Todo depende ahora de la voluntad y capacidad de ustedes a escoger, entre los 30 candidatos, a 5 magistrados dispuestos a garantizar que la Sección Probidad retome de plano su rol investigativo y que la Corte Plena deje de bloquear los casos de enriquecimiento ilícito.
Estimados:
Hasta ahora toda la discusión sobre la elección de 5 nuevos magistrados de la Corte Suprema de Justicia se ha concentrado en el futuro de la Sala de lo Constitucional. Era lógico, porque 4 de los 5 magistrados de esta Sala están por sustituirse. Pero de repente tomamos conciencia que también está en juego el futuro de la lucha contra la corrupción. De los magistrados nuevos que ustedes están por nombrar depende la correlación de fuerza dentro del pleno de la Corte. Para decirlo sin tapujos: De ustedes depende si vamos a tener una Corte decidida a seguir las investigaciones de enriquecimiento ilícito – o una Corte que en su mayoría va a volver a poner candado a la Sección Probidad.
No sería la primera vez. En 2006 renunció José Eduardo Cáceres a su cargo de jefe de la Sección Probidad, en protesta contra la decisión de los magistrados de entonces de quitarle todos los dientes a esta unidad de investigación de los patrimonios y posibles enriquecimientos de los funcionarios públicos.
Ya sabemos las consecuencias fatales de esta decisión, tomada por malos magistrados: Sabiendo que en la Corte y en Probidad nadie iba a investigar sus declaraciones patrimoniales, los funcionarios de los dos siguientes gobiernos (de Saca y de Funes) hicieron lo que quisieron con los fondos públicos y distribuyeron entre ellos y sus familiares y cheros cientos de millones de dólares.
El hecho que ahora sabemos todo esto y que existen los casos Saca y Funes es debido a que hubo un cambio en la Corte Suprema con la llegada precisamente de los magistrados de la Sala de lo Constitucional que ahora les toca a ustedes sustituir. Se quitaron los candados a Probidad, y se descubrió el grado de corrupción en los gobiernos de Saca y Funes.
Pero este asunto siempre ha sido un punto muy controversial en el pleno de los 15 magistrados. Hoy nos damos cuenta que poco a poco fue cambiando la posición de la mayoría de los magistrados – y nuevamente se boicoteó el trabajo investigativo de Probidad. Hay una docena de casos perfectamente documentados de enriquecimiento ilícito, que la mayoría de los magistrados se ha negado a pasar a juicios civiles y penales. Entre ellos, de paso sea dicho, el caso de Nayib Bukele.
Con la salida de los magistrados Belarmino Jaime, Sidney Blanco, Florentín Meléndez y Rodolfo González, quienes han sido los que más lucharon por mantener viva la determinación de la Corte de luchar contra la corrupción, existe el peligro de un retroceso definitivo.
Todo depende ahora de la voluntad y capacidad de ustedes a escoger, entre los 30 candidatos, a 5 magistrados dispuestos a garantizar que la Sección Probidad retome de plano su rol investigativo y que la Corte Plena deje de bloquear los casos de enriquecimiento ilícito.
Lastimosamente, esta problemática no se ha reflejado de la manera que merece en todo el proceso de elección de los magistrados. Ni en la elección de los gremios de abogados, ni en el CNJ, ni en la subcomisión legislativa que realizo las entrevistas a los 30 candidatos, el tema del bloqueo de Probidad ha sido determinante. Sin embargo, este asunto es determinante para el futuro del país.
Queda en manos de ustedes, primero en la Comisión Política de la Asamblea, y luego en la plenaria, escoger a magistrados que sean lo suficientemente independientes, valientes y determinados para que inclinen en la Corte Plena la balanza hacía investigaciones rigurosas contra la corrupción.
Ojala que sepan responder a esta gran responsabilidad.
Saludos de
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