todos con un discurso conciliador que culminó con la frase: "Asumo la responsabilidad, pero la quiero compartir con todos. En mi gobierno no será pecado equivocarse, pero sí será pecado echarle la culpa de nuestros fracasos a otros".

Qué discurso más raro, dijeron sus opositores, sus seguidores y sus observadores. A lo mejor será pura retórica...

Pero lo que más raro les pareció a los fotógrafos y camarógrafos, que estaban pendientes de la llegada del presidente electo, era el hecho que arribó al lugar de la ceremonia en el mismo carro que había usado durante su campaña, un modesto Nissan Sentra de 10 años, vehículo preferido de vendedores de seguros, contadores y pensionados. Las imágenes del nuevo mandatario bajándose de este vehículo fueron vistas y comentadas en todos los noticieros.

El mismo día, en la primera sesión de su gabinete de gobierno, el presidente presentó los borradores para los primeros 5 anuncios de su gobierno, y pidió a sus ministros redactarlos. "Con este primer paquete de anuncios y decretos quiero dejar claro a qué me refiero cuando hablo del cambio".

Los ministros casi se desmayaron cuando leyeron los borradores de los decretos. "Presidente", dijo uno de ellos, "yo estoy de acuerdo con un plan de austeridad, pero lo podemos hacer de otra manera. No es necesario que vendamos toda la flota de camionetas Prado. ¿Cómo va pensar que el presidente se movilice en un Nissan Sentra?"

El presidente contestó: "Te voy a decir tres cosas: Primero, el presidente se movilizará en un Sentra, porque este es el carro que tengo años de manejar y no veo ninguna razón de cambiarlo. Segundo: no es sólo un asunto de austeridad, es un asunto de decencia y credibilidad. Tercero: Estás despedido".

Una semana después se publicaron los 5 primeros anuncios del nuevo gobierno:

1) Se venderán todos los vehículos del gobierno que tengan un valor mayor de 25 mil dólares, con excepción de vehículos especiales para la Fuerza Armada, PNC, Bomberos, Protección Civil y hospitales. Se cambiarán por ve-hículos tipo sedán y pickups, cuyo valor no excede los 25 mil dólares.

2) La residencia presidencial en la colonia Escalón se convierte sede de la nueva Escuela de Administración Pública. El presidente mantiene su residencia de muchos años. El rancho presidencial en el lago de Coatepeque pasa a ser centro de recreo para los empleados públicos.

3) Los helicópteros asignados a Casa Presidencial serán concentrados a una unidad logística que dará servicio a Protección Civil, Fuerza Armada, PNC y Casa Presidencial. Se usarán exclusivamente para viajes de trabajo.

4) No habrá Primera Dama que asuma responsabilidades administrativas. La esposa del presidente continuará dedicándose a la profesión que viene ejerciendo con plena satisfacción. Las funciones administrativas que anteriormente han desempeñado las primeras damas, se asignan a los ministerios correspondientes.

5) Nadie en el Ejecutivo puede tener un salario que sobrepase los 500% del menor salario en su institución. O sea, si el menor salario en Casa Presidencial es de $600 dólares, el del presidente no puede ser más de 3 mil.

A una semana de la publicación de estos anuncios presidenciales, cinco de los miembros del gabinete habían renunciado por problemas de salud. Fueron sustituidos por cinco académicos y empresarios que anteriormente habían rechazado la oferta del presidente de incorporarse al primer gobierno de izquierda del país.

Como se habrá dado cuenta el lector, esta es un historia de ficción. Cualquier falta de similitud con personajes reales no es coincidencia. Cualquier similitud del personaje aquí retratado con el presidente de Uruguay, José "Pepe" Mujica, tampoco es coincidencia. Sólo que él maneja un Volkswagen Bocho...

(El Diario de Hoy)

Carta a Ernesto Torres Chico

Estimado Lic. Torres Chico:

Recién fue nombrado jefe de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana. Lo decente hubiera sido rechazar el cargo. No lo hizo. Pero nunca es tarde. Debería hacerlo, antes de que usted se convierta en el problema que paraliza el proceso de la integración centroamericana.

¿Necesita razones para renunciar? Le doy un par. Primero: ¿Cómo puede usted aceptar ser el sustituto de su paisana Yolanda Mayora, cuando ella fue desbancada por los presidentes de Guatemala y El Salvador por haber iniciado una auditoría a la administración anterior? ¿Cómo puede aceptar esto, cuando usted fue parte de esta dirección que Yolanda Mayora mandó a auditar?

Porque usted trabajó en SIECA con Haroldo Rodas, quien hoy, como canciller guatemalteco, promovió la sustitución de Yolanda Mayora. ¿Y usted acepta ser el sustituto? Huele feo.

Necesita otra razón para renunciar. Bueno, talvez por ser cuñado del canciller salvadoreño Hugo Martínez, quien también jugó un papel activo en la remoción de Yolanda Mayora.

¿Nos son suficientes estas dos razones? Aquí hay otra: Tanto Costa Rica como Panamá no están de acuerdo con su nombramiento – por las razones arriba mencionadas. Ni tampoco las gremiales empresariales de los cinco países de Centroamérica.

¿Realmente quiere ser usted la piedra donde se tropieza todo el proceso de integración económica?

Mejor pídale a su cuñado algún consulado y se aleja de Centroamérica, antes de que el daño sea irreparable.

Paolo Lüers

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miércoles, 26 de enero de 2011

The Times's Dealings With Julian Assange and the Secrets He Spilled

This past June, Alan Rusbridger, the editor of The Guardian, phoned me and asked, mysteriously, whether I had any idea how to arrange a secure communication. Not really, I confessed. The Times doesn’t have encrypted phone lines, or a Cone of Silence. Well then, he said, he would try to speak circumspectly. In a roundabout way, he laid out an unusual proposition: an organization called WikiLeaks, a secretive cadre of antisecrecy vigilantes, had come into possession of a substantial amount of classified United States government communications. WikiLeaks’s leader, Julian Assange, an eccentric former computer hacker of Australian birth and no fixed residence, offered The Guardian half a million military dispatches from the battlefields of Afghanistan and Iraq. There might be more after that, including an immense bundle of confidential diplomatic cables. The Guardian suggested — to increase the impact as well as to share the labor of handling such a trove — that The New York Times be invited to share this exclusive bounty. The source agreed. Was I interested?

I was interested.

Lea el articulo completo en The New York Times

Bienvenido al gobierno, señor presidente

En vez de aclarar las cosas, el presidente de la República está creando aún más confusión sobre el subsidio al gas.

En una larga entrevista en TCS transmitida el lunes 24 de enero, el presidente dedicó mucho espacio a este tema. Lo único que queda claro es: la implementación del nuevo esquema de subsidio al gas, anunciada por el ministro de Economía para febrero, queda postergada por dos meses más. Por decisión presidencial. Lo que no dijo es cuánto esta decisión le costará al Estado. Expertos estipulan que por lo menos 10 millones de dólares mensuales.

Todo lo demás queda más confuso y contradictorio luego de esta intervención personal del presidente en el asunto del gas propano, que supuestamente está al cargo del Ministerio de Economía. El Dr. Héctor Dada, titular de esta cartera, había dicho que el subsidio total sólo se mantendrá para los hogares que tienen un consumo de energía eléctrica hasta los 99 kilovatios hora. Subsidio total significa que el Estado paga a los beneficiados la diferencia entre el precio subvencionado actual y el precio de mercado. Estamos hablando de una diferencia de $8.50. Los que consumen entre 100 y 200 kilovatios hora, sólo iban a recibir el 50 de esta diferencia. Así estaba elaborado todo el plan logístico del ministerio.

Así el ministerio de Economía estaba haciendo las gestiones con las compañías de distribución eléctrica y los bancos.
Ahora intervino el presidente y la cosa cambia radicalmente: "Vamos a mantener, entonces, el subsidio, el 100% del subsidio para un poco más del 70% de los hogares salvadoreños, ¿quiénes son esos? Los que en su factura eléctrica consumen hasta 200 kilovatios hora".

Dicho por Mauricio Funes, nuevamente sin mencionar cuánto le costará al Estado mensualmente esta decisión presidencial. Le tocará al ministro de Economía darnos esta mala noticia.
Ya que estaba echando agua al plan del ministerio de reducir el subsidio y de esta manera ahorrarle dinero al Estado, el presidente anunció otro cambio radical al esquema elaborado por el ministerio de Economía: "Estoy seguro de que el señor Merino (diputado del PCN, quien había exigido que el subsidio al gas se mantenga así como está; P.L.) no tiene cocina de gas; sin embargo, es muy probable, es muy probable que consuma menos de 200 kilovatios hora; a él le vamos a regalar ocho dólares con 50 centavos para que vaya a comprar, no un tambo de gas, porque no tiene tambo de gas, sino que alguna otra cosa que quiera comprar.

Los ocho dólares con 50 centavos se le va a dar a la gente, inclusive a quienes no tienen tambo de gas, por el solo hecho de ir a pagar su servicio de luz, entonces, indirectamente hasta le estamos subsidiando el consumo de energía eléctrica, porque cuando pague su factura ahí le van a dar ocho dólares con 50 centavos, entonces, es como un descuento el que está recibiendo."

Nada de esto estaba previsto en el nuevo esquema de subsidio al gas, que durante meses elaboró el ministerio de Economía. Se trataba precisamente de pagar el subsidio exclusivamente a los que consumen gas y no pueden pagar el precio de mercado.

Escuchando las declaraciones del presidente, me entra una duda: ¿Realmente el señor Funes decidió cambiar las reglas del juego de la manera como anunció? ¿O simplemente no entendió bien el esquema de subsidio propuesto por Economía y se enredó en los detalles? Sea como sea, habló el presidente y le corrigió la plana a su ministro.

Lo bueno de todo es que el presidente de la República definitivamente declaró el problema del subsidio al gas asunto de autoridad y decisión presidencial. A partir de hoy, cualquier cosa que salga de este enredo entre los planes técnicos elaborados por el ministerio y las decisiones presidenciales, será responsabilidad exclusiva del presidente. Ya no podrá echar la culpa a su ministro. Todas las consecuencias (tanto para los consumidores como para las finanzas del estado) del plan de subsidio que al final se adopte las tendrá que explicar y asumir el presidente personalmente. Bienvenido al gobierno, señor presidente.

(El Diario de Hoy)

lunes, 24 de enero de 2011

Carta a Jorge Hernández de TCS

Estimado Jorge:

si hubiera un premio para el arte de entrevistar sin hacer preguntas que pueden molestar, sin duda alguna te lo darían a vos - por la técnica innovadora que has desarrollado para entrevistar al presidente de turno.

La verdad que tenés varios competidores en la televisión salvadoreña, pero nadie ha llegado a la perfección tuya. Mucho hacen entrevistas sin molestar, pero ya hacer entrevistar sin preguntar es un arte especial.

Hoy lunes 24 de enero te salió la obra maestra. Frente a un presidente de la República que necesita explicarnos a los ciudadanos que estamos equivocados cuando sentimos, con angustia, que el país y su gobierno van mal, lograste reducir tu rol de periodista a un papel de maestro de ceremonia. Genial.

En vez de preguntar, como es el oficio del entrevistador, el maestro de ceremonia presenta al invitado de honor y le lanza las palabras claves para sus declaraciones preparadas.

En vez de repreguntar cuando la exposición del presidente es contradictoria o débil, como es el oficio del periodista, el maestro de ceremonia pasa con rapidez y elegancia a otro tema (o a comerciales).

Se nota que vos ya tenés práctica en esta técnica. Tuviste 5 años de ensayarla con el presidente Tony Saca, para ahora, con el presidente Funes, llevarla a este grado de perfección que exhibiste hoy.

Además tenés la gran ventaja -y esto te da cierta credibilidad- que esta tu técnica de entrevistar a presidentes sin molestarlos y este tu papel de maestro de ceremonia no son expresiones de indebidas preferencias partidarias. Nada de esto. Todos entendemos que te es indiferente si se trata de un hombre de izquierda de o de derecha, con tal que sea el presidente de la República.

La tuya no es sumisión ante la ideología del mandatario, sino genuflexión ante su cargo y su poder.

Felicidades, Jorge Hernández, por la perfección con la cual asumes tu papel, sin complicarte la vida con pendejadas de carácter analítico o ético.

Paolo Lüers

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