"Tu testimonio es una historia de tortura institucionalizada. Lo que a vos te pasó en las bartolinas policiales, luego en el penal de Izalco y al fin en Mariona ya no se puede explicar como exceso de fuerza cometidos por algunos policías o custodios. No, es tortura institucionalizada."
EL AUDIO: Carta-a-Enoc.mp3
Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, sábado 29 abril 2032
Primero unas palabras a los lectores: Si no han leído la historia que Lissette Lemus escribió sobre Enoc sobre sus 10 meses en el infierno, por favor léanla antes de seguir con esta carta.
Estimado Enoc:
Antes de todo, felicidades por haber hablado. Romper con el miedo y el silencio requiere valor. Espero que tu ejemplo anime a más víctimas del régimen (permanente) de excepción a hablar, a más madres a denunciar. Aunque a algunos les parezca incómodo u otros digan que ‘Ya estuvo, ya lo sabemos, ya aburren’, nosotros los periodistas no vamos a dejar de publicar los relatos y las denuncias. To lo prometo.
Tu testimonio es una historia de tortura institucionalizada. Lo que a vos te pasó en las bartolinas policiales, luego en el penal de Izalco y al fin en Mariona ya no se puede explicar como exceso de fuerza cometidos por algunos policías o custodios. No, es tortura institucionalizada. Los que golpean, torturan y privan de atención médica a los detenidos están cumpliendo órdenes del director general de Centros Penales, Osiris Luna Meza, el ministro de Seguridad Gustavo Villatoro - y del presidente de la República, Nayib Bukele. El último dijo en repetidos mensajes en Twitter que los detenidos no van a tener derechos, van a acostarse con hambre, no van a ver jamás un rayo del sol, y van a estar en la cárcel por décadas. Lo dijo a decenas de miles de reos en detención provisional, que nunca han visto a un juez, que son inocentes hasta que sean condenados. ¿Cómo esperar entonces que un policía que detiene a un supuesto pandillero o un custodio que lo recibe en la cárcel lo trate con respeto a sus derechos humanos, a su dignidad, a su vida?
Vos dijiste: “Me arruinaron la vida... El daño no me lo han hecho solo a mí, sino también a mis niños, a mi señora, a mi familia porque todos tenemos miedo.” No tienes ninguna condena formal, porque no fuiste vencido en un juicio - pero ya recibiste tu condena de hecho: Vivir con miedo. De por vida. Hasta la jueza que te liberó, luego de que pasaste un examen de detector de mentiras, te dijo: “Para que no te vuelvan a capturar, lo mejor es que no salgas de tu casa.” Quiere decir que hasta los jueces saben que bajo el régimen Bukele ya no hay presunción de inocencia...
Condenados a vivir con miedo – esto es el yugo de los miles de víctimas inocentes del régimen de excepción que tuvieron la suerte de ser puestos en libertad, pero tienen pendientes sus juicios y corren el riesgo que cualquier día los pueden volver a encarcelar.
Condenados a vivir con miedo – también es la cruz de decenas de miles de familiares de quienes todavía permanecen en las cárceles, bajo los mismas condiciones que tu describiste.
Conocer esta realidad es doloroso para una sociedad, pero es necesario. Relatos como los tuyos son necesarios. No vamos a permitir que la sociedad se haga de ojos pachos ante lo que está pasando. Y ni siquiera está ocurriendo de manera oculta, el mismo gobierno lo publicita con cínico orgullo en sus videos, que han espantado a la gente en otros países, pero que aquí, a demasiada gente, ya le parecen normales.
Lo que a vos te pasó, Enoc, y lo que a miles de otros sigue pasando diariamente, no es normal. Es una aberración. Es intolerable.
Gracias por hablar. Saludos y cuidate mucho,