Publicado en MAS y EL DIARIO DE HOY, 16 de abril 2020
Estimado Sr. Bukele:
Todos sabemos que sus asesores jurídicos no son grandes lumbreras en materia de derecho constitucional. Pero incluso ellos saben perfectamente que la inviolabilidad de la vivienda es un derecho constitucional que no puede ser suspendido por decreto ejecutivo. La Asamblea Legislativa puede suspenderlo en un Decreto de Estado de Excepción. Pero ni siquiera en el ya extinto decreto de Estado de Excepción se incluía una limitación al derecho de inviolabilidad. ¿Y sabe por qué? Porque no era necesario.
¿Qué sentido puede tener dar al Ministerio de Salud el derecho de entrar en nuestras casas? ¿Acaso quieren revisar si tenemos guardada una abuelita con síntomas de COVID-19? ¿O quieren constatar si los esposos usan guantes y mascarillas en su recinto matrimonial?
Es obvio que no hay ninguna razón técnica médica que justifique una invasión constitucional de la invasión de la vivienda. Entonces, uno se pregunta cuál es el propósito de incluir en un decreto ejecutivo una inconstitucionalidad de este tipo. La única respuesta que se me ocurre es que lo hace para mostrar que puede pasarse encima de la Constitución, o sea para mostrar su menosprecio a las limitaciones que esta a su poder.
La protesta contra este atrevimiento posiblemente resta importancia a otro problema que surge paralelamente: la falta de protección del personal médico y de enfermeras, no solamente en el Zacamil, sino en varios hospitales. Si no se pudo aprovechar la contención de la epidemia, que se logró con las medidas de cuarentena, para preparar los hospitales y su personal para la llegada de pacientes que requieren hospitalización es una falacia del gobierno.
Ambos problemas -la falta de protección del personal médico y la inconstitucionalidad en el Decreto Ejecutivo – tienen un impacto desastroso sobre la confianza que podemos tener en nuestro gobierno en esta crisis y todo mundo sabe que esas crisis solo se supera con base en la confianza y la transparencia.
No sé si todavía está a tiempo, pero urge entregar el diseño de la estrategia del combate contra la epidemia a los mejores médicos, científicos, juristas y economistas del país. La crisis actual es demasiado seria para manejarla con su estilo de improvisación.
Saludos,