Mi amigo Raul:
Te quieren acabar. Muerte civil. Muerte penal. Y hasta la muerte física. Tiran para matar, desde la Fiscalía General de la República, desde los medios, analistas y expertos de Seguridad (no importa cuánto hayan fracasado con sus propuestas y políticas).
Te quieren acabar. Muerte civil. Muerte penal. Y hasta la muerte física. Tiran para matar, desde la Fiscalía General de la República, desde los medios, analistas y expertos de Seguridad (no importa cuánto hayan fracasado con sus propuestas y políticas).
Destruyéndote a vos quieren erradicar del imaginario nacional, de una vez por todas, la idea del diálogo y de la mediación en el contexto de la política de seguridad, prevención y reinserción. Unos (los del FMLN y el gobierno) porque les estorba esta idea, porque desde el 2014 apuestan todo a la represión y la solución militar. Otros, porque destruyéndote a vos quieren llevarse de encuentro a Funes y Munguía Payés. Otros, porque quieren legitimar su triste historial de mano dura bajo los gobiernos de ARENA…
Sos el blanco ideal. No pueden enjuiciar a Funes y Munguía Payés, porque no hay delito que les pueden imputar. No pueden enjuiciar a Fabio Colindres, porque es obispo de la Iglesia Católica. No se atreven a enjuiciarme a mi, porque con razón mucha gente sospecharía que quieren callar a la única voz que consistentemente en los medios critica la política de Seguridad del gobierno y la actuación de la Fiscalía.
Te escogieron a vos, porque saben que ningún sector poderoso de la sociedad te va a defender. Ni el FMLN, porque para ellos sos traidor, como cualquiera de izquierda que no se somete a su control. Ni ARENA, porque sos ex guerrillero y crítico de sus políticas.
Raul Mijango (derecha) con el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, monseñor Fabio Colindres y Adam Blackwell, secretario de seguridad multidimensional de la OEA, en el penal de Mariona |
Me preguntaron si pongo la mano en el
fuego por vos. La respuesta es: sí, porque tengo 30 años de conocerte.
Pasamos juntos por la guerra y la construcción de la paz. Sé de qué
madera sos hecho. Sé que te ofreciste de mediador, no para ayudar a las
pandillas, sino para ayudar al país a encontrar un camino para salir de
la terrible matanza que bloquea la democracia, el crecimiento, el
bienestar y la fibra social de la nación. Estuve a la par tuya docenas
de veces cuando encaraste a los líderes de las pandillas para que
cumplieran su palabra de convertirse en parte de la solución del
problema de la violencia que ellos mismos (pero no solo ellos) han
generado.
Estuve a la par tuya cuando los amenazaste a hacer las gestiones necesarias para que los volvieran a encerrar en Zacatraz y boten la llave si usaban violencia para chantajear al gobierno y la sociedad.
Me consta que vos nunca has sido cómplice
de los pandilleros, ni para meterles teléfonos a los penales (acusación
absurda, porque ahí han tenido teléfonos antes, durante y después de la
tregua, simplemente por que el sistema penitenciario es corrupto), ni
para extorsionar empresas, como ahora te acusa la Fiscalía en un nuevo
juicio. Te acusan de extorsión en un caso donde trataste de mediar entre
una empresa y las pandillas para evitar que atentaran contra los
empleados. Qué manera de agradecer a un mediador.
Ambos casos están basados exclusivamente en el testimonio de “Nalo”, el cabecilla de la pandilla 18-Revolucionarios que vendió su alma a la Fiscalía a cambio de que le otorgaran inmunidad en casos de asesinatos, robos, extorsiones, tráfico de drogas y de armas.
La figura del testigo criteriado fue creada para que delincuentes de menor escala ayuden a esclarecer delitos mayores a los cometidos por él. La Fiscalía ha pervertido este instrumento legal, dando inmunidad a un asesino y traficante de armas y drogas para que testifique en el caso de la supuesta introducción de ilícitos a los penales. Le salvan de una condena segura de 50 a 60 años para mandarte a vos a la cárcel por 14 años. No solo es mal negocio, es éticamente inaceptable.
Ahora estás grave y hospitalizado y al darte de alta vas a seguir enfermo, pero igual te quieren meter en una bartolina. Te quieren matar.
Pero no estás solo. En este país hay muchos que te vamos a defender y pedir tu libertad y un juicio justo.
Ten fuerza, Raúl. Te lo pide tu amigo
(MAS! y El DIARIO DE HOY)