viernes, 30 de octubre de 2020

Carta a Mario Durán: Campaña apestosa. De Paolo Luers

 

Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, sábado 31 octubre 2020

Hace dos semanas publiqué una carta dirigida a Usted y titulada: “Humillando a los pobres”.  Se trató de los espectáculos que su equipo de campaña puso en escena en plazas públicas, con “los pobres” como comparsas, recibiendo de Usted alimentos y rótulos de campaña. 

Yo pensaba que esto era lo más bajo que usted iba a llegar en su campaña para convertirse en alcalde capitalino. Pero no. Luego vino la campaña de la basura.

 

La campaña del tufo  

 

Cuando dejó de funcionar el servicio de basura, porque Usted mandó a unas turbas a cerrar el paso al botadero de Nejapa, guardamos las bolsas en la casa. Hasta que el olor nos obligó a sacarla al pasaje. Cuando a los días la basura comenzó a regarse, porque los chuchos abrieron las bolsas, la sacamos de la residencial y la acumulamos en la calle. Pero nuestra calle, en cada tormenta, se convierte en rio, y la basura comenzó a flotar cerro abajo. Por suerte, este día llegaron cuadrillas y camiones de la alcaldía y evitaron un desastre mayor (como luego se hizo en el centro, donde la basura tapólos tragantes (e inundo las calles. 


“Si Durán nos hace esto, sólo para fregar a Neto, ojalá nunca que nunca llegue a la alcaldía,” dijo un vecino. 

 

La campaña del ‘rescatista’

 

Otra vez pensé: Hoy sí, este maitro llegó al fondo de la politiquería. Pero no. Mientras todavía estamos viviendo, gracias a Usted y sus turbas, con grandes basureros por donde vayamos en la ciudad, vino el deslave de Nejapa. Para los vecinos de las comunidades soterrados, la muerte y la pérdida de todo. Para el municipio de Nejapa y los rescatistas, los paramédicos y los soldados, el campo de una batalla contra el tiempo para rescatar víctimas. Para usted, otra oportunidad para hacer campaña.



Está bien, usted como ministro de Gobernación es el máximo responsable de Protección Civil. Tiene que coordinar los esfuerzos de todo el gobierno, la alcaldía, las organizaciones de rescate. Tal vez por esto fueron tomándose fotos en Nejapa también el ministro de Defensa, el director de la PNC, la ministra de Vivienda, y la Comisionada Presidencial de Multiusos. Pero en vez de dedicarse a coordinara, usted llega al sitio de la tragedia, rodeado de las cámaras de su equipo de campaña, para posar de “rescatista en jefe”, con lodo en la cara y abrazando a un sobreviviente. Y cuando el alcalde de Nejapa se acerca para coordinar con Usted, entra en acción su guardaespaldas, el comisionado Mauricio Arriaza, para apartarlo y amenazarlo. Al alcalde, como si fuera un bolo de pueblo. Y sí, el mero director general de la PNC actuando como rufián para que nadie interfiera con la producción del spot de televisión del señor ministro y candidato...

 

Hay un video, que por suerte ya se hizo viral en las redes, donde el alcalde se acerca y le pregunta a usted cuál será el siguiente paso. 

El comisionado Arriaza, cerrándole el paso al alcalde, le dice: “Respete, yo soy la autoridad.”

El alcalde Adolfo Barrios contesta: “Yo también soy la autoridad, y ustedes están en mi territorio.” 

Le levanta la voz el director de la PNC: “Si no acata, tomaré otras medidas.”

 

A esto hemos llegado, gracias a la actitud prepotente y agresiva de ustedes. Y es por esto que usted nunca va a llegar a ser alcalde de San Salvador.

 

Saludos,





miércoles, 28 de octubre de 2020

Carta a los asustados por el fantasma. De Paolo Luers



Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, jueves 29 octubre 2020

Corre otra vez el fantasma de la desdolarización. La ilusión de que el país podía salir a flote regresando al colón. Lo que no saben los que juegan con esta locura es que al solo mencionar la palabra ‘desdolarización’ están metiendo miedo a los ahorrantes, a los inversionistas, a los banqueros, a los pensionistas, y que esta incertidumbre nos va a hundir aún más en la crisis fiscal que ya tenemos.

En los días después de la dolarización, en el 2001, Schafik Handal siempre llevaba un billete de 5 colones en la bolsa de su saco, donde normalmente los caballeros de antaño andaban su pañuelo. Era otra forma más de protestar con la decisión del gobierno de Francisco Flores de dolarizar nuestra economía. Una vez que Schafick llegó a La Ventana, con su billete de colones como pañuelo, le pregunté si realmente pensaba que era preferible regresar al colón. Echó una de sus famosas carcajadas y me dijo: “No, hombre, este sería el acabose de nuestra economía. Es irreversible. Pero esto no quita que yo voy a seguir diciendo que fue un error la dolarización.”

En los siguientes 20 años, siempre cuando el país estaba en crisis fiscal, alguien revive el fantasma y vuelve a plantear que deberíamos regresar al colón. Pero siempre los que coquetearon con la desdolarización lo hicieron desde la certeza de que esto no iba a pasar. Por ejemplo Salvador Arias, quien en paz descanse. Nunca dejó de hablar de la necesidad de que El Salvador tuviera su propia moneda, y uno de sus admiradores principales fue Nayib Bukele, cuando ingresó al FMLN y adoptó discursos radicales de izquierda para abrirse espacio. 

En cambio, todos los economistas serios coinciden que sin haber adoptado el dólar El Salvador se hubiera hundido en la inflación y la recesión, y que regresar al colón significaría la inmediata fuga de capitales, no solo de los inversionistas, sino de los pequeños ahorrantes, y el subsiguiente colapso del sistema bancario de El Salvador.

Sin embargo, ante la situación crítica de las finanzas públicas, hoy anda asustando nuevamente el fantasma de la desdolarización en los pasillos de Casa Presidencial, del Banco Central de Reserva y del Ministerio de Hacienda. No sé si realmente lo consideran como una opción, o si solo quieren que el fantasma asuste a todo el mundo, y que asíhaya menos resistencia contra medidas como el aumento del IVA y otros asaltos a la economía familiar…

O tal vez piensan que si echan la culpa de su desastre fiscal a la dolarización, pueden ganar puntos en las elecciones del 2021. Sería otra versión de su tema preferido: La culpa la tienen los 30 años de ‘los mismos de siempre’.

No creo que esto les funcione. Esta crisis económica, fiscal y social es de ellos mismos, de un gobierno irresponsable e incapaz de ordenar las finanzas. No pueden echar la culpa a nadie, ni a ARENA o el Frente, ni tampoco a la epidemia. Ya la gente lo sabe.

Lo preocupante es que con la purga que hicieron en el Ministerio de Hacienda, sacando a Nelson Fuentes y otros cuadros técnicos y sustituyéndolos por amigos incondicionales del presidente, ya no hay quien les pueda explicar los riesgos fatales que corren con las diferentes opciones que consideran para salir de la crisis: la desdolarización o el aumento drástico del IVA. Tampoco hay nadie en el Banco Central que pueda cumplir su función y argumentar con conocimiento y responsabilidad, luego de que se volaron al último presidente de esta institución, porque cometió la imprudencia de decir a la Asamblea la verdad sobre el manejo financiero del gobierno.

Las decisiones las va a tomar un presidente que todavía piensa que Salvador Arias era Jesús, y que preside un gabinete en el cual no existe ni una sola persona que podría explicar las consecuencias de la desdolarización o del aumento del IVA.

Nuevamente, la última línea de defensa la forman la Asamblea, que tendría que aprobar o parar cualquier aventura fiscal, y la Sala de lo Constitucional que tendrá que vigilar que el gobierno no proceda al margen de la ley.

Hay que fortalecer esta última línea de defensa. Ahora y en febrero de 2021.

Saludos,





lunes, 26 de octubre de 2020

Carta a los que ven El Salvador en el espejo de Chile o al revés: Están equivocados. De Paolo Luers

 


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, martes 27 octubre 2020

Casi da hueva de tener que decirlo: Chile no es El Salvador. El Salvador no es Chile. Confundirlos es un error estúpido o una mentira. 

Erran (o mienten) quienes por estar en contra del intento del gobierno Bukele de cambiar la Constitución de El Salvador se identifican con la campaña del NO en el plebiscito sobre una nueva Constitución en Chile. Mejor revisen bien quiénes promovieron el NO y se darán cuenta que no son quienes comparten el compromiso de la oposición salvadoreña con la democracia y contra la militarización… 

Y también erran (o mienten) los que por el triunfo del SÍ en Chile ven legitimado el intento de Nuevas Ideas de convocar también en El Salvador una Constituyente y redactar una nueva Constitución.

En Chile, exigir una nueva Constitución tiene sentido. Luego de la dictadura de Pinochet, Chile no ha pasado por una refundación democrática concertada como la salvadoreña del 1992. Nosotros, para superar el militarismo y la violenta exclusión de la oposición del sistema político y constitucional, pasamos primero por una guerra y luego por una compleja construcción de paz y democracia, en la cual participaron no solo los dos bandos enfrentados en el conflicto sino todos los sectores de la sociedad. Las lecciones históricas aprendidas y los cambios concertados se plasmaron en una reforma constitucional acordada por todos los partidos representados en la Asamblea. Además esta reforma fue respaldada por la insurgencia al punto de deponer sus armas y por la Fuerza Armada depurada al punto de abandonar la política y someterse al poder civil constitucional. Ambos, la exguerrilla y la Fuerza Armada, se comprometieron a respetar y, de ser necesario, defender lo establecido en los Acuerdos de Paz y en la reforma constitucional del 1992: el pluralismo político incluyente; el fin de la lucha armada para alcanzar y para retener el poder; el fin del dominio de los militares sobre la política; la independencia del órgano judicial; el respeto a los Derechos Humanos y las libertades…

Este proceso nos ha dejado con una Constitución que, aparte de reformas puntuales, no necesita un nuevo proceso constitucional. En El Salvador, el hecho de que desde arriba, desde el gobierno, usando una comisión presidencial dirigida por el vicepresidente sin ningún sostén institucional, se prepare una nueva Constitución es un paso atrás.

No me corresponde a mi juzgar cuáles son los cambios que necesita hacer Chile en su Constitución para consolidar su democracia, y cuáles son las propuestas que pondrían en peligro la democracia representativa. Pero si el 80% que votó por abrir el proceso constitucional, e incluso el 20% que se opuso, participan activamente en la composición de la Constituyente y en los debate nacional sobre la nueva Carta Magna, los chilenos pueden aterrizar en un consenso amplio aceptable para toda la sociedad, incluyendo las minorías. 

En el 80% en favor de una nueva Constitución están representadas todas las corrientes políticas e ideológicas de Chile, con excepción de la extrema derecha. Algunos aquí lo quieren pintar como si los chilenos hubieran votado en favor de una Constitución al estilo bolivariano, de un modelo chavista. Seguramente hay sectores en Chile que pretenden esto, pero son muy minoritarios. El 80% votó por abrir un proceso en el cual todos participarán y todos tendrán derecho de vetar cualquier locura. No es un proceso dirigido desde las cimas del poder, tampoco por una minoría con tendencias anti democráticas. 

Así que, calma pueblo, Chile no ha votado por el modelo chavista, y tampoco por un movimiento continental de botar las Constituciones.

Saludos,