martes, 14 de octubre de 2025

Carta a Christian Guevara: Un diputado que de vergüenza. De Paolo Luers


"Tu rol como parlamentario sepultando el parlamentarismo es la culminación de tu carrera, que comenzó como aprendiz de periodista. Te cambiaste a publicidad, y luego a propaganda y, junto con tu mentor Porfirio Chica, a campañas sucias. Allí había más pisto y cercanía al poder. Así llegaste a ser sirviente de Tony Saca y al fin de Nayib Bukele. Tu destino: propagandista de una dictadura. Una carrera exitosa, pero  miserable."

  


SIGUIENTE PAGINA, martes 15 octubre 2025

 

Diputado:

Te mandaron a Guatemala para explicar a los diputados derechistas de esta nación el “modelo Bukele”. Parece que nadie te explicó lo delicado de esta misión. Así que te fuiste en la chicagüita con el entusiasmo de propagar lo bueno, lo maravilloso y lo eficiente que es la forma de gobernar y legislar que están practicando ustedes en El Salvador.


Dijiste lo que no hay que decir en público: que para gobernar con eficiencia hay que abandonar de una vez por todas el sistema republicano de separación de poderes, o sea, con los poderes judiciales y legislativos haciéndole contrapeso al Ejecutivo. Diciendo esto en una conferencia de prensa ante las cámaras y los micrófonos de los medios es como decir: “Es una dictadura cabrones, ¡y qué,?! Es el modelo Bukele.”

 

Hubieras podido decir que ustedes tratan de construir consensos, concertando entre las diferentes fuerzas políticas representadas en la Asamblea y también con el poder judicial, para poder implementar políticas consensuadas. Hubiera sido mentira, pero hubiera sonado más o menos democrático. Pero no, no pudiste disimular que ustedes odian el concepto de concertar para construir acuerdos. No es el estilo de Nayib Bukele, su forma de actuar es la imposición, la improvisación, las políticas no consensuadas.

 

Describiendo tu rol como capataz de la bancada de Nuevas Ideas, dijiste con orgullo a los chapines: “No he perdido el tiempo negociando o eso que le llaman la diplomacia legislativa”. Así se explica que, bajo tu mando como capataz, casi todos los decretos en la Asamblea se hacen con dispensa de trámite, sin debate, sin consulta a los diferentes sectores de la sociedad, y a veces incluso sin pasar por las comisiones legislativas. Y esta regla de “legislación eficiente” la aplican incluso a cosas tan serias como a reformas constitucionales. Este modelo vos lo llamaste “la alineación total entre el Ejecutivo y el Legislativo”. Para cualquier parlamentario, esto sería la descripción de una aberración solo posible en un régimen totalitario, en el cual el parlamento está reducido a una farsa, pero para vos es un logro que te causa orgullo...

 

Así que voluntariamente te chuloniaste ante tus colegas guatemaltecos y la prensa, al confirmar lo que la mayor parte de la prensa ya sospechaba: El “modelo Bukele” que ustedes están vendiendo, es una vil dictadura. 

 

Con razón tus colegas diputados chapines, todos fuera de sospecha de ser defensores de la democracia liberal, te miraron con cara de asustados; y los periodistas no podían creer la suerte que les tocó este día, encontrando a un dirigente político confesando su desprecio a las reglas básicas de la vida democrática.

 

Tu rol como parlamentario sepultando el parlamentarismo es la culminación de tu carrera, que comenzó como aprendiz de periodista (en El Faro). Pero rápido te diste cuenta de que esto era demasiado trabajo por muy poco dinero. Mejor te cambiaste a publicidad, y luego a propaganda y, junto con tu mentor Porfirio Chica, a campañas sucias. Allí había más pisto y cercanía al poder. Así llegaste a ser sirviente de Tony Saca y al fin de Nayib Bukele. Tu destino: propagandista de una dictadura. Una carrera exitosa, pero miserable.  

Mis condolencias, 



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