sábado, 14 de mayo de 2011

Carta a los jóvenes

Chavos:

están frustrados con la política. Les da asco la politiquería en la Asamblea. Les da vómito GANA. No entienden al FMLN. No creen en ARENA. Les es indiferente si existen o no CD, PDC, PCN, PLN, PP. Son demasiado inteligentes para dejarse seducir de los cantos de ‘cambio’ de Mauricio Funes.

Pero tienen una gran pasión política. Tienen ideas, propuestas. soluciones. Discuten, debaten, escuchan. Quieren un país moderno, creativo, con un Estado que se concentra en sus obligaciones y no se mete en donde sólo estorba.

Quieren hacer política, pero no quieren ensuciarse las manos. Están listos para asumir el país, pero no quieren pelear el poder. Son críticos, pero para ser rebeldes, les falta la acción...

Se quejan que no hay espacios para ustedes, que la política está secuestrada por una generación anclada en el pasado. Entonces, ¡dejen de quejarse, abran espacio, tómense por asalto a los partidos.

Y si estos no se dejan, ¡háganles competencia! Formen un partido liberal que nunca ha existido en El Salvador. Pero liberal de verdad, un partido que luche por las libertades, por el republicanismo, por los derechos de los ciudadanos frente al Estado.

Funden un partido verde como el que en Colombia causó un terremoto político y llevó a las principales alcaldías a rebeldes con capacidad de recuperar las ciudades y su tejido social y cultural...

Si los viejos no sueltan los partidos, pónganles en frente el partido de la juventud. Si no cede el conservadurismo de izquierda y derecha, irrumpan con un partido de la reforma.

O la combinación de todo esto: el partido liberal, verde y reformista de los jóvenes. Los partidos tradiciones, o se dejan reformar, o se vuelven obsoletos.

Pero de todos modos, ¡tomen la iniciativa!

Saludos, Paolo Lüers

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jueves, 12 de mayo de 2011

Carta a ARENA

Estimados:

¡¿Así que quieren un nuevo acuerdo de paz?! ¿Este es su gran aporte a la solución del problema de la violencia y delincuencia? No lo puedo creer.

¿Acuerdos de paz, entre quiénes? Entre ARENA y el FMLN, dice don Hugo Barrera. La última vez que revisé, desde el 16 de enero del 1992 no están en guerra.

¿O proponen que haya negociaciones de paz con las pandillas? Imagínenese, en una sola mesa de diálogo: la comandancia general del FMLN, revivida para este propósito; el COENA de ARENA, y los estados mayores de la MS 13 y de la Mara 18, con Monseñor Gregorio Rosa Chávez como mediador...

No, dice don Hugo, se trata de ponerse acuerdo entre FMLN y ARENA para que juntos derrotemos con la delincuencia.

Vaya, si de derrotar a la delincuencia y sus organizaciones se trata, estamos todos de acuerdo. Pero para esto no hay que hablar de un nuevo acuerdo de paz. Para esto necesitamos precisamente lo contrario: un acuerdo de guerra.

Un acuerdo de declararle la guerra a las pandillas, y sobre las medidas de guerra necesarias para derrotarlas: un estado de excepción (temporal y tal vez limitado a ciertas zonas) que permite suspender temporalmente ciertas garantías; un mandato claro y inequívoco para que la Fuerza Armada intervenga, pero que intervenga militarmente, no como ahora en tareas de apoyo a la policía.

No sean hipócritas: No hablen de acuerdo de paz cuando de guerra se trata.

Si ustedes quieren exigir al gobierno estas medidas extraordinarias, que lo digan claramente y ofrezcan asumir parte del costo político.

De nada sirve un partido de oposición que sermonea de paz cuando se trata de declararle la guerra a la delincuencia. Sólo sirve para aumentar la confusión que reina en el país y que es el principal obstáculo de la política de seguridad, sobre cómo enfrentarse a la delincuencia y sus organizaciones armadas y violentas.

Salieron a la luz pública para evaluar los dos años del gobierno Funes-FMLN en materia de seguridad, y para proponer alternativas viables a las políticas equivocadas. Pero el tiro les salió por la culata.

Saludos, Paolo Lüers

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miércoles, 11 de mayo de 2011

Las causas de la causa

Basta. Ayer entró a la ciudad de México una columna de ciudadanos que partió de Cuernavaca y llegó al Zócalo para abundar en el deseo general de recobrar la paz en el país. El detonante de esta demostración de apoyo a la iniciativa de un padre dolorido fue el asesinato de su hijo y seis amigos, sin definirse hasta el momento la motivación cierta del crimen a pesar de la captura de supuestos sospechosos. Se justifica la marcha, inevitable imagen de una especie de plebiscito sobre la guerra que el presidente Felipe Calderón declaró y ha mantenido contra el narcotráfico, caldo gordo de la irrefrenable ola criminal que padecemos. Es hora de preguntarse, en un ejercicio de autocrítica, si lo políticamente correcto es también lo periodísticamente cierto. Llega el momento de hacer una pausa para considerar si la coincidencia entre la intención política y la función informativa es razonable.

La Marcha por la Paz, la Justicia y la Dignidad exige al señor Calderón detener la violencia y restablecer la seguridad en el país. Es un anhelo general, elemental y auténtico. Parte de una realidad aritmética: las cifras prueban que la guerra de don Felipe ha fracasado. Pero, ¿por qué y hasta dónde ha fracasado? Evitemos que criticar por sistema nos impida analizar el problema con frialdad y hacer un balance sereno de pérdidas y ganancias.

El ejercicio de la crítica, según lo he manifestado en más de un Bucareli, es esencial al periodismo en esta etapa del desarrollo democrático de México. Los derechos, como nuestras facultades físicas o mentales, deben ejercerse so pena de atrofia y extinción. El periodismo tiene hoy la obligación de actuar como factor de equilibrio, freno y contrapeso de los poderes constitucionales o fácticos. Las pocas voces libres deben hacerse presentes, elevando la crítica a herramienta defensiva de derechos amenazados. Es preferible su abuso a su ausencia.

El error garrafal de don Felipe fue declarar la guerra a un enemigo de cuya fuerza no tenía la menor idea, empleando los pocos recursos a su alcance contra una organización perversa muy superior en todos sentidos. Cuando se dio cuenta de que el salón de la Tesorería no era el campo de batalla, sacó soldados y marinos a las calles y emprendió un combate en serio. Un periódico tan respetado como The Economist publicó el 14 de abril un estudio sobre el asunto. Afirma que “México ha empezado a contestar y su tenaz ofensiva contra las mafias de la droga la ha desplazado a Centroamérica”. Es una señal de que la estrategia empieza a funcionar y agrega: “Guatemala, Honduras y El Salvador están hoy entre los más violentos lugares de la Tierra, más mortíferos que las áreas convencionales de guerra”. La lucha de los mexicanos ha obligado a los traficantes a buscar lugares más seguros y se están yendo al sur. Eso parece ser una explicación a favor de don Felipe, pero la infección de América Central no alivia la nuestra, no la sustituye, sólo la extiende.

El costo para México ha sido altísimo en dinero y vidas y a la lista de bajas se han sumado víctimas de delitos ajenos a la lucha contra el cultivo, comercio y consumo de narcóticos. Resulta irónico que la muerte del joven Sicilia, impulso de la marcha culminada ayer, no sea, según los datos conocidos, producto de la guerra contra las mafias de la droga. En la misma canasta se han puesto venganzas, riñas, secuestros, migración, complicidad, delitos comunes y hasta crímenes pasionales. Véase como se vea, el mayor número de víctimas se debe a las drogas. Y 40 mil son muchos muertos.

Llega el sexenio a su otoño y no se encuentra la receta mágica. A corto plazo las balas son aspirinas. A largo, tan largo que no se le ve el fin, la destrucción de las raíces del mal: la miseria, la desigualdad, la corrupción, el encubrimiento, la ignorancia. Y, capítulo aparte, la impunidad: Pasta de Conchos, guardería infantil del Seguro Social en Sonora, centenares de asesinatos colaterales, abusos de la fuerza, violaciones de derechos humanos. Crímenes sin castigo. Un catálogo de causas es la causa de la gran protesta de ayer, producto dramático de la desesperación, del estar hasta la madre, del desgaste del gobierno.

Viejos y nuevos rencores se ventilaron en el ágora tradicional de los mexicanos.

La marcha fue un eco de gritos de angustia capaces de mover voluntades políticas sensibles a las demandas populares. Las quejas del hambre, hambre de pan y justicia, deben ser escuchadas, atendidas, acatadas. Es en la respuesta a esas voces donde se aprecia el espíritu de los gobernantes. Y su dimensión histórica.

Para bien o para mal.

(El Universal/México)

La quiebra de la Lotería no es sólo un problema político

La Lotería Nacional de Beneficencia (LNB) está camino a la quiebra, en los últimos sorteos solamente se han logrado vender la mitad de los billetes, ante este panorama mi querido amigo Paolo Lüers en una de sus famosas cartas publicadas en el MAS se pregunta si esto tiene que ver con el hecho que la administración Funes a la fecha no ha podido nombrar un presidente de la Lotería.

No puedo negar que este hecho influye, pero como digo; la quiebra de la Lotería no es sólo un problema político. Quisiera preguntarte Paolo; en estos dos años cuántas veces has comprado un billete o un vigésimo de lotería, también puedes hacerle esta pregunta a nuestros amigos en común y casi podría estar seguro que la respuesta es: no he comprado o no juego a la lotería, he ahí una de las razones del porque el negocio ya no es rentable.

Además, los que tenemos este vicio de jugar a la Lotería, cada semana compramos menos cantidad de vigésimos; simplemente porque cada vez tenemos menos dinero para usarlo en esto.

Me has hecho recordar infinidad de pláticas sobre la lotería, algunas con mi papá, otras con viejos compradores de lotería y otras con billeteros. Y te cuento, nunca le han tenido confianza a la Lotería, sin excepción siempre me han dicho que cuando un grande necesita dinero arreglan el sorteo, cuando van a venir las elecciones el partido de gobierno amaña la Lotería para tener dinero en su campaña, que cuando un presidente ha tenido una “dama” le da el premio gordo para mantenerla contenta, y así una infinidad de historias que García Márquez podría escribir una novela muy a su estilo. Y lo más curioso de todo, es que a pesar de estas leyendas urbanas siempre hemos seguido jugando (comprando).

Porque acto seguido, vienen las historias de cuando le han pegado a uno de los gordos, claro también hay una explicación para eso, dicen que de vez en cuando no hacen trampa y le dan los premios a la majada para que sigan comprando, y, con la esperanza que el siguiente sorteo sea limpio compramos un nuevo vigésimo.

Puedo decirte que nunca he escuchado a algún comprador de Lotería que me diga: hoy no voy a comprar porque el presidente de la LNB es el incapaz de Juan Pablo Durán; que ciertamente lo era, o porque al nuevo presidente lo han acusado de acoso sexual, o que hoy no voy a comprar porque la Lotería no tiene presidente. Pero si he escuchado decir: solo dame uno porque no me alcanza para más. Así, el problema de la lotería no es sólo político sino también económico.

Claro esta, poner al frente de la Lotería a personas ineptas no contribuye en la mejora del estado financiero de la institución. No entiendo porque todos los gobiernos sin excepción se empeñan en ocupar los cargos públicos para poner a políticos.

Ahora bien, el afirmar que el problema de la lotería también es económico, no significa que no hay nada que hacer, así que, señores de la Junta Directiva de la LNB, lo primero que deben de hacer es trabajar por evitar que les manden un nuevo presidente del estilo de los últimos tres, aboguen porque la plaza sea puesta a concurso público, donde los aspirantes a través de un proceso selectivo de una o más pruebas muestren sus respectivas competencias y este proceso sea juzgado por ustedes. Hay que meterse al agua y mojarse, muéstrennos que ustedes si son capaces, la Lotería esta en sus manos.

martes, 10 de mayo de 2011

Carta a la Junta Directiva de la Lotería Nacional de Beneficencia

Estimados directores:

¿Cómo diablos se hace para quebrar la Lotería Nacional? ¡Si es una empresa estatal con monopolio, sin competencia; prácticamente un negocio con licencia de imprimir dinero!

Los tristes números indican que la Lotería Nacional está al punto de quebrar; que no vende más que la mitad de sus boletos. La gente ya no le tiene confianza a la Lotería...

¿Tendrá que ver algo con el hecho que la administración Funes en dos años no ha podido nombrar a un presidente de la Lotería profesional y honesto y que no sea cuestionado por cuestiones éticas?

Primero nombraron a Juan Pablo Durán, aquel personaje que fue expulsado primero del PDC por acusaciones de acoso sexual, luego del CD, y también fue despedido como presidente de la Lotería, sin que nunca se aclararon los rumores sobre manipulaciones de los premios...

Luego Funes nombró a un señor José Ernesto Mancía Salinas, pero a los meses la Fiscalía General de la República le abrió una investigación por acoso sexual a una empleada. Primero pidió dos meses de licencia sin goce de sueldo, para luego renunciar, en febrero del 2011...

Desde entonces, Mauricio Funes no ha nombrado al sucesor. La Lotería Nacional de Beneficencia, luego de tener durante año y medio a dos diferentes presidentes cuestionados por faltas graves a la ética gubernamental, tiene ya tres meses de acefalía, conducida por una presidente interina que tiene otro trabajo a tiempo completo en el Seguro Social.

Tal vez esta es la receta para lograr lo casi imposible: quebrar una lotería nacional, a pesar del monopolio que ejerce en el mercado.

Sería interesante escuchar de boca de ustedes, que tienen la responsabilidad institucional de supervisar este patrimonio del pueblo, cómo ven la caída de la Lotería y cómo piensan resolver el problema. ¿O simplemente están esperando que el presidente de la República les mande otro personaje dudoso para hacerse cargo de la Lotería...?

Saludos, Paolo Lüers

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Dejen de promover las inversiones en Honduras


Paolo Lüers

Es ilógico invitar al capital internacional a invertir en El Salvador - y al mismo tiempo censurar al capital salvadoreño por invertir fuera del país.

O se cree en la globalización, o no. De todos modos, es un hecho. Si apostamos a la globalización, apostamos a que el capital -no importando de donde provenga- va a invertir en los países que mejores condiciones de negocio ofrezcan: seguridad jurídica, certidumbre política, solidez del sistema político, libertades económicas, políticas fiscales racionales, estado y burocracia eficientes, oferta laboral bien formada...

Si se apuesta a la globalización -y el gobierno salvadoreño lo hace, por lo menos en su discurso, cuando invita al capital internacional a invertir en El Salvador -, se tiene que apostar a ser unos de estos países atractivos para la inversión.

No se le ocurriría a la jefa del gobierno alemán Angela Merkel a criticar a la Siemens, (la Volkswagen, la BMW, la Bayer, la Mercedes Benz...) por las multimillonarias inversiones que han hecho en las últimas décadas en China, Brasil, México, Rusia e innumerables países más. Ni a ella ni a otros gobernantes europeos se les ocurriría a censurar o sermonear a los capitalistas de sus países por haber convertido sus empresas en corporaciones multinacionales.

Ellos saben lo que Mauricio Funes no es capaz de entender: Las empresas nacionales y los puestos de trabajo que han creado a nivel nacional, dependen de su capacidad de consolidarse en el mercado global. La Volkswagen no sería la número dos de los fabricantes de automóviles del mundo si no hubiera construido fábricas en Rusia, China, Brasil, Estados Unidos, Sudáfrica, y México y si no hubiera adquirido la Seat española y la Skoda checa. Y los miles de puestos de trabajo en las fábricas en Alemania no estarían seguros, si la Volkswagen no hubiera invertido en el exterior.

En vez de censurarlos, el presidente debería apoyar a las pocas empresas salvadoreñas que con su política de expansión a nivel centroamericano (y más allá) han logrado fortalecer sus negocios y asegurar los puestos de trabajo en sus casas matrices en El Salvador. ¿Quién sabe cómo les hubiera ido a empresas como Almacenes Simán, Constructora Simán, Grupo Roble, Agrisal, Grupo Q, TACA si no hubieran diversificado sus inversiones en varios países? ¿Quién sabe cuántos puestos de trabajo salvadoreños no se han salvado haciendo parte de sus inversiones en el exterior? La empresa de mantenimiento de aviones Aeroman, hoy una importante fuente de trabajo altamente calificado en El Salvador, ni siquiera se hubiera creado si TACA hubiera decidido limitarse a sus operaciones en y desde El Salvador, en vez de invertir fuertemente en toda América Latina. Y tampoco existiera hoy TACA...

Un presidente que permanentemente sermonea a los empresarios que dejen de invertir a nivel regional y global, obviamente no entiende nada de las dinámicas y del carácter del capital. Cuanto capital se invierte en El Salvador, no depende del grado de patriotismo de los empresarios e inversionistas nacionales; tampoco del grado de solidaridad de los inversionistas extranjeros. Patriotismo, amistad y solidaridad no tienen nada que ver con inversiones. Dependen de la eficiencia del gobierno y de su voluntad y capacidad de crear en El Salvador condiciones favorables para las inversiones.

El capital es como el agua: fluye donde menos resistencia hay. Al agua se le ponen obstáculos, y va por otra lado. Así el capital. El Estado le pone obstáculos, costos adicionales, restricciones burocráticas, dificultades y atrasos en concesión de permisos, inseguridad jurídica, miedo que luego de las próximas elecciones cambien las reglas del juego entre Estado y mercado - y busca otros caminos con menos resistencias y trabas, en otros países.

En este sentido, el gobierno FMLN-Funes parece una agencia de promoción de inversiones en Honduras y no en su propio país. Cada día que el gobierno salvadoreño regaña a los inversionistas, en vez de crear reglas claras, trámites ágiles, y un clima propicio para negocios en El Salvador, más capital va a los vecinos en Honduras que tienen un gobierno enfocado en la promoción de nuevas inversiones.

El Salvador no será un país de mayor inversión mientras los ministerios no tramiten con agilidad y eficiencia los permisos ambientales, mientras Hacienda no abra ventanas únicas para todos los trámites para crear empresas, mientras no se reforme la reforma agraria, mientras el ministerio de Trabajo rechaza todas las solicitudes de flexibilización de horarios, mientras los permisos de exportación e importación dependen de tantos trámites engorrosos, etc. Y mientras el FMLN no diga, de una vez por todas, cuál serían sus políticas económicas y sociales en caso que logren ganar las próximas elecciones presidenciales, esta vez sin depender de sus actuales aliados que consideran neoliberales...

Sermonear no sirve para atraer inversiones. Hace falta un Estado eficiente y políticas que remueven obstáculos e incertidumbres en vez de aumentarlos.

Es cierto que en gobiernos anteriores muchas de estas trabas se superaban mediante corrupción y tráfico de influencias. Otras simplemente debido a la buena relación entre gobierno y empresa privada. Algunas de estas vías se han cerrado, porque ya no existe esta relación simbiótica entre empresas y funcionarios, lo que en el fondo es positivo. El problema es que no se han abierto nuevas vías de solución mediante la modernización del Estado. Si no, la burocracia se convierte en obstáculo, sobre todo en manos de funcionarios ideológicamente prejuiciados contra la empresa privada.

(El Diario de Hoy)

Certifica.com

lunes, 9 de mayo de 2011

Carta de Amor

Ya te conocía de antes, pero te descubrí en Costa Rica. Me impresionó siempre tu capacidad para dar. Me impresionó siempre tu avidez por el conocimiento. Me ha impresionado siempre que tu corazón sigue entregando amor, aunque te ha dado golpes duros la vida. Me impresionó siempre la manera en que me recibiste. Siempre fue mi casa donde tú estuvieras. Me acuerdo tan claro de tantas cosas que me han ido impresionando de mi vida con vos.

Criaste a cinco hijos, buenas personas todos, se dedicaron a muchas cosas, a empresarios y revolucionarios. Siempre fueron honestos y fueron defensores de la verdad. Nunca ninguno de ellos ha dejado de quererte y de estar siempre de alguna manera con vos. Tú sabes que yo soy observador, que hablo poco y que cuando tengo algo que decir mejor lo escribo. Creo que mucho de ese gusto por escribir lo tengo en parte por vos.

Las letras han sido tu compañía durante toda tu vida. Has escrito cuentos, has hablado de los salvadoreñismos, has formado tantas generaciones y muchos alumnos te han querido. Tus clases ya no se llaman gramática o redacción, tienen tu nombre. No hay quien no te recuerde como un poco loca, apasionada y siempre interesante.

Te conocí en Costa Rica porque de ahí son mis primeros recuerdos. Tú me conociste a mí desde que nací. Desde que llegue a este mundo has sido mi guía, un ejemplo, una colección de valores, una amiga, una madre y hasta a veces una abuela. De todos tus nietos soy yo el mayor, tengo la suerte de conocerte por más tiempo.

Y es que, como no vamos a querer ser mejores, si tú nos has enseñado a perseverar, a que cuando las cosas se ponen difíciles, siempre se puede tener una sonrisa y el buen animo para continuar. Nunca es tarde para empezar. Pocos saben que a tus 40 años decidiste estudiar en la universidad, con tanta gana y entusiasmo que has terminado ya dos maestrías, y que si encontraras algo más, también lo harías.

Siempre que puedes viajas todos te reciben con los brazos abiertos, porque tú siempre en tú casa tuviste las puertas abiertas para cuantos viajeros se quisieron asomar.

Desde siempre has tenido una sensibilidad especial con los desfavorecidos. Te acusaron tus propios amigos de tantos pecados, por el hecho de tener amigos Jesuitas y trabajar con monseñor Romero. Ahora te lo puedo decir, es un ejemplo que nos guía siempre y lo aprendimos de vos. Has heredado tu pasión por las causas justas a la generación de tus hijos y tus nietos, esa bendición la hemos recibido en mucho por vos.

Has pasado hasta historias de muerte y de amenazas a tu vida, pero sos demasiado discreta para contar. Has estado ahí para tantas personas. Te has arriesgado, has llorado por tus hijos, has recibido risas y amor, has compartido plato con la pura y dura oligarquía o te has sentado a compartir el mismo plato en La Chacra. Me enseñaste la importancia de dar las gracias, de pensar y de amar con libertad. Por esta y tantas cosas más Aba, Carmencita Álvarez, feliz día de la madre.

Con amor,

Tu nieto Rodrigo.

P.D. Feliz día de la Madre a todas!