sábado, 8 de septiembre de 2018

Carta a los salvadoreños sin trabajo fijo y digno: Digan “¡Es el empleo, estúpidos!”

Estimados amigos:
Al inicio de la campaña presidencial del 1992, cuando Bill Clinton retó al presidente George Bush padre, quien buscaba un segundo mandato, hubo una reunión interna del el equipo de campaña de Clinton para definir la estrategia. James Carville, el estratega maestro de Clinton, puso en la pizarra tres frases que representaban tres diferentes conceptos de en qué enfocar la campaña:

• Change versus More of the Same: Cambio en vez de Más de lo Mismo
• Don’t forget Health Care: No se olviden del Seguro de Salud
• Economy and jobs: La economía y empleos

La mayoría de los expertos en mercadología política y propaganda presentes apoyaron la fórmula mágica #1, algunos la segunda, y casi nadie la tercera. Hasta que Carville comenzó a hablar: “It’s the economy, stupids! – Es la economía, estúpidos. Cambio en vez de Más de lo Mismo es pura demagogia. Cambio puede ser cualquier cosa, y nadie cree en algo que no sea concreto. El Seguro de Salud es demasiado técnico. Lo que la gente necesita es trabajo…

Carville ganó el debate. “It’s the Economy, stupids!” se convirtió en la consigna central de la campaña. Clinton ganó.

Pero hay que entender esta historia bien: Esta consigna no se la inventó James Carville. Él la recogió en las fábricas y las escuelas del país. Era lo que la gente estaba diciendo a los políticos. Por esto fue una consigna victoriosa.

Aquí la trillada consigna de “el cambio” ganó con Funes en el 2009, pero solamente porque ARENA fue suficiente estúpido para no decir otra cosa que “Sigamos con los mismo”. “El cambio” siempre gana a “Más de lo mismo”. Pero jamás gana a una campaña focalizada en la real necesidad de la gente.

El actual candidato de ARENA, Carlos Calleja, corre con la consigna “Trabajo para todos” y promete crear 80 mil nuevos empleos al año. Con esto, va en la dirección correcta, porque el empleo, en El Salvador, es clave para todo, aun más que en los Estados Unidos de Bush padre y Bill Clinton. Aquí el empleo es clave para los tres problemas centrales no resueltos del país: la crisis de crecimiento, la crisis de seguridad, y la incapacidad de superar la pobreza extrema.
James Carville le diría a Calleja y su equipo: Ya que tomaron la decisión correcta de no combatir la amenaza populista con otro populismo, ¡hazlo bien y consecuente! Yo no solo dije: “Economía y jobs”, yo dije: “Economía y jobs, ¡estúpidos! Hay que ser agresivo e ir a la ofensiva para que la gente les entienda. Y sobre todo, hay que ser consistente: enfocar todo en el meollo del asunto. Hay que vincular todo con el empleo: la reforma educativa, la pobreza, el crecimiento, la exclusión social, seguridad, el abandono de los barrios…

Bueno, pero no estoy escribiendo una carta a los estrategas de campaña, sino a los que van a definir esta elección: los millones que no tienen empleo fijo, ni la educación y formación vocacional para que su trabajo sea digno y seguro para el futuro.

Las campañas, para ser ganadoras, tienen que ser reflejos de lo que la gente necesita. No estoy hablando de lo que la gente quiere escuchar, sino de lo que necesitan. Ustedes tienen que expresarse y exigir. Ustedes tienen que interrumpir a los candidatos, cuando les dan discursos demagógicos, e insistir en soluciones concretas y viables.

Decir “Trabajo para todos” y prometer 80 mil empleos al año no es suficiente. Ustedes necesitan saber cómo se va a hacer. Tienen que exigir a los candidatos, en este caso a Carlos Calleja, de dónde saco el número de 80 mil. Esta es la cifra de jóvenes que cada año entran al mercado de trabajo y no encuentran nada. Entonces, estamos hablando de 80 mil empleos para jóvenes. Pero esto no funciona por arte de magia. ¿Cuáles son las prioridades en el gasto del Estado que van a cambiar? ¿Qué van a cambiar en la educación media para que esto sea realista? ¿Cómo van a construir un sistema nacional de formación vocacional? ¿Cómo van a asegurar que mayor empleo se traduzca en más seguridad ciudadana?

Adopten ustedes la consigna “Empleo, estúpidos!” Grítenla cuando vienen a hablarles paja sobre “Los mismos de siempre” y enseguida los prometen cualquier cosa. Grítenla también cuando les vienen a hablar de trabajo, pero sin decir ¿dónde, cómo, para quién?


Saludos,




viernes, 7 de septiembre de 2018

¿Una Cicies o reformar leyes e instituciones? Columna Transversal

Lo que está en juego en el país ahora es si vamos a tener o no una institucionalidad capaz de cerrar los espacios que tan evidentemente han estado abiertos para la corrupción al más alto nivel del gobierno. Sobre este tema necesitamos propuestas y acciones concretas de los hombres que quieren ser el próximo presidente de la República. Pero no solo propuestas, sino también compromisos confiables —y acciones, desde ya.

Nayib Bukele propone la instalación de una Comisión Internacional contra la Impunidad a semejanza de la CICIG que Naciones Unidas instaló hace 10 años en Guatemala, y de la que el presidente Jimmy Morales quiere deshacerse antes de que lo enjuicien.

La CICIG ha sido exitosa, sin ella no hubieran renunciado y no estarían condenados por corrupción el ex presidente Otto Pérez y su vice. Pero ahora vemos que no es una figura sólida, porque su existencia depende de decisiones del presidente. Por esta razón, siempre he estado escéptico, cuando aquí la sociedad civil exigía una CICIES. Necesitamos apoyo, experticia y músculo internacional para enfrentar la corrupción sistémica, pero poco sirve una Comisión Internacional si no reparamos, de una vez por todas, las fallas institucionales que han permitido la inmunidad de los corruptos.

No hay que descartar la posibilidad de una CICIES, pero igual hay que considerar otras figuras para captar apoyo internacional. Pero sin un plan integral de fortalecer y dotar de independencia y capacidad de controlaría efectiva a la Fiscalía, la Corte de Cuentas, la Sección Probidad, ninguna forma de apoyo internacional será capaz de resolver nuestros problemas.

En estos precisos momentos estamos en medio de una batalla por no permitir un retroceso en el rol positivo que la Sala de lo Constitucional, la Sala Plena, y su Sección Probidad han tenido en la lucha contra la corrupción y para construir institucionalidad democrática y sólida. De esto se trata la gran tensión en la Asamblea sobre los magistrados a elegir. Y de esto se trata el bloqueo que GANA está encabezando (y el Frente está respaldando), con la finalidad de alterar la correlación de fuerzas en la Corte Plena y en la Sala. Del desenlace de esta lucha depende todo lo demás: el futuro de Probidad, de la Corte de Cuentas, de la Fiscalía. Qué papel van a jugar estas instituciones en la lucha contra la impunidad y corrupción —un rol protagónico o uno obstaculizador-, depende de la futura Sala de lo Constitucional y de la correlación de fuerzas en la Corte Plena.

Por esto es poco creíble que un candidato anuncia que va a instalar una CICIES en el futuro, pero en el presente, en el momento crítico, no hace nada para asegurar que la lucha contra la corrupción no se estanque en la futura Corte Suprema.

Si los candidatos nos quieren convencer que desde la presidencia van a combatir la corrupción, tienen que intervenir ahora en esta decisión trascendental de la Asamblea, o sea de los partidos políticos. Bukele y Hugo Martínez no han querido (o podido) intervenir para que sus partidos (GANA y FMLN) dejen de obstruir la elección de los magistrados. Carlos Calleja ha logrado que su partido ARENA, luego de muchas vacilaciones, haya tomado una posición consistente en contra la tentación de negociar cuotas y en pro de una elección basada en méritos e idoneidad. Sin embargo, aún no ha logrado construir posiciones y propuestas consensuadas entre los partidos de su coalición.

Ambos, Bukele y Calleja proponen la eliminación de la Partida Secreta. Pero hay diferencias: Solo Calleja y los partidos de su coalición convirtieron esta propuesta en iniciativas legislativas, dentro de un paquete de 5 reformas que permitirían cerrar el espacio a la corrupción desde el Ejecutivo. Y solo Calleja precisó y a la vez amplió la propuesta: Comprende todos los fondos que están a la disposición discrecional, sin rendición de cuentas, del presidente, de ministros y de otros funcionarios del Estado —y de las transferencias presupuestarias sin aprobación de la Asamblea que nutren a estos fondos. El paquete de medidas propuesto por Calleja cuenta con 49 votos en la Asamblea y puede ser aprobado sin demora, excepto la reforma constitucional que alarga el periodo de prescripción para delitos de corrupción de 10 a 20 años.

Pasar directamente de la propuesta a la iniciativa legislativa es un concepto novedoso para campañas presidenciales. Para una oposición que dispone de mayoría legislativa parece un paso lógico, porque de otra forma las propuestas son meras promesas y tienen poca credibilidad y consecuencia. Este paquete legislativo habría que completarlo con otras piezas: Una reforma de la Ley de la Corte de Cuentas, una nueva Ley de Probidad, y una reforma que asegure a la Fiscalía independencia verdadera, asignándole un porcentaje fijo del presupuesto de la nación. Una vez que todo esto sea diseñado y aprobado, habrá que analizar de qué forma organismos internacionales pueden fortalecer y complementar las instituciones salvadoreñas en su lucha contra corrupción e impunidad. Una forma a considerar sería una CICIES, otra sería una reingeniería de la Fiscalía General de la República, incluyendo comisiones mixtas con organismos internacionales.


jueves, 6 de septiembre de 2018

Carta a la gente de Oriente: No se dejen engañar con un proyecto fantasma

Estimados amigos al otro lado del Lempa:
Voy a comenzar una serie de cartas y columnas sobre las primeras propuestas concretas que lanzan los candidatos presidenciales. Algunas se prestan más para cartas, que es el formato menos analítico, más polémico, a veces irónico (o incluso sarcástico) para tratar cosas serias. Otras propuestas requieren más análisis y contexto y serán tratadas en las columnas editoriales o la sección Observadores.

Comienzo con una propuesta del señor Bukele, la más reciente: La construcción de un Aeropuerto Internacional a nivel del primer mundo en Oriente.

Es un tema para una carta, no para un análisis serio. Porque no es una propuesta seria. Es para llamar la atención. La estrategia general de la candidatura de Bukele (y del nacimiento de Nuevas Ideas) es captar los sentimientos de frustración, resentimiento y abandono que tiene la mayoría de la población. Y este sentimiento tiene razones de ser sobradas – y es particularmente fuerte en Oriente. Porque Oriente ha sido abandonado.

El FMLN, que también quiere explotar este sentimiento de abandono, se inventó la Zona Económica Especial – y los cuentos chinos de grandes inversiones de sus nuevos amigos en Beijing en el puerto La Unión y en las zonas costeras. Entonces, Bukele, quien anda en la caza de los votos históricos del Frente, ofrece a ustedes algo aun más sensacional: Un Aeropuerto Internacional “del primer mundo”. Ustedes ya no tendrán que viajar a Comalapa para abordar aviones o para recoger a sus familiares. Y así como los aeropuertos grandes del primer mundo, este en Oriente generaría un polo de inversión, empleo, progreso. Suena bien.

Sin embargo, así como el puerto de La Unión ya tiene 10 años sin servir para nada, le pasaría al Aeropuerto Internacional Oriente. Para que un puerto o un aeropuerto se vuelva internacional y polo de desarrollo, tiene que existir una demanda real. El puerto de La Unión no ha podido atraer a quien lo opere, porque en Oriente hay muy poco qué embarcar y desembarcar. Lo que Oriente necesita es inversión sistemática y sostenible en producción de bienes, no otra ruina de un desarrollo artificial.

Es cierto que Oriente tiene un problema serio de conectividad que frena su desarrollo económico y productivo. Por esto haría mucho sentido pensar en un proyecto de tren rápido que conecte La Unión, San Miguel y Usulután con San Salvador y hasta con Santa Ana – y en llevar nuestra raquítica red de autopistas más allá del Rio Lempa, donde termina ahora.

De nada le sirve a Oriente (ni al país) un segundo aeropuerto internacional. Los aeropuertos internacionales funcionan cerca de centros de concentración de población, comercio y producción. Hay que invertir en el transporte aéreo, pero en la conversión de Comalapa en un verdadero aeropuerto internacional – y conectarlo con trenes y autopistas con el resto del país, incluyendo Oriente.

No tiene sentido inventar proyectos de cientos de millones de dólares, sin haber hecho estudios serios de factibilidad, financieros y de desarrollo territorial. Nada de esto ha hecho el señor Bukele, antes de anunciar su Aeropuerto Internacional Oriente, igual que no lo hizo antes de anunciar que iba a llevar a Nuevo Cuscatlán 1000 millones de dólares de inversión; o cuando comprometió la estabilidad financiera de la alcaldía de San Salvador con su Mercado Cuscatlán.


La propuesta del aeropuerto es populismo puro e irresponsable. Reprobado, candidato. Mejor que no tenga oportunidad de poner en práctica semejantes disparates.


Saludos,


Posdata: En la siguiente columna editorial haré un análisis comparativo de las propuestas de Bukele y Calleja sobre cómo enfrentar la corrupción.

 

martes, 4 de septiembre de 2018

Carta a Raúl Mijango: Persecución política

Querido Negro:
Hace un año que no te veía. Te detuvieron en agosto del 2017. Desde entonces estás en Mariona. Hace poco, te vi en una audiencia. Me impactó verte tan gordo, pero no gordo saludable, sino inflado por la diabetes y otros males y por la falta de la atención médica necesaria. Vos siempre pones buena cara, tirando carcajadas, pero a mi no me puedes engañar. No lograron quebrarte el ánimo, pero sí la salud. Salí triste de este encuentro – y con rabia.

De nada te sirvió que te absolvieran en el famoso “caso tregua”. Ni siquiera tuviste chance de escuchar la sentencia absolutoria del juez Godofredo Salazar, porque estabas grave e internado en el Seguro Social. Ahí mismo los fiscales, al ver que estaban perdiendo el “caso tregua”, te imputaron otro delito (llegando al extremo de esposarte en tu cama de cuidados intensivos). Esta vez por extorsión, acusación “fundamentada” en el mismo jefe de pandilla convertido en testigo criteriado, cuyos cantos la fiscalía ya había usado en el “caso tregua”. Y poco después, basándose esta vez en el “testimonio” de otro cabecilla criteriado, te acusaron hasta de homicidio. Así que con estas dos acusaciones encima ya no saliste de Mariona, donde irónicamente compartís la famosa Sección 9 con Luis Martínez, el fiscal que inició la persecución tuya, con Tony Saca y sus colaboradores. (Espero tu libro sobre estas convivencias.)

Por las dudas, la Fiscalía fue a la cámara especializada y consiguió que levantara la sentencia absolutoria en el caso madre de toda esta persecución, el “caso tregua”. Tiene que repetirse la vista pública. Obviamente la fiscalía especula que, por mal que estén planteadas, una de estas tres acusaciones pegue…

Esta es la historia resumida de la persecución sistemática y maliciosa contra un hombre que cometió el pecado de prestar sus servicios de mediador para reducir la violencia y abrir espacios de diálogo que podían preparar el camino para construir la paz social.

Siempre he mantenido que esta persecución es política. Su objetivo real es erradicar, de una vez por todas, la idea atrevida que el diálogo y la mediación pueden ser un instrumento legítimo y útil para enfrentar la crisis de la violencia. Para borrar esta idea, que algunos ven como peligrosa, del imaginario popular, tienen que destruirte, quitarte toda la credibilidad adquirida, y convertirte de mediador en delincuente.

Para esto han construido los casos que te tienen en Mariona. En el asunto de extorsión, vos actuaste de mediador. Fue la empresa extorsionada que te solicitó que mediaras para poder llegar con las distintas pandillas a un acuerdo que por lo menos garantizara la vida de sus vendedores y motoristas. Lo lograste. La empresa y sus empleados se beneficiaron. Nadie murió. Pero la Fiscalía te acusa de extorsionista. Un extorsionista que actuó por pedido de la víctima – y de choto…

La acusación de homicidio es aun más perversa. Detectaste que una clica estaba rompiendo el acuerdo de cese al fuego que las diferentes pandillas habían alcanzado. Como mediador, encaraste a los firmantes de este acuerdo, exigiéndoles que resolvieran este problema. El responsable de los incidentes después cayó preso, y en el penal lo ajusticiaron por desobediencia. Y nuestra fiscalía acusa al mediador de haber dado la orden de asesinarlo. Los cabecillas no reciben órdenes de nadie fuera de su pandilla, y lo único que hiciste es informarles de un problema que estaba a punto de romper la tregua. Otra vez, el mero ejercicio del papel de mediador está siendo criminalizado.


A pesar de todo, quiero seguir creyendo en nuestro sistema de justicia. De todos modos, no queda otra. Sigo pensando que cuando uno logra hacer transparentes los casos, la opinión pública conseguirá que la justicia corrija los errores de la fiscalía. Es por esto que vuelvo a escribir sobre vos. Y lo haré hasta que estés en libertad, absuelto de las acusaciones absurdas, recuperando tu salud y tu vida.


Saludos, tu amigo Paolo