viernes, 17 de enero de 2020

Carta: ‘Fake’, o el método truculento de levantar indignación. De Paolo Luers


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 18 enero 2020


Posiblemente el Gobierno logre que una buena parte de los salvadoreños residentes en el exterior vuelvan a indignarse con la Asamblea Legislativa y el Tribunal Supremo Electoral, dos instancias que se atrevieron a no hacerle caso al presidente Bukele. Este exigió una ley que permita que para febrero 2021 la diáspora tenga derecho de votar no solo por diputados (Asamblea y Parlacen) sino también por alcaldes y concejos municipales, y que el voto sea electrónico.
El mismo día que el vicepresidente Ulloa presentó esta iniciativa de ley, el parlamento aprobó una ley alternativa, que parece mucho más realista: mantener el voto por correo, que es más confiable y más económico que el voto digital; comenzar en el 2021 con el voto por diputados, dejando el voto municipal para una futura ley y para el año 2024.
La reacción del gobierno: gritos de indignación y decir que dejar fuera la elección municipal es inconstitucional. Mentira: La sentencia de la Sala del 2017 contempla que la Asamblea puede buscar una solución progresiva, o sea por pasos. El Gobierno alega que solo el voto digital, por computadora, garantiza el derecho al voto de los residentes. El presidente, para variar en Twitter, defiende su propuesta del voto electrónico que otros cuestionan por razones de seguridad digital: “¿Se manipula en Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Suiza, Italia, Noruega, Reino Unido, Australia?”
Otra mentira del presidente: Las leyes de Alemania, Italia, Noruega no permiten el voto electrónico, por considerarlo vulnerable a ataques cibernéticos y fraudes. Alemania apuesta a un sistema muy desarrollado de voto por correo, incluso para ciudadanos que viven al interior del país y lo soliciten. Francia y Suiza experimentaron con el voto electrónico y lo suspendieron. 
Pero esto tal vez no lo sabe la mayoría de los salvadoreños, cuya indignación y rechazo contra la Asamblea Legislativa quiere atizar el presidente. Por esto el presidente, quien tiene a su disposición toda la información necesaria, opta por lo ‘fake’…
Los expertos del Tribunal Electoral dijeron que una ley como la propuso ahora en enero el Gobierno, que incluye el voto electrónico y el voto para alcaldes y para diputados, tal vez hubiera sido realista si lo hubieran presentado en agosto del 2019. Siempre cuando al mismo tiempo hubieran garantizado el presupuesto, mucho más alto por el voto electrónico. Pero estos fondos no están contemplados en el presupuesto y hace pocos días el ministro de Hacienda dijo en la Asamblea que no hay manera de financiar la variante que propone el mismo Gobierno…
Los magistrados y expertos del TSE dicen que ahora sería imposible organizar, planificar, administrar, financiar el paquete que propone el Gobierno (incluir las elecciones municipales) y aplicar el voto electrónico.
Pero lo más importante que uno de los expertos, Malcolm Cartagena, dijo al gobierno es esto: “El cuello de botella no está en votar electrónicamente o en papel, sino en empadronarse (que es un paso avalado por la Sala). ¿Se puede hacer algo? Sí. El Gobierno puede ampliar oficinas en consulados, reducir costo del DUI”.
Quiere decir: el verdadero problema, el “cuello de botella” que no permite a los salvadoreños residentes en el exterior ejercer su voto, es un asunto que solo el gobierno mismo puede resolver. Solo tiene que transformar la forma en que trabajan sus consulados, los DUI Centros y el RNPN, y dotarlos de los recursos y equipos. Nada de esto depende de la Asamblea.
Si este “cuello de botella” no se resuelve, da igual que se va a votar por computadora o por correo, siempre será una pequeña minoría.
Entonces, la llave para resolver el problema la tiene el Gobierno, pero prefiere armar un gran conflicto ‘fake’ con la Asamblea y con el TSE. ¿Por qué? En el fondo no le importa solucionar el problema del voto en el exterior, le interesa agravar y usar este problema para atizar indignación entre la gente.
El método ‘fake’ como forma de gobernar…
Saludos,

Posdata: 
Para dimensionar el problema, dejo otro tuit de Malcolm Cartagena, experto electoral: “En 2019 estaban habilitados 5.2 millones de votantes y votaron 2.6 millones. Eso, acá en El Salvador. Ahora, nuestra querida diáspora es de 3 millones, pero solo sacarán DUI el 20% (600 mil) y de ese total suele votar apenas el 2% (según 2009, 2014, 2019).
¡No son 3 millones de votantes!”


miércoles, 15 de enero de 2020

Carta sobre el 16 de enero: Con o sin gobierno, el aniversario de la Paz vive en los corazones de la gente. De Paolo Luers


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, el 16 enero 2020


Este gobierno ya no hace ni siquiera el intento de fingir respeto por lo que el pueblo salvadoreño logró el 16 de enero del año 1992 en el palacio de Chapultepec. Ni el presidente, ni sus ministros, ni los líderes de sus dos partidos ven en los Acuerdos de Paz un logro de toda la sociedad salvadoreña. Por esto, ni siquiera los mencionan. 
Según nuestro presidente, quien reclama que su llegada al poder marca el inicio de una nueva etapa que deja atrás la postguerra, la firma de los Acuerdos de Paz no es algo que compromete a él y a su generación, sino que interpreta que fue nada más un pacto entre las dos fuerzas políticas protagónicas de la guerra para repartirse entre ellos el poder.
El pueblo salvadoreño sabe que no fue así. La búsqueda de una solución negociada a la guerra y sus matanzas, y al mismo tiempo a su principal causa -la falta de libertades y de pluralismo político- no surgió de las cúpulas políticas y militares que protagonizaron el conflicto, sino de la sabiduría popular que poco a poco se impuso en la opinión pública, en las universidades, en las iglesias, en el empresariado, en los sindicatos y al fin en las fuerzas beligerantes. Una sabiduría popular que no quería vencedores ni vencidos, sino quería paz, democracia, libertad, reconciliación, reconstrucción del país y, sobre todo, inclusión social y política.  
Aunque el documento final lo firmaron en Chapultepec el presidente arenero Freddy Cristiani y los líderes del FMLN, el Acuerdo era voluntad y legado de toda la sociedad. Cualquiera que vivió estos momentos decisivos en El Salvador fue testigo de esto. No solo Naciones Unidas (con su misión ONUSAL) observó que estos acuerdos se cumplieran y no se desviaran, sino toda la sociedad salvadoreña, liberada de prohibiciones y represiones, asumió esta tarea. 
Decir que los Acuerdos solo fueron un pacto para establecer y cimentar el bipartidismo en El Salvador es una falacia. Claro que ARENA como partido de gobierno en aquel momento, y el FMLN como expresión de la inclusión de la izquierda a un sistema pluralista tenían especial responsabilidad y protagonismo en la vida política de los años de la postguerra. Pero lo que la Constitución reformada y los Acuerdos de Paz dibujaron era un sistema pluralista abierto, no un bipartidismo cerrado. 
El hecho que la primera generación de la postguerra no logró asumir su rol de relevar a la generación que condujo la guerra no es un fallo de los Acuerdos. Es un fallo de esta generación y con graves consecuencias. Ni dentro de los partidos ni aparte o incluso apartando a los liderazgos partidarios se dio este relevo. 
Hubo intentos, por ejemplo cuando el Doctor Héctor Silva se desmarcó del FMLN y su sectarismo y corriópor la presidencia, tratando de construir una tercera fuerza al centro de la sociedad. Pero este centro no se había articulado políticamente, nadie se había dedicado a construirlo a tiempo, así que la candidatura quedólimitada al alcance de los dos partidos minoritarios que la apoyaron, el CD y el PDC.
Igual fracasaron todos los intentos de crear una fuerza seria de centroizquierda que pudiese disputar al FMLN el monopolio de representar a la izquierda. Y en la derecha, los liberales se tardaron hasta el 2018 (cuando se anunció la fundación de Nuestro Tiempo) para hacer el intento de construir una alternativa a ARENA, tan dominada por los conservadores.
El bipartidismo, o más bien la dominancia de ARENA y el FMLN, fue la triste consecuencia no de un pacto hecho en 1992, sino de la pasividad de muchos sectores. No pasaron del desencanto con los partidos tradicionales a la construcción de otras opciones. 
Hasta que vino Nayib Bukele y detectó en el desencanto acumulado un enorme potencial para un proyecto populista. Y rapidito este empresario oportunista arrimado al FMLN, porque en aquel entonces constituía el poder emergente, se convirtió en su peor enemigo. El resto de la película ya la conocemos…
Regresamos al punto de partida: Todos los que apreciamos lo que se logró negociando una solución política a la guerra vamos a celebrar siempre el 16 de enero como un día especial. Está bien que no haya desfiles ni actos oficiales, pero en el corazón de la gente se mantiene la emoción que sentimos aquel 16 de enero de 1992 cuando se firmó la paz.
Saludos,


lunes, 13 de enero de 2020

Carta a Sigfrido Reyes: Si no regresas, te harán pedazos a ti, tu familia y tu partido



Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 14 enero 2020


Sigfrido: 
Sabés perfectamente que no soy amigo tuyo. Nunca te he defendido y mucho te he criticado. Quien tenga duda de esto, que busque en los archivos de Google, del Diario o de mi blog Siguiente Página.
Aparte de las marcadas diferencias políticas sobre la izquierda que necesitamos, nunca me gustaron tus negocios. Estoy de acuerdo que se investiguen y, si hay pruebas que cometiste delitos, que te condenen.
Pero de repente me desayuno la noticia de un operativo nocturno de la Fiscalía para desmantelar una estructura de lavado de dinero, supuestamente encabezada por tu persona. Durante varios días leo en los periódicos que lavaste 6 millones de dólares. Como la única fuente de información en este caso es la Fiscalía General de la República, pensaba que el fiscal general Raúl Melara iba a aclarar de qué se trata. Pero no lo hizo, ni tampoco el fiscal Arriaza, quien está a cargo del caso.
Sin embargo, los medios (incluyendo El Diario de Hoy, del cual tengo el honor de ser parte) siguen hablando de lavado de dinero y del monto de 6 millones de dólares, sin que nadie dé alguna pista sobre el origen de este dinero presuntamente lavado. Para tener un caso de lavado de dinero, primero tiene que comprobarse que existe un dinero de origen ilícito. Sin ropa sucia no hay lavandería…
Leyendo todas las notas sobre tu caso, que todas son iguales porque todas provienen de la misma fuente de la Fiscalía, me topo con $212 mil que supuestamente defalcaste al Estado. $105 mil a la Asamblea, en un presunto esquema de fraudulentamente cobrar viáticos; más unos $107 de una rebaja supuestamente ilegal que te dio el IPSFA en la compra de unos terrenos en Nuevo Cuscatlán. Estas son las únicas acusaciones medio sustentadas contra tu persona y contra los 10 demás acusados, que supuestamente forman un grupo delictivo. Describen la figura de una asociación ilícita con el fin de lavar dinero, pero no acusan a nadie de asociación ilícita.
Y no explican cómo este doble desfalco (al IPSFA y a la Asamblea) se convierte en otro delito mucho más serio: el lavado de dinero.
Los fiscales no han dicho ni una palabra para explicar la acusación de lavado. ¿Cuáles son los fondos de origen ilícito que se lavaron? ¿De qué delito cometido por quiénes y en perjuicio de cuál persona, empresa o institución estatal provienen estos fondos ilícitos? ¿Los famosos 6 millones los robaste tú para luego lavarlos? De repente te van a acusar de esto…
¿O son fondos que salieron de negocios ilícitos del FMLN y de ALBA Petróleos, y tú solo te encargaste de lavarlos? 
Y vos no estás para enfrentar las acusaciones, lo que va a alargar el juicio, como está pasando con el otro contra Mauricio Funes. Esto va a dar a tus enemigos y los de tu partido el gusto de hablar y especular de aquí hasta que les convenga sobre el caso Reyes de lavado de pisto. Al que no se defiende se le pegan todas las acusaciones, hasta las más absurdas. 
No hay de otra, papito: Tenés que presentarte y encarar las acusaciones.
Saludos,