Muchos han señalado que el primer intercambio entre ustedes no fue realmente debate. Este segundo, sobre seguridad, fue hasta peor. Parecía más bien un examen: El moderador les tiró una pregunta, los 3 contestaron en 2 minutos cada uno – pero en vez de repreguntar para profundizar en el tema y escarbar los diferentes enfoques de ustedes, Rafael Domínguez les lanzó otra pregunta, pasando al siguiente tema.
Así cubrieron 10 temas concretos, pero en ninguno de ellos se profundizó. Escuchamos las respuestas, en general políticamente correctas, pero NO pudimos apreciar las diferencias en cuanto a filosofía, enfoques, prioridades – ni tampoco en cuanto a factibilidad y eficiencia de las soluciones.
Sin un moderador acucioso y capaz de repreguntar, y sin espacios para que los candidatos pudieran discutir y cuestionarse entre ellos, terminaron exponiendo más o menos lo mismo. Javier Simán y Carlos Calleja (en este orden) con un poco más elocuencia y coherencia, paro nadie de ustedes tres logró distinguirse e ir más allá de las respuestas obvias. Claro que hay que hacer una reforma penitenciaria, ¿pero cómo, con qué prioridades y principios? Obvio que el próximo presidente tiene que asumir personalmente la seguridad como jefe, ¿pero cómo va a afectar esto a la PNC, al gabinete de seguridad y al consejo de ministros en su totalidad? ¿Qué prioridades va a definir para la inversión social, para que la prevención se convierta en política del estado deje de ser un mosaico de proyectos aislados? Por supuesto hay que recuperar el control territorial que el Estado abandonó, ¿pero qué significa control? ¿Es un asunto militar o uno de presencia e impacto de los servicios del Estado?
Para evaluar el primer debate, apliqué un sistema de puntuación, tema por tema, dando 3 puntos a la mejor respuesta/propuesta, y solo 1 para la menos completa. Ganó por puntos Javier Simán. Pero en este segundo foro, por su formato equivocado, ni siquiera esto me funciona. No fue debate – y como examen tampoco funcionó. Ni siquiera fue un examen para evaluar capacidades o propuestas viables, tampoco un examen para ver quien está dispuesto de audazmente cambiar las prioridades y focalizar el gasto del Estado para llegar a la raíz de los problemas que generan violencia y delincuencia.
Así como están diseñados estos foros, resulta difícil que cumplan su principal función: Hacer visibles las diferencias entre los tres candidatos y sus proyectos políticos. Esto es lo que los votantes en esta elección primaria necesitan ver para tomar el 22 de abril una decisión racional sobre quién de ustedes es el candidato que sabrá enfrentar los problemas del país sin repetir las viejas políticas y mañas. Yo lo tengo claro, para mi es Javier Simán, pero no lo puedo derivar de lo que escuché en este segundo foro. No puedo decir que Javier Simán ganó este round, tampoco puedo decir que lo ganó Carlos Calleja.
Ambos metieron la pata, y extrañamente el moderador o no se dio cuenta, o no quería señalarlo. Calleja cuando dijo que la PNC, en vez de tirar con escopetas, debería tirar balas. Simán cuando dijo que la Fuerza Armada debería mover las tanquetas de los redondeles de la Escalón a las comunidades. Ambas cosas no son coherentes con los planteamientos de ambos, que implican buscar soluciones novedosas e inteligentes.
Les solicito a ustedes tres que utilicen el último foro para convertirlo en un debate real. Y si el moderador no sepa generarlo, háganlo ustedes. Usen sus bloques de 2 o 3 minutos para transparentar de qué realmente se trata en esta contienda, cuáles son las diferencias que los distinguen. Y si no hay consenso sobre esto, gana el que acepte el reto de debatir.Saludos,
La columna de Paolo Luers sobre el primer debate:
Poco debate, mucho violín
(MAS! / El Diario de Hoy)