San Salvador, 16 de enero 2021
Desde la firma de los Acuerdos de Paz hemos sido testigos del fortalecimiento progresivo de nuestro sistema democrático. Una democracia que costó muchos años de lucha y la muerte de más de 70,000 hermanos salvadoreños durante el conflicto armado. Una democracia que, a lo largo de estos 29 años, se expresa en la celebración ininterrumpida de elecciones libres que han permitido el acceso al poder de personas y partidos con visiones distintas, incluyendo la llegada a la Presidencia de la República de Nayib Bukele.
Aunque siempre han existido desacuerdos, quienes han gobernado en nuestra era democrática han aceptado la separación de poderes y han reconocido la legitimidad de los adversarios políticos. Sin embargo, en la actualidad, El Salvador se encuentra ante un enorme riesgo de retroceso democrático debido a las actitudes, expresiones y decisiones manifiestamente autoritarias por parte del Órgano Ejecutivo, encabezado por el presidente Bukele.
Además, en los últimos meses, los casos de corrupción que han sido investigados y denunciados por diferentes medios de comunicación están ejerciendo una presión adicional sobre la frágil situación fiscal del país. La corrupción se sustenta en falta de transparencia en el uso de los escasos recursos públicos durante la pandemia; la denuncia de esta ha provocado constantes ataques del Gobierno a la prensa y a la oposición política.
El autoritarismo y la corrupción contribuyen a profundizar la difícil situación económica, y están creando las condiciones para una mayor inestabilidad política, social y económica en los países del Triángulo Norte de Centroamérica. Esta realidad conduce a un escenario de mayores niveles de pobreza, migración y falta de oportunidades para las personas más vulnerables de nuestra sociedad.
Necesitamos unidad y armonía social para mitigar la crisis que enfrentamos. Por ello, hacemos un llamado a todos los salvadoreños y a la comunidad internacional a defender nuestra democracia, y a exigir:
· Al presidente Bukele que promueva la unidad nacional y cese sus ataques a los pilares de nuestra democracia, sobre todo considerando que el país enfrenta una crisis sanitaria y económica sin precedentes que afecta profundamente el bienestar de los salvadoreños.
· Al presidente Bukele que honre el espíritu de unidad y solidaridad de los Acuerdos de Paz, así como la memoria de los sacrificios que permitieron lograr la paz.
· Al gobierno del presidente Bukele que respete la libertad de prensa, la libertad de expresión y que evite cualquier interferencia que pueda menoscabar su papel central para una sana democracia.
· A la Fuerza Armada y a la Policía Nacional Civil que cumplan su papel de instituciones al servicio de la nación en forma profesional y apolítica, y que recuerden que su lealtad es a la Constitución y a las leyes de la República, no al Órgano Ejecutivo. No deben involucrarse en actividades contra la democracia, ni deben tolerar actuaciones arbitra- rias alejadas de la ley, en franco irrespeto a los derechos humanos.
· A los funcionarios de la administración del presidente Bukele que conduzcan sus actuaciones de acuerdo con las leyes y los mecanismos que salvaguardan la transparencia y el adecuado uso de los recursos públicos.
· A las instituciones cuyo mandato es hacer cumplir la Constitución que actúen con valentía en defensa de nuestro marco legal.
· A los diputados de la Asamblea Legislativa que defiendan la Constitución y desarrollen su labor en beneficio del pueblo salvadoreño, respondiendo prioritariamente a las urgentes necesidades de la nación.
Los firmantes somos salvadoreños que aspiramos a la armonía social y al bienestar de toda la sociedad, y compartimos la preocupación por los riesgos que enfrenta nuestra democracia. Nuestra intención es la defensa de su esencia: el imperio de la ley, y la existencia de pesos y contrapesos inherentes a la división de poderes del Estado.
Si las acciones y las expresiones del Órgano Ejecutivo o de cualquier estructura del Gobierno siguen erosionando nuestro orden democrático, enfrentarán la enérgica condena de quienes estamos dispuestos a defenderla.
1. Claudia Acosta
2. Jeannette Aguilar
3. Lucila Aguilar
4. Dora María Allwood
5. Francisco Altschul
6. Armando Álvarez
7. Iliana Álvarez Escobar
8. José Alejandro Álvarez Ramírez
9. René Francisco Amaya
10. Laura Regina Andrade Cruz
11. Marlen Argueta Díaz
12. Lilliam Arrieta de Carsana
13. Jorge Ávalos
14. Roberto Ricardo Ávila Avilez
15. Víctor Ayala
16. Mario Baires
17. José Antonio Barraza
18. Marco Antonio Barraza
19. Camila María Barraza López
20. Saira Barrera
21. Marlon Ezequiel Barrera Ramírez
22. Alfredo Barrillas Nova
23. Arnau Baulenas Bardia
24. Mario Emerson Beltrán Mejía
25. José Luis Benítez Álvarez
26. Rosa Beatriz Benítez Iraheta
27. Francisco Bertrand Galindo
28. Enrique Borgo Bustamante
29. Carlos Boza
30. María Eugenia Brizuela de Ávila
31. Eduardo Alfonso Cader Peña
32. Gral. José Edgar Campos
33. Orlando Carranza
34. Ricardo Guillermo Castaneda Cornejo
35. Rafael Castellanos
36. Javier Castro De León
37. Óscar Chacón
38. Nelly Chévez Reynosa
39. Sebastián El Torogoz
40. Marjorie Chorro de Trigueros
41. Marisol Clason Alfaro
42. Gral. Humberto Corado
43. Napoleón Cornejo
44. Alfredo Cristiani
45. Claudia Cristiani
46. Jorge J. Daboub
47. Héctor Dada Hirezi
48. Elena de Alfaro
49. Sandra de Barraza
50. Amelia de Catani
51. Ana Vilma de Escobar
52. Florence de Mathies
53. Roxana de Portillo
54. Francisco R.R. de Sola
55. Juan Francisco de Sola
56. Francisco Díaz Rodríguez
57. Francisco Antonio Duarte
58. Manuel E. Escalante Saracais
59. Carlos Patricio Escobar
60. María del Socorro Escobar Pérez
61. Elmer Escobar Sandoval
62. Vicente Flores
63. Emerson Dagoberto Flores
64. Juan Pablo Fontán
65. Antonio Funes
66. Herminia Funes Segovia
67. Michelle Gallardo de Gutiérrez
68. Elizabeth García Prieto
69. Federico García Prieto
70. Roberto Góchez
71. Rodolfo González
72. Ernesto González Zepeda
73. Tomás Guevara
74. María Silvia Guillén
75. Rafael Guillén Urrutia
76. Oscar Manuel Gutiérrez
77. Federico Hernández Aguilar
78. Javier Hernández Portillas
79. René Hernández Valiente
80. Morena Herrera Argueta
81. Sajid Herrera Mena
82. Manuel Enrique Hinds
83. María del Rosario Huntrods
84. Ingrid Landaverde
85. Carmen Aída Lazo
86. René A. León
87. Mirna Liévano de Marques
88. Héctor Lindo Fuentes
89. Tharsis Salomón López
90. Meraris López
91. Silvia Aída López de Barraza
92. Cristina López G.
93. Juan José López Rogel
94. Paolo Lüers
95. Óscar Luna
96. José Marinero Cortés
97. Francisco Marroquín
98. Willian Ernesto Marroquín
99. Amparo Marroquín Parducci
100. Ana Guadalupe Martínez
101. Jorge Martínez
102. José Agustín Martínez Morales
103. Alicia Yurina Melara Espino
104. Jorge Meléndez
105. Juan Meléndez Ramírez
106. David Mena
107. Alfredo Mena Lagos
108. José Domingo Méndez
109. Roque Antonio Mocán Quan
110. Gustavo Molina
111. Roberto Murray Meza
112. Juan Carlos Nieto
113. Daniel Olmedo
114. Luis Parada
115. Mariella Peña Pinto
116. Alberto Pocasangre
117. Ricardo Poma
118. Alejandro Poma
119. Fernando Poma
120. Pedro Portillo
121. Ricardo Quiñónez Ávila
122. Fidel Ramos
123. Walter Raudales
124. Luis Reyes
125. Clara Rico
126. María Alicia Rivas de Quirós
127. Misael Rivas, hijo
128. J. Everardo Rivera Bonilla
129. Germán Rivera
130. Mario Ernesto Rodríguez
131. Patricia Rodríguez
132. Roberto Rubio
133. Humberto Sáenz
134. Juan Carlos Safie Ghia
135. Arturo X. Sagrera
136. Ricardo Sagrera
137. Lidia Maritza Salamanca R.
138. Cristina Salaverría
139. Juan Federico Salaverría Prieto
140. Miguel Ángel Salaverría Prieto
141. Melissa Salgado
142. Margarita Salgado
143. Roberto Salomón
144. Joaquín Samayoa
145. Salvador Samayoa
146. Wilmer Cecilio Sánchez Molina
147. Alfonso Sandoval
148. Omar Serrano Crespín
149. Mauricio Silva
150. Javier Ernesto Simán
151. Miguel Ángel Simán
152. Ricardo F. Simán
153. José Jorge Simán J.
154. Paola Stefania Tinetti Pinto
155. Juan Antonio Tobar
156. Claudia Umaña Araujo
157. Jorge Valencia
158. Flavio Valiente Guzmán
159. Jaime Emmanuel Valle Torres
160. Brenda Vanegas
161. Carlos Vela
162. Benjamín Vides
163. Jorge Villacorta
164. Werner Wahn
165. Juan T. Wright Castro
166. Miriam Zablah de Bandes
167. Aída Margarita Zablah Simán
168. Jorge Zablah Touché
169. Rubén Zamora
170. Marcela Zamora Chamorro
171. Excmo. Cardenal Gregorio Rosa Chávez
172. Mons. Oswaldo E. Escobar Aguilar, Obispo de Chalatenango
173. Andreu Oliva de la Esperanza, SJ
174. José María Tojeira, SJ
175. Miguel Ángel Vásquez SJ, Párroco de Arcatao
176. Alejandro Celso, Parroquia San José de Quezaltepeque
177. Obpo. Medardo Gómez, Iglesia Luterana Salvadoreña
178. Rev. Rafael Menjívar Saavedra, Iglesia Luterana Salvadoreña
179. Rev. Santiago de Jesús Rodríguez, Iglesia Luterana Salvadoreña
180. Obpo. David Alvarado, Iglesia Anglicana de El Salvador
181. Pastor Mario Vega
182. Rvda. Concepción Marina Ángel, Pastora Luterana
183. Rev. Carlos Ávalos Valencia, Iglesia Bautista Emmanuel
184. Rev. Miguel Tomás Castro, Pastor Bautista
San Salvador, January 16th. 2021
IN DEFENSE OF DEMOCRACY
The Peace Accords of 1992 in El Salvador ushered in a democratic era which strengthened our society, despite the tremendous suffering and the deaths of more than 70,000 Salvadorans during the civil war. We profited from twenty-nine years of uninterrupted free and fair democratic elections, and access to power for people and political parties with different ideologies and vision. But democracy alone was not enough to bring El Salvador to a desirable level of sustainable economic and human development.
Even though we have always had disagreements on political and ideological grounds, those who have governed in our democratic era have accepted the separation of powers and recognized the legitimacy of their political adversaries. Yet, now El Salvador is facing risk of a significant setback to our democracy, due to overtly authoritarian attitudes, expressions, and decisions by the Executive Branch of our government, headed by President Bukele.
Additionally, over the last months, corruption cases reported by the press are focusing public attention on an already fragile fiscal situation of El Salvador. Flagrant corruption has become a reality during the pandemic in a scenario where lack of transparency in the use of public funds is becoming the norm.
Authoritarianism, corruption in government, attacks on political opposition, and erosion of freedom of press, added to an already difficult economic situation, are creating in El Salvador the conditions for severe political, social and economic instability in the Northern Triangle of Central America.
In light of this alarming situation, we feel compelled to express to all Salvadorans and to the international community, our deep concern with the destabilizing path of the Bukele administration which is leading us to persistent confrontation and polarization.
We need unity and social harmony to mitigate the health and economic crisis we are facing, and so call on Salvadorans and the international community to defend our democracy by demanding that:
· President Bukele pursue national unity by ceasing attacks on the institutional pillars of our democracy.
· President Bukele honor the spirit of unity and solidarity of the Peace Accords of 1992 and the memory of the sacrifices of so many to gain peace and rebuild democracy in El Salvador.
· The Bukele government respect freedom of the press and avoid any interference that may hinder their key role in a sound democracy.
· The Armed Forces and the National Police serve professionally and apolitically, loyal to the Constitution and the laws of the Republic, and not to the Executive branch. They cannot participate in activities that damage our democracy, or tolerate arbitrary acts that flagrantly disregard our laws and human rights.
· The members the Bukele administration conduct their duties in accordance with the laws and safeguards which guaranty transparency and correct use of public funds.
· The members of our Legislative Assembly, defend our Constitution and the secondary laws which buttress our democracy, pursuing the common good by legislating on behalf of our population.
We are Salvadorans who share a deep concern for the risks to our democracy, social harmony in our country and the well-being of all. We seek defense of our democracy and its essence, being the rule of law, and the checks and balances innate to the division of power in government.
We stand united in strong condemnation of the persistent efforts by the Executive Branch, and other instances of government, to erode our democratic order.