sábado, 18 de julio de 2009
Carta al cura Antonio Confesor Carballo
Usted está encabezando las protestas callejeras contra la construcción de la presa hidroeléctrica El Chaparral en el río Torola. Junto con los dos activistas que el FMLN había propuesto de ministro de Medio Ambiente: Ángel Ibarra y Ricardo Navarro.
El problema es que Funes no quiso darles el ministerio a los radicales. Las protestas violentas contra El Chaparral son la venganza de los dinosaurios...
Dicen que la protesta es por razones ecológicas y para ‘proteger a la gente’, pero lo que quieren es torcerle el brazo a Funes y su ministro de Medio Ambiente. Quieren hacer caer el proyecto El Chaparral. ¿Y usted, padre, por qué se presta para esto?
Usted dice: "Mauricio, ¡defiende al pueblo que te eligió! Los ricos de este país no te eligieron, te dieron la espalda. Salume compró tu conciencia con los milloncitos...”
Tiene razón, padre: El hijo de don Nico Salume no debería estar dirigiendo la CEL y el proyecto El Chaparral. Su presencia en el gabinete es una vergüenza.
Pero El Chaparral no es un proyecto de Salume, es un proyecto del país. Parar la construcción de la presa hidroeléctrica, como lo quieren los dinosaurios en el FMLN, significa sabotear el desarrollo del país.
Para torcerle el brazo a un presidente y obligarle a adoptar posiciones extremistas contra ‘los ricos’, ¿ustedes están dispuestos a sabotear al desarrollo del país?
Como pastor, usted debería ayudarle a su gente a sacar los mejores beneficios del proyecto: más escuelas, clínicas, calles y viviendas. Todo lo demás es demagogia. O una cínica estrategia de desestabilización contra su propio gobierno...
Paolo Lüers
(Más!)
viernes, 17 de julio de 2009
Los culpables de la gripe porcina
En la ribera texana del ancho Valle del Río Grande, a dos pasos de la frontera con México, se halla Harlingen. En esa pequeña y coqueta ciudad estadounidense, el pasado 5 de mayo falleció Judy Trunnell, una joven maestra de escuela de 33 años que acababa de dar a luz, por cesárea, a una niña radiante y saludable. “Era una persona maravillosa, cálida. Se consagraba a la educación de niños discapacitados”, declararon sus familiares y amigos, que acudieron a su vivienda, situada en una luminosa calle de esa localidad, para expresar su pésame en el funeral (1).
El destino quiso que Judy fuese la primera estadounidense fallecida a causa del virus de la nueva gripe que la Organización Mundial de la Salud (OMS) llama ahora A(H1N1). Un nombre aséptico para evitar el uso de “gripe mexicana”, que contraría a las autoridades aztecas, o de “gripe porcina”, que enfada a los grandes industriales de carne de cerdo.
Sin dejarse distraer por esa astucia terminológica, el marido de Judy, Steven Trunnell, presentó ante un juez, el pasado 11 de mayo, una demanda contra la empresa productora de carne porcina más importante del mundo: Smithfield Foods Inc. Esta multinacional detenta –vía su filial mexicana Granjas Carroll– unos gigantescos criaderos de cerdos cerca de un pueblito de tres mil habitantes, La Gloria, perteneciente al municipio Perote, en el Estado mexicano de Veracruz.
El abogado de Steven Trunnell, Marc Rosenthal, reveló que esa compañía posee más de un millón de cerdos hacinados en las 200 porquerizas situadas en los alrededores de La Gloria. Añadió que los habitantes locales se quejan de la hediondez y de las pésimas condiciones higiénicas de las cochiqueras. La demanda tratará de reclamar daños y perjuicios por “la muerte injusta de Judy, provocada por Smithfield Foods”, y reclamará “unos mil millones de dólares”. Marc Rosenthal (2) se propone denunciar el horror de los insalubres criaderos industriales de puercos y aportar pruebas de que la gripe A(H1N1) tuvo su origen en esas inmundas pocilgas de La Gloria, desde donde se está propagando a todo el planeta.
Continua en: http://www.eldiplo.org/especiales.php3?numero=121
Le Monde Diplomatique, Edición Cono Sur
Some Terms Reached in Honduras Dispute
WASHINGTON — The chief negotiator for the political standoff in Honduras said Thursday that the two camps in the crisis had agreed to a number of compromises, including the formation of a so-called unity government and amnesty for crimes committed by both sides.
But, the negotiator warned, the two sides were still far apart on the central point of contention — the reinstatement of the ousted president — making it unlikely that they would reach a deal when talks formally resume this weekend. Indeed, tensions between the camps remain high, with the deposed president threatening to sneak back into the country and the de facto government enforcing a curfew after warning that armed groups were planning a rebellion.
The negotiator, President Óscar Arias of Costa Rica, a Nobel Peace Prize winner, said both sides had agreed to some form of unity government that would include members of all political parties and serve as a check on presidential powers. Fears that the deposed president, Manuel Zelaya, was trying to subvert the Constitution and extend his tenure were a driving force behind his ouster last month.
The two sides have also agreed to amnesty, Mr. Arias said, both for those who ousted Mr. Zelaya and for Mr. Zelaya himself, who has been threatened with arrest if he returns to Honduras. The de facto government of Honduras says Mr. Zelaya was legally removed based on a warrant for his arrest. But nations around the world, whether through the United Nations General Assembly or the Organization of American States, have denounced his ouster as an illegal coup.
Roberto Micheletti, the interim president in Honduras’s de facto government, said Wednesday that he would step down, but not if Mr. Zelaya returned to power. Mr. Arias dismissed that option, saying there would be no agreement without the president’s reinstatement, even if it meant Mr. Zelaya went back with significantly limited powers. Both sides have agreed, however, to invite international monitors to watch over the next presidential elections, which are scheduled for November, Mr. Arias said.
Despite the gulf that remains over Mr. Zelaya’s return to power, Mr. Arias said that he expected “some significant advances” when talks resume this weekend in Costa Rica, though he cautioned that whatever ground had been reached could dissolve. The first round of negotiations got off to a shaky start last week, when Mr. Zelaya and Mr. Micheletti left hours after they began and never met face to face.
(The NY Times)
Que el presente sea... y luego hablamos
Es todo menos casual el auge que han tomado los estudios sobre la memoria en los últimos años. Como ha sido señalado, entre otros, por el autor argentino Hugo Vezzetti (Pasado y presente. Guerra, dictadura y sociedad en la Argentina, Buenos Aires, Siglo XXI de Argentina editores, 2002), el discurso de la memoria ha venido a llenar un vacío, el dejado por la crisis de las utopías, de los grandes relatos de legitimación. Obturado el futuro y privado de contenido el presente, la pasión política habría virado, según esto, hacia el pasado.
Hoy son, en efecto, los discursos de la memoria los que, prácticamente en todas partes, aparecen cargados de la mayor intensidad política, siendo mucho más probable que los ciudadanos estén dispuestos a enzarzarse en una acalorada discusión, pongamos por caso, sobre el franquismo o sobre la Transición que sobre el diferente modelo de futuro para nuestra sociedad que ofrecen las distintas formaciones políticas.
Pero la evocación del pasado, aunque con tanta frecuencia se pueda convertir en ocasión para un intenso debate político, en modo alguno puede sustituir a éste. Y ello por razones estructurales, intrínsecas. Algunos filósofos analíticos de la acción gustan de distinguir entre razones para actuar y motivos. Las primeras nos proporcionan buenos argumentos para animarnos a actuar, pero no nos empujan a ello. Esta función corresponde a los móviles (o motivos), los cuales, como su propia etimología indica, tienen esa capacidad de constituirse en un elemento causalmente eficaz (y no sólo legitimador).
La memoria, por definición, puede proporcionar, como mucho, razones para actuar, pero en ningún caso móviles, porque, a fin de cuentas, ¿hacia dónde podría mover el pasado? Las opciones que se nos ofrecen como respuestas posibles parecen claras. Desde un punto de vista positivo, el pasado nos puede mover hacia la repetición (en el supuesto de que lo ocurrido nos mostrara alguna forma de ejemplaridad) o hacia la culminación (en el supuesto de que evoquemos promesas incumplidas o anhelos frustrados). Desde un punto de vista negativo, el recuerdo mueve a poner los medios para que no vuelva a tener lugar un episodio, supongamos, de horror o barbarie.
En cualquiera de los casos, en lo que no puede constituirse, por su propia naturaleza, la memoria es en el territorio de lo nuevo. Repárese en las consecuencias últimas de esta aparentemente obvia constatación. Si el pasado queda convertido en el último bastión de la pasión política, pero nuestra relación con él imposibilita, por definición, todo un orden de propuestas, la conclusión parece rotun-da. Tal vez en estos momentos, a la vista de la diferente importancia que han ido adquiriendo las diversas posibilidades señaladas, no sea lo más importante el hecho de que, a partir de las premisas presentadas, a lo máximo que podamos aspirar sea a completar un pasado inacabado, fallido, asumiendo los sueños que en el pasado tuvieron los nuestros como nuestro propio insuperable horizonte de expectativas.
Importa mucho más el eco alcanzado por todas esas propuestas negativas que cifran en alguna variante del nunca más -o, lo que viene a ser lo mismo, del que no se repita- la presunta función movilizadora de la memoria. Valdría la pena introducir con todo rigor la sospecha de hasta qué punto la lógica profunda de este argumento es, en el sentido propio de la palabra, conservadora del estado de cosas existente.
La evocación de los picos de horror alcanzados en el pasado cumpliría, en esta hipótesis, una función análoga a las narraciones de catástrofes, esto es, reconciliarnos con el presente, afortunadamente a salvo de tal horror. Con el añadido de que, al no tratarse de catástrofes o traumas de ficción sino reales, el vínculo con tales acontecimientos-límite quedaría firmemente establecido a través de un mecanismo, en el fondo de naturaleza emotiva, pero que se presenta bajo la forma de un imperativo ético indiscutible (¿qué otra cosa sería más importante para recordar que aquello que tanto dolor produjo?).
A esta situación es a la que algunos parecen querer abocarnos. Como ya no disponemos de razones concluyentes, vienen a plantearnos, en su lugar coloquemos dolores contundentes. Se diría que estamos más allá de la disyuntiva entre pesimismo de la inteligencia y optimismo de la voluntad, y que, fracasado este último, ya sólo nos queda o confiar en una versión actualizada del tanto peor, tanto mejor (cosa que en los últimos tiempos parece expresarse en la confianza de que la actual crisis traiga consigo, sin necesidad de intervención alguna por nuestra parte, un cambio en el modelo de sociedad), o la invocación, tan permanente como vacía, al sufrimiento ajeno pretérito.
Lo cual, planteada la cosa con una cierta verticalidad, no exenta de dureza, vendría a significar que en vez de ayudar a salir de ahí a quienes lo padecieron (las víctimas), les utilizamos como presunto testimonio vivo -argumento vivo, mejor- cuando flaquean nuestros propios argumentos.
Hay que pensar muy seriamente en los efectos que han tenido -y continúan teniendo- discursos que, tras su engañosa apariencia, restituyen estructuras argumentativas francamente discutibles. Probablemente Auschwitz resulte paradigmático a estos efectos. El historiador Peter Novik (The Holocaust in American Life, New York, Houghton Mifflin Co., 1999) ha señalado en qué medida su recuerdo se ha convertido en una auténtica religión civil del mundo occidental. Una religión en la que las víctimas han sustituido a los héroes, ocupando su preeminente lugar. Una religión con sus mandamientos (el deber de memoria) y sus pecados (el olvido), con sus fiestas de guardar (las conmemoraciones, los aniversarios) y sus mártires (quienes perecieron en el Holocausto), con su fe (los derechos humanos, la democracia) y sus sacerdotes (incansables fustigadores de los abismos de maldad de la condición humana). Una religión que ha volatilizado toda idea de futuro y de proyecto. Pero, sobre todo, una religión que culmina la operación, iniciada por el pensamiento conservador en la segunda mitad del siglo XX, de vaciar de todo contenido el presente y liquidar el futuro, dejando como único ámbito de referencia el pasado, a cuya horrorizada contemplación, según los predicadores de esta doctrina, deberíamos dedicarnos en exclusiva.
Quizá los tiempos que nos ha tocado vivir no nos autoricen a alimentar demasiadas esperanzas. Pero, precisamente por ello, nos interpelan con una intensidad, con una fuerza, incluso con un dramatismo, que debiera comprometernos con el porvenir. Aunque sepamos, por el gran Ángel González, que le llaman porvenir porque nunca viene.
(El País, Madrid. Manuel Cruz es catedrático de filosofía de la Universidad de Barcelona y director de la revista Barcelona Metrópolis.)
jueves, 16 de julio de 2009
Carta a futuros magistrados
Espero que este mismo día de hoy, serán electos magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
¡Felicitaciones!
Me alegra mucho que al final no sólo haya Corte Suprema y Sala de lo Constitucional, sino que dentro de este máximo órgano de la Justicia haya gente de izquierda que vale la pena: gente independiente, crítica, y valiente que no acepta línea ni presiones de parte de nadie. Gente que defenderá la Constitución contra los ataques de los poderosos. Pero de todos los poderosos, sean de la empresa privada o del Politburó del FMLN.
Ya ven: Yo les dije que al fin la derecha va entender que el mejor antídoto a la izquierda autoritaria es la izquierda crítica, democrática y responsable...
Ustedes están asumiendo un gran reto. Se están metiendo en un gran huevo. A lo mejor quedarán mal con derecha e izquierda. Eso será la muestra que están haciendo bien su trabajo.
Ya ningún partido debe controlar la Corte. Por eso no había que permitir magistrados militantes. Pero tampoco gente que no son ni chicha ni limonada.
Suerte, señores magistrados, y ¡cuidadito de tantos nuevos amigos!
Su fiel tabernero y amigo Paolo Lüers
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Columna transversal: La muerte anunciada de la CND
Ha muerto la Comisión Nacional de Desarrollo. Sin velorio. Sin discursos, sin homenajes, sin obituarios. No ha sido una muerte natural. Pero no ha habido autopsia, ni investigación, ni transparencia.
Bueno, tal vez el caso no necesita tanta investigación. La CND murió por decreto presidencial. Pero aunque se conozca el autor, queda pendiente establecer el móvil.
Con la Comisión Nacional de Desarrollo, el gobierno de Funes mató la instancia estatal de nuestra institucionalidad de pos-guerra que más ha aportado a la pluralidad, a la concertación y a la construcción de políticas públicas de nación. La Comisión fue creada por el presidente Armando Calderón Sol en 1997, con el mandato de elaborar, un Plan de Nación. La idea era: Constituir una comisión tan plural, tan distinguida y tan concertadora, que la visión y el rumbo que propusiera para el país tuvieran validez, independiente de quien ganara elecciones y asumiera el gobierno en los próximos.
Los personajes que asumieron este reto reflejaban lo mejor y lo más representativo de la nueva pluralidad democrática del país: tres de los arquitectos de los Acuerdos de Paz (Salvador Samayoa, de la Comisión Política-Diplomática de la insurgencia; Abelardo Torres y David Escobar Galindo, de la comisión negociadora del gobierno de Alfredo Cristiani); una socióloga y un empresario fundadores de FUSADES, el tanque de pensamiento vinculado a la empresa privada (Sandra de Barraza, Francisco de Sola); y un economista que dirige el centro de investigación de la izquierda FUNDE (Roberto Rubio).
La producción intelectual y política de la CND ha sido tan grande e impactante, precisamente porque bajo tres gobiernos sucesivos ha logrado defender y consolidar su independencia estricta del ejecutivo y de los partidos, su carácter plural y su método de consultas amplias a los sectores protagonistas en el territorio.
Aparte del Plan de Nación, que se presentó al país en 1998, la CND efectuó las consultas, los estudios y las elaboraciones que son la base para proyectos estratégicos como el Puerto La Unión y la Carretera Longitudinal del Norte.
El hecho que el país dispone de planes para el desarrollo de la zona Oriental y para el Norte es debido al trabajo de la CND. Ni el proyecto de la Cuenta del Milenio, ni el Puerto Cutuco, ni la visión para el ordenamiento territorial del país existieran sin la CND.
No es cualquier comisión que puede hacer estos aportes estratégico. No lo puede hacer una entidad subordinada al gobierno de turno, llámese ministerio o secretaria presidencial. La creatividad y la credibilidad de la CND emanaban directamente de su carácter independiente y plural, de su metodología de consultas y concertaciones, y de su voluntad y capacidad de abandonar los enfoques centralistas e ir a los territorios.
Estas características de la CND -sobre su terca independencia- la han hecho tan difícil de digerir para los diferentes gobiernos. La relación con los presidentes y los ministerios a veces ha sido tensa. Demasiado veces la reacción de los gobernantes ha sido engavetar las propuestas de la CND.
Pero la alta calidad de las propuestas y el nivel intelectual de los comisionados han permitido a la CND permear la opinión pública y, a través de ella, los procesos políticos del país. La construcción del puerto Cutuco es muestra de la inmensa influencia de la CND – y el hecho que el puerto no está operando, porque no hay acuerdo político sobre cómo concesionar y operarlo, es muestra de las resistencias de los gobiernos a adoptar las políticas de nación propuestas.
Pero es el privilegio del nuevo gobierno, el del ‘cambio’, de resolver esta contradicción normal -y a lo mejor productiva- entre el ejecutivo y un ente estatal independiente de elaboración aboliendo el segundo. Es una auto-amputación del Estado. Es el interés del gobierno encima del interés del país.
El gobierno dice que las funciones de la CND serán absorbidas por la nueva Secretaría de Asuntos Estratégicos y por la Secretaría Técnica. Pero esto precisamente es el problema: Una entidad autónoma, no supeditada al ejecutivo y sus intereses políticos-partidarios, está siendo absorbida y neutralizada por al aparato administrativo gubernamental. Sin los comisionados, por supuesto. Por más buenas intenciones que pueden tener Alex Segovia y Hato Hasbún, los dos secretarios de la presidencia en cuestión, no pueden dar continuidad a un proyecto que estaba basado en distancia crítica al gobierno.
Y no es por falta de recursos que le quitan la vida a la CND. Con un presupuesto anual de menos de 1 millón de dólares, la CND habrá sido una de las entidades estatales más eficientes en el sentido de costo-beneficio.
La razón es otra: Este gobierno -en particular su presidente- no tienen uso ni tolerancia para propuestas independientes ni para otros participantes brillantes, críticos y competentes en el debate nacional. En la manera de trabajar de los comisionados y en su alto grado de credibilidad frente a los sectores productivos y académicos del país, este gobierno no ve un complemento necesario al ejecutivo, sino una potencial competencia. Competencia a erradicar.
La Asamblea Legislativa debería retomar el concepto de una Comisión Nacional de Desarrollo como contrapeso y correctivo a las políticas partidarias tanto de la oposición como de del gobierno, y como entidad autónoma que provee a la sociedad de propuestas, visiones y mecanismos de consulta y concertación. Nada impide que el parlamento crea una nueva Comisión Nacional de Desarrollo, con plena autonomía y con presupuesto adecuado, para producir los insumos que los legisladores y la nación necesitan para decidir su futuro.
(El Diario de Hoy)
miércoles, 15 de julio de 2009
Caen las máscaras
Sin embargo, el hecho desencadenante de toda esta discusión ha sido la crisis de Honduras y los errores en cadena cometidos tanto por el Presidente de Venezuela como por sus tres enanitos del ALBA: Evo Morales, Rafael Correa y Daniel Ortega. Ávidos de petrodólares, el trío de mandatarios se montó en el escenario centroamericano y dio inicio a la función sin haber ensayado lo suficiente. Desde luego, el resultado del montaje fue un fiasco.
En primer lugar, a los tres presidentes actores se les notaba a leguas que no se sabían el papel, que exageraban los gestos y los movimientos y que el vestuario se correspondía más con los payasos de un circo que con protagonistas de un drama. El actor principal, sir Hugo Chávez, desencantó desde el primer momento pues repitió, gesto a gesto, su viejo papel de militar golpista. A mitad de la función, cuando comenzaron las pitas del público, se retiró esgrimiendo el gastado argumento de que en la sala había un francotirador.
Tampoco impactó al público el debut de Mel Zelaya, un viejo terrateniente convertido en predicador rojo rojito, con un costoso sombrero de hacendado millonario y bigotes de charro, haciendo ostentación de un lujo más propio de un narco colombiano que de un mandatario consagrado a su pueblo.
Por algo será, dicen por allí, que Honduras es un gran cementerio de avionetas venezolanas estrelladas. De manera que al público no le extrañó cuando Mel se montó en una avión, con doña Patricia, su canciller íntima, y fue a dar vueltas por Washington, Panamá y Nicaragua. Al final de la escena, se ve a la esposa de Mel cuando lanza furibundos insultos al avión y a sus ocupantes, para correr luego a refugiarse en la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa. Allí contó todo, incluso las estrechas relaciones de la canciller Patricia con Hugo.
Como suele suceder en estos casos, la obra de teatro no pudo continuar y el público se subió al escenario a discutir.
Entre los puntos más resaltantes discutidos surgió uno que llamó la atención: ¿Puede un golpista confeso, que atentó contra la democracia, acusar a otro militar de ser golpista? La discusión se concentró en Venezuela: el presidente golpista no sólo se sintió orgulloso de lo que hizo, sino que declaró el 4 de febrero como fiesta nacional. Incluso una promoción de oficiales de la FAN adoptó en este mes el nombre de "27 de noviembre", fecha de otro golpe.
Los participantes del debate se preguntaban cuál era la diferencia esencial entre el golpe militar del 4 de febrero contra la democracia, protagonizado por un grupo de oficiales comandado por Chávez, y la acción militar ocurrida en Honduras por orden de la Corte Suprema, de la Fiscalía y del Congreso. El debate sigue.
(El Nacional, Venezuela)
Troops Seize Police Station in Venezuela
CARACAS, Venezuela (AP) -- Dozens of National Guard troops seized control of a police station controlled by a leading opponent of President Hugo Chavez on Wednesday, adding to tensions between Venezuela's government and elected opposition officials.
About 40 National Guard troops tossed tear gas canisters at a police precinct post in the town of Curiepe, east of Caracas, shortly before dawn, said Elisio Guzman, director of the Miranda state police. He said the officers inside were forced to leave and the National Guard occupied the building.
Guzman said the motive behind the takeover was unclear and national government officials could not immediately be reached for comment.
''They started launching tear gas without mediating, without speaking with anyone,'' Guzman said in a telephone interview. He said he ordered officers under his command to stand down, telling them to ''avoid any conflict.''
At least six people were hurt, including two who were wounded and four who required treatment after inhaling tear gas, Guzman told the Venezuelan television station Globovision.
Troops shot plastic bullets at demonstrators who protested the takeover, said Adriana D'Elia, a representative of Miranda's state government.
A television cameraman working for the channel RCTV was among those injured, requiring five stitches on his face, she said.
Guzman said the National Guard troops carried out ''waves of attacks'' against residents who turned out to protest. ''This should stop somehow,'' he told the Globovision network, calling it an ''illegal takeover'' by troops.
On Tuesday, National Guard troops seized another state police station in Miranda, which includes part of Caracas and surrounding areas to the south and east. Four people suffered minor injuries during the standoff in the town of Caucagua, Guzman said.
Roberto Micheletti
martes, 14 de julio de 2009
La ley del silencio
Los periodistas que trabajan en países represivos son rutinariamente apresados, agredidos y asesinados. Entonces, ¿cuál es el problema si simplemente se les ignora?
De hecho, la “Ley del silencio” emerge como una amenaza a la libertad de prensa. Una amenaza insidiosa y peligrosa.
Fui testigo de primera mano, cuando visité Nicaragua en abril, como parte de una delegación del Comité para la Protección de Periodistas. El Presidente Daniel Ortega es omnipresente en Nicaragua —su rostro sonriente adorna rótulos rosados, y aparece todas las noches en televisión, dispensando largos discursos—, pero es invisible a la prensa independiente. Aún no ha sostenido una conferencia de prensa oficial, ni ha dado una entrevista extensa a ningún periodista nicaragüense.
¿Por qué no le habla Ortega a los medios? Porque no tiene que hacerlo.
Los medios privados de Nicaragua pertenecen y son administrados por las élites tradicionales del país, con orientación de centro-derecha. En circunstancias normales, Ortega y los sandinistas necesitarían apelar a algunos votantes de ese segmento del electorado para alcanzar una mayoría, y por lo tanto, tendrían interés en interactuar con sus críticos en la prensa. Pero Ortega maquinó cambios en la ley electoral nicaraguense que le permitieron conquistar la presidencia en el 2006 con tan sólo el 38% del voto. Esto significa que puede despreciar sin problema alguno al segmento de la opinión pública representado por los medios privados.
La estrategia política de Ortega es unificar a la base sandinista, a través de retórica encendida, para provocar conflictos con sus oponentes políticos, incluidos aquellos en los medios privados. Se apoya en operaciones mediáticas administradas por su propio partido y su familia para comunicarse directamente con sus seguidores. Estos medios nunca hablan directamente con Ortega. A como nos explicó Dennis Schwartz, el director de la emisora sandinista Radio Ya: “Transmitimos los eventos públicos. No sentimos necesidad de entrevistar a Ortega.”
Nicaragua es quizás el ejemplo más claro de esta tendencia mundial. Líderes alrededor del mundo ignoran a los medios críticos que tratan de medirles las costillas. Esto es posible, parcialmente, porque los medios mismos están debilitados política y económicamente. Los medios tradicionales, particularmente los periódicos, llegan habitualmente a un porcentaje pequeño de la población, y por el ascenso de la internet, ya no influencian a la opinión pública como antes. Usualmente están económicamente disminuidos —y ya no son tan capaces de ofrecer resistencia efectiva a la presión gubernamental.
Ignorar a la prensa es una táctica que cubre todo el ámbito ideológico, y es empleada por países represivos y democráticos. Durante una discusión sobre guerra y propaganda a la que asistí recientemente, dos panelistas hablaron sobre las estrategias de administración de medios durante los recientes conflictos en Sri Lanka y Gaza. Tanto el gobierno de Sri Lanka como el israelí simplemente bloquearon el acceso a la zona de guerra, aceptando las inevitables críticas que recibieron en círculos internacionales. Aunque los medios de Israel son vigorosos y frecuentemente críticos, apoyaron ampliamente la incursión militar de Gaza en enero. En Sri Lanka, la emisora de radio en lengua Sihnhala que llega a la mayoría de la población se alineó detrás de la operación militar contra los separatistas tamil. Con los medios locales alineados tras ellos, ambos países simplemente se negaron a responder a los críticos fuera de su país.
En Rusia, el Primer Ministro Vladimir Putin y el presidente Dmitry Medvedev han utilizado leyes fiscales punitivas y asaltos accionarios corporativos para subyugar al control del Kremlin a medios otrora críticos.
La admiradora cobertura de estos medios ha sido tan exitosa a la hora de construir apoyo para el proyecto político Putin-Medvedev, que ahora pueden ignorar con tranquilidad al puñado de medios críticos que quedan, cuyo alcance esta confinado a grupos de la élite moscovita.
En Latinoamérica el presidente conservador Álvaro Uribe y el izquierdista venezolano Hugo Chávez confían ambos en medios afines para comunicarse directamente con sus partidarios, al tiempo que atacan a sus críticos. (Uribe describió al principal periodista investigativo del país como cobarde, mentiroso, cerdo, y calumniador profesional.)
Al igual que el Kremlin, Chávez esta atrayendo a los medios radio-eléctricos al control gubernamental, y su blanco mas reciente es el último bastión crítico en televisión, Globovisión. Los medios impresos en Venezuela se mantienen estridentemente críticos de Chávez, pero apelan a un segmento de la población que Chávez no necesita. Como en Nicaragua, los periodistas de medios privados son usualmente excluidos de eventos gubernamentales.
Aún en Irán, donde el reporteo internacional se ha enfocado en nuevos medios y redes sociales como poderosas armas de organización política, la realidad es que muchos iraníes acceden a información a través de periódicos y estaciones de televisión tradicionales, leales al gobierno conservador de Mahmoud Ahmadinejad. Ethan Zuckerman, del Centro Berkman para Internet y Sociedad de la Universidad de Harvard, destacó en un artículo reciente de su blog, que fotos y videos tomados en las calles de Teherán pueden estar llegando al mundo entero, pero el gobierno ha sido exitoso al limitar su distribución en Irán, al menos fuera de la élite de Teherán. Aún así, el tumulto post-electoral seguramente recordará a líderes represivos alrededor del mundo lo que puede pasar cuando pierden control de la agenda informativa.
La habilidad de los líderes políticos para evadir a los medios independientes también supone nuevos retos a los grupos de defensa de derechos humanos y otras organizaciones internacionales, algo que presencié durante mi visita a Nicaragua. Los grupos de derechos humanos tradicionalmente han trabajado documentando abusos y llamando la atención de las instituciones que crean percepción, incluyendo a los medios.
Pero ¿qué hacer cuando el gobierno simplemente se niega a interactuar? En Nicaragua, tratamos repetidamente de programar una reunión con el Presidente Ortega para presentarle nuestras preocupaciones sobre la hostilidad de su gobierno hacia los medios críticos. El único oficial de gobierno que nos recibió fue Omar Cabezas, Procurador de Derechos Humanos, ex combatiente sandinista y autor del libro “La Montaña es Algo Mas Que Una Inmensa Estepa Verde”. Cabezas es muy carismático, y su imitación de la ex Presidenta Violeta Chamorro nos mató de la risa. Pero cuando le preguntamos por qué el gobierno no nos quería hablar, se puso mortalmente serio. “Nosotros establecemos nuestra propia agenda”, dijo.
“No respondemos a presión de la comunidad internacional, gobiernos extranjeros, o la prensa. Hablamos cuando queremos, y decimos lo que queremos.”
Lo que es más perturbador de su visión obtusa es que Cabezas tiene un punto a su favor. Mientras la cínica estrategia mediática de Ortega se enraiza en Nicaragua, los medios mismos, debilitados económicamente y menos esenciales políticamente, han perdido su habilidad para demandar acceso. Para Ortega, los medios se han vuelto desechables. Peor aún, lo que vemos hoy en Nicaragua parece el presagio de una tendencia más amplia, extendiéndose por toda Latinoamérica y alrededor del mundo.
(Director Ejecutivo del Comité de Protección de Periodistas, que emitió el reporte ¨La guerra de Daniel Ortega contra los medios¨ el 1 de Julio. Columna publicada en Confidencial/Nicaragua)
No hay Revolución, solo un proyecto autoritario de Daniel Ortega
Las revoluciones son hechos únicos, y la de Nicaragua duró desde 1979 a 1990, año en que el FSLN pierde el poder a través de elecciones libres, considera Téllez.
El gobierno de Ortega “no es ni por asomo un gobierno revolucionario. Ni siquiera sombra, (es) más bien un gobierno conservador, asentado en fundamentalismos religiosos, caudillistas, autoritarios y muy girado hacia la derecha en términos de políticas económicas y de su propia política cotidiana”, sostiene la comandante, que lidera el Movimiento de Renovación Sandinista (MRS), un partido que se nutre de la élite intelectual del sandinismo.
El gobierno actual representa a un “núcleo familiar. Ni siquiera a un partido como tal”: “Es más bien es una facción del Frente, que es el orteguismo, es un gobierno usado para crear condiciones para la permanencia en el poder de esta familia”, recalca Téllez.
¿Cuál es el legado de la Revolución? ¿Qué sobrevivió: las instituciones, los valores, los ideales?
De la Revolución sobrevivió una Nicaragua distinta. La Revolución abrió la etapa moderna de la historia que se caracteriza por un proceso de construcción democrático muy difícil, y costoso, de adelantos y retrasos.
¿Cómo valora la evolución del Ejército y la Policía?
El Ejército ha sido el único Ejército partidista en la historia que se ha convertido en un Ejército Nacional, pero es muy reciente, son apenas veinte años.
Y tiene grandes riesgos en este momento de tener presiones y halagos de parte del gobierno, para convertirse en un Ejército alineado al poder de la familia Ortega-Murillo y eso es evidente, implícito, público.
La Policía también evolucionó de ser partidista a una Policía Nacional y también tiene el mismo riesgo de verse alineada al poder de la familia Ortega- Murillo.
¿El FSLN es parte del legado de la Revolución?
Creo que el Frente más bien contribuyó a legar la Revolución... pero este no es el FSLN de la Revolución. Este es un cascarón al cual se le vació el pensamiento y las tradiciones revolucionarias, y quedó completamente ocupado por el orteguismo.
El partido FSLN actualmente es una vestidura del orteguismo, no es el FSLN de la revolución de los años 70 y 80.
¿Por qué el sandinismo democrático no ha logrado calar a profundidad entre la población y el FSLN sí?
El Frente Sandinista tiene 60 años con una tradición de partido, aunque ahora es un cascarón en el cual habita el orteguismo.
El MRS es un partido que tiene apenas 14 años de fundado y creo que ha alcanzado una posición importantísima sobre todo en los sectores urbanos del país, y un arraigo creciente entre los jóvenes.
El orteguismo sacó en las elecciones del 2000: 900 mil votos y en el 2006 lo mismo, diez más, diez menos.
En el 96, el MRS sacó 8 mil votos, pongamos que se le robaron dos mil, y en el 2006; 200 mil votos. Es decir, un partido como el orteguista (está) estancado en números absolutos de votos, y el MRS se multiplicó por veinte en el 2006.
¿Qué aprendieron de los errores de los 80?
Lo que hemos aprendido a lo largo de los 30 años es que el proceso de construcción democrático es muy costoso, difícil y complejo en un país como Nicaragua donde hay gente que quiere establecer dictaduras y hay grupos que todavía quieren dictadura.
El otro asunto clave es que ni la Revolución ni los gobiernos posteriores, han logrado hacer mella consistente en la reducción de pobreza. El país tiene el 70% de su población en condición de pobreza, eso demuestra que como sociedad podemos anotarnos un fracaso y la élite política, más que nadie, somos responsables de que los problema de la pobreza sean tan graves todavía.
¿El país está dominado por la polarización, sandinismo-antisandinismo; o autoritarismo–democracia?
Hay una polarización en la sociedad, deliberadamente cultivada por Ortega y Alemán porque su fortaleza la derivan del conflicto y la polarización social, de cultivar enemistades sociales, aunque ellos mantengan un pacto profundo en la cúpula.
¿La perspectiva del futuro?
Nicaragua tiene un gran reto que es primero avanzar en la construcción de este proceso democrático, considerando las dificultades que hay: el fraude municipal, un pacto que tiene atenazada las instituciones nacionales, los poderes del estado en manos de Daniel Ortega y parcialmente con una cuota de poder de Alemán.
¿Qué viene? Las reformas constitucionales que hay que derrotarlas, que pretenden abrir espacios para la permanencia en el poder del pacto, que bajo el disfraz de cambio de sistema es simplemente para continuar el arreglo Ortega -Alemán.
Hay otro gran tema, Nicaragua no puede ir a elecciones en el 2011, si el sistema electoral no cambia radicalmente, y finalmente el tema de la pobreza.
(Confidencial/Nicaragua. La entrevistada, ex comandante sandinista, es dirigente del Movimiento de Renovación Sandinista MRS)
Ledezma y la OEA
La Alcaldía Metropolitana de Caracas es, en nuestro país, el segundo cargo electivo en importancia. Sin embargo, ha sido despojada de su sede, de sus atribuciones y de su presupuesto por decisión del presidente de la República. Este acto se une a otros semejantes, cometidos contra varios gobernadores de definición opositora. ¿Estos atropellos, que desconocen resultados electorales absolutamente legítimos y legales, cuándo es que entran en el radar de la OEA? ¿Cuándo es que se puede aplicar la Carta Democrática? ¿Sólo cuándo se producen golpes militares que derrocan presidentes? ¿Pero, los presidentes poseen algún tipo de inmunidad que les permite atropellar sus propias constituciones y a los demás poderes públicos sin que la OEA se dé por enterada? Lamentablemente así ha sido hasta ahora.
A mediados de mayo tuve ocasión de conversar con Insulza, en su oficina en Washington, por invitación suya, dicho sea de pasada. Nos habíamos encontrado en la presentación de un libro y me pidió que lo visitara al día siguiente. Lo hice, acompañado de un amigo venezolano, que fue testigo de la conversación. Era la víspera de la reunión en la cual la OEA iba a considerar el tema de Cuba. Explicándome el asunto, me dijo Insulza que, en el fondo, no podíamos ponernos “demasiado exquisitos” con lo de Cuba porque “en el continente hay al menos siete gobiernos que no pasarían el examen de la Carta Democrática”. Dada la gravedad de lo que está ocurriendo en Honduras, me siento obligado a cometer la infidencia de transcribir lo que me dijo de seguidas: “Entre ellos el de tu país”.
De modo que Insulza (y la OEA en su conjunto) sabe perfectamente qué es lo que está ocurriendo en nuestro país en materia de vulneraciones a la vida democrática. De todos modos, le relaté, muy detalladamente, todo lo que había ocurrido con la Alcaldía Metropolitana así como con Rosales y lo que estaba ocurriendo con las gobernaciones de Miranda, Zulia y Táchira. Allí fue cuando cambió el tercio y pasó a hablar de la reunión sobre Cuba.
El punto es que el sistema interamericano tendrá que pasearse con mucha seriedad sobre los alcances reales de la Carta Democrática. Por ahora tiene las manos amarradas. Pero, así como aquella debe proteger a los gobiernos frente a los golpes de Estado, también tendrá que proteger a los demás poderes elegidos por el voto popular frente a los golpes de estado presidenciales contra ellos. Fujimori disolvió el Congreso y la Corte Suprema de Perú y eso no movió a la OEA.
Chávez desconoce a gobernadores y alcaldes elegidos democráticamente; desconoce a la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la OEA no ve ni oye ni habla. Celebro que la OEA haya reaccionado como lo hizo ante el golpe de Honduras. Sólo pido trato igual para Venezuela ante los golpes de Estado que Chávez le ha dado al Alcalde Metropolitano de Caracas y al de Maracaibo, al cual, como hicieron los militares hondureños con Zelaya, obligó a irse del país. Lo que es igual no es trampa.
(El autor es director del periódico TalCual en Venezuela)
Iran
Coup Puts Honduran Diplomats, Friends and Colleagues, on Opposing Sides
TEGUCIGALPA, Honduras — The two men were much more than just colleagues. They were longtime friends who had negotiated the rough-and-tumble circles of Honduran politics to become their nation’s top ambassadors in the United States, if not the world.
Then both received early morning telephone calls, and had to make a fateful choice. The government they were representing had been toppled and a new one was sworn in hours later, requiring each man to quickly search his conscience and pick a side.
They chose differently.
(Lea el artículo completo en The New York Times)
Bloqueo a Honduras
Cursilería oficialista
Mil veces el FMLN y su candidato preguntaron: ¿Cuántos hospitales se pueden abastecer de medicinas por el dinero que gasta Tony Saca en campanas publicitarias para promover la imagen de su ‘gobierno con sentido humano’?
Hoy, a seis semanas de haber asumido el control del gobierno y del presupuesto de propaganda, estamos siendo nuevamente bombardeados por spots de televisión en todos los canales, cancioncitas, caras alegres. La misma cursilería, sólo con otro lema; en vez de ‘Gobierno con sentido humano’, ahora es ‘Gobierno de El Salvador: unir, crecer, incluir’.
“Unir para vencer. Crecer para avanzar. Incluir para lograr la paz en cada hogar...”
¿Esto es información o publicidad? Definitivamente, no es lenguaje informativo, sino propagandístico. Ni siquiera es lenguaje político, sino lenguaje cursi. Alguien cercano al gobierno actual me dijo: “Es lenguaje poético”. No sé qué poetas leen en Casa Presidencial en estos días. El lenguaje de este jingle del ‘cambio’ es más cercano a Micheal Jackson (“We are the world”) que a Silvio. Que alguien les preste un poemario de Benedetti o de Cardenal, o por o lo menos un disco de Silvio Rodríguez...
“Unir para vencer”, ¿a quién? Las campañas electorales tienen como propósito vencer al adversario. Una vez electo el candidato, se convierte en presidente de todos, y ya no hay adversario a vencer. No así los partidos. Ellos siguen siendo parciales, siguen teniendo adversarios a vencer. “Unir para vencer”, definitivamente es lenguaje de partido, no de gobernante. Suena a campaña electoral, no a rumbo de nación...
“Crecer para avanzar”, ¿hacía donde? Al socialismo? ah, no: a la paz en cada hogar? Esto es lenguaje religioso...
A seis semanas de gobernar el FMLN y Mauricio Funes, no conocemos el diseño de su política comunicacional.
Lo que conocemos hasta ahora es: Una campaña de publicidad llena de cursilería. Restricciones al acceso de información en el área de Seguridad Pública, decretadas por el ministro y su jefe de policía. Un llamado del ministro de Gobernación a los medios a autocensurarse. Sitios de Web de Casa Presidencial y de los ministerios mal diseñados y con muy escasa información. Un secretario de Comunicación de Casa Presidencial que asume la tarea de convocar a los artistas del país a una consulta y pre elección de candidatos para la jefatura de Concultura, como si la cultura fuera, para este gobierno, un asunto complementario de su política comunicacional. Ah, y el anuncio oficial que el Canal 10 va a pasar a control directo de Casa Presidencial y formar, junto con Radio Nacional y otros recursos estatales, un consorcio de medios estatales.
Mientras este anuncio no vaya a acompañado de un concepto coherente de convertir este consorcio de medios estatales en una entidad autónoma fuera del control directo del ejecutivo, más bien suena a amenaza. No estoy en contra de medios estatales haciendo competencia -sobre todo informativa- a los medios comerciales. Por lo contrario, soy un gran aficionado de medios estatales como la BBC, Radio Netherland, y Deutsche Welle. Son medios sumamente profesionales y pluralistas, con un absoluta independencia editorial del ejecutivo de turno en sus países.
Pero detesto medios estatales como Granma, Radio Havana, Telesur y Canal 8 de Venezuela, que son instrumentos de los partidos de gobierno. Que no permiten pluralidad, sino buscan hegemonía comunicacional e ideológica...
Solicito al gobierno, a la oposición, a las universidades y a los medios a iniciar un debate serio sobre el concepto de nuestros medios estatales. Lo que menos queremos es que el Canal 10 dependa de la misma instancia que diseñó la campaña publicitaria ‘unir, crecer, incluir’...
(El Diario de Hoy, Observador)
Carta a Madelein García, corresponsal de Telesur
Estimada colega:
Lástima que te sacaron de Honduras. Deberían haber aguantado que Telesur reportara, desde su punto de vista, desde Honduras. Que el punto de vista de Telesur es el de su patrón Hugo Chávez, no importa. Que Telesur no es imparcial, sino abiertamente apoya al depuesto presidente Mel Zelaya, no importa. Y no importa que Telesur no estaba apegado a la verdad, sino a la línea política de Chávez...
Querida colega, en Honduras te diste cuenta lo que significa ejercer periodismo en territorio hostil. En Honduras te diste cuenta qué importante es que los gobiernos respeten la libertad de prensa, precisamente donde les duele. Donde los critican y los atacan. Donde los medios se convierten en oposición.
La máxima prueba para la libertad de prensa es el medio que más critica, más molesta a un régimen. En este sentido, Telesur era para Honduras la prueba – y el gobierno Micheletti reprobó. No aguantó el dolor de huevo que es una prensa opositora.
Igual que tu jefe Hugo Chávez no aguanta Globovisión. O cualquier otro medio independiente y crítico.
Hay que decir a Micheletti y a Chávez: Si no aguantan prensa hostil, no se metan en el negocio de usar la fuerza para mantenerse en el poder...
Ojala que la experiencia que hiciste en Honduras te ayudó a entender que la libertad de prensa es indivisible: es válida para Telesur en Honduras como para CNN y Globovisión en Venezuela.
Me tomé la libertad de mandar tu teléfono a nuestros colegas corresponsales extranjeros en Venezuela. Si tienen un problema con el gobierno, te van a hablar.
Suerte, tu colega Paolo Lüers
PD: Te felicito por el valor que demostraste en las calles de Tegu.
(Más!)
domingo, 12 de julio de 2009
Catholicism as Antidote to Turbo-Capitalism
The first is Reinhard Marx, archbishop of Munich and Freising, who has written a best seller in Germany that he cheekily titled “Das Kapital” (and in which he addresses that other Marx — Karl — as “dear namesake”). The second is Pope Benedict XVI, who last week published his first papal encyclical on economic and social matters. It has a more gentle title, “Charity in Truth,” but is based on the same essential line of thinking. Indeed, Archbishop Marx had a hand in advising the pope on it, and a reading of the archbishop’s book helps explain the intellectual context in which the encyclical was composed.
The message in both is that global capitalism has raced off the moral rails and that Roman Catholic teachings can help set Western economics right by encouraging them to focus more on justice for the weak and closely regulating the market.
Unlike the 19th-century Marx, who thought organized religion was a trick played on the impoverished in order to control them, Archbishop Marx and other Catholics yearn for reform, not class warfare. In that, they are following a long and fundamental line of church teaching. What is different now is that some of them see this economic crisis as a moment when the church’s economic thinking just may attract serious attention.
Archbishop Marx has already drawn a following in Germany by arguing that capitalism needs, in a grave way, the ethical underpinnings of Catholicism. The alternative, he argues, is that the post-crisis world will fall back into furious turbo-capitalism, or, alternatively, experience a renaissance of Marxist ideology based on atheism and class divisions.
“There is no way back into an old world,” Archbishop Marx said in a recent interview, before the encyclical was issued. “We have to affirm this world, but critically.”
Catholic voices have long had influence on the debate in the West about social justice, but never as much as the church would have wished. That reflected the enduring challenge of devising alternative policies, rather than simply criticizing secular authorities.
Pope John Paul II, a Pole with an intuitive feel for Communism’s injustices, was an important voice in bringing that system down. But he had to watch in the 1990s as Eastern Europe embraced Communism’s polar opposite — a rather pure form of secular capitalism, instead of any Catholic-influenced middle way.
“John Paul II was often very clear what he was against: He was against unbridled capitalism and the kind of socialism of the Soviet sphere,” said John Allen, the National Catholic Reporter Vatican watcher. “What he was for was less clear.”
Now Archbishop Marx, who at 55 occupies an ecclesiastical perch once held by Benedict, is trying to wriggle out of that intellectual straitjacket.
With his talent for turning a provocative phrase, he has more in common stylistically with the evangelist St. Paul or the philosophes, who popularized Enlightenment thought, than with Karl, who ground out his dense texts from exile in London. After beginning his book puckishly by addressing Karl Marx personally, the archbishop races through 200 years of Western economic history in a way that pays tribute to Karl’s core analytical conclusion — that capitalism embodies contradictions that threaten the system itself.
But he also makes it clear he is no Communist. He admires Wilhelm Emmanuel von Ketteler, a 19th-century writer who put Catholic theory into practice as a member of Germany’s first national Parliament in 1848, and later became a bishop and a fervent critic of Karl Marx.
The gregarious Archbishop Marx has cut a profile in the German business community for his willingness to walk into a roomful of executives and raise the roof. (“Are you marionettes?” he once asked a manager who protested that markets sometimes dictate unethical actions.)
In his book, which was published last fall, he offers a vision of a world governed by cooperation among nations, with a vibrant welfare state as the core of a market economy that reflects the love-thy-neighbor imperatives of Catholic social thought.
On the first point, Archbishop Marx is in good, cosmopolitan company; many officials, from New York to London to Beijing, are calling these days for a world in greater regulatory harmony, though the specifics may be hard to agree upon. He sounds considerably more German when exhorting the world to create, or recast, the welfare state. People need the welfare state before they “can give themselves over to the very strenuous and sometimes very risky games of the market economy,” Archbishop Marx said. The burdens of aging, illness or unemployment “need to be borne collectively,” he added.
In support of his argument, the archbishop calls for a “global social market economy,” based on a concept familiar to Germans as the model for their own postwar system.
Of course, the archbishop says he realizes that a European’s ideal of welfare states and border-straddling institutions might not have universal appeal. At the end of his book, he quotes Jean-Claude Juncker, the prime minister of Luxembourg, who has said, “I approve of the notion that Europe sees itself, unpretentiously, as a model for the world, but the consequence of that is that we would have to constantly change that model because we are not the world.”
(The New York Times)
Líneas de Chávez: El Simón de tempestades
Entró el mes de julio. Siempre fue, desde los días ya lejanos de aquella infancia bonita, como un mes medio mágico. Con julio llegan a la sabana los grandes aguaceros. “Huele a viento de agua”, decía la mamá Rosa. Y allí venía el diluvio que nos regalaba aquel olor a tierra mojada. Se estremecían las grandes ramas del matapalo y crujían las entrañas del monte. Con julio llegaba el fin del año escolar, la boleta con las notas y los besos de la maestra Tomasa o Annedis, o Egilda, aquella diosa de los ojos de embrujo. Con julio llegaban las vacaciones con sus largas partidas de pelota de goma en la calle larga, a veces incluso bajo la lluvia. Y los paseos a la isla que forma el río Boconó con su madre vieja. Y las leyendas del Silbón que venía por los caminos de Guanarito, más allá del río que baja de la montaña trujillana.
Y los cuentos en las noches largas, cundidas de zancudos con la orquesta inolvidable de las ranas, los sapos y los grillos del monte. Fue una de esas noches cuando oí por vez primera, en la voz de la mamá Rosa, los cuentos de un tal Zamora y una llamada guerra de los cinco años. Otra noche de aquellas, estando con mi madre Elena, oí que Antonio Guevara hablaba de un tal Maisanta.
Uno es de todos los días. Pero yo soy de julio. El 28 nací, teniendo por techo las palmas de la sabana y más allá, como regalo, una madrugada de “fiero chubasco”.
Desde allá vengo, pues, y solo quería recordarlo con estas líneas domingueras, no sé por qué.
Será porque julio llegó marcando fuerte el paso en la batalla grande por la Patria, esta batalla por la Independencia, que tiene también en el 5 de julio cita suprema y deuda con la historia.
El nuevo fantasma
No está exenta de una fina ironía aquella frase de Carlos Marx, en el famoso Manifiesto de 1848: “Un fantasma recorre Europa: El fantasma del comunismo”.
Ciento sesenta años después, las burguesías de este continente, utilizando sus bárbaras instituciones, sus inmorales medios de comunicación, sus centros de estudio, sus intelectuales inorgánicos y sin alma, han creado un nuevo fantasma y lo han puesto a recorrer todo este continente. Ahora no lo llaman comunismo. Ni siquiera socialismo. Le han dado el nombre de Chavismo.
Y una nueva “santa jauría” se ha coaligado para acabar con la amenaza. Se le condena desde las jerarquías católicas, se le utiliza como arma en campañas electorales, se le esgrime como razón para bloquear procesos de integración comercial, se le usa para atemorizar sociedades pequeñoburguesas y para tratar de chantajear gobiernos, se le toma como excusa para desestabilizar países enteros… Y ahora, más recientemente, ha sido el fundamento para derrocar a través de un brutal golpe de estado, al presidente de Honduras, José Manuel Zelaya.
Y detrás de toda esa gran operación no puede estar otra mano que la del imperio yanqui y su inmensa legión de sectas burguesas conformadas por lo más florido del pitiyanquismo.
El Lázaro colectivo
Pero la verdad es otra. Lo que se ha venido levantando con inmensa fuerza en América Latina y el Caribe no es para nada un fantasma, afortunadamente. Es un poderoso movimiento, producto del despertar de ese Lázaro colectivo que son los pueblos del continente.
Lo que sí es cierto es que el epicentro de esas fuerzas telúricas tiene a Venezuela como nido, como manantial, como volcán.
La Revolución, la Independencia
Por ello, hombre, mujer, joven que me lees este domingo 12 de julio, nuestro compromiso con el paso de los años no hace sino crecer, crecer y crecer…
Como crecen los maizales, ya a punto de espigar por estos días…
Como crecen los ríos de la sabana con las corrientes que bajan de los andes, el Boconó, el Portuguesa, el Apure, el Arauca, el Capanaparo…
Como crecen nuestros hijos, nuestras hijas, nuestros nietos, nuestras nietas…
Te llamo entonces a tí que lees estas líneas, los llamo entonces a ustedes; los invito a redoblar el paso, a profundizar el conocimiento, a fortalecer la conciencia, a ratificar diariamente el compromiso…
Para decirlo con Bolívar: “A no dar descanso a nuestros brazos ni reposo a nuestras almas…”
El objetivo supremo, lo sabemos, es la Independencia.
¡El camino, que nadie lo dude un instante, es la Revolución!
¡La bandera es el Socialismo!
¡El líder es Simón Bolívar!
El Simón de julio con sus truenos y sus rayos, con sus aguaceros y tempestades, con sus verdes y espigados maizales…
Y por qué no decirlo, también con sus nostalgias de mil inviernos sin retorno.
¡Patria, socialismo o muerte!
¡Venceremos
"En Honduras estaba en marcha una dictadura"
ENTREVISTA AL CARDENAL DE HONDURAS
El Cardenal Rodríguez Madariaga estuvo a punto de convertir se en Papa hace cuatro años. Fue considerado entonces un hombre demasiado progresista para llegar al Vaticano, lo que no le ha impedido posicionarse ahora , y con claridad, ante todo lo sucedido en Honduras. Tras el comunicado de apoyo al gobierno de facto Roberto Micheletti su nombre ha pasado desde entonces ha ser uno de los más pintarrajeados en las calles de Tegucigalpa junto a la palabra 'golpista'.
Pero Madariaga no se arruga. Conoce bien a Zelaya, han hablado mucho durante años e incluso fue su profesor décadas atrás, pero insiste en que no fue un golpe de Estado lo sucedido la noche del 28 de junio y critica la visión que de los hechos tiene la comunidad internacional. Sólo pone un pero, la forma en que Zelaya fue expulsado del país, de noche y en pijama. Maradiagca recibe a elmundo.es en una austera oficina a la que ha tenido que trasladarse por razones de seguridad y después de recibir amenazas de muerte tras el claro posicionamiento de la iglesia hondureña.
P. ¿Cómo valora la reacción de la comunidad internacional?
R. A la comunidad internacional le ha ocurrido lo mismo que dice el Salmo: "Tiene ojos y no ve, tiene oídos y no escucha, tiene lengua y no habla". Tristemente no han querido ver la realidad ni lo que aquí estaba pasando. Lo que pasa en Honduras no es sólo lo que pasó la noche del 28 de junio, es algo que algo que viene ocurriendo desde hace un año cuando el ex presidentes Zelaya apuesta por el ALBA (Alianza Bolivariana) y por un proyecto bien definido para cambiar la Constitución. En los últimos días (antes del 28 de junio) hay una constante violación de leyes por parte del poder Ejecutivo. El presidente llega a asaltar con una turba la Fuerza Aérea, donde estaba el material para la consulta ilegal que pretendía hacer, resguardada por orden judicial.
P. ¿El resto de países han sido injustos con Honduras?
R. Somos un país pequeño e insignificante y da la sensación de que a los pobres se nos abandona a su suerte. Ya vivimos 20 años bajo regímenes dictatoriales y lo que se estaba preparando ahora era otra dictadura.
P. ¿Fue un golpe de Estado?
R. Yo diría que no. Porque si usted ve los pasos dados, son los previstos en la constitución. Golpe hubiera sido si el jefe de Etado fuera un militar, si los ministros fuera militares y si se hubiera disuelto el congreso o la corte suprema de justicia. Aquí incluso algunos ministros del gobierno anterior siguen siendo ministros. Lo que hizo el Ejército fue cumplir una orden de un juez.
P. Pero no creo que la constitución hable de sacarlo del país de noche y en pijama...
R. Ese es el punto más negativo de todo lo que ha pasado. Lo condeno absolutamente pero pensaron que en ninguna cárcel del país iba a ser posible garantizar su seguridad ni evitar su fuga.
P. ¿Fue difícil para usted tomar partido?
R. La Iglesia católica tiene fieles entre los partidarios y los detractores de Zelaya y nuestra misión no es optar por una posición concreta si no tratar de buscar la reconciliación y la paz y por eso me llaman ahora el cardenal golpista. No soy golpista y yo he trabajado más que muchos de los que ahora me llaman golpista para que aquí no hubiera golpes militares.
P. ¿Su postura cuenta con el aval del vaticano?
R. La Santa Sede confía en obispos locales y suponiendo que me desautorizara la santa sede lo haría con los once obispos de Honduras que firmaron el comunicado después de documentarnos y en conciencia. El político puede que haga componendas pero el religioso no puede pactar cuando su conciencia le marca un camino.
P. ¿Que conclusiones pueden sacar las élites políticas y económicas del país después de lo sucedido?
R. Todo esto es consecuencia de la injusticia social en la que se ha vivido. Zelaya infundó esperanza a las clases más pobres porque supo hacer cosas buenas y dio esperanza. La misma clase política tiene que entender que las cosas no pueden seguir como hasta ahora y que si no se hace un esfuerzo para luchar contra la corrupción y las condiciones de pobreza se puede llegar a una situación que no queremos.
P. ¿Cómo eran sus relaciones con Zelaya.
R. Mire el presidente es mi amigo. ¡Incluso fue mi alumno!. Hablábamos con mucha frecuencia y siempre ha tenido mucho respeto por mi persona pero desde agosto, cuando vino Chávez (y hasta atacó la memoria de un cardenal, tuvo vergüenza de volver a llamarme. Pero el 11 de junio teníamos reunión de la Conferencia Episcopal y el presidente Zelaya me pidió asistir. Tuvimos una reunión donde tratamos de convencerlo de que quitara esa cláusula de la encuesta, porque no era en realidad una encuesta... Me reprochó que en la homilía del sábado anterior yo le dijera presidente ¿por qué la prisa en cambiar la constitución?. Estuvimos con el tres horas y media y entendimos que había desistido, pero no fue así.
P. Usted dice que Chávez está detrás? Que interés puede tener Chávez en honduras.
R. Poner un pie más en la región. Aquí encontró un clima favorable dada la extrema pobreza y su amistad en el presidente Zelaya. Ahora sólo pedimos a Chávez nos deje en paz y que se dedique a gobernar con justicia y que no malgaste los recursos de su pueblo.
P. El país parece estar más dividido que nunca.
R. Es lo que más me duele. Ni en los tiempos de las guerras centroamericanas en Honduras hubo el odio de ahora, y es un odio de clases. Y es algo que aparece de forma sistemática. Mel Zelaya tenía asesores y el odio de clases era la estrategia. Nosotros queremos la paz. Y el que dude que la quiero, el que por cumplir un deber de conciencia me llame golpista, está siendo injusto.
P. ¿Que pasa si Zelaya intenta volver?
R. Faltan meses para que acabe este gobierno y me pregunto con quien gobernaría. Zelaya no tiene ya ni autoridad jurídica ni moral. La jurídica la perdió porque violó las leyes y la moral con su discurso lleno de falsedades. Entonces a que va a volver un gobierno que fracasó. Lo más patriótico sería retirarse, lo demás es tratar de imponer a toda costa el proyecto de Hugo Chávez. Y si eso sigue adelante nos prepararemos para la esclavitud.
Ojo a la situación en Perú
En la interesante, esperanzadora y delicada situación en la que se encuentra América Latina en su conjunto empieza a adquirir gran importancia lo que está ocurriendo en Perú, el país con suficiente peso, masa crítica e historia como para cambiar los difíciles equilibrios actuales.
La incorporación de Perú al movimiento indigenista y al área bolivariana que lidera actualmente Venezuela, algo que no ha ocurrido, pero que podría ocurrir si no se controla la fuerte crisis que está atravesando, supondría un cambio de fuerzas entre los dos modelos principales que, con diferencias nacionales e importantes peculiaridades, se han instalado en el continente. Las noticias de Lima llenan de preocupación al gran bloque que lidera Brasil y, en menor medida, Chile, que propone un cambio de inspiración socialdemócrata, con reforzamiento institucional, crecimiento económico alto y una mejora social progresiva, pero que, en muchos casos, resulta demasiado lenta e insuficiente frente a las carencias que sufre la mayoría de la población.
En sentido contrario, países como Bolivia y Ecuador, con grandes poblaciones indígenas que fueron radicalmente marginadas de la vida política y económica de sus países y que ahora se sienten representadas en las nuevas constituciones indigenistas y en los Gobiernos de Evo Morales y Rafael Correa, ven con esperanza la posibilidad de que Perú se desestabilice lo suficiente como para que en las próximas elecciones presidenciales, en 2011, dé el giro definitivo y contemple la victoria de Humala, el líder del nacionalismo étnico. Perú aportaría en ese caso un peso extraordinario a un eje que apoya Hugo Chávez, y que está ahora debilitado con la caída del precio del petróleo.
El presidente Alan García ganó las elecciones en 2006, en segunda vuelta, por 52% a 47%, a Ollanta Humala, un ex militar de 46 años, fundador del Partido Nacionalista Peruano, de fuerte inspiración étnica. García -que ya ocupó la presidencia en otro periodo, durante el que fue acusado de graves casos de corrupción- ha impulsado un fuerte crecimiento económico, que en 2008 fue del 9,8%, uno de los más altos del mundo, basado en una fuerte inversión extranjera. La crisis golpeó duro al país y en 2009 se prevé un crecimiento cercano al 3%.
En los últimos meses, varias de sus decisiones fueron seriamente contestadas por la población indígena. En junio pasado se produjeron violentas manifestaciones en la zona de la Amazonia, que provocaron la muerte de 24 policías y 10 civiles. Los indígenas lograron que se retiraran las leyes que permitían la venta de terrenos en lo que se considera tierra de los pueblos originarios. García ha sido acusado de desatender a las poblaciones indígenas y de no impulsar programas sociales capaces de promover su integración educativa y política.
Con el conflicto con los indígenas aún sin resolver, y con la crisis económica en ebullición, el Gobierno de Alan García ha tenido que hacer frente en las últimas semanas a más de 200 conflictos sociales; los más graves, las huelgas de maestros y de transportistas. La dimisión del primer ministro, Yehude Simon, no ha ayudado a parar la veloz caída de popularidad de García y no parece que se vayan a calmar las movilizaciones. Ollanta Humala se proclamó ya candidato para 2011 (o antes, si se adelantaran las elecciones), al igual que el ex presidente Alejandro Toledo y Lourdes Flores, de 50 años, rectora de la Universidad de San Ignacio y presidenta del Partido Popular Cristiano. También podría optar a las elecciones la hija mayor del ex presidente Alberto Fujimori, Keiko Fujimori, de 33 años, que busca la liberación de su padre -condenado a 25 años por delitos contra los derechos humanos- y que fue elegida en 2006 senadora con más votos que ningún otro candidato. Nadie duda, sin embargo, que Ollanta será la figura a batir por todos los demás y que su llegada al poder sería, realmente, la que trastocaría el mapa político latinoamericano y rompería los equilibrios actuales. Perú tiene el fiel de la balanza.
(El País, Madrid)
"Sería prudente y patriótico que Zelaya no regrese por el momento"
ENTREVISTA AL CARDENAL DE HONDURAS
De 67 años y considerado tras la muerte de Juan Pablo II como uno de los más firmes candidatos a sucederlo, este salesiano nacido en Tegucigalpa y arzobispo de esta capital es de voz suave pero firme en sus convicciones. Cardenal de Honduras desde febrero de 2001, Oscar Rodríguez Maradiaga fue siempre un referente del "ala progresista" de la Iglesia Católica y líder moral y espiritual de toda Centroamérica. Maradiaga recibe a Clarín en un austerísimo despacho de no más de 5 metros cuadrados en la Iglesia La Milagrosa de Tegucigalpa y enseguida aclara que no es verdad que "hayamos apoyado el golpe. Yo no soy golpista", aunque, contradictoriamente, en la declaración que leyó el sábado 4 de julio pidió a Manuel Zelaya que no regresara al poder. "Hemos explicado lo sucedido y no hemos legitimado a nadie", buscó explicar en su diálogo con Clarín.¿Por qué se llegó a este punto que parece ser de no retorno?
Porque el presidente comenzó a confrontar. No se puede construir sobre el odio. Este presidente empezó a hacer cosas muy buenas, la primera fue poner en su sitio a las compañías petroleras, que aquí hacían un negocio redondo poniendo cláusulas para ganar más. Trabajé en una comisión, y logramos que el presidente Zelaya, con una gran firmeza, lograra que la multinacionales no cometieran tantos abusos.
¿El Vaticano avaló su declaración? ¿Sabía lo que Ud. iba a decir?
Sí, claro. El nuncio apostólico estuvo con nosotros durante toda la sesión de un día en la que redactamos el documento.
¿Por qué apoyaron el gobierno de facto de Micheletti?
Eso no es verdad. Nosotros hemos explicado lo sucedido, no hemos legitimado a nadie. Aquí lo que hay que ver es el proceso y cómo Zelaya estaba violando la Constitución. Dígame ¿para qué tanto dinero para una encuesta? (N. de la R.: Se refiere a la consulta no vinculante sobre una posible reforma constitucional, pautada para el 28 de junio) Están las cámaras del banco central, con fecha, día y hora. Se ve cómo retiran 40 millones de lempiras en efectivo. ¿Cuándo los gobiernos trabajan con dinero en efectivo? Había una corrupción galopante para ese proyecto. No hubo dinero para las víctimas del terremoto pero sí para comprar votos. No es justo. ¿Con qué boca se puede pedir que regrese quien ha saqueado el Estado tan impunemente?
¿Por qué cree que el presidente Chávez ha sido tan duro con Ud?
No lo sé. Me llamó "loro del imperio" y "payaso vestido de cardenal". Lo peor fue lo que le dijo al pueblo hondureño. Afirmó que quien no estaba con el ALBA era un vendepatria o un idiota. Le hablamos al presidente sobre el peligro que suponía la intromisión de Chávez y él nos comentó: "Yo no soy chavista, pero a mí me sirve el dinero de Chávez". Así dijo.
¿No cree que en esta situación Honduras va a quedar aislada?
El daño empezó el año pasado. Los fondos de ayuda del FMI ya no llegaron porque no había presupuesto aprobado. Lo mismo pasaba este año con los fondos del Banco Mundial y del BID. Este gobierno se ha sostenido con el dinero de Chávez. Y ahí está.
¿Por qué cree que la comunidad internacional condena el golpe?
Es que no había información adecuada. Yo soy el primero en rechazar el golpe de Estado.
Pero haber sacado a un presidente a la fuerza del país es un golpe...
Lo que ven es a un presidente sacado de su casa por los militares y expulsado a Costa Rica. La Constitución dice que ningún hondureño podrá ser expatriado o entregado a un Estado extranjero y eso también lo dijimos en el mensaje del 4 de julio. Todos merecemos una explicación. No podemos aceptar eso.
¿Cómo evalúa su encuentro con Insulza, el secretario de la OEA?
Una página triste es la actuación de la OEA. Al secretario Insulza lo conozco desde hace tiempo y cuando vino a Tegucigalpa conmigo se portó como un caballero. Le entregué toda la documentación. Ni se molestaron en leerla. Y mire qué paradoja: apenas hace unos cuantos meses, Chávez, Morales, Correa, y Raúl Castro dijeron que la OEA no sirve para nada. Es la doble moral de la OEA.
¿Le duele que lo llamen golpista?
Naturalmente. Pero si a Jesús, que era hijo de Dios, le acusaron de todo, ¿qué no van a decir de un ser humano?
¿Ve posible el regreso de Zelaya al poder?
En este momento no, sería más prudente y patriótico que renunciara a regresar inmediatamente con tal de pacificar al país. La polarización es grande, y hay armamento en manos de los civiles.
¿Usted podría mediar?
Como ya me tienen fichado como golpista no me van a invitar.
Hay quienes dicen que con su declaración se terminó su carrera para ser un "papable"...
Uno no debe pensar en términos de carrera eclesiástica sino en la verdad, en el bien.
¿Se siente un líder en Honduras?
Qué voy a ser líder. Ahora Clarín dice que estoy descalificado. Este es un país pobre donde la política ha hecho tanto daño...
¿Es verdad que intentó convencer a Zelaya para entrar al seminario?
Tenía vocación, sí. Yo le di clases cuando tenía 14 años. Si me hubiera quedado aquí quizá hoy él sería sacerdote, pero salí al extranjero. Era un chico limpio, muy bueno. Yo estuve un año con él y conservamos la amistad desde entonces. Ha sido buen amigo.
(Clarin, Argentina)
¿Hubo un golpe metropolitano contra Alexis?
¿Qué pasó en las últimas 48 horas en la vida de Alexis Argüello?
El testimonio de personas cercanas a Argüello, que conversaron con él en sus últimas horas, revela que se encontraba agobiado por la carga de presiones de todo tipo, y afectado en su dignidad personal. Y que la aparente normalidad en su relación con la pareja presidencial que ejerce el poder político en el gobierno y en el FSLN, en realidad atravesaba por un momento de máxima tensión.
Todavía existen muchos cabos sueltos sobre lo que ocurrió en esas últimas 48 horas. Y en efecto, hay muchas versiones sobre este conflicto de poder que afectaba la autoestima de Argüello y agobiaba al ídolo deportivo, que aún hay que corroborar en conjeturas.
Pero lo que sí está fuera de toda discusión es que mientras en este país todo mundo condenaba el golpe de estado contra Mel Zelaya en Honduras, en la Alcaldía de Managua, se había ejecutado un virtual golpe metropolitano contra la autoridad formal de Alexis Argüello como Alcalde de Managua.
Lo que hizo el Concejo Municipal, el viernes 26 de junio fue únicamente institucionalizar, o transparentar, las verdaderas relaciones de poder y autoridad en la Alcaldía de Managua, dejando claro que Argüello era un alcalde encargado de las gestiones externas y las relaciones públicas, en tanto que el poder real de la alcaldía residía en otras personas delegadas por el FSLN.
La sesión del viernes 26
El pasado viernes 26 de junio, mientras Alexis se encontraba en un viaje Puerto Rico, la vice alcalde Daisy Torres convocó a una sesión de emergencia a las cinco de la tarde con tres puntos de agenda: crear dos nuevos distritos, modificar el presupuesto, y cambiar el organigrama de la alcaldía.
De acuerdo a los cambios aprobados por el concejo municipal, la oficina del alcalde pasó a hacerse cargo de la Dirección de Programas Sociales y la Dirección de Deportes, además de la Dirección de Relaciones Públicas y Comunicación y la Dirección de Adquisiciones. Pero en está última, Alexis no tenía firma libradora, y en la práctica, sólo Fidel Moreno tiene el poder para aprobar las adquisiciones de la Alcaldía.
Distritos adscritos a Moreno
Y el otro cambio sustancial es que en el nuevo organigrama el control de los distritos se traslada directamente al secretario Fidel Moreno, y las delegaciones distritales pasan a depender del “congreso del poder ciudadano.”
El único concejal que presentó un voto razonado en contra del dictamen presentado por la comisión de gobernabilidad fue Luciano García, del partido conservador-Movimiento Vamos con Eduardo, quien argumentó que al asignarle al alcalde direcciones específicas como la de deportes y programas sociales, limitarían su buen funcionamiento, ya que en vez de convertirse en el coordinador de la comuna se convertiría en director de programas muy puntuales. Y el segundo punto que alegó el concejal García, es que “al asignarle al secretario general el control directo de los distritos, se le estaba dando un poder muy grande casi llegando a nivel de Alcalde y que dicho peso debiera de recaer más bien sobre un técnico en la materia y no en un cargo político.”
El retorno de Alexis
Esos son los hechos consumados con los que se encontró Alexis Argüello cuando regresó de Puerto Rico.
¿Pero cuál fue la reacción de Argüello, el lunes pasado, ante la publicación del nuevo organigrama de la Alcaldía de Managua?
¿Qué pasó en las últimas 48 horas en la vida de Alexis Argüello?
¿Cuáles eran las decisiones que planeaba anunciar Argüello para encontrarle una solución definitiva a este problema de poder, que afectaba su dignidad personal?
¿Presiones de última hora?
¿Quién fue el enviado del FSLN y del gobierno que visitó a Argüello, en las últimas horas de su vida, y qué tipo de presiones recibió en relación a la posible renuncia que anunciaría el miércoles por la mañana?
En fin, ¿cuáles fueron las circunstancias que acorralaron contra las cuerdas al gran boxeador?
¿Cuál era la carga, el problema que no podía resolver, y que finalmente lo llevó en la madrugada del miércoles a quitarse la vida trágicamente?
El dictamen de medicina legal descarta que mientras cavilaba en las últimas horas de su vida, Argüello haya estado sometido bajo el efecto de alguna clase de sustancias. De manera que son otros factores ligados a su entorno inmediato, los que desataron una crisis emocional que desembocó en la trágica decisión que lo lleva a quitarse la vida.
Las respuestas a todas estas preguntas las pueden ofrecer las personas que estuvieron más cerca de Alexis en esas últimas 48 horas, y en su momento el país debe conocer la verdad sobre el final trágico de la vida de Alexis Argüello, para que los ciudadanos saquen sus propias conclusiones.