viernes, 26 de mayo de 2023

Carta a los partidos opositores: Pónganse los pantalones. De Paolo Luers

 

"¿Quién necesita partidos que no corresponden al momento histórico? ¿Quién necesita partidos que no son capaces de poner el interés del país y de la democracia encima de su interés particular?"

EL AUDIO: Partidos-opositores.mp3

Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, sábado 27 mayo 2023 

Amigos:
Queda un mal sabor de las declaraciones de los líderes de varios partidos luego del destape que hizo El Faro de una fórmula presidencial consensuada para enfrentar a Nayib Bukele en las elecciones del 2024. 


Entiendo que no les gustó la nota de El Faro, porque puso el énfasis en un supuesto acuerdo entre los partidos. ¿Pero, porqué diablos reaccionaron reculándose? ¿Acaso fue por el tuit del presidente, haciendo su mofa tóxica de que ahora estaba confirmada su tesis del matrimonio ARENA-FMLN? Si esto fue la razón para que salieran dirigentes del FMLN, de Arena y de Vamos a desmentir que estaban negociando una fórmula conjunta, habla muy mal de ustedes. ¿Tan fáciles son de asustar? ¿Tan pendientes son del presidente?


Hubiéramos esperado lo contrario. Estaban o no de acuerdo con la nota de El Faro, hubieran tenido que decir, en voz alta: 

·      Claro que estamos buscando una unión de todos los demócratas para enfrentar la dictadura que el presidente quiere formalizar con su reelección. ¡¿Y qué?!

·      Por supuesto dejamos al lado nuestras diferencias ideológicas y el eterno pleito entre izquierda y derecha, progresistas y conservadores, ante el peligro de que el país caiga en una dictadura y en una profunda crisis social, ética y política. ¡¿Y qué?!

·      Por supuesto, el presidente va a enfilar todas sus armas, si logramos consolidar una candidatura presidencial sólida y unitaria. Armas de desinformación, armas de difamación, armas de persecución y represión. Estamos dispuestos de dar la batalla, a la par de la sociedad civil organizada y movilizada. 

·      No hay un acuerdo, pero estamos trabajando por construirlo. ¡¿Y qué?!

Si tienen miedo que les va a hacer daño a sus partidos si la gente los ve uniendo filas, encima de fronteras ideológicas, están equivocados. Es al revés: si la gente no ve que los partidos, en especial Arena y el Frente tengan el valor y la capacidad de unirse contra la dictadura y efectivamente defender la democracia, nadie va a dar un cinco por ustedes. ¿Quién necesita partidos que no corresponden al momento histórico? ¿Quién necesita partidos que no son capaces de poner el interés del país y de la democracia encima de su interés particular?


Al final todos van a aceptar la propuesta unitaria, que surge de la concertación entre los diferentes movimientos populares y ciudadanos. Al final todos terminarán apoyando a los candidatos consensuados. No les queda otra. Partido que se aparta de esta tendencia a la unidad y la lucha, se condena a la irrelevancia. 


Déjense de pajas y pónganse de acuerdo ya. No es una opción, es un imperativo. La fórmula propuesta de lanzar a Luis Parada y Celia Medrano es lo mejor que puede pasar al país. Dejen de retrasar su lanzamiento. De todos modos, no se trata de pelear o negociar cuotas de poder. Aquí lo único que habrá que repartir son cuotas de sacrificio. 


Pónganse los pantalones y asuman su responsabilidad histórica. Es la única forma de sobrevivir como partidos. 


Saludos, 



 

Posdata: Explícitamente excluyo a Nuestro Tiempo de las críticas  expresadas a los partidos en esta carta. Han actuado con valentía.





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miércoles, 24 de mayo de 2023

Carta a El Faro: Una de cal y otra de arena. De Paolo Luers

 "Ustedes, como buenos reporteros que son, han recogido muchos elementos, han hablado con mucha gente enterada. El problema es que han armado mal las piezas del rompecabezas."

EL AUDIO: FARO.mp3

Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, jueves 25 mayo 2023 

Estimados amigos:

Habiendo escrito una columna (en esta misma edición del Diario), dándoles la razón histórica, tengo que decirles también que no siempre tienen la razón. Su reciente nota “Partidos opositores y sociedad civil a punto de concretar candidatura presidencial única” está mal planteada y ha causado confusión. 


Escribiendo sobre el complejo y frágil proceso de concertación de una fórmula presidencial, que puede enfrentarse a la reelección de Nayib Bukele, ustedes pusieron el énfasis en los partidos, cuando los protagonistas de este proceso son las organizaciones y alianzas de la Sociedad Civil. No pienso que  fue mala intención abrir la nota asíArena, FMLN, Nuestro Tiempo y Vamos han acordado impulsar una única fórmula presidencial para enfrentar a Nayib Bukele en 2024.” Más bien parece una falta de comprensión de este proceso. El resultado lo pueden ver en las reacciones histéricas de varios partidos.


En esta concertación, que tiene que llegar a un resultado en estos días para cumplir con los plazos que el calendario electoral dicta, no se trata de una coalición entre partidos, ni siquiera de un acuerdo entre ellos. Está claro que no habrá tal coalición de partidos que lance una fórmula presidencial. Esto lo han descartado los partidos, y sobre todo lo han dicho los liderazgos de la sociedad civil. Lo que se está construyendo es un acuerdo entre las diferentes organizaciones y alianzas ciudadanas de presentar una fórmula ciudadana para las elecciones presidenciales del 2024. Luego, cada uno de los partidos opositores tomará una decisión unilateral de apoyar esta fórmula – y de abstenerse a presentar candidatos propios.


Si por requisito legal los candidatos tienen que inscribirse en uno de los partidos, esto no cambia el carácter ciudadano de su candidatura y de la plataforma que presente.

 

¿Es tan difícil de entender esto en un país donde los partidos han perdido credibilidad y por tanto espacio político? - no solo los partidos tradicionales, que han gobernado, sino también los nuevos, porque se trata de una desconfianza en el sistema partidario, inteligentemente reforzada y manipulada por el discurso de antipolítica de un presidente que no quiere instancias entre él y su pueblo. Irónicamente, ni siquiera su propio partido Nuevas Ideas se escapa de este descrédito. 

 

Ustedes, como buenos reporteros que son, han recogido muchos elementos, han hablado con mucha gente enterada. El problema es que han armado mal las piezas del rompecabezas. Por eso su nota comienza tan equivocadamente, dando el protagonismo a los partidos y anunciando un acuerdo entre los partidos como origen de la candidatura que en estos días se va a anunciar.  

 

Es como si alguien invitara a una cena en su casa a un montón de personas muy distintas. Cada uno va a tomar su propio decisión de asistir, sabiendo que habrán invitados que no invitaría a su casa o que incluso le caen mal. No hace falta que los invitados se pongan de acuerdo y que lleguen juntos. Cada uno por su cuenta y por decisión soberana. Así asistirán los partidos a una fiesta que no es de ellos, pero a la cual son bienvenidos. No van a definir el menú, ni la música ni a quién se va a invitar...  

 

Espero que el intento de llegar a una formula presidencial unitaria no fracase porque los partidos se asustaron de una nota mal enfocada – y que ahora no sepan como manejarse sin perder la cara. Hay demasiado en juego. 

 

¿Les parece raro que en una columna les eche flores y en otra, publicada el mismo día, les critique? A mi me parece normal . 


Saludos,

Lea también la Columna Transversal:   El Faro tenía la razón








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El Faro tenía la razón. Columna Transversal de Paolo Luers

 

"Las diferencias que en el 2007 me llevaron a salir de El Faro son insignificantes en comparación con mi reconocimiento del papel, que este periódico digital ha logrado jugar en el periodismo salvadoreño y regional. Igual que en un momento corto Primera Plana, El Faro ha provocado rupturas con el periodismo conservador salvadoreño."

Publicado en EL DIARIO DE HOY, jueves 25 mayo 202

El Faro celebra sus 25 años de existencia. Un cuarto de Siglo. Más vivo que nunca. Nadie se imaginaba esto en 1998, cuando surgió este primer periódico digital latinoamericano. Nadie se imaginaba que iba a sobrevivir, y mucho menos que se iba a convertir en un referente de periodismo independiente e investigativo, incluso más allá de América Latina.

Cuando Carlos Dada y Jorge Simán me contaron su proyecto El Faro, si bien me recuerdo en 1998, yo todavía tenía frescas las heridas del fracaso del proyecto Primera Plana, que Horacio Castellanos Moya, Pablo Cerna, Miguel Huezo Mixco, Chico Díaz y este servidor habíamos lanzado en 1994 – y cerrado en 1995. Era un proyecto diferente: Queríamos fundar un periódico impreso, primero como semanario, luego como diario, y competir contra los periódicos tradicionales. El Faro fue concebido como periódico digital. Esto a nosotros no nos pareció una idea practicable.


Primera Plana fue un éxito editorial y logró romper con la tradición conservadora del periodismo salvadoreño, hizo escuela - y aunque fracasó financieramente, abrió el camino para la renovación del periodismo salvadoreño de la postguerra. Por la brecha abierta pasaron experimentos como la revista Vértice del Diario de Hoy y Enfoques de La Prensa Gráfica. Y El Faro. Nosotros cerramos Primera Plana con la conclusión de que teníamos el concepto correcto, pero que lo lanzamos cuando El Salvador todavía no estaba listo para un periódico de este tipo. Tal vez esta conclusión un poco arrogante fue equivocada. 


Todavía luego de haber fracasado con Primera Plana, yo no di ni un cinco al futuro de un periódico digital como El Faro. Cuando en el 2004 me uní a El Faro, lo hice porque necesitaba un espacio para escribir. Y aunque todavía pequeño y frágil, El Faro era el único espacio. Me uní a El Faro con la idea de convencerlo de que el único camino para avanzar, crecer y tener impacto era preparando la transición a un periódico impreso. Si no, nunca iba a tener verdadera relevancia. 

Trabajando en El Faro, comencé a descubrir el enorme potencial, sobre todo en la generación de reporteros jóvenes, irreverentes, creativos y valientes, que vi crecer en su redacción. Me di cuenta que ahí se estaban formando una nueva escuela de periodismo investigativo, con nuevos métodos, y con un código sólido de ética profesional. Y en el camino me di cuanta que el formato digital estaba permitiendo a El Faro construir un amplio público, que trascendió las fronteras salvadoreños, y también una red internacional sólida de periodistas, medios nacientes, y fundaciones – una red, que luego se iba a volver crucial para la sobrevivencia económica y también, más recientemente, para la resiliencia de El Faro contra el autoritarismo gubernamental.


Las diferencias que en el 2007 me llevaron a salir de El Faro son insignificantes en comparación con mi reconocimiento del papel, que este periódico digital ha logrado jugar en el periodismo salvadoreño y regional. Igual que en un momento corto Primera Plana, El Faro ha provocado rupturas con el periodismo conservador salvadoreño. Ha obligado e los otros medios, sus reporteros y sus editores a trabajar de manera más profesional, más independiente, más atrevido – y de comprometerse con una ética periodística, que antes no tenía validez en el país. El desarrollo positivo del periodismo que ahora se ejerce en La Prensa Gráfica y El Diario de Hoy -y en múltiples proyectos emergentes- difícilmente se hubiera logrado sin la provocativa existencia de El Faro. El periodismo nacional ha ganado calidad, y también, muy encima de la competencia, unidad de criterio y responsabilidad compartida. 


El hecho que El Faro se haya visto obligado a trasladar su operación administrativa y financiera a Costa Rica, habla muy mal del estado de la libertad de prensa y de la seguridad jurídica de nuestro país. No hace falta en esta nota detallar lo que ya se sabe: El gobierno actual ha erradicado la transparencia, el debate nacional, y trata al periodismo independiente como enemigo a destruir. 


Ahora queda evidente que precisamente por ser un medio digital y por haber resistido la tentación de convertirse en un periódico impreso, hizo a El Faro mucho más resistente contra el intento de callarlo. El Faro no ha tenido que pasar por lo que sufrieron la Prensa de Nicaragua, El Nacional de Venezuela y El Periódico de Guatemala. Los periódicos clásicos, con su industria de impresión y sus aparatos de distribución, son mucho más vulnerables ante gobiernos confiscatorios con tendencias de censura. El Faro, casi por definición tan internacional como el Internet, no puede ser objeto de confiscación y puede defender mejor su existencia y su independencia. Siempre con una condición, como saben muy bien los que hacen El Faro: Tienen que producir un periodismo cada vez mejor, profesional, sustancioso y valiente. El Faro lo está produciendo – y por esto tiene futuro. 


Lea también Carta a El Faro: Una de cal y otra de arena







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lunes, 22 de mayo de 2023

Carta a las tres médicas suspendidas: No se dejen. De Paolo Luers

 

"Espero que no se dejen. Tienen múltiples recursos para enfrentar esta injusticia y defender su derecho de ejercer su profesión. Lo entiendo, pero me parece patético que la madre de una de ustedes se sienta obligada a humillarse ante el presidente de la República para pedir perdón y clemencia para su hija."

EL AUDIO: DOCTORAS.mp3

Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, martes 23 mayo 2023 

Estimadas doctoras:

Qué absurdo: A los dos días de la tragedia en el estadio Cuscatlán, con la muerte de 12 aficionados de fútbol, los únicos sancionados y públicamente condenados son ustedes, tres medicas residentes. Fueron sancionadas por órdenes de la directora del Seguro Social y del ministro de Salud, sin investigación, sin audiencia, sin posibilidad de defenderse. Fueron exhibidas públicamente y amenazadas con la medida extrema: prohibirles el ejercicio de su profesión médica. 


Lo irónico: Ustedes ni siquiera tuvieron oportunidad de cometer errores en la atención a los heridos que ingresaron a sus hospitales, porque fueron removidas la misma noche de la emergencia. Removidas y, según el ministro Alabi, suspendidas de sus plazas como médicas residentes.


Sus pecados: Publicaron tuits, haciendo referencia a lo que el ingreso de docenas de heridos iba a significar para sus turnos nocturnos. Para las autoridades de Salud estos tuits eran pruebas que ustedes no tienen el compromiso con los pacientes que exige la profesión médica. Como paciente y como padre de una doctora conozco cómo son los turnos en los hospitales: largos, caóticos, llenas de carencias de recursos y personal. Estoy convencido que todos los médicos, en medio de un

largo y exigente turno, reaccionan de la misma manera, cuando se enteran que les viene encima una emergencia masiva. Algunos solo lo pensarían, otros lo comentarían entre ellos, y algunos lo expresan en redes sociales: “¡Esto es lo único que nos faltaba! Se nos jodió el turno...”

Sentir y decir esto es absolutamente normal para cualquiera que conoce el trabajo de los residentes. Y sentir o decirlo no tiene nada que ver con la disposición de dar a los pacientes la mejor atención. ¿Quién es el ministro Alabi para ponerlo en duda y sancionar a ustedes tres? El Dr. Alabi no practica en salas de emergencia, sino en salones de tratamientos de reducción de peso. Y además, como ministro de Salud, es uno de los funcionarios que debería haber garantizado la seguridad de este mega evento deportivo.


Comparte esta responsabilidad con otros funcionarios, por ejemplo de la policía, de los bomberos, de protección civil. Todos ellos deben rendir cuentas sobre lo que pasó en el Estadio Cuscatlán. Pero nadie de estos altos funcionarios estásiendo públicamente señalado por el gobierno, mucho menos suspendido – los únicos chivos expiatorios son ustedes, las tres jóvenes doctoras, que cometieron la ‘imprudencia’ de expresar su estrés en Twitter. Digo imprudencia, no porque pienso que sus tuits son moralmente condenables, sino porque ustedes tendrían que haber sabido de qué tipo de injusticias son capaces las altas autoridades de salud...


Tampoco habrá una investigación para determinar porqué el ministro de Defensa entró al escenario del desastre con fusil en mano, rodeado de sus guardaespaldas, igualmente armados de fusiles de asalto, y con su pelotón de fotógrafos. No hay ninguna razón que justifique que soldados (o almirantes) entren armados de fusiles automáticos en el escenario de una estampida, lleno de pasiones, confusiones, miedos y frustraciones. Para todos los propósitos que puede tener el empleo del ejército en una emergencia de este tipo, los fusiles son totalmente inadecuados. Es más, andarlos en un estadio en conmoción es peligroso. 


Regreso a ustedes, doctoras: Espero que no se dejen. Tienen múltiples recursos para enfrentar esta injusticia y defender su derecho de ejercer su profesión. Lo entiendo, pero me parece patético que la madre de una de ustedes se sienta obligada a humillarse ante el presidente de la República para pedir perdón y clemencia para su hija.


Lo que ustedes necesitan no es perdón o clemencia, sino justicia y un debido proceso. No pueden aceptar la forma autoritaria, arrogante y arbitraria, en la cual la directora del Seguro Social y el ministro de Salud las están condenando.


No están solas. Sé que la gran mayoría de los médicos y del personal de enfermería en los hospitales las van a defender.

Saludos, 






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