viernes, 10 de octubre de 2025

Carta a Donald Trump: Tranquilo, te dedicaron un pedazo de Nobel. De Paolo Luers

 

"Tal vez habrá paz en Gaza, pero guerra en Venezuela, gracias a usted, Donald Trump."


 
SIGUIENTE PAGINA, jueves 10 octubre 2025

Dear President: 

La verdad es que me vale quién se lleva el Premio Nobel de Paz. No me importaría si se lo hubieran dado a usted, con tal de que una sola vez use el inmenso poder que le da la presidencia de Estados Unidos para lograr algo bueno. Si usted logra imponer, con todo el peso de su poder, a Israel y Hamas que abran un camino hacia la paz entre israelíes y palestinos, yo le daría tres premios de Paz - a pesar de que usted es lo contrario a un hombre de paz. Es irónico que el hombre que divide a la sociedad de su propio país al punto de normalizar el odio y la violencia política, sea el único que haya logrado romper el círculo vicioso de la violencia entre palestinos e israelíes...

 

Teóricamente, el Premio Nobel de Paz no fue concebido para gobernantes, sino para personajes de la sociedad civil que se oponen a los poderosos para construir paz. Personajes como el periodista judío-alemán Carl von Ossietzky, a quien el premio fue otorgado en 1936, cuando estaba en un campo de concentración de Hitler, en el cual murió en 1938. Ossietzky fue un opositor valiente, que representaba lo mejor de la resistencia contra la dictadura. Para luchadores de paz como él, como Martin Luther King (premio 1964), como el disidente antiestalinista Andrei Sakharov (1975), y como Adolfo Pérez Esquivel (1980), defensor de derechos humanos bajo la dictadura argentina, fue concebido el Premio Nobel de Paz – y por supuesto para Nelson Mandela. Gestos poderosos para apoyar la sociedad civil cuando ofrece resistencia contra gobiernos dictatoriales y guerreristas.

 

En la práctica, no ha sido así. El Premio Nobel de Paz fue otorgado a líderes políticos y militares como Theodore Roosevelt (1906), Woodrow Wilson (1919), Austin Chamberlain (1925); el general estadounidense George Marshall (1953); Henry Kissinger (1973) junto al dirigente norvietnamita Le Duce Thor (quien como buen revolucionario rechazó un premio compartido con un gringo); el presidente de Egipto Anwar Al-Sadat junto con el israelita Menachem Begin (1978); el líder soviético Mijaíl Gorbachov (1990); el dirigente palestino Yasir Arafat, junto con los dirigentes israelíes Isaac Rabin y Shimon Peres; Jimmy Carter (2002), Barack Obama (2009), Juan Manuel Santos (2016). Figuras del poder, varios de ellos hombres de guerra antes de hacer la paz.

 

Pero parece que en el año 2025 el Comité Nobel Noruego quería retomar la tradición de premiar a luchadores contra las dictaduras y, por tanto, eligió a María Corina Machado, la indiscutible y auténtica líder de la oposición democrática. No cualquiera logra, en un país dictatorial, construir un movimiento plural. fuerte y unido. Obviamente es una persona más idónea que usted que hizo todo lo que está en su poder para agenciarse este premio. Lo irónico fue que Machado dedicara el premio no solo al pueblo venezolano sino también “al presidente Trump por su decisivo apoyo”. Detrás de esta ironía está el hecho de que Machado tiene años de haberse aliado con usted, pensando que en última instancia habría que remover al dictador Nicolás Maduro con una intervención militar gringa. Y ahí está “el decisivo apoyo”: la marina de guerra gringa frente a las costas venezolanas, aniquilando, con todo y tripulación, embarcaciones presuntamente del narcotráfico saliendo de puertos venezolanos.

 

Machado dio su beneplácito a estas acciones militares de Estados Unidos frente a las costas venezolanas - y de un solo a una potencial intervención militar para remover a Maduro. No es precisamente una carta de recomendación para un Premio Nobel de Paz.

 

Aunque la Casa Blanca está protestando contra la decisión de los noruegos de negarle a su jefe el tan ansiado Premio Nobel de Paz, usted de repente podrá decir que por lo menos recibió un pedazo del premio - y que el Comité Noruego ha aprobado sus intenciones intervencionistas contra Venezuela.

 

Tal vez habrá paz en Gaza, pero guerra en Venezuela, gracias a usted, Donald Trump.

 

Saludos, 

* * *


 


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martes, 7 de octubre de 2025

El 7/10/2023 y el 1/05/2021. Carta de Paolo Luers

 

"No podemos robarles a los rehenes y muertos del 7 de octubre su aniversario, mucho menos permitir que se los roben unos activistas que buscaban exactamente esto: convertirse en víctimas del bloqueo de Israel y de 3 días de detención."


 SIGUIENTE PAGINA, martes 7 octubre 2025

I. El 7 de octubre 2023

Hoy, dos años después, las redes sociales, noticieros y periódicos están llenos de imágenes de Greta Thunberg y los demás activistas de la Flotilla Sumud, celebrando su “heroica faena” en el Mar Mediterráneo, su detención por parte de la marina de Israel y su liberación 3 días después.


Pero el 7 de octubre no es el día de Greta Thunberg, es el día de los rehenes secuestrados por Hamas y los 1200 civiles que dejaron detrás en los pueblos vecinos a la Franja de Gaza. Ellos son los protagonistas que hay que honrar este día, a pesar de que la Flotilla Sumud logró su propósito de distraer la atención del mundo del aniversario de la masacre.

 

Durante largos meses, la atención internacional estaba enfocada, con razón, en las imágenes del sufrimiento de la población de Gaza bajo permanente bombardeo de parte de Israel, y en los niños muriendo de hambre. Imágenes conmovedoras de hechos reprochables.

 

Pero por más necesaria que es la indignación que nos causa la guerra de tierra arrasada que lleva a cabo Israel, no tenemos derecho a olvidarnos del día 7 de octubre de 2023, que desencadenó la escalada de violencia. No podemos robarles a los rehenes y muertos del 7 de octubre su aniversario, mucho menos permitir que se les sean robados por unos activistas que buscaban exactamente esto: convertirse en víctimas del bloqueo de Israel y de 3 días de detención. Pero son dos clases de víctimas que no se pueden comparar. Solo vean las fotos de los sonrientes y triunfantes activistas liberados - y recuerden las fotos de los famélicos rehenes entregados por Hamas.




 

Tampoco se trató de romper con la flotilla de solidaridad el bloqueo israelí y abastecer a la población de Gaza con víveres y medicinas. Terminaron sin entregar ningún medicamento ni ningún alimento. Se trató únicamente de asumir el protagonismo, hacerse las víctimas. Falsas víctimas en una historia que ya tiene demasiadas víctimas, tanto en Israel como en Gaza.

 

Saludos a todos los que no han olvidado los crímenes de Hamas y el sufrimiento prolongado de los rehenes y sus familias.

 

Paolo Luers


* * *

 

II. El 1 de mayo 2021

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH dio a conocer que ha aceptado la demanda de organizaciones de la sociedad civil salvadoreña contra el Estado de El Salvador por la sustitución inconstitucional de los Magistrados de la Sala de lo Constitucional y del Fiscal General, realizada por la recién electa Asamblea Legislativa en la noche del 1 de mayo 2021.

 

Dos días después, Nayib Bukele escribió en Twitter: “Mientras no se destituya a los jueces corruptos, no puedes arreglar el país. Ellos formaran un cártel (una dictadura judicial) para bloquear todas las reformas, protegiendo al sistémica corrupción, con que los llegaron a sus cargos”.

 

Esta es la respuesta de Nayib Bukele a la CIDH, un evidente desafío a la comunidad internacional, un anuncio de que no piensa cumplir con el derecho internacional.

 

En Estados Unidos, este tuit de Bukele, escrito en inglés, recibió enfáticos aplausos por parte de personajes como Elon Musk y otros enemigos de la democracia liberal y de la separación de poderes. Recomiendan a Trump a seguir el modelo Bukele.


Sin embargo, cada una de las declaraciones y sentencias de la CIDH -y pronto de otras instancias del derecho internacional- es un golpe a la legitimidad del régimen dictatorial de Nayib Bukele. Sigamos documentando las violaciones a los derechos humanos y demandando al gobierno.

 

Saludos, 




* * *


 


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