sábado, 29 de septiembre de 2018

Carta: Si me tocara interrogar a los candidatos presidenciales

Preguntas que haría a los 4 candidatos:

-¿Me puede nombrar tres personas que se puede imaginar como su Ministro de Seguridad y otros tres que podrían asumir el Ministerio de Hacienda?

-Todos hablan de reforma fiscal. ¿Cuáles son para usted los 3 pilares principales para esta reforma?
-¿Qué hará su gobierno con la iniciativa de las Zonas Económicas Especiales propuesta por el actual gobierno?

-¿Cómo quedará bajo su gobierno la relación de El Salvador con las dos Chinas?

-¿Qué cambios hará usted en la política energética?

Preguntas a Hugo Martínez:

-¿Qué haría usted diferente a ambos presidentes del FMLN para evitar las violaciones de Derechos Humanos por parte de la PNC y el sistema penitenciario, señalados por representantes de Naciones Unidas?

-Funes y Sánchez Cerén no lograron cumplir sus promesas de creación de empleo. ¿Qué haría diferente?

-Como presidente le tocará no solo ejecutar (como lo hizo como canciller), sino definir la política exterior del país. ¿Cambiaría la posición de El Salvador en la OEA ante las crisis institucionales, de Derechos Humanos y humanitarias en Venezuela y Nicaragua?

Preguntas a Nayib Bukele:

-Su campaña se nutre del rechazo a los partidos tradicionales, sobre todo al FMLN y ARENA. ¿Cómo construirá gobernabilidad con una Asamblea en la cual no habrá mayoría sin votos de estos dos partidos? Félix Ulloa dijo: “gobernando con el pueblo”. ¿Qué significa esto en concreto?

-GANA fielmente apoya las políticas de mano dura. Exige medidas aun más duras (pena de muerte, patrullas civiles, etc.). Su discurso es diferente, priorizando el diálogo e inclusión social. ¿Cuál concepción se va a reflejar en su gobierno?

-¿Cuál es su concepción de la responsabilidad fiscal?

Preguntas a Josué Alvarado:

-Usted es el outsider por excelencia en esta carrera. Explique cómo y de qué sectores piensa reclutar a los docenas de funcionarios para su gabinete y las autónomas.

-Usted dice que para VAMOS la prioridad #1 es “combatir la violencia”. ¿Cuáles son los errores que se han cometido en esta lucha y cómo los va a corregir?

-Usted dice que sabe cómo restablecer la paz social. ¿Considera usted abrir un diálogo con las pandillas para su inserción a la vida legal y productiva?

Preguntas a Carlos Calleja:

-Su familia es dueña de una de las empresas más importantes del país. Otros empresarios emblemáticos apoyan su candidatura. ¿Cómo blinda a su gobierno de conflictos de interés y prácticas mercantilistas?

-Bajo los últimos dos gobiernos de ARENA la inseguridad y la violencia masiva se han incrementado. También bajo los gobiernos del FMLN. ¿Con qué políticas nuevas piensa revertir esta tendencia?

-Usted se presenta como candidato proveniente de la sociedad civil. ¿Por qué no se aparta del culto a la personalidad del fundador de ARENA? ¿Tiene problemas de evaluar críticamente los elementos cuestionados del origen de ARENA?


Como no seré moderador de ningún debate, pueden dar sus respuestas en redes sociales.


Saludos,




jueves, 27 de septiembre de 2018

Carta a los que se impresionan con las encuestas: Calma, no se dejen engañar

Estimados consumidores de las redes sociales:
El equipo de propaganda de Bukele es deficiente para promover el debate basado en argumentos, propuestas racionales. La verdad es que está hecho para esto, no tienen este propósito. No está hecho para debatir, sino para propaganda. Y para este fin, hay que reconocerlo, es muy eficiente. ARENA y FMLN, en este campo, parecen aprendices.

Ayer las redes sociales, campo principal de batalla del Team Nayib, logró puntear en su intento de crear la percepción de que las elecciones presidenciales ya están definidas y que el ganador es Bukele. Ayer CID Gallup publicó su nueva encuesta, y Nuevas Ideas y sus múltiples pasquines digitales saturaron las redes con estos mensajes: “Nayib ganará en primera vuelta”, “25 puntos encima de Calleja”.

Todo el mundo sabe que las encuestas no solamente son instrumentos de análisis. También son instrumentos de propaganda. Y el método de engañar es la lectura parcial de los datos que una encuesta arroja. Y así es en este caso. CID Gallup hizo dos simulacros de voto, uno poniendo a la gente a escoger entre los candidatos – y el otro poniéndolos a votar en una papeleta real, con los banderas de los partidos. Y los dos arrojan marcadas diferencias.

El único resultado que anda flotando por todas partes en redes es el simulacro de votación con nombres, que da a Bukele 45%, a Calleja 20%, a Hugo Martínez 7%, a Josué Alvarado 1%, y un 27% de indecisos. Este es que favorece a Bukele que se conozca. Pero no es simulacro real.

Pero en el simulacro que corresponde a como realmente vamos a votar, marcando en una papeleta con las banderas de los partidos, nos da la imagen de una carrera mucho más cerrada: 39% marcan GANA, 13% marcan FMLN, y 31% marcan las banderas de la coalición ARENA, PCN, PDC y DC.

39% versus 31%, a más de 4 meses de una elección presidencial, no debería provocar ni celebraciones y euforia de unos, ni tampoco susto o desesperación otros. Quien se deja de impresionar por una diferencia tan insignificante, se equivocará en su estrategia – y pagará las consecuencias.

Viendo los datos de Gallup queda evidente que Calleja y Martínez todavía no han logrado movilizar las bases de sus partidos, ni el porcentaje de población que simpatiza con sus partidos. Esto, en El Salvador y en muchas partes, suele reflejarse en las encuestas al inicio de las campañas, pero esta brecha suele cerrarse gradualmente al acercarse el día de la verdad. Las campañas de Calleja y de Hugo Martínez tienen que analizar bien esta situación, y sacar las estrategias adecuadas. Esta estrategia no puede ser quedarse atrapados en campañas dirigidas a sus propias bases. La única forma que las bases se van a animar y movilizar es cuando vean que sus candidatos, asumiendo liderazgo y propuestas audaces, comienzan a puntear con los ciudadanos indecisos y escépticos.

Aquí no hay nada decidido, ni perdido ni ganado. Está todo por decidir en los 4 meses de campaña que comienzan la próxima semana. Ni siquiera conocemos las propuestas de los candidatos. No hemos visto su temple en un debate. Los ciudadanos harían bien en no dejarse engañar por la propaganda que se hacen con las encuestas.


Saludos,




martes, 25 de septiembre de 2018

Otra carta a los candidatos: No se corran del tema Seguridad

Escuchamos las primeras pinceladas de un retrato difícil: el de los planes de Seguridad de las fórmulas presidenciales. Recibimos un retrato abstracto, dibujado por Félix Ulloa, quien dijo todo lo políticamente correcto que se puede decir sobre este tema – pero lo único concreto que anunció fue que van a continuar con el Plan El Salvador Seguro y con el Concejo Nacional de Seguridad Ciudadana, así como fue concebido y conducido por Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén. ¿Más de lo mismo?

Josué Alvarado, candidato presidencial de VAMOS, y Carmen Aída Lazo, candidata a la vicepresidencia de la alianza opositora nos dibujaron por lo menos bocetos de lo que podría ser un cambio de rumbo en la política de Seguridad: invertir la relación entre represión y prevención, priorizando la prevención y convirtiéndola en el eje central de las políticas económicas y sociales del país.

El escenario: un foro convocado por el PNUD y el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia para que los candidatos expusieran sus conceptos de política de Seguridad. Un reto incómodo, porque las fórmulas todavía no tienen listos sus planes de Seguridad. Pero más incómodo aun porque la violencia es el tema más sensible para la población – y a la vez el terreno más resbaloso para los candidatos. Saben que para solucionar el problema hay que romper con las políticas de mano dura (versión ARENA y versión FMLN), pero nadie sabe cómo le irá a un candidato que con audacia propone soluciones alternativas.

¿Será por esto que Bukele y Calleja decidieron mandar mejor a sus vices para medir la temperatura del agua antes de quemarse ellos, y que el Frente prefirió no asistir a este foro?

Pero Josué Alvarado y Carmen Aída Lazo mostraron que, por muy delicado que sea el tema, sí se pueden plantear alternativas, aun cuando no correspondan al supuesto clamor popular por medidas más drásticas. Alvarado puso en el centro las comunidades y planteó que hay que intervenirlas, pero no con plomo y sembrando temor entre los jóvenes, sino respondiendo a sus necesidades básicas: educación, salud, oportunidades. Fue también el que más énfasis puso en el daño que las redadas indiscriminadas causan a la confianza de estas poblaciones en el Estado.

Lazo, por su parte, puso el énfasis en la urgencia de invertir más en prevención, pero al mismo tiempo cambiar radicalmente su concepto. Lo definió así: Prevención efectiva requiere que todas las políticas públicas (sobre todo de inversión social, de crecimiento económico y de educación) se concentren en erradicar la pobreza y la exclusión – y en la generación de empleos y oportunidades.

Si desarrollan bien estos enfoques, pueden construir un plan de Seguridad Ciudadana integral con sentido. Faltan muchos elementos concretos, y también más audacia para nombrar con claridad los errores de las políticas pasadas y actuales. Un ejemplo: Cuando el moderador preguntó a los candidatos por sus medidas inmediatas para enrumbar la política de Seguridad, nadie dijo que volver a establecer el control civil sobre la policía. Tenemos un Ministerio de Seguridad en manos de policías, controlándose ellos mismos. Por esto nadie detiene los serios abusos de autoridad. Necesitamos un ministerio civil controlando al instrumento armado.

Otro ejemplo: Nadie tuvo el valor de decir que hay que cambiar radicalmente las prioridades del gasto público. Hay que dejar de regar recursos a todos los sectores y territorios por igual, y focalizar las intervenciones donde producen impacto estructural sobre la pobreza y a la vez sobre la inseguridad. Claro, priorizar y focalizar significa atender menos a otras demandas. Nadie tiene el valor de decir que va a reducir los subsidios generalizados para poder duplicar los presupuestos de los centros educativos en las zonas más conflictivas. Decir esto podría costar votos, pero hacerlo seguramente salvará vidas.


Repito: El tema Seguridad es terreno liso para candidatos en campaña. Sin embargo, queremos soluciones, y ustedes tienen que tener el valor de presentarlas. Si no, quedamos atrapados en más clientelismo y más violencia.



Saludos,



domingo, 23 de septiembre de 2018

El vacío de liderazgo. Columna Transversal

Estamos a días del arranque oficial de la carrera presidencial. Los candidatos no dan muestras de que realmente están listos.

Si Carlos Calleja no asume con firmeza el liderazgo dentro de su Alianza por un Nuevo País, el arranque de su campaña será complicado. Si su apuesta de verdad es esta alianza, los partidos coaligados tienen que entender que les toca subordinar todas sus acciones políticas y legislativos a una estrategia única y consensuada, encabezada por sus candidatos.

El primer test es la elección de los magistrados para la Corte Suprema. De repente el PCN sale con propuestas que más coinciden con los dos partidos que bloquean el proceso, GANA y FMLN. Debería haber una sola y sólida propuesta de la Alianza, concertada con la sociedad civil. Es hora de que Carlos Calleja golpee la mesa, tanto la de su partido como la de su coalición. Y que la golpea con fuerza, para que se oiga fuera de la sala de reuniones.

El FMLN tiene el mismo problema. La manera como en el tema de los magistrados, la fracción del FMLN apoya las estrategia de obstrucción de GANA, pone a Hugo Martínez en un dilema complicado. Para él lo más importante es desligarse de GANA y su candidato Bukele, porque ellos son sus verdaderos enemigos a vencer. Cualquier complicidad con ellos será un obstáculo para recuperar los votos que están migrando del FMLN hacia Bukele. Hugo Martínez, para que puede recuperar su rol como el principal adversario de ARENA, primero tiene que construir un perfil claro que lo distingue del populismo y oportunismo de Gana/Nuevas Ideas/Bukele. Y para hacerlo, también hace falta que golpee la mesa del Politburó.

A ambos, Calleja y Martínez, les conviene perfilarse como los dos candidatos que tienen propuestas claras, que representan dos ideologías congruentes con estrategias racionales para definir el rumbo del país —pero que al mismo tiempo tienen la capacidad y voluntad de actuar juntos donde hay coincidencias impuestas por el interés nacional. Esto lo pueden comenzar a comprobar resolviendo juntos la entrampada elección de magistrados.

El segundo test, tanto para la Alianza encabezada por Calleja como para el FMLN, es el presupuesto para el año 2019, que es el año de la transición. Solo juntos la alianza de Calleja y el FMLN pueden dar estabilidad a El Salvador, consensuando un presupuesto que permita al gobierno saliente terminar bien su mandato, y al gobierno entrante a arrancar bien con el suyo, en junio 2019. Cualquier complicidad con GANA, sea por parte de ARENA, sea por parte del FMLN, en el tema del presupuesto y del manejo de la deuda sería un error estratégico, con consecuencias negativas no solo para sus respectivas campañas, sino para el país y su estabilidad.

Para pasar bien ambas pruebas, y para proyectar al ciudadano que en las elecciones presidenciales pueden escoger entre dos proyectos congruentes, pero claramente distintos, mientras que la tercera fuerza no tiene congruencia y es impredecible por su carácter populista y oportunista, es indispensable que Carlos Calleja y Hugo Martínez garanticen que las propuestas de sus respectivos campos realmente sean congruentes, claras y realistas. Hasta la fecha, ni Calleja ni Martínez han asumido este liderazgo. Sus partidos no tienen la capacidad de resolver este dilema. En el fondo lo saben, y es por esto que escogieron a candidatos que no están casados con los conceptos tradicionales de estos partidos y con las políticas fracasadas: en seguridad, en educación, en cómo generar crecimiento económico que se traduzca en inclusión social. Ahora es el momento cuando los candidatos tienen que asumir su rol de líderes que saben romper con dogmas y abrir espacios de innovación.