Las revoluciones son hechos únicos, y la de Nicaragua duró desde 1979 a 1990, año en que el FSLN pierde el poder a través de elecciones libres, considera Téllez.
El gobierno de Ortega “no es ni por asomo un gobierno revolucionario. Ni siquiera sombra, (es) más bien un gobierno conservador, asentado en fundamentalismos religiosos, caudillistas, autoritarios y muy girado hacia la derecha en términos de políticas económicas y de su propia política cotidiana”, sostiene la comandante, que lidera el Movimiento de Renovación Sandinista (MRS), un partido que se nutre de la élite intelectual del sandinismo.
El gobierno actual representa a un “núcleo familiar. Ni siquiera a un partido como tal”: “Es más bien es una facción del Frente, que es el orteguismo, es un gobierno usado para crear condiciones para la permanencia en el poder de esta familia”, recalca Téllez.
¿Cuál es el legado de la Revolución? ¿Qué sobrevivió: las instituciones, los valores, los ideales?
De la Revolución sobrevivió una Nicaragua distinta. La Revolución abrió la etapa moderna de la historia que se caracteriza por un proceso de construcción democrático muy difícil, y costoso, de adelantos y retrasos.
¿Cómo valora la evolución del Ejército y la Policía?
El Ejército ha sido el único Ejército partidista en la historia que se ha convertido en un Ejército Nacional, pero es muy reciente, son apenas veinte años.
Y tiene grandes riesgos en este momento de tener presiones y halagos de parte del gobierno, para convertirse en un Ejército alineado al poder de la familia Ortega-Murillo y eso es evidente, implícito, público.
La Policía también evolucionó de ser partidista a una Policía Nacional y también tiene el mismo riesgo de verse alineada al poder de la familia Ortega- Murillo.
¿El FSLN es parte del legado de la Revolución?
Creo que el Frente más bien contribuyó a legar la Revolución... pero este no es el FSLN de la Revolución. Este es un cascarón al cual se le vació el pensamiento y las tradiciones revolucionarias, y quedó completamente ocupado por el orteguismo.
El partido FSLN actualmente es una vestidura del orteguismo, no es el FSLN de la revolución de los años 70 y 80.
¿Por qué el sandinismo democrático no ha logrado calar a profundidad entre la población y el FSLN sí?
El Frente Sandinista tiene 60 años con una tradición de partido, aunque ahora es un cascarón en el cual habita el orteguismo.
El MRS es un partido que tiene apenas 14 años de fundado y creo que ha alcanzado una posición importantísima sobre todo en los sectores urbanos del país, y un arraigo creciente entre los jóvenes.
El orteguismo sacó en las elecciones del 2000: 900 mil votos y en el 2006 lo mismo, diez más, diez menos.
En el 96, el MRS sacó 8 mil votos, pongamos que se le robaron dos mil, y en el 2006; 200 mil votos. Es decir, un partido como el orteguista (está) estancado en números absolutos de votos, y el MRS se multiplicó por veinte en el 2006.
¿Qué aprendieron de los errores de los 80?
Lo que hemos aprendido a lo largo de los 30 años es que el proceso de construcción democrático es muy costoso, difícil y complejo en un país como Nicaragua donde hay gente que quiere establecer dictaduras y hay grupos que todavía quieren dictadura.
El otro asunto clave es que ni la Revolución ni los gobiernos posteriores, han logrado hacer mella consistente en la reducción de pobreza. El país tiene el 70% de su población en condición de pobreza, eso demuestra que como sociedad podemos anotarnos un fracaso y la élite política, más que nadie, somos responsables de que los problema de la pobreza sean tan graves todavía.
¿El país está dominado por la polarización, sandinismo-antisandinismo; o autoritarismo–democracia?
Hay una polarización en la sociedad, deliberadamente cultivada por Ortega y Alemán porque su fortaleza la derivan del conflicto y la polarización social, de cultivar enemistades sociales, aunque ellos mantengan un pacto profundo en la cúpula.
¿La perspectiva del futuro?
Nicaragua tiene un gran reto que es primero avanzar en la construcción de este proceso democrático, considerando las dificultades que hay: el fraude municipal, un pacto que tiene atenazada las instituciones nacionales, los poderes del estado en manos de Daniel Ortega y parcialmente con una cuota de poder de Alemán.
¿Qué viene? Las reformas constitucionales que hay que derrotarlas, que pretenden abrir espacios para la permanencia en el poder del pacto, que bajo el disfraz de cambio de sistema es simplemente para continuar el arreglo Ortega -Alemán.
Hay otro gran tema, Nicaragua no puede ir a elecciones en el 2011, si el sistema electoral no cambia radicalmente, y finalmente el tema de la pobreza.
(Confidencial/Nicaragua. La entrevistada, ex comandante sandinista, es dirigente del Movimiento de Renovación Sandinista MRS)