Recién fue nombrado jefe de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana. Lo decente hubiera sido rechazar el cargo. No lo hizo. Pero nunca es tarde. Debería hacerlo, antes de que usted se convierta en el problema que paraliza el proceso de la integración centroamericana.
¿Necesita razones para renunciar? Le doy un par. Primero: ¿Cómo puede usted aceptar ser el sustituto de su paisana Yolanda Mayora, cuando ella fue desbancada por los presidentes de Guatemala y El Salvador por haber iniciado una auditoría a la administración anterior? ¿Cómo puede aceptar esto, cuando usted fue parte de esta dirección que Yolanda Mayora mandó a auditar?
Porque usted trabajó en SIECA con Haroldo Rodas, quien hoy, como canciller guatemalteco, promovió la sustitución de Yolanda Mayora. ¿Y usted acepta ser el sustituto? Huele feo.
Necesita otra razón para renunciar. Bueno, talvez por ser cuñado del canciller salvadoreño Hugo Martínez, quien también jugó un papel activo en la remoción de Yolanda Mayora.
¿Nos son suficientes estas dos razones? Aquí hay otra: Tanto Costa Rica como Panamá no están de acuerdo con su nombramiento – por las razones arriba mencionadas. Ni tampoco las gremiales empresariales de los cinco países de Centroamérica.
¿Realmente quiere ser usted la piedra donde se tropieza todo el proceso de integración económica?
Mejor pídale a su cuñado algún consulado y se aleja de Centroamérica, antes de que el daño sea irreparable.
Paolo Lüers
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