sábado, 10 de noviembre de 2018

Carta al alcalde D’Aubuisson y al candidato Calleja: ¿Cómo construir paz social?

El mismo día que Carlos Calleja, el candidato presidencial de ARENA, sorprendió a propios y ajenos presentando un concepto de Seguridad Ciudadana que radicalmente rompe con la apuesta tradicional de su partido “mano dura”, el alcalde de Santa Tecla, Roberto D’Aubuisson, también de ARENA, mandó a su CAM a reprimir, con lujo de fuerza masiva, a vendedores informales.

Aquí dos frases claves de la presentación de Calleja:
  • “Vamos a avanzar de un enfoque de represión a uno para construir paz social. Vamos a perseguir el crimen apegados a la ley y el respeto a los Derechos Humanos.”
  • “Nosotros no vamos a continuar una guerra contra las pandillas que genera más violencia y muertos. Vamos a emprender y ganar la lucha contra la violencia con inclusión, oportunidades y #TrabajoParaTodos.”
Aquí dos frases del alcalde de Santa Tecla:
  • “Lamentablemente hay heridos. Heridos del CAMST y heridos de los revoltosos. Y a mí no me preocupan los heridos de los revoltosos, lo quiero dejar bien claro.”
  • “Hay que empoderar al CAM.”
Es obvio que aquí estamos frente a dos concepciones diferentes dentro del mismo partido. Hay quienes toman esta contradicción como prueba para descalificar como no creíbles las declaraciones de Carlos Calleja. Pero también se puede interpretar de otra manera: Tal vez surgió un candidato con la voluntad para romper con las políticas fracasadas y para privilegiar el diálogo y la inversión social focalizada y sostenida sobre el uso masivo de la fuerza.

Voy a dejar clara una cosa: Hay que investigar los enfrentamientos entre vendedores violentos y un CAM fuertemente armado en Santa Tecla. Igual hay que investigar porque la PNC, que constitucionalmente tiene el monopolio del uso de la fuerza, no intervino en Santa Tecla, dejando al CAM enfrentar un problema de seguridad pública. Que bueno que la fiscalía inmediatamente inició estas investigaciones. Esperemos sus resultados antes de hacer condenas públicas contra manifestantes o contra agentes del CAM en el caso de los heridos (de vendedores y agentes) y de la muerte de un vendedor.

Tiene razón el alcalde de Santa Tecla cuando dice: “Es nuestro trabajo mantener el orden.” El problema es: ¿Cómo y con qué políticas y medidas? ¿Militarizando el CAM, de la misma manera que el gobierno ya militarizó a la PNC? ¿O apostando, como propone Carlos Calleja, a la construcción de la paz social mediante una inversión social que se convierte en prioridad #1 del Estado y se focaliza a erradica la marginación y el desempleo?

Estoy convencido que el orden público y la paz social en nuestras ciudades no se construye convirtiendo a las policías municipales en unidades de combate. Tampoco hay que “empoderarlos” a comportarse como el extinto GRP o la UMO de a PNC. Tampoco parece justo tratar a los vendedores, incluso cuando rompan el orden público, como delincuentes o pandilleros.

Es positivo que a fin un candidato salga con una propuesta novedosa de seguridad y esté mostrando un criterio independiente. Habrá que ver si en los meses que faltan para las elecciones logrará precisar y defenderla.

Llama la atención que un candidato se arriesgue ir contra corriente la opinión popular – inusual para los políticos tradicionales en tiempos de campaña. Precisamente por esta razón los candidatos de GANA y el FMLN han preferido no tocar este tema espinoso, pero esencial…

A los que hablan de Santa Tecla para descalificar a Calleja y su propuesta, habría que decir: Es Carlos Calleja que corre para presidente y no Roberto D’Aubuisson – y tal vez no sea casualidad. 

Saludos,



jueves, 8 de noviembre de 2018

Carta a Carlos Calleja: Hora de golpear la mesa

Unos hablan de 120 días de no elegir a los 5 magistrados; 120 días sin Sala de lo Constitucional, 120 días con Corte Suprema incompleta. Como esto es inaceptable, su grito ha sido “¡Elijan YA!”

Otros hablamos de 120 días de resistir el intento de elegir una Sala con magistrados no idóneos y no independientes; y de 120 días de hacer fracasar el intento de cambiar la correlación en la Corte Plena a favor de quienes quieren ponerle nuevamente candados a las investigaciones de Probidad y enriquecimiento ilícito. Presionamos con la consigna “¡Solo elijan a los más idóneos!”

No ha sido nada fácil resistir la tentación de elegir ya, aunque no sean los más idóneos, para salir del huevo. Tuvo que golpear la mesa Carlos Calleja para poner en sintonía a los diputados de las 3 fracciones de su coalición. La posición unificada de principios (principios de idoneidad y de independencia) tuvo tanto éxito en la opinión púbica que hasta el FMLN comenzó a flexibilizar sus posiciones – y solo no dio sus votos por su compromiso con GANA. Incluso dentro de GANA se produjeron fisuras y varios diputados comenzaron a cuestionar el boicot de su partido y su candidato a la elección de los magistrados, porque vieron que subió demasiado el costo político que iban a pagar.

Y en este momento crítico salen 3 diputados de ARENA diciendo que están dispuestos a votar por Sonia de Cortez, la candidata de GANA, aunque saben que es la peor evaluada de los 30 candidatos, la menos idónea. Primero Guillermo Escalante, el yerno de Milagro Navas; luego Bonner Jiménez y Arturo Simeón Magaña. Con el argumento que es hora de “desentrampar” a elección…



No sé si es la venganza de Milagro, todavía dolida porque nadie hizo caso a su intención de convertirse en la compañera de fórmula de Carlos Calleja. Algo tendrá que ver ella, porque jamás se ha visto a su yerno tomar una decisión propia, sin consultar a ella.

El problema de fondo: Todavía hay diputados, alcaldes y dirigentes dentro de ARENA que no tienen diferencias de fondo con GANA. Les da menos vergüenza votar con Gallegos y Cia. que tener una candidata a vicepresidente tan progresista y tan poco arenera como Carmen Aída Lazo. Ni siquiera el hecho que GANA se ha vuelto taxi de Bukele les impide conspirar con ellos, sobre todo cuando se trata de hacer frente común contra una Sala y una Corte Plena comprometidas con seguir investigando la corrupción, venga de donde venga.

ARENA está pagando el costo de haberse deshecho de los diputados incómodos pero honestos, como Juan Valiente y Johnny Wright, en vez de deshacerse de los diputados proclives a hacer cosa común con GANA – y que comparten más valores con una operadora política como Sonia de Madriz que con una intelectual independiente como Ivette Cardona.


Espero que Carlos Calleja nuevamente golpee la mesa, aun con el peligro de definitivamente perder el apoyo de algunos diputados. De todos modos están boicoteando su intento de crear una nueva imagen de ARENA. Si no habla claro corre el peligro que otros diputados de su coalición usen el argumento de “desentrampar” la elección de los magistrados para votar junto a GANA.


Saludos,



( MAS! y EL DIARIO DE HOY)
 
 

martes, 6 de noviembre de 2018

Carta a los analistas: La crítica directa, por ser fuerte, no es propaganda sucia

Cada uno puede tener diferentes opiniones sobre los partidos y sus candidatos presidenciales. Es normal y legítimo. Somos un país pluralista y estamos ante unas elecciones que van a decidir el rumbo de país.

Por tanto, es normal, legítimo y hasta necesario criticar las posiciones, propuestas o el estilo de Carlos Calleja y de cualquier otro candidato. Pero llegar a la conclusión que estamos ante dos campañas igualmente sucias, la de Bukele y la de Calleja, no es fruto de análisis, sino de malas intenciones. Dos artículos en El Faro, una nota firmada por Sergio Arauz y Gabriel Labrador y una columna de opinión firmada por William Carballo nos quieren pintar esta imagen. Las pruebas que ambas notas presentan son dos: el vídeo publicado por ARENA en redes sociales y canales de televisión, en el cual Mauricio Interiano, presidente del COENA, encara directamente a Nayib Bukele; y la presencia de Antonio José Sola, a quien tildan como “el rey de campañas sucias”, como asesor de a campaña de Calleja.

Veamos. La crítica fuerte que Interiano hace a Bukele en su video, es precisamente esto: crítica fuerte. Una crítica que el mismo presidente de partido le hace al rival, personalmente, poniendo su cara, no es campaña sucia. Campaña sucia es tirar la piedra y esconder la mano. Campaña sucia es usar cuentas anónimas, sitios de ataque disfrazados de “periódicos digitales”, fake news, y un ejército de troles como caja de resonancia. Todo esto lo hace la campaña de Bukele y no solo hoy que estamos en campaña oficial, sino desde hace años. En cambio, el hecho de que un dirigente partidario ponga la cara y a titulo personal y de su partido le dice a un adversario su opinión negativa, es hasta refrescante. No es campaña sucia, es combate duro, pero limpio.

Y no es obra de Antonio José Sola, ni de ningún otro asesor de campaña contratado. Es resultado de una permanente crítica que muchos analistas, incluyendo el que firma esta carta, hicieron a Carlos Calleja y ARENA de no encarar de frente a un adversario como Bukele que sistemáticamente usa el ataque personal a sus adversarios y críticos, haciendo uso de anónimos, sitios WEB oscuros y perros de ataque como Walter Araujo, Alejandro Muyshondt y Ernesto “El Brozo” Sanabria. Tanto en artículos como en pláticas personales he dicho a Carmen Aída Lazo, la candidata a vice de Calleja, que no siga aguantando los sucios ataques que no solo en redes sociales sino incluso en la calle le hacen los operadores de guerra sicológica de Bukele. Igual que otros he esperado ansiosamente que una mujer como Carmen Aída le diga a Bukele en su cara y en televisión que es un cobarde escondiéndose detrás de troles y de sicópatas. Como muchos otros, agradezco a Mauricio Interiano, a quien muchas veces critiqué por falta de claridad y liderazgo, que a fin dijo lo que había que decirle a Nayib Bukele. El supuesto “rey de las campañas” sucias no tiene nade que ver con esto. Su tarea es -y ojala que lo haga bien- asegurar que los mensajes, propuestas, prioridades y criterios de sus candidatos se transmitan con claridad.

Una campaña no es sucia solo porque la crítica sea dura. La crítica es la sal de las campañas electorales y de la cultura política en general. ¿Es “propaganda negra”, como sostienen los autores de El Faro, que ARENA compare a Bukele con Funes y con Saca, cuando estos son referentes visibles de nuestra reciente historia política?

Seamos serios: Tiene más similitudes Bukele con Funes y Saca que Calleja con Roberto d’Aubuisson. Bukele condena públicamente a Funes y Saca, pero tiene en su círculo interno a muchos que han sido operadores de estos dos expresidentes acusados de corrupción. A Calleja o critican porque no ha condenado públicamente a Roberto D’Aubuisson, pero ha mostrado que no se apoyará en los operadores políticos del fundador de ARENA, sino en figuras innovadoras como a catedrática Carmen Aída Lazo y los empresarios Rodrigo Bolaños y Alfredo Atanacio. Entonces, colegas del Faro, ¿comparar a Bukele con Saca y Funes es “propaganda negra”, pero vincular a Calleja con los fundadores de ARENA es políticamente correcto? No lo creo.


También es cuestionable la tesis que las campañas son puro ataque y nada de propuestas. Tanto Hugo Martínez, como Josué Alvarado y Carlos Calleja han priorizado el debate sobre soluciones, propuestas e iniciativas legislativas. ¿Se puede decir lo mismo de Bukele?


Repito: Seamos serios.
Saludos,

( MAS! y EL DIARIO DE HOY)


domingo, 4 de noviembre de 2018

Un proyecto ejemplar en Suchitoto. Columna Transversal




En Suchitoto hay un lugar que se llama Centro de Arte para la Paz (CAP). Ocupa toda una cuadra del barrio San José, sede de un colegio de monjas antes de la guerra. Cuando Suchitoto y todas sus comunidades rurales, muchas de ellas en la sombra del cerro Guazapa, se convirtieron en teatro de guerra, las monjas se fueron. El colegio, con su capilla colonial y su hermoso claustro, quedó abandonado —por el resto de la guerra y muchos años más y comenzó a caerse lentamente… Hasta que Peggy O’Neill, una monja norteamericana que había llegado a Suchitoto durante la guerra para gestionar el retorno de los refugiados de guerra, decidió establecer ahí su sueño: un Centro de Arte para la Paz. Se fue para Estados Unidos, reunió el dinero, compró el colegio abandonado con todo y su capilla, y comenzó a reconstruir todo. Poco a poco el claustro, hermosamente restaurado, se volvió a llenar nuevamente de niños y jóvenes, de talleres de pintura, teatro, música, ajedrez, idiomas, karate, danza —y pronto de risas, exposiciones, conciertos, de un museo comunal y obras de teatro…

La mejor manera de describir el alma y el impacto social de este proyecto es contando la historia de su más reciente actividad. Alguien propuso montar en el CAP un altar de muertos para celebrar el Día de los Difuntos, retomando viejas tradiciones. La hermana Peggy encargó el proyecto a Daniela Heredia, una artista recién incorporada al Centro. Ella dijo: Tenemos que recuperar la tradición de los altares que había en las casas; la gente debe construir su propio altar y rendir tributo a su ser querido. Involucremos a la gente de los barrios y comunidades, gente que todavía carga con los muertos de la guerra —y también de la actual violencia que sufre el país.

Heredia comenzó a visitar docenas de familias y muchas de las comunidades más afectadas por la guerra y las invitó a construir altares para sus muertos, no solo las víctimas, también de sus abuelas, padres o líderes difuntos. La respuesta fue sorprendente: no solo había interés, más bien se dio cuenta de que había una imperante necesidad de reactivar y compartir la memoria de tanta muerte, pero también de tantas vidas ejemplares. Cada persona o familia tenía su propia memoria -—pero de manera muy personal, no expresada, a veces hasta obviada por ser tan dolorosa, ni siquiera compartida dentro de a familia. De repente surgió la oportunidad de hacer visibles las memorias, compartirlas —y de esta manera repartir entre todos la carga del pasado.

En el CAP se creó una fábrica de altares, hechos de cartón, sin adornos. Estos se repartieron a las familias y comunidades, quienes comenzaron a adornarlos con flores de papel, dibujos, fotos, objetos relacionados con las vidas de las personas a homenajear. En la Casa de Cultura, en el Centro del Adulto mayor y en muchas casas comunales de los cantones se reunieron docenas de mujeres para producir miles de flores para los altares y para adornar toda la capilla, que iba a albergar los altares el Día de los Difuntos. En estas sesiones de trabajo artesanal se compartieron miles de historias, las jornadas se convirtieron en eventos de narrativa popular, en encuentros de historias —y en muchos casos en sesiones de terapia grupal para enfrentar juntos las memorias dolorosas, pero también las de valentía, de lucha y de vidas ejemplares.

Poco a poco los altares terminados regresaron al Centro de Arte. La gente, junto con sus altares, trajo fotos, la silla del abuelo, los instrumentos de trabajo de los difuntos, su marimba, su sombrero —y sus historias. Ningún altar se parece al otro, cada uno representa una vida, además de un despliegue de creatividad, amor y respeto. Y por primera vez, a la vista de todos, compartido, colectivo.
Y así, luego de largos años de abandono y otros de reconstrucción todavía inconclusa, volvió a abrirse la capilla San José al pueblo de Suchitoto, ya con el campanil rescatado, con techo nuevo, con impresionantes pilares de Copinol que sustituyen las que estaban al punto de rendirse ante años de abandono y humedad. A partir del 31 de octubre, y sobre todo el Día de los Difuntos, cientos de familias, algunas de remotos cantones, desfilan por la capilla para ver los más de 100 altares, presididos el de Monseñor Romero, todo decorado de blanco.

Un encuentro de la gente de Suchitoto con su historia, con las vidas y muertes de sus mejores hijos e hijas, con las vidas truncadas, con su propia identidad marcada por la violencia, pero también por la solidaridad, las luchas compartidas, la capacidad de superar el dolor y los contratiempos. También un encuentro de la gente con su propia creatividad, su capacidad de expresarse a través del arte.
Esta es la esencia del Centro de Arte para la Paz de Suchitoto que quería compartir: por su carácter ejemplar, por su aporte a la convivencia comunal, por su capacidad de reparar el tejido social y moral dañado por la guerra, la pobreza y la violencia. Pueden visitar los Altares en Memoria en la capilla San José hasta el 18 de noviembre. Vale la pena.