viernes, 23 de agosto de 2019

Carta a los pandilleros: Pararon la matanza. De Paolo Luers


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 24 agosto 2019


Si ustedes han decidido parar la matanza, hay que felicitarles. Si ustedes han tenido la capacidad de implementar esta decisión durante más de un mes, hay que felicitarles. En este mes de agosto 2019, la cifra de homicidios ha bajado a menos de 4 diarios. Insólito. Aunque el gobierno nos quiere convencer que esto es resultado de su operativo llamado "Control Territorial", solo hace falta darse unas vuelta en las comunidades y los barrios donde ustedes viven para darse cuenta que es paja. De todos modos sería difícil imaginarse que PNC y Fuerza Armada en sólo 2 meses pueden haber perfeccionado su eficiencia para obtener un resultado tan contundente.

Cualquiera que ha estudiado el fenómeno de las pandillas y los diferentes intentos de combatirlas no se deja engañar por los noticieros, las declaraciones triunfantes de los miembros del gabinete de Seguridad, los videos de campaña publicitaria. Detrás de la imagen que quieren vendernos, no es difícil detectar que los movimientos de la PNC y de la Fuerza Armada no están diseñados, como lo fueron durante los últimos años bajo el gobierno del FMLN, para provocar enfrentamientos y causarles bajas a las pandillas. Por lo contrario: las patrullas se mueven bajo un esquema de evitar cualquier enfrentamiento - y a veces en zonas donde ni siquiera hay con quien chocar. Ejemplo: el gran despliegue militar y policial en La Gloria, con el cual inauguraron con bombos y platillos su plan "Control Territorial". El operativo fue provocado por el asesinato de un agente policial en La Gloria, a pesar de que era obvio que nada tuvo que ver con pandillas. 

Si fue sorpresa que buena parte de los operativos de la PNC resultaron siendo cachetadas de payaso, y que detrás de tanto show había una estrategia de no buscar enfrentamientos, la mayor sorpresa fue cuando nos dimos cuenta que al mismo tiempo ustedes se replegaron de cualquier acción violenta. Cero ataques a policías y soldados y la ausencia casi total de homicidios.

No sabemos cómo y por qué ustedes tomaron esta decisión. No sabemos si esta decisión la tomaron las ranflas que guardan prisión o las jefaturas en el terreno. No sabemos cómo se pusieron de acuerdo las diferentes pandillas. No sabemos si alguien les ofreció algo a cambio de abstenerse de homicidios; o si ustedes quieren cambiar la situación y el ambiente nacional para luego proponer entendimientos; o si simplemente es una decisión unilateral porque están cansados de una guerra que nadie puede ganar...

Yo no lo sé, y tampoco conviene especular. De todos modos, bienvenido sea que tengamos menos violencia, menos muertos, menos familias dolientes. La sociedad salvadoreña siempre ha tenido la sospecha que ustedes usan su capacidad de bajar o aumentar la cifra de muertes para chantajear al estado, para conseguir beneficios. Se dice que en "la tregua" esto pasó: ustedes jugando con el dolor de la gente. Fui testigo que no fue del todo así, que hubo un interés genuino de buscar alternativas a la violencia. Si no, yo no hubiera participado de "la tregua". 

Esperamos que hoy tampoco sea así. Esperamos que detrás de su decisión actual de cesar la matanza haya un interés auténtico en abrir espacio para soluciones pacíficas. Espero no ver de repente un pico en la curva de homicidios y decir: Ahhhhh, ahora se les complicaron las negociaciones y quieren mostrar fuerza... Esperamos no volver nunca a vivir meses sangrientos como aquellos del 2015, cuando todos los acuerdos que habían hecho con el FMLN habían colapsado y ambas partes regresaron a la guerra con ánimos de venganza. 

En las pocas semanas que han parado la matanza, ustedes mismos sintieron cómo cambió para mejor la vida de sus comunidades y sus propias familias. Esto es suficiente incentivo para mantener en pie esta decisión. No usen la violencia como moneda de cambio en un juego perverso con políticos que los quieren usar para sus fines partidarios. Si lo han hecho anteriormente, ya vieron a qué desastre este juego nos ha llevado a todos. 

Ustedes han mostrado que pueden parar la matanza. Lo mostraron en el 2012, pero la politiquería no permitió que fuera sostenible. No permitan que de nuevo la politiquería se imponga. 

Les hablo en serio. 





Es la gente, no la Inteligencia Artificial. De Manuel Hinds


Publicado en EL DIARIO DE HOY, 23 agosto 2019


El crecimiento exponencial del Internet, las redes sociales y la Inteligencia Artificial en las últimas décadas generó una ola enorme de optimismo por todos los efectos positivos que se vislumbraba que iban a crear-que incluían desde la conexión de científicos y creativos entre sí para realizar tareas complejas a distancia hasta la creación de amistades e intercambios culturales a través del mundo entero, hasta la facilitación de la educación y el cuidado de la salud, y muchas cosas más.
Todos estos efectos positivos, y muchos más, se volvieron una realidad. Pero al mismo tiempo otros efectos, muy negativos, se han vuelto también una siniestra realidad, desde el uso de Internet para postear pornografía (una de las actividades más populares, si no la más popular en Internet), hasta el enviciamiento de muchas personas con las redes sociales, y hasta el uso de la Inteligencia Artificial para generar conflictos y violencia en las sociedades con el fin de influir políticamente en ellas.
De esta manera, se han generado escándalos en Gran Bretaña porque se acusa a una empresa inglesa ya fallecida, Cambridge Analytica, y al gobierno ruso de haber influido en los resultados de la votación sobre el Brexit en 2016 haciendo llegar propaganda apropiada (frecuentemente basada en hechos inexistentes) a las preferencias de los recipientes, que ellos mismos habían vuelto pública en las redes sociales y el Internet. Lo mismo se dice de las elecciones presidenciales del 2016 en Estados Unidos y de otras elecciones en Europa. Esta semana salió en varios medios internacionales la noticia de que se han descubierto en las redes sociales artículos y memes fomentando la disensión y el odio en Hong Kong, en donde ha habido desde hace varias semanas una serie de manifestaciones contra el gobierno chino.
Estos hechos-la existencia de las noticias falsas, y su uso para lograr propósitos políticos-son innegables, aún en nuestro país. Pero el Internet, las redes sociales y la Inteligencia Artificial no han iniciado estos hechos. Ellos han existido desde que el ser humano creó las primeras agrupaciones y con ellas la política.
Ciertamente que la Inteligencia Artificial y la conectividad de hoy han creado instrumentos mucho más fuertes que los existentes en el pasado para engañar a las masas no sólo con noticias falsas aisladas sino con la creación de imágenes de la sociedad completa totalmente opuestas a la realidad prevaleciente en ella. Los grandes artistas de estas manipulaciones fueron los comunistas en la Unión Soviética, que pintaban hacia fuera un paraíso para los obreros cuando se estaban realizando asesinatos en la escala de al menos 20 millones, y los nazis en la Alemania de los treintas y la mitad de los cuarentas, que escondían el Holocausto que estaban perpetrando.
Día a día se proponen nuevos métodos para evitar que esas mentiras y esos mensajes de odio se propaguen por las redes sociales y otros medios en el Internet. Se espera que las grandes empresas de la conectividad frenen estas actividades bajando de sus redes todos los mensajes que se puedan considerar negativos.
No hay duda de que hay muchas cosas que no deben de permitirse en las redes, como no se permiten en periódicos y otros medios. Hay que luchar continuamente contra la pornografía y especialmente la infantil, contra las escenas de violencia descarnada y otras imágenes terriblemente negativas-tan negativas que los controladores que revisan los contenidos en Facebook, YouTube, Twitter y similares llegan a tener problemas de depresión seria por estarlas viendo el día entero.
Pero la verdadera solución al problema es fortalecer el análisis critico y los principios éticos de la población. Los contenidos negativos desaparecerían si la gente no los buscara y no los quisiera creer, como siempre los creen cuando son sensacionalistas y cuando van a favor de sus propios prejuicios, odios y envidias.
Las mentiras que se han identificado dentro de los contenidos que se dice que influyeron las elecciones tienden a ser burdas y vulgares, que no hubieran resistido el más mínimo análisis.
En el fondo, la gente ha sido engañada porque ella misma quería ser engañada. En vez de quejarse de lo que las redes sociales hacen, sus usuarios deberían de ser más prudentes con lo que muestran en ellas y con lo que creen de lo que ven y leen en ellas.

miércoles, 21 de agosto de 2019

Carta a los secretarios generales de la ONU y la OEA: Cuidado con el fraude de etiqueta . De Paolo Luers


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 22 agosto 2019


Estimados señores Antonio Guterres y Luis Almagro:
Como aquí en El Salvador todo el asunto de la Comisión Internacional Contra la Impunidad (CICIES) se estámanejando en la total oscuridad, ni siquiera sabemos con quién en la comunidad internacional nuestro presidente, Nayib Bukele, está negociando la conformación de esta entidad. Con alguien tienen que estar hablando cuando anuncian que esta comisión iniciará su trabajo antes de que terminen los primeros 100 día del gobierno Bukele, o sea el 9 de septiembre 2019, en un poco de más de dos semanas. A menos que todo sea una fantasía, con cualquiera de ustedes dos (o con ambos) tienen que haber hablado los emisarios de Bukele.
Quiero que dimensionen lo grave de la situación: el presidente anuncia que en dos semanas va a comenzar a trabajar una Comisión Internacional contra la Impunidad, pero a la fecha NADIE ha hablado sobre el tema con el Fiscal General de la República, quien por mandato constitucional tiene el monopolio de la persecución penal y sin el cual, por tanto, no puede funcionar ninguna entidad que investigue la corrupción y la impunidad. Nadie ha hablado con el fiscal: ni el presidente, ni su gobierno; ni Naciones Unidas ni la Organización de Estados Americanos OEA, organismos que supuestamente van a dar financiamiento y legitimidad al proyecto. 
Tampoco ha habido ningún acercamiento del ejecutivo con la Asamblea Legislativa, la cual tendría que ratificar cualquier tipo de convenio internacional que daría vida a una Comisión Internacional que tenga las competencias necesarias para poder combatir la corrupción.
Ya en un plano no solo jurídico e institucional, sino político, la gestión para crear esta comisión solo tendrá la necesaria legitimidad democrática si surge de un acuerdo nacional amplio. Pero a pesar de que nadie ha ni siquiera abierto el debate para crear este acuerdo nacional, el presidente insiste que él va a poner a trabajar esta comisión dentro de dos semanas. 
No sabemos qué les han dicho los emisarios del presidente Bukele. Pero seguramente no les han descrito esta situación tan absurda: un presidente insistiendo que ya está por iniciar el mandato una CICIES, pero el fiscal, el Parlamento y la sociedad civil no tienen idea del carácter de la comisión. Y ustedes a lo mejor comparten esta oscuridad. A menos que sean cómplices de este intento de cometer un gigantesco fraude de etiqueta: prometer una CICIES e instalar una CPCIES, una Comisión Presidencial, la cual no tiene ni las competencias ni la independencia necesarias para combatir la corrupción.
No podemos creer que ustedes, como líderes de la comunidad internacional, sean parte de un fraude de esta característica. En cambio, al presidente Bukele muchos lo vemos perfectamente capaz de intentarlo. Su interés no es realmente el combate a la corrupción, sino crear una situación donde puede acusar a los partidos opositores y al “sistema institucional de los mismos de siempre“ a oponerse a la justicia. ¿Cómo se hace esto? Exactamente como lo está haciendo: se presenta el proyecto de una CICIES, pero con características que la hacen inaceptable para los otros órganos del Estado y la oposición. Ellos van a rechazar el proyecto, y el presidente va a gritar: “Vean, los mismos de siempre no quieren que se investigue la corrupción…”    
Para que esto funcione, el gobierno salvadoreño necesita que cualquiera de ustedes, a nombre de Naciones Unidas, de la OEA o a lo mejor los dos avalen el proyecto.
La solución del dilema es muy simple: antes de avalar cualquier cosa, entren en consultas con el Fiscal General, la Asamblea Legislativa y los partidos de El Salvador. No se dejen sorprender. Y se van a dar cuenta que nadie quiere una Comisión Presidencial contra la Corrupción y la Impunidad. 
Saludos, 


lunes, 19 de agosto de 2019

Carta a las feministas: ¿Del caso Evelyn, adónde ir? De Paolo Luers


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 20 agosto 2019


Estimadas amigas: 
El juez del Tribunal de Sentencia de Cojutepeque absolvió a Evelyn Hernández, a quien la fiscalía quería mandar a la cárcel por 40 (!) años por la muerte de su bebé. Para la fiscalía, fue homicidio agravado, mientras que la defensa sostuvo que el bebé murió en el parto no asistido. El juez, en su sentencia, dijo: La fiscalía no me convenció que fue homicidio. No la pude condenar.”

Esto es justicia aplicada. El juez no se volvió feminista, ni tampoco tomó partido por ustedes en el debate sobre el aborto. Tampoco le correspondía. Sólo aplicó la justicia correcta y valientemente: “Donde hay duda, prevalece la asunción de inocencia. Si la fiscalía acusa a alguien de homicidio y quiere una pena tan drástica, tiene que comprobarlo.” Lamentablemente, esta manera consecuente de aplicar la justicia, con total independencia de posiciones ideológicas o religiosas, todavía hace noticia en nuestro país, cuando tendría que ser la regla. 

Esta sentencia obviamente es buena noticia para las organizaciones feministas, que durante años han apoyado a Evelyn Hernández y a otras mujeres acusadas (o incluso condenadas) en casos comparables. Ustedes y el equipo jurídico que pusieron a Evelyn tienen todo el derecho de celebrar. Hicieron un excelente trabajo, dentro y fuera del tribunal.

Pero la absolución de Evelyn Hernández no es un triunfo del feminismo y de su lucha contra la prohibición del aborto. Es un triunfo de la justicia. Independientemente de que estemos en favor o no de la despenalización del aborto, esta sentencia la podemos celebrar todos que estamos luchando por un Estado de Derecho que deje de verse subordinado a imperativos ideológicos o religiosos, sino solamente a la Ley. 

Las feministas y su lucha por la liberalización de la legislación del aborto se harían un favor si celebran la sentencia en el caso Evelyn no de una manera militante e ideológica, sino de manera incluyente y pragmática, enfocando en el triunfo de la justicia, no en un supuesto triunfo de la causa feminista. 

Este caso, bien explicado en los medios y los debates públicos que seguirá provocando, puede contribuir a la formación y consolidación de una opinión pública favorable al montón de mujeres con casos parecidos a Evelyn. Puede ayudar a construir una nueva mayoría social más liberal, menos conservadora, y sobre todo comprometida con la defensa del Estado de Derecho. Solo en un país con una opinión pública liberal que defiende el Estado de Derecho, los movimientos feministas van a encontrar espacio para avanzar en el debate sobre la legislación del aborto o para otras causas que defienden.

Pero ojo: No todos quienes hoy celebran la sentencia absolutoria para Evelyn Hernández, lo ven como un paso hacia la liberalización del aborto. Lo ven como lo que es: un paso para consolidar el Estado de Derecho. En el debate sobre el aborto la mayoría ni siquiera ha entrado. Pueden en el futuro convencerse que un siguiente paso para consolidar el Estado de Derecho sería necesariamente la despenalización del aborto, pero ojo en la palabra 'convencer’. Siempre he dicho que para proponer reformas como el matrimonio igualitario o la liberalización del aborto, antes tiene que crearse una mayoría social sólida y convencida. Esto requiere mucho debate, mucha tolerancia, mucha labor de construir consensos. Y que todos se abstengan de intentos de imposición.

Que bueno sería que el desenlace feliz del caso Evelyn no fuera un punto más de división de nuestra sociedad, sino un punto de partida para la construcción de consensos para una sociedad más liberal y tolerante.

Saludos, 


Diario de un perro presidencial. De Cristina López


Publicado en EL DIARIO DE HOY, 19 agosto 2019 


Según la información que hizo pública la Fiscalía General de la República la semana pasada con respecto del caso que han llamado “Saqueo Público”, el ex-presidente Mauricio Funes se reventó $149,000 dólares provenientes de las arcas del Estado en sacar a pasear a sus mascotas, con el fin de “desestresarlas”. Si la magnitud de lo mucho que se apropió Funes a través de la partida secreta ya de por sí clamaba al cielo, por ser el nuestro un país donde el 30% de la población vive debajo de la línea de pobreza y donde en los hospitales no alcanza para comprar medicinas, la más reciente información confirma que el descaro y la falta de vergüenza del recién estrenado nicaragüense son casi tan enormes como el robo que perpetró a su paso por el poder.
Pero en medio del escándalo no pude dejar de pensar en las pobres mascotas presidenciales y, con ello, imaginar cómo habría sido el diario de uno de los perros presidencial estresado si tuviéramos acceso a semejante cosa. Seguramente diría algo así:
“Querido diario: Otra noche entera sin dormir, preso de la ansiedad que me causa la certeza de que mi amo se está clavando la plata del Estado y que aparte, es malísimo escondiéndolo. Según él, tendrá perfecto sentido que antes tenía deudas y ahora tiene relojes y zapatos que cuestan bastante más que lo que devenga como presidente de la República. Si seguimos así, lo que nos espera es una visita de la Corte de Cuentas, contándonos las costillas, o peor, del Ministerio Público. A él y a sus secuaces, posiblemente Mariona, y a mí, pobre de mí, las calles. De chucho presidencial a chucho aguacatero cualquiera, comiendo de basureros. Tiemblo del estrés y el amo insiste en mandarme a pasear con extraños a los que paga, como si mi existencia estresada fuera una molestia.
“Supongo que por el momento la mejor opción es aprovechar lo que tengo, puesto que seguramente es cuestión de tiempo hasta que cachen a mi amo. Sobre todo porque carece totalmente de discreción y cautela: según oí, la piñata para el tercer cumpleaños del amito costó 10,000 dólares, porque había inflables, ruedas, y por supuesto, el helicóptero presidencial, ese que hace una bulla ensordecedora y en nada contribuye a mis niveles de estrés. 10,000 dólares, que serían el equivalente a 20 de las paseadas de nosotros, los chuchos presidenciales. Tengo memoria de chucho, pero todavía me acuerdo de las palabras del amo cuando era periodista y prometía una revolución ética. De seguro volar en avión privado tiene como efectos secundarios la debilitación de la conciencia y la pérdida súbita de la vergüenza. O quizás son los efectos de eso que se toma y que viene en las botellas de la cinta azul. Al fin y al cabo, quién sabe si fue ese mismo líquido lo que lo hizo terminar en el hospital después de que se cayera amarrándose las cintas de los zapatos, aquella caída tan grave que hasta deshizo un Ferrari.
“Por el momento no queda más que esperar, con toda mi canina paciencia, que no vayan a cachar al amo. Porque desde la cárcel no va a poder mantenernos, ni a los chuchos presidenciales, ni a los hijos que continúa trayendo al mundo. Adiós, querido diario: vienen por mí para sacarme a pasear”.
@crislopezg

CICIES. De Erika Saldaña

Erika Saldaña, ex presidenta del Centro de
Estudios Jurídicos CEJ

Publicado en EL DIARIO DE HOY, 19 agosto 2019


Desde hace varios años se habla de la necesidad de establecimiento de un organismo internacional que colabore a combatir la corrupción en El Salvador. A partir de la notoriedad que obtuvo la Comisión Internacional Contra la Impunidad de Guatemala (CICIG) surgió la iniciativa de aplicar dicho modelo en El Salvador. Es el tema del momento, pero para tener un panorama más completo sobre las características de una posible CICIES es necesario más información.
Las siguientes líneas tienen como finalidad contar la experiencia guatemalteca y extrapolarla a la realidad de El Salvador. La CICIG es —o fue, considerando que el septiembre vence su mandato— una entidad creada a partir de un acuerdo entre la Organización de las Naciones Unidas y el gobierno de ese país con la finalidad de apoyar a las instituciones del Estado en la investigación y persecución penal de delitos cometidos por los cuerpos ilegales de seguridad y aparatos clandestinos de seguridad.
Dichos cuerpos paramilitares eran los encargados de la represión a la sociedad civil, los cuales no desaparecieron después del conflicto armado sino que se transformaron e infiltraron en el sistema estatal para garantizarse impunidad. En su desarrollo, las investigaciones de la CICIG evidenciaron que la impunidad en delitos contra derechos fundamentales se mantiene gracias a la corrupción enraizada en las instituciones clave, la cual debía ser combatida.
A partir de la insuficiente respuesta estatal a solventar muchos problemas que aquejaban a la sociedad guatemalteca, y con base en la presión de la opinión pública, sociedad civil, medios de comunicación y comunidad internacional, después de varios años de intentos fallidos se creó la CICI Guatemala con la finalidad antes señalada. Esta entidad se encuentra dirigida por un comisionado nombrado por el Secretario General de las Naciones Unidas, a quien se le debe garantizar independencia funcional y en la conformación de su equipo.
Dos puntos claves para entender la labor de una posible CICIES son la independencia política y financiera. El nombramiento de un comisionado y su equipo no puede depender de ningún factor político interno, con la finalidad de evitar conflicto de intereses; además, debe contar con el suficiente financiamiento para que sus investigaciones no se vean comprometidas. Otra característica fundamental es que debe tener un periodo definido, para no perder de vista que una CICIES tendrá una labor de colaboración. Dado que los procesos judiciales deben iniciarse ante instancias judiciales nacionales, la soberanía del Estado se mantiene en la medida en que esta institución respete la labor de los órganos fundamentales en el ejercicio de sus funciones.
¿Necesitamos una CICI en El Salvador? Sin lugar a dudas, el combate a la corrupción es un fin legítimo; probablemente si las instituciones internas funcionaran, ningún país ni siquiera se plantearía la creación de una CICIES, pero lastimosamente no es el caso. Cualquier esfuerzo que ayude a sacar adelante el sistema debería ser visto con buenos ojos y apoyada tanto por todos en El Salvador. Hoy por hoy, necesitamos más detalles para ir delineando una idea más fundamentada de lo que sería una CICIES en El Salvador.

domingo, 18 de agosto de 2019

Hamelín. De Cristian Villalta


Publicado en LA PRENSA GRAFICA, 18 agosto 2019


Primero se lleva a las ratas para ahogarlas en el río Weser, al son de unos hermosos bemoles; cuando los habitantes deciden no pagarle por haberlos librado de aquella plaga, el extraño regresa con su flauta y 130 niños del pueblo lo siguen hipnotizados para nunca más volver.
La narrativa corta es seductora. ¿O a poco ustedes no tienen amarrado a sus recuerdos el temor, la desazón y el alivio de nuestra niñez al escuchar uno de esos cuentos en los que brujas pavorosas perseguían a los desobedientes hijos de un pobre leñador? Cuando se revisita esas lecturas, es imposible no sobrecogerse: la bruja de Hansel y Gretel era caníbal, el corazón del Príncipe Feliz es tirado a la basura junto al cadáver de la golondrina, y el lobo se come a Caperucita, al menos en la versión de Charles Perrault que luego los Grimm corrigieron, sentimentalones.
Sí, el de los cuentos es un mundo primario, en blanco y negro, fácil de entender, el máximo bien contra el máximo daño, de gran utilidad pedagógica, memorable en la psiquis infantil. En contraste, el mundo adulto está saturado de gris e incluye verdades indiscutibles, mentiras que distraen, horrores que se vuelven rutina.
El mundo de los grandes parece tratarse de todo menos de la esperanza. Es que hay verdades dolorosas con las que es imposible dormir. La injusticia repetida, que no todos valemos lo mismo, o que hay historias de pecado, despojo y violencia sin moraleja, crímenes sin castigo, una tierra a la que ni el llanto ha vuelto fértil.
Por eso, nuestro primer reflejo es mirar hacia la luz, aunque sea artificial; seguimos temiendo a la oscuridad.
En nuestro país, no hace un mes que unas personas asumieron el poder con la promesa de acabar con la oscuridad, o al menos con la versión de ella que se llama corrupción: es que tres de nuestros últimos cuatro presidentes fueron acusados de delitos contra la gente, de robarse dinero que era nuestro, de volverse rateros.
Si lo estamos contando, si lo sabemos, si procesarlos fue posible se debió entre otras cosas a que declararon de buenas a primeras el patrimonio con que entraban al gobierno. No lo hicieron porque quisieran sino porque es una obligación de ley, precisamente una protección contra los ladrones.
Tristemente, a los nuevos funcionarios esta obligación les parece irrelevante. El presidente todavía no lo hecho, tampoco la mayoría de los ministros. Esta semana, el vicepresidente ha hablado de la lucha contra los corruptos con un entusiasmo contagioso, pero a él tampoco le ha quedado tiempo de cumplir con su obligación constitucional.
¿Cómo es posible que actúen con esa incongruencia chabacana y aun así nos saluden viéndonos a la cara?
La frescura de los nuevos señores es posible porque somos unas gentes muy distraídas. Hemos convivido con la mentira muchos años, algunas veces nos la creímos, quizá las más de las veces. Pero hoy, no solo es que nos están inundando de cuentos; hemos perdido el apetito por la verdad.
Es posible también porque al ser depósito de su esperanza, muchos ciudadanos creen que a los funcionarios de la nueva ola debe disculpárseles todo, incluso las ilegalidades. Su cuento es poderoso y seductor solo si no hay interrupciones, no digamos las de la crítica, ni siquiera las que nacen de la más natural curiosidad.
De la mía, de mi curiosidad, solo una pregunta para Bukele y Ulloa. ¿Dónde estaban ustedes la última vez que un presidente nos robó? Esas historias comenzaron con un salvadoreño creyéndose la excepción.