Ustedes son las expertas en leyes. Yo no. Soy un ciudadano que, tal vez ingenuamente, asume de que la justicia sea regida por lógica y sentido común.
Trato de entender qué está pasando con el caso de Mauricio Funes. El caso penal ni siquiera se ha abierto, pero esto no es problema suyo, sino del fiscal general. Y el caso civil, que sí está al cargo suyo, se va prolongando, con la audiencia nuevamente aplazada. Ahora leo en un matutino que ustedes han sacado una resolución, permitiendo que el ex presidente, autoexiliado en la República Sandinista de Daniel Ortega, declare ante el consulado salvadoreño en Managua. El sentido común, como muchos lo entendemos, hubiera dicho: “Señor, la audiencia ante la Cámara de lo Civil es tal día a tal hora, tiene todo el derecho de asistir y defender su caso, y si no quiere hacer uso de este derecho, mande a sus abogados.”
Pero la sentencia dice así:
“Se ofertó la declaración del señor Funes Cartagena para ser rendida en este tribunal; sin embargo, la condición de asilado le imposibilita regresar al país, ya que dicha protección se limita únicamente al territorio de Nicaragua. Pretender obligar que el demandado se apersone a este tribunal a rendir su declaración atenta contra sus derechos fundamentales.”Esta resolución, otra vez aplicando el sentido común, se entiende así: La Cámara Segunda de lo Civil confirma que el alegato que hizo Mauricio Funes, al pedir asilo político en Nicaragua, es cierto, sólo porque el gobierno de Daniel Ortega lo aceptó. El alegato de Funes era: “En El Salvador soy sujeto a persecución política, por mi lucha por la democracia y la justicia, y mi vida corre peligro.”
Hay que masticar esto bien para poderlo digerir: Un ex presidente postulado por el FMLN alega que en su país, gobernado por el segundo gobierno del FMLN, hay persecución política que pone en peligro su vida.
Mis amigos letrados me han explicado que ustedes le hacen esta concesión al ex presidente para no dar pauta a que él y sus aliados en el partido de gobierno critiquen la actuación de su Cámara como parcializada y violatoria al debido proceso. Me parece bien esta intención, ya que es importante que su fallo, sobre todo cuando sea condenatorio para Funes, sea impecable y pueda ser aceptado por la opinión pública.
Sin embargo, no es poca cosa que ustedes están diciendo a Salvador Sánchez Cerén: Bajo su gobierno no están garantizados los derechos fundamentales de un acusado, por tanto tuvo que pedir que los proteja su amigo Ortega.
Por otra parte, tampoco es algo tan sorprendente para los dirigentes del FMLN, si ellos mismos confesaron que aconsejaron a su compañero Mauricio Funes huir del país y pedir asilo en un país donde saben que tal vez no son muy respetados los derechos fundamentales de sus ciudadanos, pero sí los intereses de sus compinches, disculpe compañeros.
Así que, estimadas magistradas, la forma como redactaron esta concesión que decidieron dar a Funes, puede interpretarse de una manera muy fea: “La condición de asilado le imposibilita regresar al país”, reza la resolución, y esto se puede interpretar así: Su asilo es justificado, ya que vivimos en un país donde alguien que dice luchar por la democracia y la justicia, se expone al peligro de persecución y atentados a su vida.
Todos sabemos, y ustedes mejor que cualquiera, que el único peligro que corre Funes en El Salvador es que tenga que enfrentar la justicia. Cierto, esto podría implicar su detención, si el fiscal general tuviera a bien presentar la acusación penal y solicitar orden de captura. Para no exponerse a este peligro, que es constitucional y justo, Funes pidió asilo y se niega a aparecer ante la Cámara de lo Civil.
Lo único que queremos es que se haga justicia, primero en el caso civil y luego en el caso penal. Lo primero está en sus manos, y esperamos que aparte de esta pequeña concesión, el caso proceda apegado a ley.
Con mucho respeto por su difícil tarea,