"La detención tuya es una advertencia a todos los demás: que nadie se sienta seguro, la ira del señor presidente puede caer encima a cualquiera que le critique, en cualquier momento. Vos, aparte de haberlo humillado, que para él es imperdonable, seguiste criticándolo en voz alta. Hoy te lo cobra el señor..."
En la voz del autor: Eugenio.mp3
Publicado en MAS! y DIARIO DE HOY, sábado 15 febrero 2025
Estimado Eugenio:
Mucho se ha tardado el señor en Casa Presidencial para cobrarse la venganza contra vos. Ahora te toca enfrentarla. ¿Creías que este hombre se había olvidado de la vergüenza que le causaste cuando te tuvo que pedir disculpa pública, cuando media hora antes había dicho que jamás se iba a retractar ni disculparse? Esto le dolió mucho más que los 50 mil dólares que tiró en la mesa en el juzgado para que su abogada te los entregara. Este señor no olvida ninguna humillación. Únicamente hombres con autoestima son capaces de pedir disculpas y cerrar el capítulo, los narcisistas con complejos son incapaces de hacerlo.
Me imagino que te sentías más o menos seguro, porque hasta hoy a ninguno de los muchos exfuncionarios que enfrentaron juicios civiles por supuesto enriquecimiento ilícito le abrieron juicio penal para encarcelarlos. Pero en este país ya no existe la igualdad ante la ley. Por el mismo presunto delito pueden dejar a uno tranquilo, o incluso mantenerlo sentado en el gabinete de gobierno; a otro pueden sólo hacerle un juicio civil sin intentar encarcelarlo – y a alguien que realmente quieren joder, lo pueden mandar al bote. Así funciona cuando ya no existe ni Estado de Derecho ni seguridad jurídica.
Todos los abogados serios confirman que la reforma que la Asamblea cian aprobó para hacer posible el doble juzgamiento -primero civil, luego penal- no te la pueden aplicar retroactivamente. Cambios en la legislación sólo pueden aplicarse retroactivamente cuando favorecen al acusado. Es un principio constitucional. Entonces, tu captura es a todas luces ilegal. Pero, si alguien piensa que esto sea un obstáculo para perseguir a un enemigo del presidente, está muy equivocado.
La detención tuya es una advertencia a todos los demás: que nadie se sienta seguro, la ira del señor presidente puede caer encima a cualquiera que le critique, en cualquier momento. Vos, aparte de haberlo humillado, que para él es imperdonable, seguiste criticándolo en voz alta. Hoy te lo cobra el señor...
Además, están en plena ‘campaña anticorrupción’. Hasta leyes nuevas aprobaron contra funcionarios corruptos. Esto corresponde al hecho que en la población hay un malestar con la corrupción, pero no sólo con la del pasado, sino crecientemente con la del presente, la de los funcionarios del gobierno Bukele - y de su clan. Exponerle al pueblo a otro funcionario de ‘los mismos de siempre’ acusado de corrupción no va a resolver el problema, porque la gente exige que se castigue a los corruptos en el actual gobierno. Un juicio penal a alguien como vos sólo puede distraer a la gente por un rato, mantenerlos ocupados con los resentimientos contra los gobiernos anteriores.
Para este show hubieran podido escoger a cualquier otro de los muchos que ya pasaron por un juicio civil por enriquecimiento ilícito, por sobresueldos o cualquier otro delito. Sólo que en el caso tuyo, había que saldar una cuenta abierta con el todopoderoso, el señor que no olvida ni perdona, sino que cobra su venganza, aunque sea tarde. Por esto te toca a vos...
Yo me comprometí de levantar la voz en cada caso de persecución política, indistintamente si el afectado haya sido amigo o si hayamos tenido diferencias en el pasado. Con vos tuve a veces amistad, en otras ocasiones conflictos. Cuando eras secretario de prensa de la presidencia, abusaste de tu cargo para acusarme de serios delitos, uniéndote al coro del entonces fiscal general y del entonces ministro de seguridad. Te contesté en público – y luego se me olvidó - hasta que ahora un amigo me dijo: “No se te ocurra defender a Eugenio, acordate cómo te difamó...”
Pero no, lo único que defiendo es el Estado de Derecho. Espero que tengás suerte y te toque uno de los verdaderos jueces que todavía existen y que aplican la ley, no la voluntad del gobernante.
Saludos,