Me dejaron con los colochos hechos. A la hora que usted lee estas líneas, el que las escribe ya tenía que estar en Caracas/Venezuela haciendo las primeras entrevistas a analistas, académicos, militares y opositores venezolanos. No fui para Venezuela, porque el gobierno del teniente coronel Hugo Chávez así lo decidió, negándome la visa. Sin explicaciones ni razones. “Una decisión soberana del gobierno soberano de una república soberana”, me dijo el encargado de negocios de la embajada venezolana en San Salvador, Ismael Cañas.
Bueno, ni modo. Pero esto no va cambiar la manera cómo este periódico y este periodista van a cubrir las elecciones del 7 de octubre, que van a decidir sobre el rumbo de Venezuela e influir mucho el rumbo de América Latina, incluyendo El Salvador. Va a cambiar la forma de nuestra cobertura, pero no el contenido.
Teníamos preparado dos semanas de recoger informaciones, impresiones, opiniones y análisis en Venezuela: acompañando a la campaña del candidato Henrique Capriles en los últimos días de su recorrido por cientos de pueblos y barrios; conversando con dirigentes opositores y voceros chavistas, con reconocidos académicos y abogados de derechos humanos, con presos políticos y militares; incursionando en los famosos “cerros”, como en Caracas llaman los populosos barrios marginados de obreros y desempleados, donde hace 15 años nació el movimiento bolivariano que llevó al poder a Chávez, y donde hoy existe una fuerte batalla electoral entre chavistas y opositores...
Negándome la entrada a su país, me impiden ser testigo directo de los acontecimientos antes, durante y luego del día electoral. No voy a poder tomar fotos ni grabar las voces de los pobladores de los barrios. No voy a ver con mis propios ojos el efecto de los desfiles de las milicias chavistas fuertemente armadas, con los cuales el gobierno trata de sembrar miedo en la población. Otros periodistas nos mandarán la información y las crónicas. Y para el análisis crítico no se necesita visa. Para conversar con las voces críticas y los observadores independientes en Venezuela no se necesita permiso gubernamental.
El Diario de Hoy va a activar otras formas de cubrir las elecciones y las tensa situación después, cuando se va a definir si la autoridad electoral reconoce fielmente la voluntad popular, y si los contendientes, sobre todo el actual presidente, reconocen el resultado. Y este analista, triste de no poder regresar a su trayectoria de cronista, va a dedicarse al análisis.
Mis fuentes en Venezuela no coinciden en sus pronósticos electorales, y tampoco en sus pronósticos sobre qué van hacer Chávez y sus lugartenientes en el gobierno y en las Fuerzas Armadas en caso que la voluntad popular no les favorezca. El mismo Chávez ha expresado a gritos que si gana la oposición, el país tendrá guerra civil. Sin embargo, esto es imposible: Para una guerra se necesitan dos bandos armados, y en Venezuela sólo hay uno, bajo el mando del teniente coronel Hugo Chávez. Puede haber represión. Puede haber hasta masacres, si la Fuerza Armada lo permite a su Alto Mando chavista y a las milicias. Pero no guerra civil.
Parece que Hugo Chávez está quedando sin plan. Apostó todo a aplastar la oposición y su candidato antes de las elecciones, movilizando todos los recursos del estado y su imperio mediático. Pensaba que la oposición no podía resistir en esta lucha desigual. Y que por tanto, no veían la necesidad ni de fraude electoral ni mucho menos de un autogolpe luego de una eventual derrota electoral. Este cálculo no le ha funcionado. La oposición no está aplastada, sino sigue creciendo. No sé si suficiente para ganar, pero obviamente suficiente para que al comandante y su partido les entre pánico, porque de repente no saben cómo actuar en caso de perder las elecciones. Esto puede generar una situación sumamente peligrosa para los días después de las votaciones. Mi instinto de reportero me hace desear estar ahí y servir de testigo y cronista. Cosa que no pasará, por “decisión soberana” del gobierno de Hugo Chávez. Ni modo. Pero esto no le va a ayudar en nada a la hora de enfrentar la realidad el 7 de octubre.
(El Diario de Hoy)
Venezuela niega entrada al país a
enviado de EDH
El consulado venezolano en San Salvador
le negó el día 26 de septiembre la visa a nuestro periodista Paolo Lüers, quien
iba a cubrir para nuestro medio las elecciones presidenciales del 7 de octubre.
Según declaraciones del encargado de negocios de la embajada venezolana en El
Salvador, Ismael Cañas, esta decisión fue tomada por el gobierno en Caracas.
Nuestro columnista Paolo Lüers ha sido
enviado por El Diario de Hoy a Venezuela en cinco diferentes ocasiones entre
febrero del 2008 y agosto del 2011, y ha publicado en nuestro medio amplios
reportajes, entrevistas y análisis sobre la revolución bolivariana, el proceso
de unificación de la oposición, las batallas por la libertad de prensa, las
elecciones parlamentarias del 2010 y el surgimiento del liderazgo del hoy
candidato a la presidencia Henrique Capriles Radonski. Estas publicaciones han
tenido repercusiones a nivel internacional y en el debate público en Venezuela.
En esta ocasión, nuestro enviado especial
y analista iba a viajar a Caracas el día 27 de septiembre y cubrir la recta
final de las campañas presidenciales, las elecciones del día 7 de octubre y la
situación post-electoral. Así como lo ha hecho en anteriores ocasiones, iba a
realizar extensas entrevistas a Henrique Capriles y otros líderes opositores, y
tratar de poder conversar con dirigentes del partido PSUV.
A la pregunta por las razones de la
decisión de negar la visa a nuestro enviado especial, el encargado de negocios
de la embajada se limitó a declarar que “es una decisión soberana de su
gobierno otorgar o no otorgar visas para viajar a Venezuela. Nuestro gobierno
toma estas decisiones a su discreción y no debe explicaciones a nadie.”
Preguntado si la negativa de la visa se debe al trabajo periodístico realizado
por nuestro corresponsal Paolo Lüers en Venezuela o a las opiniones críticas al
gobierno de Hugo Chávez expresados en sus análisis y crónicas, Cañas expresó
que “en Venezuela los periodistas y los medios gozan de absoluta libertad de
prensa.” Cuando nuestro corresponsal le preguntó cómo podría ejercer esta
“absoluta libertad” si el gobierno le niega la visa, el encargado de negocios
de la embajada venezolana terminó la conversación diciendo que “no hay más
explicaciones.”
El Diario de Hoy, con los contactos
establecidos en Venezuela durante 4 años de trabajo de su enviado especial, va
a seguir cubriendo con independencia y análisis crítico los acontecimientos en
Venezuela, a pesar de las restricciones impuestas por el gobierno de Venezuela.
El periodista Paolo Lüers afirmó que “un
día me dicen en el consulado que todos los papeles están en orden para otorgar
la visa, y el día siguiente hay una orden de Caracas de negarla. No permitir la
entrada al país de un corresponsal debidamente acreditado es una restricción
seria a la libertad de prensa, sobre todo en tiempos electorales. Encaja en los
sistemáticos ataques a los medios independientes, que en los últimos años he
observado en Venezuela. Nunca me ha pasado esto en mi carrera profesional, ni a
en países en estado de guerra, ni siquiera durante la guerra civil en El
Salvador, a pesar de que escribí artículos muy críticos a los gobiernos
salvadoreños.”
Las publicaciones de Lüers: