viernes, 7 de marzo de 2025

Carta a los abogados, médicos, periodistas: Ya no está protegida la información que los ciudadanos les confian. De Paolo Luers (+capítulo 4 de DOBLE CARA/Libro II)

 

"El Estado se vuelve todopoderoso y sabe todo sobre nosotros, el ciudadano es impotente, callado e ignorante. Este artículo de ley no es para combatir la corrupción, es para que nadie se atreva a investigar y denunciarla." 

En la voz del autor: Ley-anticorrupcion.mp3

Publicado en MAS!  y DIARIO DE HOY, sábado 8 marzo 2025

Amigos y colegas:

La recién aprobada Ley Anticorrupción tiene un art. 14, que ustedes urgentemente deberían leer, porque es un amenaza a su trabajo. Dice: “Art. 14.- Sin perjuicio de no pertenecer al SINAC (Sistema Integrado Nacional Anticorrupción), quedan obligadas todas las personas naturales o jurídicas e instituciones del Estado, a prestar colaboración al momento de ser requeridos. En ese sentido el SINAC podrá́ solicitar, a través de su ente rector o a quien este ordene o direccione, todo tipo de informes a todos los mencionados en el inciso anterior, quienes deberán de rendirlo en la forma y tiempos solicitados, sin poder excusarse, negarse en razón de reservas, secretos o privilegios regulados en otras leyes, garantizando la protección de datos sensibles o personales respecto de terceros y evitar el uso indebido de la información obtenida.” 

Léanlo bien. Cuando dice “todas las personas naturales”, están incluidos los abogados, médicos, sicólogos, psicoterapeutas, periodistas, religiosos. 


Cuando dice “todas las personas jurídicas”, incluye hospitales, periódicos, cualquier medio de comunicación, despachos jurídicos, iglesias.

Cuando dice: “sin poder excusarse, negarse en razón de reservas, secretos o privilegios regulados en otras leyes”, significa que esta nueva entidad adscrita a la Fiscalía General de la República, puede obligar a cualquier cura, médico o abogado a entregar información que por ley está obligado a mantener bajo estricta reserva. A los hospitales pueden obligar a revelar datos sobre sus pacientes. A los defensores pueden obligar a revelar información privilegiada que puede comprometer a sus clientes. A un cura lo pueden obligar a revelar lo que un creyente le dijo en el confesionario. 

A los periodistas y los medios de comunicación nos pueden obligar a revelar nuestras fuentes. En un país, en el cual ya cuesta que alguien hable, suelte información o denuncie, aun menos personas van a querer hablar con la prensa, por que no saben si quedarán en el anonimato. Esto precisamente es lo que el régimen Bukele quiere conseguir: Un país callado.

¿Quién confía en que una entidad dependiente de Casa Presidencial y de la Fiscalía va a “garantizar la protección de datos sensibles o personales?"

Qué bonito: El Estado, en particular la Fiscalía, tendrá acceso a toda la información personal, hasta a la que por ley estáprotegida, mientras el ciudadano no tiene acceso a la información pública sobre los manejos de los fondos públicos y sobre causas jurídicas. Todo lo relevante está bajo reserva por 7 años. Y ya tienen una ley que sanciona con cárcel al funcionario que la revele. 

 

El Estado se vuelve todopoderoso y sabe todo sobre nosotros, el ciudadano es impotente, callado e ignorante. Así funcionan las dictaduras.

 

Este artículo de ley no es para combatir la corrupción, es para que nadie se atreva a investigar y denunciarla. Y es a todas luces inconstitucional. La Constitución protege al ciudadano y limita al Estado. El problema es que ya no existe una Sala de lo Constitucional a la cual acudir. 

 

Alguien dirá: Nunca van a hacer uso de esta facultad a interrogar a quienes manejan información privilegiada. Jamás van a obligar a un abogado a traicionar a su defendido, mucho menos a un cura a traicionar el secreto de la confesión. Entonces, ¿para qué aprueban una ley que les da la facultad de cometer estos abusos? Tal vez no la van a usar o solamente en casos muy específicos – pero ya tienen un arma ‘legal’ más para violar nuestros derechos, cuando lo consideren necesario – o cuando de arriba reciban la orden de hacerlo. Así funcionan las dictaduras...

Saludos, 



* * *
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Ahora puede leer el libro, en tres entregas cada semana, en este blog. Disfrútenlo.



Julio 2012, camino al penal de Quezaltepeque. Aquí están recluidos algunos de los jefes de la tercera pandilla, la 18-Revolucionarios, el resto está en Izalco. Conmigo va Toni Cabrales, es su primera visita a un penal para reunirse con pandilleros. Vamos para preparar el evento que podría cambiar la historia de este proceso de tregua: como Fundación Humanitaria, junto con los mediadores, hemos propuesto al gobierno que solicite a la Organización de Estados Americanos (OEA) asumir el monitoreo de la tregua. Al ministro Munguía Payés no le gusta que se hable de ‘la tregua’, sino del ‘proceso de reducción de la violencia’. A los mediadores Raúl Mijango y Fabio Colindres tampoco. Para ellos, tiene connotación negativa, por el manejo de la prensa, que habla maliciosamente de “la tregua del gobierno con las pandillas”, cuando se trata de una tregua entre las pandillas. Para mí sigue siendo el término adecuado, el más simple, el más directo. Yo que estoy escribiendo columnas, análisis, entrevistas y reportajes, no puedo usar un término rebuscado o técnico, yo sigo hablando de ‘la tregua’. De todos modos, así ya es conocida por todos.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, mandó a Adam Blackwell, un diplomático canadiense que dirige la Secretaría de Seguridad Multidimensional de la organización, a un viaje de exploración. Inmediatamente entendió la lógica de la tregua, las oportunidades que abre, si logramos hacerla sostenible. “Yo me encargo de convencer a Insulza”, nos dijo, regresó a Washington y a los días nos habló: “Insulza quiere ir y verlo con sus ojos. Quiere reunirse con los jefes de las tres pandillas. ¿Ustedes lo pueden organizar?” 

“Por supuesto.”


Adam Blackwell,  Secretario de Seguridad Multilateral de la OEA y
               enviado especial del Secretario General Insulza para observar la
tregua entre pandillas en El Salvador; con Fabio Colindres, Obispo 
Militar y mediador de la tregua

Llegamos al penal, que está situado en medio de una colonia periférica de la ciudad de Quezaltepeque. En su oficina nos recibe el director, tomamos café y platicamos. Otra sorpresa, igual que en Ciudad Barrios y Cojutepeque: el funcionario que dirige este penal está convencido que la tregua es lo mejor que le podía pasar a él, a sus hombres y al país. “Nunca me imaginé que se iba a abrir esta oportunidad para cambiar las cosas. Este penal ya cambió, ojalá que sea para siempre y que podamos realmente reformarlo, hacer la rehabilitación y resocialización, que es nuestro verdadero mandato.” Resulta que a él lo mandaron a sustituir al director anterior. El hombre, con el cual tuve varias discusiones controversiales, cada vez que llegué a reuniones para ver un proyecto de una sección especial para enfermos de tuberculosis —que estábamos planificando con la Fundación—, hacía todo lo posible para boicotear todo el trabajo con los internos y con nosotros. Al fin, Nelson Rauda lo sustituyó.

Cuando llegan Raúl Mijango y Camilo, entramos al recinto. Nos recibe el Duke, el pandillero de más rango en este penal, un tipo demasiado flaco, guapón, con aire de jefe. Va acompañado de su mujer. Sólo falta la alfombra roja... 


El Duke, líder del Barrio 18/Revolucionarios; con su mujer y su hija.
Por la visita de don Toni Cabrales, presidente de la Fundación Humanitaria,
las mujeres tenían permiso de participar en la Asamblea de los reos. 
Penal de Quezaltepeque. Foto: Paolo Luers.

Quezaltepeque tiene una sección de mujeres, y otra de mujeres con niños pequeños. Ya conozco a la mujer, que es igual de flaca y todavía más guapa. Cuando visité el penal por primera vez, con delegados de la Cruz Roja Internacional, para ver las condiciones de salubridad en la sección donde viven unas 20 mujeres con niños de menos de 6 años, ella fue nuestra guía. Me contó que tanto ella como Duke estaban mal desde hace meses, y que en el penal no había atención adecuada. Me preguntó si les podría conseguir permiso para una consulta externa, con exámenes y todo. También para su hija de 3 años. 

Una semana después los tres fueron escoltados al Hospital Diagnóstico en la colonia Layco, y los recibió y examinó el presidente de la Cruz Roja Salvadoreña, un médico reconocido. Desde entonces, Duke —antes muy distanciado y desconfiado— me declaró chero, y su mujer comenzó a hablar conmigo con mucha confianza sobre todo de lo que estaba pasando en el penal. También sobre sus miedos de que la tregua podría fracasar.


El Duke con su familia en el Hospital Diagnóstico. Foto: Paolo Luers

Ahora, nos reciben como si ellos fueran presidente y primera dama y Don Toni visita de Estado... Toni se queda debidamente impresionado, sobre todo por el tour que le dan por todas las secciones del penal. “No pueden vivir así estos niños inocentes. Paolo, tenemos que hacer proyectos para criar y atender mejor a estas criaturas...”


Don Toni Cabrales, presidente de la Fundación Humanitaria.
hablando con un pandillero

Luego nos reunimos con ‘Duke’ y su equipo. “¿El secretario general de la OEA?  ¡No me jodan! ¿Aquí?”

Así como nos recibieron hoy, están preparados para recibir al Papa...

 

Unos días después, estamos otra vez en Quezaltepeque. Esta vez nos acompañan Fabio Colindres y un pelotón de periodistas, que esperan la llegada de Insulza, Blackwell y don Toni. Al llegar ellos, entramos al penal, y a mí me toca explicarles a los colegas periodistas, fotógrafos y camarógrafos que tienen que esperar afuera, pero que después de la reunión con la OEA habrá una Conferencia de Prensa. “Y vos, ¿a título de qué puedes entrar y nosotros no?”, me reclama un reportero del Canal 12. “¿Quién putas te da primicia a vos?” 

“No voy a reportear, voy como delegado de la Fundación Humanitaria y parte del equipo de apoyo de los mediadores.” Sabía que iba a brotar este conflicto con los colegas, es inevitable. También es incómodo.

En una sala grande se forma un gran círculo. Luego de que Adam Blackwell presenta debidamente a José Miguel Insulza, nos sentamos y al rato se abre una puerta y entran los pandilleros, entre ellos Borromeo y Arístides; representando a la MS. Duke y César Renderos, El Muerto, de la 18-Revolucionarios. El Viejo Lin, de la 18-Sureños. Los de la MS y de la 18-Sur han sido trasladados desde sus respectivas cárceles. Otra ronda de presentaciones. Abre la conversación Insulza: “Estoy aquí para escuchar. Estoy aquí para que me convenzan de que esto va en serio. Nosotros como OEA no podemos participar en algo que no es serio y no lleve a verdaderos cambios, soluciones y mejoras para la sociedad...”



Adam Blackwell escuchando a pandilleros del Barrio 18/Revolucionarios.
Foto: Paolo Luers

Mnsr. Fabio Colindres. Penal Quezaltepeque. Foto: Paolo Luers

Adam Blackwell y Fabio Colindres con Duke.
Penal Quezaltepeque. Foto: Paolo Luers

Uno tras otro toman la palabra los pandilleros. Expresan el honor que significa recibir al secretario general de la OEA. Describen el carácter de los acuerdos, que han logrado entre las tres pandillas. Asumen responsabilidad sobre el daño que han causado a la población. Explican que están comprometidos con buscar caminos para salir de la violencia, pero que necesitan el apoyo de la sociedad y de la comunidad internacional. Y varias veces se escuchan variaciones de lo que parece la fórmula química de este proceso: “Somos parte del problema y estamos decididos a ser parte de la solución.” Y siempre con el agregado que reza: “Sin nosotros no habrá solución posible.”

Insulza hace un par de preguntas, una que llega al meollo del problema: “¿Cómo pueden ustedes garantizar que todos los miembros de sus pandillas, dispersos en todo el país, van a sostener la tregua – y de manera permanente?” 

Es Arístides quien contesta: “Secretario, esto depende de la comprensión y del apoyo que consigamos de ustedes, de Naciones Unidas y sobre todo, de la sociedad civil salvadoreña. Porque negociando con los partidos y gobiernos no será posible.”

“Otra pregunta más, señores, y por favor denme una respuesta honesta”, dice Insulza. “Está bien que estén dejando de matar. Pero el apoyo que piden no existirá si siguen extorsionando a la gente y las empresas. ¿Están preparados para parar esto? ¿Se pueden comprometer a suspender las extorsiones?”

Ahora contesta Borromeo: “No. Estaría diciéndole algo que no podría cumplir. Usted como líder político sabe que cuando uno promete lo que no tiene el poder de cumplir, pierde su credibilidad y su liderazgo. Hay cosas que un jefe no puede ordenar a su gente, si no existen las condiciones para que le cumplan. La gente dejará de reconocer el liderazgo. Así que yo no le puedo decir que sí, vamos a erradicar la extorsión. Miles de gente viven de ella. Lo que sí le puedo decir es que vamos a trabajar para crear las condiciones, junto con ustedes, que permitan la inclusión económica de nuestra gente. Entonces, ya no habrá extorsión. Nosotros mismos nos encargaríamos de vigilar que así sea.”


Adam Blackwell y Fabio Colindres con Duke.
Penal Quezaltepeque. Foto: Paolo Luers

Para cerrar la discusión, Insulza dice: “Gracias por la franqueza. Cuenten conmigo, cuenten con la OEA. Vamos a ser los garantes de este proceso”, dice Insulza al final. “Y para que quede sellado, lo voy a anunciar ahora a la prensa.”

Y lo hace. Creando la noticia del día.


Luego en su hotel, cuando le hago una entrevista para el Diario, el secretario general de la OEA me pregunta: “Por Dios, ¿quiénes son estos hombres? ¿Cómo llegaron a ser lo que son? Con este talento, podrían ser diputados.”


La entrevista con Insulza

“La misma pregunta me hice yo en marzo, cuando los conocí y entré en largos debates con ellos. Todavía me sorprenden. Pero igual me sorprendió la capacidad de muchos campesinos que durante la guerra se convirtieron en jefes guerrilleros. Y estos que usted conoció hoy tienen una ventaja: leen cualquier cosa que pueden conseguir en la cárcel.”

 

Al día siguiente, en frente de catedral, en la Plaza Barrios del centro de San Salvador, se ha erigido una tarima debajo de un toldo blanco. Sentados en una mesa larga están el ministro de Justicia, el general David Munguía Payés, monseñor Fabio Colindres, Raúl Mijango, el embajador de la OEA en El Salvador, Ronalth Ochaeta, Adam Blackwell —y, como invitado especial, José Miguel Insulza, secretario general de la OEA. Entre los espectadores hay diputados, académicos, miembros de la Fundación Humanitaria, transeúntes —y toda la prensa nacional e internacional con sus cámaras. Poca presencia policial. Más y más curiosos se acercan para ver qué está pasando. 

De repente, de la nada, aparecen unos hombres con las caras cubiertas, cargando varios bultos grandes, envueltos en plástico negro. Los depositan en frente de la tarima, los abren y exhiben un montón de armas largas y pistolas. Mientras todos los ojos están clavados en las armas, los hombres, así como aparecieron, vuelven a desaparecer. Monseñor Colindres toma la palabra y habla de la entrega de armas como gesto de buena voluntad de los pandilleros, quienes paulatinamente abandonarían las armas. Insulza anuncia que la OEA se ha comprometido a “acompañar y garantizar este esfuerzo de un país hundido en la violencia a salir de ella”, y termina con la frase: “Que esto sólo sea el inicio.” Al final aparece otro encapuchado, se quita el disfraz y toma el micrófono para leer un comunicado firmado por las tres pandillas: “Por lo simbólico del gesto, instamos a las instituciones interesadas en apoyar este proceso de paz a que convoquen a un certamen público a los escultores del país, para que con los restos de las armas destruidas pueda construirse una escultura que simbolice el inicio de este proceso, mismo que esperamos que con la participación de todos pueda llegar a feliz término.”

 


La siguiente entrega, martes 11 marzo:

Capítulo 5: Crisis


miércoles, 5 de marzo de 2025

Carta a los directores del Fondo Monetario: Bukele se burla de ustedes. De Paolo Luers. (+capítulo 3 de DOBLE CARA/Libro II)

 

"Ahora ustedes se prestan a fortalecer a gobiernos que precisamente por su mala gobernanza y por la falta de transparencia y seguridad jurídica no logran crear crecimiento ni resiliencia. Es una mentira bastante cínica cuando ustedes dicen que el gobierno de Nayib Bukele “se propone corregir los desequilibrios macroeconómicos y fortalecer la gobernanza y la transparencia.”

En la voz del autor: Fondo Monetario.mp3

Publicado en MAS!  y DIARIO DE HOY, jueves 6 marzo 2025

Su decisión de otorgar al gobierno de El Salvador préstamos de un total de 1,400 millones de dólares y de gestionar que otras instituciones complementen este paquete a 3,500 millones, está basada en falsedades y engaños. Los pecados, errores y debilidades por los cuales ustedes negaron al gobierno de Nayib Bukele durante años este financiamiento solicitado, siguen existentes. Y ustedes lo saben.


En vez de alegar supuestos “progresos recientes” del gobierno en materia de “transparencia, buena gobernanza, y desequilibrios macroeconómicos”, hubiera sido más honesto explicar su decisión confesando que el FMI ha cambiado sus criterios. Su función era obligar a los gobiernos que les pidieran apoyo que corrigieran las causas de sus desequilibrios y adoptaran políticas basadas en transparencia y buena gobernanza.

 

Consta entonces que ahora ustedes se prestan a fortalecer a gobiernos que precisamente por su mala gobernanza y por la falta de transparencia y seguridad jurídica no logran crear crecimiento ni resiliencia.


Es una mentira bastante cínica cuando ustedes dicen que el gobierno de Nayib Bukele “se propone corregir los desequilibrios macroeconómicos y fortalecer la gobernanza y la transparencia.” Sus expertos, que han estudiado por años la situación del país, pudieron constatar, con toda claridad, que lo contrario es el caso - y que es precisamente por esto que el país está en permanente crisis fiscal y no logra el aumento de inversión -nacional e internacional- que es necesario para impulsar el crecimiento.

 

Este es un círculo vicioso que no se va a resolver tirándole dinero. No se resuelve con los 1,400 millones de ustedes, ni con 3,500 millones de dólares.  Lo único que van a lograr con préstamos con estas condiciones tan blandas y condescendientes es consolidar a un régimen autoritario. 

 

Bukele se está burlando de ustedes. El gobierno de El Salvador se comprometió a no seguir usando fondos públicos para comprar Bitcoin, supuestamente como “reserva estratégica”. Pero, pueden leer en Twitter la respuesta muy personal de Bukele: “No vamos a parar. No paramos cuando el mundo entero nos marginó y la mayoría de bitcoiners nos abandonaron. No vamos a parar ahora y no vamos en el futuro.” Y para que nadie dudara de qué estaba hablando, agregó un gráfica de sus “inversiones” que dice: “El Salvador acaba de comprar otro bitcoin para la reserva estratégica.”

 

Se está riendo en la cara de ustedes. Siendo el nuevo darling de Trump siente que ni el FMI, ni el Banco Mundial ni nadie le puede tocar, haga lo que haga.

 

Lo mismo pasa con la transparencia. Bukele suscribió un compromiso para garantizar el acceso libre a la información pública, pero sigue reservando toda la información relevante para medir los grados de corrupción y del deterioro del estado de derecho.

 

Habla de la lucha contra la corrupción e incluso promovió una nueva ley, pero ninguna de las instancias que tienen que aplicarla tiene la independencia necesaria para hacerlo contra él, su clan y sus socios políticos y comerciales.

 

Ustedes le hablan a Bukele de “buena gobernanza”. Según la definición de Naciones Unidas, “la buena gobernanza es el proceso mediante el cual las instituciones públicas manejan los asuntos públicos y gestionan los recursos públicos para promover el estado de derecho y el ejercicio de los Derechos Humanos (derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales).” Ni una palabra de esta definición refleja lo que el gobierno Bukele está haciendo. Todo lo contrario. Pregunten a sus expertos que han analizado la situación en El Salvador. Pregunten a Naciones Unidas, a la OEA, a Human Rights Watch o a Amestía Internacional.

 

¿Qué herramientas piensan usar ustedes para obligar al gobierno de Bukele que cumpla lo que está escrito en el acuerdo sobre transparencia, estado de derecho, seguridad jurídica, la protección a los fondos previsionales que financian las futuras pensiones? 

 

¿Cómo piensan garantizar que los porcentajes de recorte fiscal que el FMI prescribe al gobierno no aumenten la pobreza en El Salvador?

 

¿Habrá una instancia que supervisa la implementación del programa y tendrá la autoridad y la voluntad política de suspender los desembolsos al gobierno cuando no se cumplan las condiciones acordadas?

 

Así como se ve ahora, con todo el proceso de negociaciones entre ustedes y el gobierno tan contradictorio y opaco, podemos dudar de la buena fe del Fondo. 

Saludos, 



* * *
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Para Raúl Mijango.

Como todo prisionero político, para sobrevivir pasó escribiendo, siempre y cuando no le nieguen

papel y lápiz. 

Si existiera su libro, quizás no hubiera escrito 

esta segunda parte del mío. 

Raúl murió el 28 de agosto 2023, 

luego de que durante años de encarcelamiento 

le negaron la debida atención médica.



Capítulo 3: La MS (Mayo 2012)


En abril hago otras visitas a los penales, principalmente a Ciudad Barrios, pero también a Cojutepeque y a Quezaltepeque, donde conozco a los jefes de los Revolucionarios de la 18. Andan en la misma sintonía que los jefes de la MS y del Sur. Siempre me siento como un tipo con dos cachuchas: la del periodista que quiere seguir publicando sobre el tema de la tregua, y la otra de alguien que actúa como miembro del equipo de mediadores. En las visitas no sólo se trata de recoger información y declaraciones para el Diario, sino también de sondear voluntades, testear ideas de cómo avanzar en el proceso y hacerlo más sólido. Y sobre todo de apagar fuegos, resolver conflictos. Algunos colegas me comienzan a criticar, dicen que me he hecho activista, abandonando la distancia crítica que el periodista mantiene de sus fuentes. No me convencen estas reglas. La ética, la independencia y el sentido crítico son indispensables para actuar como periodista, pero igual para actuar de mediador de un proceso social.  

En mayo, decido hacer una entrevista larga a los dirigentes de la Mara Salvatrucha en Ciudad Barrios. Saldrá publicada en dos entregas. Tienen un gran impacto, positivo y negativo. Ayuda para que la gente entienda y pierda desconfianza a la tregua, pero también me caen las primeras acusaciones: ¿Cómo se atreve de dejar hablar a los criminales? Para mí, si logro provocar debate, cumplí. 

Además, yo siempre digo: que hablen ellos... En este caso, los pandilleros.

 

 

 

 

Conversaciones en el penal de Ciudad Barrios.

El Diario de Hoy, 24 y 25 de mayo 2012

De Paolo Lüers

 

"La mano de Dios está en esto"

 

En el penal de Ciudad Barrios, en las montañas del norte del departamento de San Miguel, cumplen su pena o esperan su juicio unos 2,500 pandilleros de la Mara Salvatrucha. Entre ellos, 15 líderes trasladados a este penal desde la ‘cárcel de máxima seguridad’ en Zacatecoluca a principios de marzo de este año, para facilitar y dirigir el operativo más extraño y complicado de su carrera de mareros: la tregua que han acordado conjuntamente con sus archienemigos de la pandilla 18.

Entrevisté a los líderes de la MS para comprobar la autenticidad de la declaración conjunta de las dos pandillas que manifestaba su acuerdo de reducir la violencia en el país. Regresé a Ciudad Barrios a los dos meses para cumplir dos promesas hechas en marzo: hacer un reportaje sobre las condiciones de vida en este penal; y tener con los pandilleros, no una segunda entrevista, sino más bien un debate sobre los temas que a esta altura está discutiendo todo el país: ¿Cómo hacer sostenible su compromiso de desmontar la violencia y la delincuencia de las pandillas y abrir espacios para que se reinserten a la sociedad? Aquí las conversaciones en Ciudad Barrios.


Paolo Lüers: Voy a recoger las dudas que todo el mundo tiene de la tregua. Varios analistas manejan que lo único que ustedes quieren es tener un descanso, fortalecerse, reorganizarse, para luego planificar acciones delincuenciales. No necesariamente homicidios, sino otros crímenes. ¿Cuál es tu posición a este señalamiento? 

Arístides Umanzor, El Sirra: Mirá viejito, lo que estamos haciendo las dos pandillas es buscar que el pueblo salga beneficiado. No entiendo por qué le dan tanta vuelta. Desde el principio fuimos bien claros: nosotros llegamos a un entendimiento de hacer conciencia y no fregar gente inocente. 


El Sirra de Santa Tecla


Paolo: Dicen que igual que pueden bajar la tasa de homicidios, mañana la pueden aumentar. Dicen que con esto están extorsionando al Estado, arrancándole poquito por poquito concesiones al Estado y tomando control en los penales. Diablito, ¿Cuál es tu respuesta?

Borromeo, El Diablito: Es falso, en ningún momento estamos extorsionando al Estado. Estamos dando un gesto de buena voluntad, no hacia el gobierno, sino al pueblo. El Gobierno de El Salvador sólo tuvo que intervenir para facilitar las condiciones. El problema de las pandillas tiene raíces sociales, venimos de hogares desintegrados, venimos de comunidades de alto riesgo, venimos de vivir una guerra. No estamos extorsionando al Estado ni al gobierno, nuestra intención es dar un paso de buena voluntad y que del otro lado, sea quien sea, el gobierno, empresarios, iglesias, ONGs, el pueblo salvadoreño, periodistas, quien sea, vengan y se acerquen y den un paso.

Paolo: ¿Pero qué pasa si ustedes perciben que nadie, ni los empresarios, ni el gobierno dan los pasos que ustedes esperan? ¿Van a dar más pasos para convencer a la sociedad, o van a dar pasos atrás y apretar el tornillo, nuevamente aumentando los homicidios?

Borromeo: Ya dimos el segundo paso. Hace 15 días los miembros de la pandilla de los números dieron un comunicado que nosotros respaldamos: Anunciaron lo de las escuelas como zona de paz. A todos aquellos incrédulos: Este es un proceso que va por hechos históricos. Hay medios y políticos que han dicho: ¿Y qué tiene de bueno que no se maten entre ellos? Yo les pregunto: ¿Cuántos policías han muerto desde marzo para acá? ¿Cuántos militares han muerto, cuántos custodios han muerto, cuántos transportistas, cuántos profesores? Ninguno. Estamos trabajando en reducir las muertes violentas, no sólo de parte de las pandillas, sino en general.


Borromeo, El Diablito de Hollywood

Paolo: Alguien de ustedes la última vez me dijo: nosotros somos guanacos, somos 'el crimen organizado de la subsistencia'. ¿Entonces, ustedes no son como la mafia, donde el crimen acumula capital para convertirse en empresarios?

Arístides: Miranos como estamos, viejo, o andá a ver cómo viven nuestras familias.

 

 

"Estamos listos para producir"

 

Paolo: Hay una acusación de que los mediadores les están facilitando celulares, para que ustedes puedan coordinar con sus bases afuera. Dicen que es un retroceso, porque antes las autoridades habían logrado aislarlos en Zacatecoluca.

Borromeo: Esta acusación la leímos en los diarios. Es una lástima que a las personas que han tenido la valentía de acercarse y echarse en el lomo este proceso y decir "le voy a hacer huevos, aunque pierda la vida", las atacan para arruinar su imagen, para que este proceso se venga abajo. Ojo, desde un principio dijimos: Si a los facilitadores los hacen a un lado, o si tratan de hacer algo estando sin ellos de por medio, ponen en peligro todo el proceso. No vamos a participar en ningún proceso donde esté fuera monseñor Fabio Colindres o donde esté fuera Raúl Mijango.

Sobre nuestra comunicación con las bases: pues, para cambiar el pensamiento y para que las cosas se hagan positivamente tiene que haber una clase de información. Cómo lo hacemos y quién lo hace, pues esas son cuestiones de astucia, papá.

Paolo: Tengo entendido que de cualquier manera, antes de los traslados de Zacatecoluca para acá, ustedes nunca perdieron la capacidad de comunicarse de alguna manera con sus bases.

Borromeo: Las autoridades lo tienen claro.

Paolo: Para ustedes, Raúl Mijango, ¿qué representa? ¿Es un aliado, es un vocero de ustedes, es un mediador, o es el encargado que por parte del gobierno se relaciona con ustedes?

Borromeo: Necesitábamos a alguien que estuviera fuera de la política, pero que la entendiera, y Raúl era una de esas personas, y decidimos que él podría ser un interlocutor. Porque tampoco nos pueden mandar a cualquiera. 

Raúl no es un aliado nuestro, sino que simplemente lo aceptamos como interlocutor. Y créeme, es un huevo para él asumirlo.

Paolo: ¿Podría incluso haber peligro para Raúl?

Arístides: Ese hijo de su madre podía perder la vida si algo sale mal. Tenemos un montón de enemigos declarados y ocultos. 

Borromeo: Nos fuimos basados en aquello de que era un gran huevo lo que íbamos a hacer, entonces nos tomamos una frase célebre: "Las acciones grandes y honorables vienen acompañadas de grandes dificultades, y deben enfrentarse con coraje responsable." Entonces estas dos personas, Raúl y monseñor, tenían el coraje para enfrentar a un montón de detractores y enemigos...

Paolo: El tema central que surge son las extorsiones. La gente afectada por las extorsiones dice: Me han extorsionado durante años y ahorita a estos babosos les van a crear empleos, y no a mi hijo, que no ha sido pandillero, sino que ha estudiado y busca trabajo... ¿Qué le contestan a alguien que dice eso?

Borromeo: El tema de extorsiones es delicado. Nosotros lo seguiremos analizando y dialogando para poderlas disminuir… Erradicar, no sé la palabra adecuada. En las estadísticas manejan que de 10 extorsiones ocho son dirigidas desde los centros penitenciarios. ¿Por qué se dan las extorsiones desde los centros penitenciarios? En el recorrido que hagamos aquí en el penal te vas a dar cuenta por qué. Mientras no podamos trabajar aquí en el penal, va a estar bien difícil que podamos resolver este problema de las extorsiones. Hay que generar las condiciones. Entiendo lo que el pueblo salvadoreño dice, pero tienen que entender que es obligación del Estado, como dice la ley, crear las fuentes de trabajo dentro del sistema carcelario.

Paolo: Entonces, siguiendo esta idea, si hubiera una iniciativa de crear, como existe en otros países, talleres de trabajo, incluso fábricas adjuntas a los penales, donde ustedes puedan trabajar, y si se encaminara a proyectos en esa dirección, ¿esto sería una señal para ustedes de que la sociedad está respondiendo?

Borromeo: Sería una señal de que la sociedad responde y quiere participar en este proceso. 

Arístides: Nosotros aquí tenemos diferentes áreas donde se puede trabajar, donde nuestros compañeros se pueden reinsertar y pasar ocupados y productivos. Tenemos la sastrería, con alrededor de 100 que están capacitados a trabajar en sastrería, pero necesitamos apoyo; sólo tienen dos máquinas. Tenemos unos listados de materiales, tenemos un documento también que lo vamos a enviar a quien corresponda.

Paolo: Ustedes aquí son como 2,500. ¿Cuántos quisieran trabajar? ¿Todos?

Arístides: Casi todos. Pero va por grupos esto, en diferentes áreas y paso por paso. En costura pueden empezar a trabajar en el momento que nos proporcionen las máquinas y los materiales y nos den permiso de arreglar los locales.

Paolo: ¿Al armar esto ya estarían listos para producir?

Arístides: Listos para producir, papá. Aparte de esto hay una buena parte de compañeros dispuestos a aprender también el oficio.

Tenemos la panadería. Aquí no contamos con todo el material necesario. Son tres hornos y sólo uno sirve. Si recibiéramos hornos y una buena cantidad de materiales, un montón de compañeros empezaría a trabajar lo del pan. Tenemos otro grupo que hace zapatos chivos, serigrafía, pinturas, óleos. En la carpintería sólo hay trabajo para como 40, cuando aquí alrededor de 300 manejan carpintería. Muchos compañeros van para afuera y sería bueno que salgan capacitados y con experiencia y disciplina productiva.

Paolo: Ok, yo sé que algunos empresarios podrían entrar en esto. ¿Qué les dirían ustedes a ellos?

Arístides: Si ellos están dispuestos a invertir, nosotros estamos dispuestos a trabajar. Listos a trabajar los tres turnos. Unos porque ya se desempeñan en ciertas áreas, otros ansiosos de aprender.

Paolo: Si yo me siento con un empresario y cuento lo que tú me acabas de explicar, me va a decir: Pero ellos son delincuentes, a lo mejor son vagos, acostumbrados al dinero fácil y el vacile... ¿Cómo los voy a convertir en fuerza laboral disciplinada?

Borromeo: Mirá viejo, a los empresarios les hacemos un reto a que vengan a probar. Acerca de la disciplina laboral, aquí estamos dispuestos a trabajar las 24 horas, si las autoridades generan las condiciones y si conseguimos las herramientas que se necesitan. Podemos formar ya unas mini maquilas de ropa y zapatos. Tenemos otra idea: aquí hay alrededor de 100 camaradas nuestros que son bilingües. En Estados Unidos en ciertas prisiones trabajan en call centers. Así que no sólo son expectativas a mediano y largo plazo, algunas son medidas inmediatas. Ellos solamente tienen que traer la maquinaria. Los retamos, y verán que se puede. Si hay alguien que quiera asumir este reto, pues lo invitamos a que venga, y aquí tenemos los proyectos para discutirlos. Y si hay alguien que quiera asumir este reto con más responsabilidad, preparar a la gente, instruirla y hacer gente profesional laboralmente, que venga y aquí discutimos los proyectos que nosotros pensamos hacer.

Siempre contando con las ideas nuestras, porque si alguien inventa un proyecto por allá afuera, está haciendo castillos en el aire sin contar con nosotros. Está históricamente comprobado que han fracasado todos los proyectos que se han hecho sin las opiniones de nosotros, sin las ideas de nosotros. El montón de millones se han ido a las bolsas de ciertas personas, pero nunca han ayudado a la rehabilitación y a que la gente que viene de pandillas cambie su estilo de vida, porque no han sido tomadas en cuenta.

El hecho de que yo esté tatuado no significa que no tenga derecho a mantener a mis hijos. Hay personas que están pensando que nosotros estamos pidiendo algo que está en el cielo, estamos pidiendo lo que está en la ley, por lo que el gobierno se tiene que regir, sea el FMLN, sea ARENA, sea quien sea que esté gobernando. 

Paolo: ¿Qué significa para ustedes que últimamente les han restablecido el derecho de tener contacto con sus hijos?

 Arístides: Es un derecho que todos tenemos, aunque estemos en la cárcel. Está en la Constitución, está en la Biblia. Todos tenemos derecho a la familia, al contacto físico con las compañeras de vida, esposas, madres e hijos. Dejar los hijos fuera del contacto de los padres estaba generando más inquietud y violencia en los presos.

Paolo: ¿Por qué no funcionó la mano dura?

Borromeo: A aquellos que siguen pidiendo más planes represivos, más planes para tenernos con la bota en el pescuezo, quiero preguntarles: ¿Funcionó el plan Mano Dura? ¿Funcionó el plan Súper Mano Dura? ¿Funcionó la ley Antimaras? ¿Cuáles son las consecuencias de todos los planes represivos que no incluyeron una salida alternativa? Lo contesto yo solo: Sería de tontos que las autoridades, o el gobierno, y los grandes empresarios sigan con una política que está demostrada que no funciona.

Paolo: ¿Cuántos hijos tenés?

Borromeo: Siete.

Paolo: Te pregunto ya no como vocero de la pandilla, sino como padre de siete hijos: ¿Cuál es la diferencia entre que te priven por años del contacto con tus hijos y la situación nueva, desde un mes, que los puedes ver?

Borromeo: Lo primero te endura el corazón, al perder el contacto con tus hijos, las muestras de cariño, de amor, los consejos que les podés dar. Yo personalmente lo he vivido, y es precisamente lo que han vivido mis hijos. No he tenido oportunidad de poderme sentar con mis hijos. Me han tenido recluido donde no pude abrazar a mis hijos, tengo hijos de 17 años, de 16, de 15 y algunos otros menores, los que están en una situación crítica...

Paolo: ¿Y qué te dicen ellos?

Borromeo: Que han extrañado mis caricias, mi compañía, mis consejos, que hablemos. Que han estado confundidos durante un montón de años, porque no hemos podido hablar y compartir. Lo que generan esas clases de políticas de mano dura es que en el padre y en el hijo se vaya creando un odio. Yo, ‘el Diablito’, no quiero que ninguno de mis hijos viva lo que yo viví, no quiero que ninguno de mis hijos vaya a la violencia que yo he vivido.

Paolo: ¿Eso te motiva a seguir adelante tratando de solucionar el problema de la violencia?

Borromeo: Me motiva y me da fuerza, no sólo a mí, sino a todos nuestros camaradas.

Paolo: ¿Te motiva aún más ahora que tenés contacto con los hijos?

Borromeo: Claro, porque las incertidumbres, las preguntas que nacen en la adolescencia son cabronas. Como padre de familia cualquier salvadoreño lo puede entender, son unas preguntas bien yucas, y de repente no estás ahí para contestárselas. ¿A quién el bicho le va a ir a preguntar? Las preguntas que yo tuve se las fui a preguntar a la calle, a la mara, porque no estaba mi papá.

Paolo: Alguna culpa tendrás vos de estar en esta situación.

Borromeo: Sí, está claro. La culpa de que yo esté preso es totalmente mía, la asumo, estoy pagando una condena. El juez declaró: Vas a ir a purgar una condena de tantos años, pero nunca me dijo: Te voy a quitar el derecho de ver a tus hijos.

Aquí nadie pide que le quiten la condena, sólo queremos que se cumpla la ley. Pero de la ley a la ley, toda la ley.

Paolo: Voy a hacer una pregunta a todos: No puedo entrevistar a 25 gentes al mismo tiempo. Pero necesito saber si lo que han escuchado decir al "Sirra" y al Diablito lo comparten todos ustedes.

 Todos: Sí. Estamos de acuerdo con eso. Somos un equipo.

Paolo: Tiberio, vos querías agregar algo sobre cómo hacer productivos los penales. Entiendo que vos sos el encargado de esta área...

 Tiberio: Correcto, esta es mi tarea. Tenemos un equipo encargado de hacer productivo este penal. El ocio carcelario es un gran problema, que incita a la población reclusa a efectuar acciones negativas. Tenemos un plan piloto, dentro del cual pensamos ocupar al máximo todos los pocos espacios que tenemos, y si fuera necesario poder ampliar la infraestructura en este penal, para poder ubicar centros de producción. Es el gran reto que pensamos exponerles a los empresarios, para que puedan analizarlo y ver en qué están dispuestos a invertir.


Tiberio

Borromeo: Nosotros hemos pensado en la cuestión de una maquila de textil. Si un empresario acepta el gran reto de venir aquí, pues sería él quien consiga los contratos con hospitales, alcaldías, bancos, escuelas, cualquier clase de institución que necesite uniformes. Ya me captaste la idea, viejo: Nosotros producimos y ellos compran, distribuyen o venden los productos. 

Paolo: Retomemos la cuestión de las extorsiones, siento que no hemos ido al fondo. ¿Cómo pueden hacer para reducir y en algún momento suspender las extorsiones?

Borromeo: En cada extorsión hay riesgos, es un delito penable. Podés caer preso. Estamos hablando de 10 a 20 años de prisión, por agarrar 500 dólares a la semana o al mes. Pero suponte que de repente hay una oportunidad donde vas a trabajar, vas a estar tranquilo, no vas a estar pensando que van a botarle la casa a tu mamá, a tu compañera de vida por dicha extorsión, no se la van a llevar presa... ¿Me entendés, viejito?

Paolo: Sí. Pero el contraargumento es: Estos babosos están acostumbrados al dinero fácil, sin trabajar. La gente no cree que ustedes están dispuestos a trabajar las ocho horas, en vez de vivir de dinero fácil...

Borromeo: La cosa es que no hay dinero fácil, viejo, siempre hay riesgos. Pero tenés razón: Este es el meollo del pedo. Necesitamos asistencia psicoterapéutica y social. Porque has formado un hábito de vida, un estilo de vida. Es aquí donde se necesita de urgencia el equipo técnico en los centros penitenciarios. Aquí en Ciudad Barrios no hay equipo técnico, no hay programas asistenciales ni psicológicos ni terapéuticos ni sociales; aquí no hay ni mierda. Aquí nosotros le hacemos de sociales, nosotros le hacemos de psicólogos de vida para cambiar el pensamiento o los malos hábitos de una persona, es un proceso.


Los 3 voceros de la MS 13: El Sirra, Borromeo y Tiberio


Paolo: Entonces el problema se reduce a la pregunta: ¿Van a tener ustedes la paciencia y la conciencia de mantener la tregua, mientras todas estas soluciones a mediano y largo plazo empiezan a funcionar? El miedo de la gente es que de repente ustedes digan: Eso no funcionó, no nos han dado trabajo, mejor regresemos a lo mismo. 

Borromeo: Estamos dispuestos a darle sostenibilidad. Desde que nos metimos a esto sabíamos que iba a traer grandes dificultades. Estamos conscientes de que en el camino van a ver un montón de obstáculos y muchas puertas que se nos van a tirar en la cara, por lo que hemos hecho en el pasado. No somos unos niños que nos chupamos el dedo y que no vemos el problema, las causas y las consecuencias. Hemos estudiado esto y sabemos que un montón de gente no va a creer y se va a oponer, pero es parte de la perseverancia para lograr hacer las cosas. Trabajamos en equipo y con una persona como monseñor Colindres, que nos agarra de la mano y nos dice: Vamos, aquí hay que batallar, pero no se rindan. 

Paolo: ¿Cuáles son los principales peligros?

Borromeo: El acoso de la Policía. Quizás el llamado sería: Vayan y capturen a la persona que ha cometido un delito o que está con orden de captura por un delito. Pero que dejen de asesinar o desaparecer a nuestros camaradas por los odios del pasado, porque esto nos complica, este es el mayor obstáculo que tenemos hasta el momento.

Que apliquen la ley de manera correcta y pareja. Pero toda la ley. Por homicidios de policías hay un montón purgando condenas de 50 años, pero en el centro penal de Metapán estoy casi, en un 99.9% seguro que no hay ningún policía purgando una condena porque haya matado a un pandillero desarmado. A manos de la Policía han muerto un montón de compañeros nuestros, que los han agarrado a balazos, los han matado y los presentan ante los medios de comunicación como que era el más buscado. Está bien, era el más buscado, pero hay una ley que dice cuándo el policía puede usar su arma. 

Si son grupos especiales en los que todos andan fusil, ¿por qué entran disparando a lo loco, si han sido preparados profesionalmente, según dicen, por la mejor Policía del mundo? 

Paolo: Bueno. ¿Algo más que quieran agregar?

Arístides: Aceptá el reto, viejo, trae aquí al empresario que mencionaste. Aquí nos vamos a sentar a hablar con él y que luego tome sus decisiones si quiere invertir para que este proceso pueda avanzar. Que no tome su decisión desde su oficina, sino aquí, hablando con nosotros.


El Sirra

 

Unos días más tarde, estoy sentado en la oficina de un empresario de la industria textil. Le cuento lo que discutí con los pandilleros de Ciudad Barrios. “¿Esto de la maquila penitenciaria te parece una idea descabellada?”, le pregunto. 

“No, así como ellos lo plantean, existe en otros países. Funciona bien para el sistema penitenciario, porque es un instrumento de reinserción. Funciona para los internos, porque les da ingresos y una mínima formación vocacional. Funciona para la industria, porque puede externalizar parte de su producción. Pero funciona solamente cuando hay un compromiso claro del gobierno. ¿Hablaron con el gobierno?” 

“Con Munguía Payés, sí. Pero esto no es un compromiso que él pueda asumir. Hay que hablar con Funes. Tendría que ser una política pública definida. Pero Funes todo este asunto de la tregua ni siquiera lo ha llevado al gabinete. Sabe que el Frente está en desacuerdo.”  

“¿Por qué estará el FMLN en contra de este proceso?” 

“No conciben un proceso de este tipo que no controlen. Tienen otros planes con las pandillas, creo. Las ven como su base social, y como instrumento de control social. Además, no confían en los mediadores. No confían en independientes.” 

“Bueno, si ustedes quieren hacer algo sustancial con los empresarios, tiene que haber un compromiso del gobierno. Tienen que hablar con Funes...” 

“Sabés que yo no soy el interlocutor para esto,” digo. 

“Yo tampoco. Busquen cómo convencerlo. Puede ser un proyecto piloto para un proyecto grande. Pero no me pidas que vaya al penal a hablar con los pandilleros, antes de que haya un okay del gobierno.”

Recapitulamos cómo sería el proyecto: Ellos, los empresarios, pondrían las máquinas, se encargarían del entrenamiento, proveerían la materia prima —y comprarían y comercializarían los productos. El gobierno pone la infraestructura. En el penal de Ciudad Barrios hay dos galeras grandes, creadas para este fin, pero en desuso. Pueden instalar fácilmente unos mil puestos de trabajo. Los mediadores gestionaríamos con los internos la fuerza de trabajo y las reglas.

“Cuando haya una decisión política, me avisas, y yo me encargo de la parte empresarial”, me dice el industrial de textiles.

Todo se desinfla cuando nos confirma David Munguía Payés que no tiene ningún espacio político en el gabinete de gobierno para gestionar un proyecto de este tipo. El presidente le deja hacer, pero estrictamente dentro de su jurisdicción. Para hablar de políticas sociales no tiene ni siquiera al presidente como aliado. Se muere la idea de la industria penitenciaria. 


Mauricio Funes y David Munguía Payes

Fabio y Raúl piden una reunión con Wanda Pignato, la esposa de Funes. Desayunan con ella y el presidente. Les explican que la tregua no puede ser sostenible si no hay políticas públicas y sociales que la respalden. No hay respuesta. Raúl me comenta que no hay que esperar nada, que el FMLN está en contra de todas las propuestas de David. Le digo: “¿Y vos realmente pensabas que el Frente iba a tener confianza en una iniciativa tan seria como la tregua, mientras esté en manos de disidentes que han salido de sus filas, un obispo y un general del ejército?” 

“Bueno, Paolo, en la guerra nunca dejamos de hacer lo necesario, sólo porque los demás no estaban convencidos. Vamos a tener que trabajar con los que estén dispuestos, por ejemplo los alcaldes... Hay que avanzar donde se pueda. Y en los municipios hay un gran potencial de gente que quieren ayudar. Podemos hacer una red de mediadores locales...”


     


La siguiente entrega, sábado 8: